𝟎𝟖

De solo ver aquella montaña de papel la hacía empezar a odiar el color de su cabello. Blanco, era el único color que veía, pues se sentía ser ahogada por tantos documentos.

Y empezaba a odiarlo aún más, al se burlada por su propia mente que no paraba de lanzarle trazos de recuerdos de lo sucedido semanas antes en su departamento.

¿Cómo pude haber dicho que era mío? —se acusaba en su cabeza mientras, soltaba un suspiró para luego dejar vacío su segunda taza de café.

Despegó su vista del documento que se encontraba en sus manos y lo posó en su teléfono, sus cejas se fruncieron al instante al leer el nombre del usuario que se encontraba llamándola.

«Pollo Pervertido»

Quizo reír al recordar el nombre de contacto que había escogido para él. Y decidió contestar la llamada.

Justo estaba por llamarte —habló primero sorprendiendo con sus palabras al de cabellos rubios cenizos.

¿En serio? ¿Tanto me extrañas Copo de Nieve? —contestó con un tono coqueto a través del móvil, mientras se imaginaba la respuesta de su compañera de trabajo.

Aki sonrió con dicimulo, pues no quería que sus demás compañeros de agencia notarán su cambio de humor. Sujetó de nuevo el papel que antes se encontraba revisando.

¿Pará qué me has llamado? —respondió con otra pregunta escuchando el bufido de reproche por parte del héroe.

Aquello le volvió a causar una delicada sonrisa, mientras lo ocultaba detrás del papel que fingía leer con concentración, para no llamar la atención.

—¿Qué ta parece almorzar juntos? —preguntó de nuevo con su común actitud y su tono relajado—. En el centro abrieron una nueva tienda de soba —murmuró.

La Todoroki estuvo a punto de regañarlo por esa broma.

Resulta que el pollo volador, había notado la gran cantidad de soba para cocinar en su departamento. Y la tacho de una obsesionada por dicha comida, ella le explicó que su hermano menor lo había traído ya que solía quedarse en su hogar los fines de semana. Pero Takami no lo creyó y desde ese día se burlaba de ella llevándole soba fría casi todos los días.

Hawks debía agradecer la gran paciencia que se le habían otorgado a Aki al nacer, pero no lo hacía y justo ahora se encontraba pasando la delicada línea, entre cogelarle tan solo las pierna o ser convertido en una paleta helada.

No puedo, tengo trabajo —le limitó a responder con seriedad mientras esta vez si ponía su atención en el documento y dejaba de lado al héroe alado quejándose.

¡Pero si no hemos comido juntos desde más de una semana! —se quejó por medio del celular—. ¿Acaso ya tienes planes? —preguntó al instante de recordar las palabras dicha por la albina hace tiempo.

«Kamui Woods es mi héroe favorito»

—¡Aki! —habló de nuevo dando un sobresalto a la albina que había olvidado que aún estaba en llamada.

Algunos héroes que se encontraban pasando por su oficina voltearon a verla pero al  sentir la punzante mirada de la heroína decidieron olvidarlo y pasar de largo.

Tengo casos que documentar Keigo —lo llamó por su nombre en susurró, sintiendo sus mejillas teñirse un poco pues aún no se acostumbraba del todo—. Últimamente la aparición de villanos a incrementado de forma preocupante —explicó mientras comparaba las cifras del mes pasado con el actual.

—¿Qué tanto? —escuchó a Hawks preguntar, notando el tono de interés que tenía al cambio de conversación que ella había hecho.

Un 11% de incremento —contesto—. Tengo la sospecha que es a causa del Asesino de Héroes —susurró lo último mientras observaba por la ventana de aquel edificio.

Podría ser, Stain se encuentra en otro distrito, pero de igual forma su influencia ha llegado hasta nuestra zona —murmuró el héroe—. Por ahora dejémoslo a los héroes encargados de su búsqueda, pero, si la cifra no desciende me haré cargo.

Shiro asintió aunque su compañero no la esté viendo, le parecía una buena idea.

¡Ahora, sobre el almuerzo! —habló de nuevo con su voz bromista pero fue interrumpido por la Todoroki.

