https://youtu.be/nvb8wdBglpw

REALIZADO POR Basummers2020

✨ MALDITA LOCA ✨

Toda mi vida llevo escuchando como me llamaban loca. Desquiciada. Demente. Psicótica. Ida de la cabeza. 

Llegó a un punto que hasta yo misma me lo acabé creyendo, de tal manera que me comportaba así, como una perturbada. Mis padres decidieron ingresarme en una institución mental, abrumados, según ellos, por mi comportamiento. La realidad era que no querían exponer a su hija la loca al resto del mundo.

Estando aquí, en este loquero, me di cuenta de dos cosas, uno, no estoy loca, solo tengo problemas de ansiedad y dos, aquí hay gente que está mucho peor que yo.

- ¿Te vas a quedar ahí toda la tarde o piensas quitarte de en medio alguna vez?

Esa voz me hace estremecer hasta que todo mi cuerpo tiembla al sentir su cercanía. Alzo mis ojos y ahí está él, Connor, con sus increíbles ojos grises que me miran como si fuera un insecto. Y así es como me hace sentir de pequeña.

- Perdona, ya me voy.

Me levanto del suelo sin siquiera ser capaz de mirarlo, pues su presencia me impone demasiado. Porque él hace que mi estómago se contraiga cada vez que habla o siento que está cerca de mi. 

- Allie, ¿alguna puta vez me plantaras cara?

- No sé a qué te refieres -le contesto intentando huir, porque eso es lo único que sé hacer.

- ¿Tú crees que a mi me gusta molestarte? ¿o que disfruto tratándote mal? tú no perteneces a este lugar, no estás como los demás. ¡A ver si te das cuenta de una vez, cojones!

- ¿Y cómo no estoy? -una pequeña carcajada sale de mi boca, porque, no deja ser un "loco" que le habla a otra "loca".

- Tú no estás loca. Tú sólo...eres tú...

✨ SOLA A MEDIANOCHE ✨

Me abrazo a mi misma intentando darme calor. El frío de la noche se cala en mis huesos haciéndome temblar. No se escucha ni un alma. Las luces de los pabellones hace tiempo que se apagaron. Los guardias ya terminaron su ronda. Miro desde arriba como la luna ilumina el sendero, ese por el que debería escapar, ese que me trajo aquí y que poco a poco empieza a difuminarse.

- No deberías estar aquí sola.

Esperaba que viniera. Así como esperaba que sus brazos me arroparan y que mi cabeza reposara en su pecho. Me agarro a sus manos como si fuera algo que toda mi vida hubiera hecho.

- No quiero pelear más, Connor -le suplico bajando el tono de voz- no quiero que tus palabras vuelvan a herirme.

- No más. Te lo prometo. No seré yo quien te hiera de nuevo.

Un tierno beso es dejado en mi cabeza. Sus manos se pierden por mi cuerpo. Tocan y acarician mi piel con una dolorosa lentitud. Las estrellas en el cielo son testigos de nuestro encuentro. De como nuestras almas intentan curarse la una a la otra. Su mirada se torna oscura cuando se une a mi. Su boca besa la mía con vanas promesas que sé que el tiempo olvidará.

- Algún día me querrás, Allie. Y ese será el día en el que lucharemos para salir de aquí.

✨ NO ME DESTRUYAS ✨

Mis padres vinieron a verme hoy. El médico les dijo que he progresado bastante y que mis avances para querer curarme han mejorado. Les ha sugerido que tal vez podría pasar el fin de semana con ellos, que eso me vendría bien para poder curarme del todo. Ninguno ha accedido a su propuesta. Es más, le han informado que han pedido un alargamiento de mi estancia. Cumplí los 18 hace unos días, pero, no me dejan salir de aquí, pues ellos pidieron mi tutela argumentando que soy un peligro para los demás y para mi misma.

