Reto: El mundo

REALIZADO POR swiftbol

Pablo salió del avión con una sonrisa. Había estado lejos de Barcelona casi un mes y no veía el momento de reencontrarse con Nico y poder abrazarlo.

Lo localizó entre la multitud, apoyado en una columna y revisando su teléfono. Llevaba una gorra y unas gafas de sol para evitar ser reconocido por los fans.

Pablo sintió un nudo en la garganta al verlo y se dirigió hacia él con paso rápido. Tras firmar un par de autógrafos y sacarse unas cuantas fotos con los aficionados que lo habían reconocido, Pablo se acercó a Nico y le dio un fuerte abrazo.

Nico le rodeó con sus brazos y le pegó a su pecho.

Nico: Hola, precioso. ¿Cómo ha ido el viaje? -Le preguntó el gallego con un susurro sin separarse del abrazo.

Pablo se sonrojó por la cercanía de Nico y después le respondió en el mismo tono.

Pablo: Bien, pero tenía muchas ganas de verte.

Nico: Me alegro, y yo también. -Le contestó con una sonrisa.

La expresión del gallego era de felicidad pura y Pablo se quedó observándolo más de la cuenta. Le había echado tantísimo de menos que en ese momento el andaluz fue consciente de lo muchísimo que lo había extrañado y de que lo quería demasiado. Cada uno se había marchado a pasar las vacaciones de verano con sus respectivas familias y apenas habían mantenido el contacto durante ese tiempo. Algún mensaje de vez en cuando y un par de llamadas en momentos importantes, pero poco más.

Pablo le devolvió la sonrisa y se quedó un par de segundos más abrazado a él, respirando su aroma y sintiendo su calor.

Nico: ¿Nos vamos?

Pablo asintió con la cabeza y se separó del cuerpo de su novio con lentitud.

*

Después de recoger el equipaje de Pablo, salieron del aeropuerto y se subieron al coche de Nico. Este puso la radio y la canción El mundo de Pablo López empezó a sonar. Los dos se pusieron cómodos en sus asientos y se miraron con complicidad antes de arrancar el coche y conducir hasta su casa.

Pablo y Nico eran dos futbolistas profesionales que jugaban en el Barça. Se conocían desde niños y habían crecido juntos compartiendo su pasión por el deporte. Sin embargo, lo que empezó como una amistad se convirtió en algo más cuando ambos descubrieron que sentían algo especial el uno por el otro. Se enamoraron y mantuvieron su relación oculta durante meses, temiendo las consecuencias que podría tener para sus carreras y sus familias si alguien se enteraba. Pero cada vez les resultaba más difícil fingir que solo eran amigos y esconder sus sentimientos.

Un rato después, llegaron a la casa que compartían y Nico ayudó a Pablo a deshacer la maleta mientras hablaban de sus vacaciones.

Nico: ¿Y qué tal por Sevilla?

Pablo: Bien, me ha venido genial volver a ver a la familia después de tanto tiempo. ¿Y tú por Galicia?

Nico: Pues normal, lo que más he disfrutado es el tiempo que he pasado con mi madre y mis hermanas porque con mi padre todo sigue igual de tenso que siempre.

Pablo: ¿Sigue queriendo que te vayas cedido al Valencia?

Nico asintió y en su rostro se dibujó una expresión de cansancio. Su padre siempre quería verlo jugar y no le importaba lo que Nico quisiese, por ello casi siempre que se veían terminaban discutiendo por el mismo tema y el gallego ya estaba cansado.

Pablo: No me parece justo, tu padre no es nadie para decidir dónde juegas la temporada que viene. El quedarte o irte es decisión tuya y de nadie más.

Nico: Lo sé, precioso, pero ya sabes cómo es.

Pablo abrazó a Nico y tras unos segundos en los que ambos se dedicaron a disfrutar del contacto le preguntó.

Pablo: ¿Y qué quieres hacer tú? ¿Te gustaría irte al Valencia?

Nico: No lo sé, la verdad. Me gusta jugar aquí contigo, pero también me gustaría tener nuevas experiencias y retos.

Pablo: Te entiendo. Yo también tengo dudas sobre mi futuro.

Nico: ¿De verdad? ¿No estás contento aquí?

Pablo: Sí, claro que sí. Pero también me preocupa nuestra relación. No sé cuánto tiempo más podremos seguir ocultándola.

Nico: Ya... Es difícil vivir así.

Pablo: ¿No crees que deberíamos contarlo?

Nico: ¿Contarlo? ¿A quién?

Pablo: A todos. Al resto de nuestros compañeros, a Xavi, al presidente...

Nico: ¡Estás loco! ¿Sabes lo que pasaría si lo hiciéramos?

