Prólogo

Me llamo Kim Jimin y tengo 17 años y  esperaba ansioso mi fiesta para celebrar mi mayoría de edad, que mis padres Kim Namjoon y Kim SeokJin estaban   preparándome.

Estudio en una de las mejores universidades mi primer año en la carrera de psicología porque quiero ser psicólogo y poder brindar mi ayuda a personas que lo necesiten. Personas que necesitan una orientación de separadamente.

No me quejaba de mi vida pues era espectacular,  mis padres me aman mucho y solía pasar  los días con mi mejor amigo Kookie, salir de compras los fines de semana, me encantaba ir al karaoke ya jugar golf con Taehyung mi primo.

Siempre viví en una Mansión porque mis padres poseen mucho dinero ya que ellos son dueños de una empresa que fabrica juguetes, los mejores juguetes de todo el mundo.

Desde pequeño he conocido el trabajo de mis padres y mi área favorita siemore fue el de  tecnológica porque ahí se crean los juguetes más cool, desde autos que se controlan desde tu tablet, hasta los  animatronicos más espectaculares del mundo como   ositos o mascotas  que graban video y hablan o interactúan con los niños y muñecos de bebés que gatean, hablan y lloran hasta muñecos muy surrealistas que hasta parecen niños de verdad. 

A mi me gustaba mucho ir a ver como los hacen y eso fue algo que desde niño me gustó.

Aunque desde hace un par de años que no iba mucho a las fábricas como antes, porque sabía que ahí estaba él.

El socio de mis padres y director  del área tecnológica y virtual de
Toys Core company.

Él se llama Min Yoongi y es un Ingeniero en Informática que se unió a la empresa familiar hace cinco años.

El día que lo conocí sentí algo extraño dentro de mi que me advertía del peligro, era como una sensación efervescente que me burbujeaba en mi pecho cada vez que mis ojos le veian verme fijamente. 

Yo solía ser un niño bastante callado de por sí, pero con su presencia siempre me sentí tan intimidado. Él tenía algo, yo me dedicaba a analizarlo en silencio, a buscar en él ese algo que era tan... extraño y apabullante. Me encerraba en mi habitación por horas a pensar en ese hombre mayor extraño que me sonreía de una manera tan... bonita y aterradora.

Yo adoraba ir a la fábrica pero nunca  me gustó  su mirada fría sobre mí, era... inquietante y hasta cierto punto muy incómodo.

Él era tan extraño, no hablaba mucho y siempre cruzamos  un par de palabras que solo eran saludos y despedidas con mutuo respeto.

Mis padres lo idolatraban tanto,  ya que son muy buenos amigos desde hace años pero yo sentía  una especie de aversión hacia él, pero no entiendo por qué al mismo tiempo me atrae si me provoca un profundo miedo.

Había algo en él que no sabría decir por qué me hacia congelarme en mi lugar  y al mismo tiempo querer salir corriendo y es extraño porque aunque sé que me causa pavor,  yo  lo busco con la mirada como queriendo que sepa que aquí estoy.

Suena estúpido pero a veces necesito que sepa que estoy aquí cerca aunque no me agrade. ¿Estaré mal de la cabeza?

Pensaba que el miedo que me provocaba era más que desconocimiento hacia su persona, quizá lo estaba juzgando mal,  creí que acercándome a él y tratar de ser amable haría que dejase de verlo como alguien tan místico y sombrío.

Grave error el mío.

No supe hasta qué punto estaba en peligro y que debía correr y alejarme de él  hasta que me ví ahí en esa caja de cristal...

Siendo para él un muñeco de su colección más oscura. Un nuevo juguete para su diversión.

Lo peor de todo es que un día me gusta y otro día lo  odio, porque logra jugar con mi cabeza con mi mente, logra manipularme a su total antojo y yo no opongo resistencia.

...

     —¡P-por favor! ¡S-sueltame, de-dejame ir, te juro que no le diré a n-nadie tu secreto esta a salvo conmigo...

Lloraba pero mis lágrimas no lograban convencerlo  nunca, jamás. 

     —M-mis padres deben estar preocupados por mi —Rogaba cada vez que tenía oportunidad. 

El solo me miraba con sus ojos oscuros sin pizca de remordimiento en ellos y soltaba una sonrisa que siempre lograba helar mis huesos.

     —Oh si pequeño están muy preocupados y no dejan de buscarte pero no te dejaré ir, no mi pequeño muñeco. Eres mi marioneta.

Sentía  sus dedos tocar mis mejillas suavemente y ese sutil roce me hacia estremecerme hasta la médula porque tenía miedo muchísimo miedo de su mirada de su voz y de su toque dulce.

     —¡Por favor! —Volví a rogar en vano—. Quiero ir a casa.

     —Si muñeco llora, no sabes lo que esas frías lágrimas resbalando por tu hermoso rostro me provocan, no sabes lo que deseo hacerte mientras suplicas con tu voz ahogada en llanto y tus ojitos rojos. Eres mio, mi hermoso muñeco humano, Jimin mi oscura obsesión. 

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Nueva historia  abajo estarán claras las descripciones.

❀.°• Historia Corta
❀.°• Dark Romance
❀.°•Historia totalmente de mi autoría
❀.°•No acepto adaptaciones o copias
❀.°• Mención de enfermedades mentales
❀.°• Parafilias
❀.°• Abuso psicológico  físico y verbal
❀.°•Lenguajes obscenos y contenido adulto