- Estaremos bien, Allie. No podrán contigo. Tú no deberías estar aquí, y haré todo lo posible para que puedas irte -me agarro a la cintura de Connor asintiendo a sus palabras. Quiero llorar. Desahogarme por el inmenso vacío que siento en mi pecho, pero, ni eso puedo.

- ¿Vendrás conmigo? -le suplico con mi voz aún apagada.

- Donde tú vayas, allí estaré yo. Así tenga que bajar al infierno o subir al puto cielo. Mi lado es contigo. 

Ellos han intentado destruirme otra vez. Que sufra un retroceso para que puedan justificar su ausencia. Los miro desde la ventana como se suben en el coche y desaparecen por el camino. Ya no tengo odio por ellos. Ya no lloro ni me lamento por los padres que tengo. Hace tiempo que asumí que estoy sola. Y también que ellos no acabarán conmigo.

✨ TENGO UNA GUERRA EN MI MENTE ✨

Esta noche huiremos. Connor lo ha preparado todo. Los días, y los meses pasan y cada vez me cuesta más estar aquí. Mi mente está sufriendo pues no soy como los demás. Mi ansiedad crece cuando miro todo lo que hay a mi alrededor, lo que me lleva a pensar que quizás mis padres no se equivocaban conmigo, ¿o si?

Ya no sé que pensar. Ya no sé que está bien o está mal. Dicen que si encierras a un cuerdo con locos, al final se vuelve como ellos. Y eso es lo que temo. Ser igual a ellos. Mi mente me juega malas pasadas. No me deja pensar con claridad. Pero, son sus dedos los que me anclan y me estabilizan, los que luchan y me piden que lo haga.

- No te vayas, Allie. No dejes que ellos ganen. Mírame -sus ojos grises están fijos en los míos. Sus dedos recorren mi mejilla. Un beso es dejado en mis labios. Una promesa de que todo irán bien.

- Tengo miedo -le confieso sintiendo como mis labios tiemblan al pronunciar estas dos palabras.

- El miedo nos hace más fuertes. No es de débiles el temer. Estaré a tu lado. Pase lo que pase. Siempre. O hasta que tú decidas que estás mejor sin mi.

- ¡Eso jamás, Connor! -me abrazo a su cintura sintiendo los rápidos latidos de su corazón, esos que me dan toda la valentía que necesito. Sus manos se enredan en mi pelo tirando de él para que lo mire.

- Es la hora, Allie.

✨ SOLO SIGO ADELANTE ✨

Los primeros rayos de sol impactan directamente contra mi cara. Abro los ojos lentamente para ver que ya amaneció. Ajusto la capucha de mi sudadera y bajo mis gafas para esconder mis ojos. El autocar sigue moviéndose, rodando, igual que cuando nos montamos en él. 

- ¿Está ocupado este sitio?

Un chico rubio, alto, de inmensos ojos marrones, me habla con una gran sonrisa. El pánico atraviesa mi cuerpo al ver que el asiento de al lado está vacío. Levanto mi cabeza mirando por todos lados y no veo a Connor. La garganta se me seca y soy incapaz de hablar ni de moverme. 

¿Y si él no existió?

¿Y si solo ha sido un producto más de mi perturbada mente?

¿Y si debería volver y asumir lo que soy?

Una maldita loca.

- Si, está ocupado chaval.

La voz de Connor moviéndose entre los asientos hace que mis mejillas se inunden de lágrimas. El alivio que siento es inmediato y en cuanto se sienta a mi lado, me arrojo a sus brazos llorando con desconsuelo. Sus manos abrazan mi cuerpo, dándome esa calma que necesito. Sus labios besan mi piel consiguiendo tranquilizarme.

- Ya pasó todo Allie -me recuerda con voz calmada- ahora estamos tú y yo contra el mundo. 

- ¿Sigues siendo real?

- Tan real como mis besos en tu piel, y como las caricias en tu cuerpo. 

- No me dejes ahora, y no me digas adiós -le pido en apenas un susurro.

- Tú ya no viajas sola.