Pablo: Sé que si lo contamos lo comenzaremos a pasar peor, pero joder, me encantaría no tener que escondernos y poder besarte o cogerte de la mano sin miedo.

Nico: Y a mí también, pero es lo que hay.

Pablo: ¡Esto es una mierda!

Nico: Lo sé.

Pablo: Por cierto, recuerda esto, eres un jugador increíble con muchísimo talento, no permitas que una decisión impuesta por tu padre te arruine el inicio de temporada.

Nico se emocionó al oír sus palabras y le acarició la mejilla con ternura antes de abrazarlo con fuerza.

Nico: Te quiero Gavi, gracias por todo.

Pablo: No tienes que darme las gracias por nada, Nico, yo también te quiero.

Pablo se alejó unos centímetros de él y después le besó en los labios con pasión. Nico le devolvió el beso y cuando se quisieron dar cuenta ya estaban en la cama de su habitación.

*

A la mañana siguiente Pablo y Nico se despertaron por culpa del sonido de sus teléfonos. Pablo: Buenos días. ¿Qué pasa?

Nico: Buenos días, no lo sé.

Pablo: Vamos a ver.

Se miraron confundidos y cogieron sus móviles. Al ver la pantalla se quedaron helados. Tenían decenas de llamadas perdidas de amigos y familiares y miles de mensajes de sus fans en las redes sociales. Y todos tenían que ver con lo mismo.

Alguien les había sacado una foto abrazados en el aeropuerto el día anterior. La foto había sido publicada en Instagram por un paparazzi y había sido difundida por todos los medios deportivos y de cotilleo.

Pablo y Nico se sintieron invadidos, humillados y asustados. No sabían cómo iban a afrontar la situación.

Pablo: ¡Joder, puta prensa!

Nico: Tranquilo, seguro que lo solucionamos.

Pablo: ¿Cómo vamos a solucionarlo? Joder, Nico, que nos han sacado una puta foto y ahora todo el mundo sabe que estamos juntos.

Nico: Pablo, sé que lo de la foto te está jodiendo por que estoy igual que tú, pero enfadarte no va a solucionar nada, cuando lleguemos a la Ciutat Esportiva hablaremos con Xavi y veremos que podemos hacer.

Pablo: Tienes razón, perdona por ponerme así.

Nico: No tienes que pedir perdón, precioso, es normal que estés enfadado por que lo que nos han hecho es algo horrible.

Pablo: Ya, pero...

Nico: No digas nada más. -El gallego colocó un dedo sobre los labios del andaluz para callarlo y después aprovechó para darle un beso.

Decidieron apagar sus teléfonos y darse una ducha para relajarse. Luego se vistieron y salieron de casa. Tenían que darse prisa si no querían llegar tarde al primer entrenamiento de la temporada.

Cuando llegaran al campo sabían que se iban a encontrar con muchas miradas, comentarios y preguntas por parte de sus compañeros, pero sabían que no estaban solos. Tenían el apoyo de algunos de sus compañeros que ya sabían de su relación y los habían aceptado.

Cuando llegaron al campo de entrenamiento, se encontraron con Eric, Ferrán, Ansu y Pedri, sus amigos más cercanos y las personas que mejor los entendían del equipo. Los cuatro los recibieron con una sonrisa y los abrazaron.

Eric: Hola, chicos. ¿Cómo estáis? -Les preguntó con preocupación.

Nico: Estamos bien.

Ferrán: ¿qué tal habéis pasado la noche?

Pablo: Bien, las fotos y los comentarios los hemos visto esta mañana.

Ansu: No os preocupéis por nada. Estamos con vosotros.

Nico: Gracias chicos.

Pedri: No tienen que dar las gracias, para eso están los amigos.

Pablo y Nico les agradecieron su apoyo. Se sintieron aliviados al ver que tenían a su lado a personas que los querían y los entendían.

Todos entraron juntos al vestuario y se prepararon para el entrenamiento. Algunos de sus compañeros de equipo los miraban con curiosidad, sorpresa o indiferencia.

Cuando todos estuvieron cambiados, Nico ayudó a Pablo a atarse los cordones y después salieron al campo.+

Nico: Xavi.

Xavi: ¿Qué pasa Nico?

Nico: ¿Después del entrenamiento podemos hablar? Pablo y yo tenemos que contarte una cosa.

Xavi: Ya sé lo que os ha pasado, y sí, después hablamos.

El gallego volvió junto a sus compañeros y después Xavi dijo.

Xavi: Intentad concentraros en el entrenamiento. Los asuntos personales los dejáis para después. -Al decir eso el entrenador les ordenó comenzar a calentar y unos minutos después ya estaban entrenando. Para evitar más comentarios por parte de sus compañeros, Nico hizo pareja con Eric y Pablo con Pedri.