Estoy trabajando, quedamos luego —dijo y estaba a punto de colgar pero el héroe alado le pidió que esperara.

Al menos respondeme mi primera pregunta, ¿ibas a llamarme porque me extrañabas? —habló rápido pues sabía que la albina cortaría la llamada.

Aki suspiró, si no respondía estaba segura que el hombre se encontraría depresivo por unos días, lo cual ella era la única que lidiaria con eso.

Si esa era la cuestión —murmuró avergonzada, pero al oír la risa burlona de rubio su rostro cambió totalmente—. Oye Hawks...

Lo llamó, mientras se levantaba y agarrando otro papel se acercaba a la ventana observando un punto fijo.

¿Si?, mi adorado Copo de Nieve —respondió él sin borrar su sonrisa.

En cambio la albina arrugó el papel en sus manos y frunció de nuevo las cejas.

Me has dicho que saldrías a patrullar y que yo me encargaría de tu parte de los documentos, ¿no? —habló con un tono al que agregó dulzor como si estuviera coqueteando con él.

Escuchó al héroe alado tragar saliva, acción que le aseguro que se encontraba avergonzado.

Así...es —contestó con lentitud por el móvil—. Aún no he terminado mi patrullaje.

Mmm, si aun no has terminado —murmuró y sus mirada plateada cambio a una punzante y la temperatura a su alredor bajo, produciendo escalofríos a los demás miembros de la agencia.

Y hasta quizás también el héroe No. 3 sintió un escalofrío en donde sea que estaba.

¿Por qué te estoy viendo en la tienda de barbacoa ubicada a una calle de la agencia?.

Sí, sin dudas Hawks también había sentido escalofríos, aún más luego de aquellas palabras.

Yo...no..—empezó a trarmudear y a hacer sonidos extraños—. Aki...la...llamad...no...funcion... Se...pierde —murmuraba para después cortar rápidamente y huir del local de comida.

La joven albina suspiró y desactivó su Kosei dando un respiro a los otras personas.

Ese pajaro de nuevo holgazaneando —pensó mientras dejaba de lado el documento y se disponía a traer de nuevo a su jefe, esta vez con fuerza bruta.

Pero al llegar a la puerta su celular comenzó a sonar de nuevo, creyendo que se trataba del rubio lo aceptó con mala forma.

Está vez, no solo tus piernas serán congeladas —habló con frialdad.

Pero no recibió respuesta.

Ehh...Señorita Todoroki Aki —dijo una voz femenina con timidez y al parecer temor.

La nombrada se regañó por lo dicho y vio el número, era uno público lo cual la extraño.

Disculpe la confundí, si soy yo —respondió mientras desordenaba sus largos cabellos albinos con estrés— Dígame, ¿qué necesita?.

Pasaron unos minutos para que aquella mujer volviera hablar estaba vez con normalidad.

Es su hermano..

Aquellas tres simples palabras lograron que todo lo demás sea olvidado por la Todoroki, quien rápidamente tomó su chaqueta y siguiendo las indicaciones de al parecer la enfermera se dirigió hacia el lugar en donde se encontraba su hermano.

Una enfermera de dirigía hacia una de las muchas habitaciones para realizar el chequeo rutinario a uno de sus pasientes, llevaba en su mano su libreta para tomar nota sobre el mejoramiento del enfermo.

¡¿Qué estabas pensando al ir directo hacia ese peligroso villano?!.

Pero durante su camino fue sacada de su paz al oír aquel regaño aterrador que salía de la habitación que había pasado, nerviosa reanudó su paso y se alejó de según ella un peligroso lugar.

Por otra parte la Winter Heroine se encontraba frente a la camilla de su hermano menor, sosteniendo su frente buscando calma para no regañarlo aún más.

Pero el joven Todoroki sin siquiera notarlo, tan solo le contestó.

Midoriya necesitaba ayuda —explicó con su común tono de voz, mientras observaba a su hermana voltear y observar al pequeño de las pecas temblar por la mirada de la mayor.

Shiro suspiró y se acercó al discípulo de él Símbolo de la Paz.

