O2: Querido Yun Ho: Mi segundo e imposible amor...
Querido Yun Ho:
No sé cómo iniciar.
Sobre todo por aquella historia que tuvimos, y cómo al final terminaste rompiéndome por tus impulsos equivocados.
Después de mudarme a Seúl y terminar mis estudios, sonreí al saber que ya debía conseguir un empleo más estable, uno en donde podría darle una mejor vida a Jeong In.
No pude conseguir un empleo más destacable, tan solo pude conseguir el puesto vacante de secretario, me decepcione un poco, pero después de todo la paga era decente y tenía que seguir por mi hijo.
Eso fue algo de lo que nunca mencione.
A mi hijo.
Probablemente si te lo hubiera dicho desde un principio, las cosas hubieran terminado diferentes.
Pero las cosas tuvieron que pasar así por alguna razón.
Una razón que después llegaría a mi vida.
Por los comentarios de las secretarias supe que eras de aquellos jefes apuestos con los que todos los empleados se querrían acostar.
Nunca le di importancia a eso, después de lo que había vivido ya no tenía, ni quería, darle una oportunidad al amor.
Pero simplemente aquel día, el destino insistió en vernos cara a cara.
Como típica escena de romance, ambos coincidimos en el ascensor, no pude retirarme, pero después de todo no sería tan malo.
Tuvimos una conversación corta, pero interesante.
Después de eso, esos "inesperados" encuentros se volvieron más frecuentes.
Debía admitir que eras un hombre muy apuesto y con personalidad. Ya entendía el motivo de que todas las empleadas hablaran de tal forma de ti.
Seguimos con esos encuentros hasta que un día me ofreciste llevarme a casa. No me sentía seguro al aceptar pero terminaste persuadiéndome de tal forma que acepte.
Pero nunca permití que ingresaras a mi casa, tan solo bajaba del carro y me despedía.
No sabía si decirte, tenía miedo de tu reacción.
Los días pasaron y pasaron, ya era muy obvio para todos lo que ambos teníamos, solo faltaba hacerlo oficial.
Y así fue aquella tarde, donde te declaraste frente a toda la oficina, debí admitir que no era tan necesario, pero fue romántico.
Acepte muy feliz, aunque en el fondo tenía miedo de todos esos secretos que todavía no revelaba.
Y creo que ya era tarde para hacerlo.
Fue el mejor año junto a ti, y a decir verdad entré en pánico en cuento me pediste de manera tan repentina matrimonio.
No era que no quisiera casarme contigo...
Si no que eran esos secretos que todavía no podía contarte...
Te pedí tiempo, fueron meses en los que el insomnio se apoderaba de mi, sabía que tú ya necesitabas esa respuesta.
Pero yo todavía no estaba listo para dártela.
Y entonces...
Fue cuando descubriste todo.
Una maestra de la guardería de Jeong In llegó a la oficina preocupada ya que Jeong In tenía mucha calentura.
Todo mis compañeros comenzaron a ver la escena y no se pudo evitar armar aquel escándalo.
Tomé a mi hijo en brazos y estaba a punto de retirarme, pero entonces te vi.
Estabas atónito y tú mirada era indescifrable, no tuve tiempo y me retiré.
Por suerte mi hijo no tuvo nada grave, pero aún así tuvo que quedarse en el hospital una semana, para verificar su salud.
No tenía el valor de asistir ahí, así que después de que mi hijo sanara volví a la oficina con él.
Todos me miraron, algunos juzgándome, mientras otros miraban a mi hijo con ternura.
Le pedí a Woo Young que cuidara de mi hijo mientras yo entraba con Yun Ho.
No quería que mi niño presenciara cualquier escena desagradable.
Toqué la puerta y tú solo me miraste de reojo.
Era obvia mi renuncia, te portaste de una forma cortante y sin darme importancia.
Y tenías todo el derecho.
"Te amaba tanto y por esa razón te propuse matrimonio, pero al parecer tú no me amabas tanto, como para decirme que tenías un hijo"
Aquellas palabras fueron las últimas que escuché salir de tu boca, y antes de que pudiera contestarte, Yeo Sang entró y sentándose en tus piernas comenzó a besarte.
Luche con todas mis fuerzas para no llorar y salí de ahí.
Woo Young me contó todo, durante esa semana ausente, tú no
habías perdido el tiempo, todos esos rumores tomaron sentido.
Yeo Sang siempre fue tu amante, y ahora sería tu futuro esposo.
Aún no comprendo que tan grave era mi pecado para recibir un castigo así.
Cuando por fin le había abierto las puertas al amor.
Un nuevo golpe a mi alma llegó.
Renuncie rápidamente y me marche lo más rápido que pude de ahí.
Me sentía tan culpable por perder a un hombre tan especial como lo fuiste tú.
Y todo por mi cobardía.
Te había perdido....
Había perdido a mi segundo e imposible amor.
Atte: Choi San
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top