Trataron de hacerle caso a Xavi y dieron lo mejor de sí mismos en el entrenamiento. Pero no podían evitar sentirse incómodos e inseguros ante las miradas de sus compañeros y los periodistas que estaban alrededor del campo. Se preguntaban qué iba a pasar ahora con su carrera, el equipo y su futuro.

Al terminar el entrenamiento, Pablo y Nico se ducharon rápidamente y salieron del vestuario. Sus amigos los esperaban fuera para ir todos juntos hasta sus coches.

Eric: Bueno, chicos, ha sido un entrenamiento duro, pero lo habéis hecho muy bien. -Les felicitó el catalán.

Pablo: Gracias.

Ferrán: Exacto, habéis demostrado que sois unos cracks.

Pablo y Nico les sonrieron agradecidos y le dieron un abrazo a cada uno antes de volver a entrar al campo y dirigirse al despacho de su entrenador para hablar con él.

Ansu: ¿Dónde vais?

Pablo: Vamos a hablar con Xavi.

Eric: Por el tema de la foto ¿No?

Pablo: sí.

Ferrán: Suerte chicos.

Nico: Gracias.

La pareja se despidió de sus compañeros hasta el día siguiente y se dirigió cogida de la mano hasta el despacho de su entrenador.

Xavi era un hombre serio y exigente, pero también justo y comprensivo. Había sido un gran futbolista en su época y sabía lo que era estar bajo presión.

Xavi: Bueno, chicos, supongo que queréis hablar de lo que ha pasado.

Pablo: Sí.

Nico: Te queríamos pedir perdón, no era nuestra intención que se filtrase la foto, siempre que hemos salido juntos hemos sido cuidadosos y ahora nos sentimos fatal por haber manchado la imagen del club por un descuido.

Xavi: Ya lo sé, chicos. No tenéis que disculparos conmigo por que sé por lo que estáis pasando. Yo no tengo ningún problema con vuestra relación. Lo único que me importa es que seáis buenos profesionales y que deis el máximo en el campo.

Pablo: Gracias, Xavi. Eso es lo que intentamos hacer siempre.

Nico: Tu apoyo significa mucho para nosotros.

Xavi: De nada, chicos. Pero sabéis que esto no va a ser fácil, ¿verdad? Hay mucha gente que no va a entender vuestra situación y que os va a criticar o a insultar.

Pablo: Lo sabemos, tenemos el teléfono lleno de mensajes en redes. Pero estamos preparados para afrontarlo.

Nico: Exacto, nos queremos y no estamos dispuestos a renunciar a nuestra relación por un par de críticas y mensajes.

Xavi: Me alegro de que tengáis las cosas claras y que os apoyéis el uno al otro. Pero también tenéis que ser prudentes y cuidadosos. No os expongáis más de lo necesario y evitad las provocaciones.

Pablo: Lo haremos.

Xavi: Bien, chicos. Pues nada más. Podéis iros a casa y descansar. Mañana será otro día.

Nico: Gracias por todo, Xavi.

Los dos se levantaron y se despidieron de Xavi con un apretón de manos. Luego salieron del despacho y se dirigieron al coche de Nico para irse a casa.

Se montaron en el coche, pusieron música y trataron de relajarse hasta llegar a su casa.

Nico: ¿Cómo te sientes? -Preguntó mientras preparaba la comida.

Pablo: Estoy cansado.

Nico: Y yo, pero no me refería a eso.

Pablo: Lo sé, supongo que por una parte estoy bien, por que eso significa que ya no tendremos que escondernos y eso me gusta, pero por otro lado tengo miedo por que no sé si voy a estar preparado para soportar más hate del que ya recibo.

Nico: Te entiendo, yo me siento igual. Pero no podemos dejar que eso nos afecte, tenemos que ser fuertes.

Pablo: Lo sé, pero no es fácil. A veces pienso que tal vez hubiera sido mejor no contarlo.

Nico: No digas eso. Recuerda que no hemos sido nosotros los que lo hemos contado si no que nos han sacado del armario a la fuerza, además tarde o temprano se iban a enterar. No podemos pasarnos toda la vida mintiendo, nosotros también nos merecemos ser felices. Pablo: Tienes razón. Perdona, es que estoy un poco agobiado.

Nico: No te preocupes, precioso, yo también lo estoy. Pero recuerda que no estás solo, siempre voy a estar contigo.

Pablo: Y yo contigo, te quiero mucho Nico.

Nico: Y yo a ti, Gavi.

Los dos se miraron a los ojos y se sonrieron. Luego se abrazaron y se besaron. Terminaron de preparar la comida y disfrutaron de una tarde relajados en casa, olvidándose de los problemas y centrándose solo en ellos mismos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top