Lamento mi comportamiento, me alegro de que los tres se encuentren bien —sonrió un poco haciéndolo sonrojar—. Pero para la próxima dejenselos a los mayores, ¿de acuerdo?.

Izuku asintió con rapidez, y observó sus brazos vendados. La albina notó esa acción y suspiró para luego posar una mano en la abasta cabellera verdosa del joven.

Con el pasar de los días tan solo será un recuerdo —habló llamando aún más su atención, observando como él, levantaba la mirada con sorpresa—. Y tan sólo serán la prueba de que has dado un paso más, para llegar hasta tu meta de ser un héroe.

El aspirante a héroe tan solo se quedó observándola, mientras sentía en su interior el mismo sentimiento que había sentido cuando All Might lo había reconocido.

Así que sigue avanzando Midoriya-kun —dijo por último para sonreir de una bonita forma.

¡S..si, lo..hare Shiro-san! —contestó luego de unos minutos el chico con las mejillas a punto de explotar, pues su herorina favorita lo había reconocido.

Colocó su celular en su bolsillo luego de leer el mensaje de su compañero de patrullaje que le exigía volver al trabajo con urgencia de vuelta.

Pero como había solicitado día libre para ese día lo ignoraria.

Ya había pasado tres días desde que su hermano había sido llevado al hospital tras su encuentro con el Asesino de Héroes, ahora sería dado de alta pues tan sólo había obtenido una leves heridas.

Aki se encontraba en la recepción esperándolo, había pedido día libre para pasar el día con su hermano menor.

Aunque también lo habia hecho por otra cosa más.

Aki-nesaan...

Levantó la mirada a su hermano y sonrió al verlo ya con sus ropas comunes, se acercó hasta quedar frente a él.

Vamos a casa, hoy pasaras el día descansando y volverás a tus pasantias al día siguiente —explicó mientras observaba el gesto de confusión de Shouto.

Pensé que el viejo me recogería para empezar ya, según él... —el menor de los Todoroki habló pero la mayor lo interrumpió rápidamente.

No iba a dejarlo llevarte, debes descansar por lo menos un día —habló firme la herorina sin dudar de su decisión, pues no le importaba tener problemas con su padre, ella se llevaría a Shouto a su departamento y se aseguraría de que descansara lo necesario.

El de cabellos bicolores suspiró y suavizó su rostro, por el agradable trato de su hermana mayor hacia su persona.

Bien entonces vámonos —volvió a hablar Shiro.

Pero antes dar un paso sintió que era sostenida por la muñeca, volteó de nuevo y notó la acción de su hermano menor.

Todoroki había sujetado la mano de su hermana y la había dirigido a su cabellera de tono albina y carmesí, posandola justo en medio de ambas tonalidades. Luego la observó con sus orbes heterocromicos.

¿También me reconocerás? —murmuró Shouto con dificultad pues nunca había sido bueno en el momento de expresarse, aunque siempre se esforzaba si se trataba de su hermana mayor.

Aki no lo comprendió al principio, pero después de unos minutos a su mente llegó el recuerdo de sus palabras al pequeño de las pecas.

Mmm... —un sonido salió de sus labios acompañado de un suspiro—. Pero que cosas dices Shouto —habló llamando la atención del menor, quien levantó la mirada y se encontró de nuevo con aquella radiante sonrisa que casi nunca veía en los labios de su hermana.

La albina acarició con cariño y dulzura las cortas hebras de su hermano y con seguridad pronunció las siguientes palabras.

Yo siempre te he reconocido, aun cuando no habías despertado tu Kosei, pues siempre he creído en ti —explicó sorprendiendo al de cabellos bicolor—. Pues para mí.

—Siempre serás mi héroe favorito.

Mientras que en otro lugar, un pobre joven héroe se encontraba sufriendo por la avalancha de documentos que se encontraba en su oficina.

Y en medio de todo ese desorden, se podía aprecia una nota que decía:

«Nunca podrás espacarte de tu trabajo
Pdta: Disfruta del papeleo :)
❄. »

Y así Hawks había pagado por haberse escabullido y dejando todo el trabajo a su compañera.

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