03: Querido Seong Hwa: Mi tercer y único amor....

Querido Seong Hwa:

Como un ángel, llegaste y me salvaste en el momento que yo más te necesitaba.

Realmente no se como tuviste toda esa paciencia conmigo.

Llegue a pensar que tú merecías algo mejor, pero cada día me hacías pensar lo contrario.

Después de esos dos largos años en donde me sentía tan destrozado, simplemente solo llegaste un día, un encuentro casual y sin mucha importancia.

Eras maestro en la escuela en donde asistía Jeong In, por lo menos ahí supe que mi hijo no sería un problema, en realidad nunca lo fue.

Al yo trabajar todo el día no tenía tiempo suficiente con mi hijo, tú siempre lo traías a casa y me ayudabas a cuidarlo en lo que yo regresaba a casa.

No entendía esa amabilidad hacia mí, pero tampoco me quejaría de ello.

Un día inesperadamente llegaste junto a Jeong In y nos invitaste a comer, me sorprendió un poco, y consideré rechazar la oferta, pero veía la alegría de mi hijo y no pude resistirme.

Como si tuvieras todo planeado, nos llevaste a ese restaurante en donde Jeong In pudo jugar mientras nosotros dos conversábamos un poco.

Tenías ese toque encantador, más esa sonrisa que robaba suspiros, nunca fui bueno captando cortejos, pero creo que aquello fue un intento de eso.

Pasamos el día juntos, Jeong In fue el más feliz de los tres.

Mi hijo era feliz junto a ti.

Al llegar a casa estaba Su A ahí, ella siempre cuidaba de Jeong In, por esa razón mi pequeño llegó corriendo hacia ella y le contó todo de ese día.

Su A nos dejó solos al notar el mal tercio, la odie un poco al dejarme solo contigo, en realidad no sabía cómo reaccionar o que decir.

Tú estabas igual de nervioso que yo, desviabas mucho la mirada y sonreías sin parar, ahora comprendo que ese comportamiento tuyo era cuando estabas demasiado nervioso.

Quedamos en un silencio demasiado largo, hasta que de golpe me invitaste al festival que organizaría la escuela de Innie.

Sonreí y acepte ir, después de todo pasaría tiempo con ambos, volvió aquel silencio pero con la diferencia de que ahora fue muy corto.

Te acercaste a mí y me diste un beso en la mejilla. Su A y Jeong In observaban la escena desde el interior de la casa.

Vi como te marchaste y yo cerré la puerta rápidamente.

"Papi tiene novio, papi tiene novio, papi tiene novio"

Nos reímos de la inocencia de Innie, pero muy en el fondo, volví a sentir aquellos latidos que solo significaban una cosa.

Me estaba enamorando.

Así pasaron los meses, aquel día del festival fue el mejor de todos, y claro que ahí te llenaste de valor y me volviste a invitar a salir, pero ahora Innie no estaría invitado.

Creo que en total fueron más de diez citas, sí, diez citas en cuatro meses para por fin aceptar una relación contigo.

Al principio no lo creía, pero Su A había notado ese comportamiento tan extraño y esas miradas que lo confirmaban todo.

Ahora que lo pienso, de verdad te hice esperar demasiado, pero tenía miedo, miedo de que volviera a pasar lo mismo.

Amarte tanto para después obligarme a alejarme de ti.

Pasó mucho tiempo, demasiado en realidad, nuestra relación marchaba de maravilla, Jeong In estaba feliz de tenerte en casa casi a diario.

Eras un excelente ejemplo para él.

Nuestra relación ya era tema de conversación en otra gente.

Muchos la aprobaban, mientras otras personas decían que debías encontrarte a alguien mejor, y no a un chico que tuvo un hijo a tan temprana edad.

Si tan solo supieran....

Y solo tal vez, aquellas personas tenían razón.

Aquella noche me tenías una sorpresa, así que me invitaste a cenar a ese restaurante donde fue nuestra primera cita.

Después de cenar y de tener una leve plática, las luces se apagaron y yo comencé a temer por mi vida.

Todo fue tan exagerado, pero me paralice al escuchar esa pregunta.

"Te casarías conmigo"

Juro que entre en pánico, no supe qué hacer, no supe cómo actuar.

"Sé lo que has vivido, y se que no quieres volver a experimentar ese dolor. Muchos me advirtieron de que no sería fácil llegar a tu corazón, pero estuve dispuesto a correr el riego y ahora aquí estoy, completamente te seguro de que eres tú con quien yo quiero pasar el resto de los días. Con quien quiero formar una familia y envejecer viendo a nuestros hijos y nietos crecer. Morir amándote como en el primer día en que me enamore."

Me habías dejado sin palabras.

Y yo arruine aquel hermoso momento pidiéndote tiempo para pensarlo.

Eras tan amable, que no te molestaste y al contrario me esperaste.

Fueron noches en las que no podía dormir, realmente no sabía que hacer.

Sabía que tú eras un excelente hombre y que tus intenciones eran tan buenas, por primera vez sentía ese amor, ese amor que nunca experimenté durante toda mi vida.

Y ahora que lo tenia... no sabía cómo responder.

Te amaba, pero no te merecía.

Ya había pasado tres semanas, seguía en pánico, todavía no tenía una respuesta.

No sabía que hacer, solo necesitaba una señal que me dijera si debía aceptar.

Hasta que escuche aquellas palabras.

"Papá Seong Hwa"

Fue tanta mi emoción, que llore de felicidad.

Salí de mi habitación y corriendo me dirigí hacia ti.

Parecías no comprender nada, y aún así correspondiste mi abrazo.

"Acepto ser tu esposo, acepto amarte hasta el último día de mi vida, quiero envejecer contigo, quiero formar Una gran familia junto a ti. Quiero ser el amor de tu vida, porque tú ya eres el amor de la mía."

Lágrimas cían de nuestros ojos, era tanta la felicidad que sentíamos.

Contigo aprendí que el verdadero amor era capaz de existir, tan solo debemos encontrar a la persona indicada, y esperar por ella.

Por primera vez me sentí feliz de ser amado, de ser adorado.

Yo sabía que en algún momento la felicidad llegaría a mi vida.

Y llegó a travez de ti.

Ahora sé que todo lo que viví, por muy malo que fuera, todo aquello me llevó hacia ti.

Mi querido esposo.

Mi tercer y único amor.

Atte: Siempre tuyo, Choi San.

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