☆Capítulo 5


Las clases volvían a comenzar y todos los estudiantes empezaban sus habituales actividades de universitarios sin vida social y prisioneros del estudio. Lo casual en estos días.

Todo estaba igual, todo excepto por un estudiante de medicina que se paseaba por el campus de la mano de un chico lindo llamado Felix, parecían la pareja perfecta, muy hermosos los dos sonreían a todo el que se les cruzaba, y todos les sonreían porque ver a aquel chico presidente del consejo estudiantil  callado y serio de la mano de un chico bonito después de lo que pasó con Park era algo nuevo, una total novedad que nadie se quería perder presas del chisme fresco como buitres, para unos era solo el morbo de ver a Min en una relación, para otros les causaba alegría ver al chico sonreír de nuevo después de lo mal que lo había pasado en su última relación "seria" y para otros u OTRO específicamente era una pesadilla.

Park Jimin los veía pasar y entrecerraba los ojos sintiendo un mar en su interior pero era un mar en medio de un huracán, le molestaba mucho aquella "bonita" Pareja en realidad y no soportaba verlos pasar frente a sus ojos. Taemin se burlaba de él desde que aquello había comenzado.

Y así como ahora que estaban en la cafetería y Min Yoongi pasaba frente a él sin si quiera voltear a verlo de la mano de Felix quería que la tierra se abriera y se lo tragara, no, no mejor que se abra y se trague a esos dos.

     —Jimin me estas asustando mira como tienes eso.  —Taemin lo miraba con el ceño fruncido.

Miró en sus manos los palillos que estaba usando para su almuerzo y ya estaban doblados por la mitad.

     —¿Ya vas a dejar de ver raro a Min y a su novio nuevo?

     —Cállate por favor. ¿No puedes compadecerte un poco de mi?

Jimin arrojó sus palillos inservibles en el basurero que estaba justo cerca de donde la pareja miraba el menú para comprar.

     —¿Quieres un chocolate caliente bebé?  hace frío.

     —Gracias Yoonie eres tan atento.

Jimin rodó sus ojos, sentía su corazón de una manera extraña que jamás había pasado. Le molestaba sobremanera esa situación.

     —Podemos ir a mi departamento al salir de aquí y ver una película no es buen clima para salir. —La voz de Min logró llegarle hasta los oídos.

     —Pero bebé tienes muchos proyectos por hacer... ¿No te molesta? ¡Porque si quero!

Jimin ya no logró escuchar más, sería muy obvio que se haya tardado más de la cuenta en tirar una basura.

Regresó a su lugar con el corazón encogido. ¿Por qué sentía eso?

Ahh quizás...

"Minnie si quieres podemos ir a mi departamento y pasar el rato y ver una película ¿Qué dices?

"Eso es aburrido Yoongi, ver películas es de bobos, mejor no. Tengo una fiesta en la noche. Otro día"

Si, eso era lo que en realidad le dolía en su pecho lo estúpido que había sido con Min Yoongi si todo eso él lo había tenido antes, si él había sido dueño de esas tardes de películas en su apartamento y las cuales no aprovecho ni valoró.

Sus ojos se llenaron de unas finas capas de lluvias saladas y se las limpió antes de llegar a donde Taemin y MinHo. Pero ellos lo habían visto.

     —¿Qué bicho te picó? —MinHo le miraba de arriba abajo analizando el extraño comportamiento de su amigo, era raro ver a Park Jimin tan callado y retraído.

     —Déjalo bebu, fue el bicho del remordimiento por haber sido un hijo de puta con Min Yoongi  y ahora me duele hasta el cu....ello verlo con otro, cuando yo podría ser ese. —Se burló Taemin. 

     —¿Y cual bicho es ese?

Jimin los fulminó con la mirada en estos momentos no era capaz de soportar las burlas de nadie y era por el solo motivo de que era verdad, entre broma y broma la verdad se asoma y pues Jimin sí había sido picado por ese bicho. Estaba ardido, dolido y arrepentido.

     —Callense por una sola puta vez, no estoy de humor así que ¡DEJENME EN PAZ!

No había sido su intención gritar de aquella manera, pero cuando se fue a dar cuenta todos en la cafetería lo veian, todos... hasta Min Yoongi quien no le despegó la mirada al verlo salir corriendo del lugar.

Jimin quería desaparecer, o mejor aún quería arrancarse el corazón para no sentirse fatal como se sentía en ese instante, el aire no le llegaba bien hasta los pulmones y quería gritar, le dolía algo y no sabia qué, las lágrimas se le arremolinaban en los ojos y un pesado y doloroso nudo en la garganta le dificultaba más la respiración. 

Entró como loco en el baño y se encerró ahí por fin dejando escapar un sonoro jadeo, su pecho subía y bajaba pesadamente por el llanto.

¿Había perdido a Min Yoongi definitivamente sin haber sido suyo?

     —S-si fue mío. —Susurró entre llantos.

Lo fue y lo perdió, por ser un tonto que se dejaba manipular a su antojo por otros, por sus malditas debilidades e inseguridades. Le dolía y mucho verlo en los brazos de Felix, verlo sonreír  y que esa sonrisa no fuera dedicada para él.

¡Pero mierda! ¿De qué se quejaba y por qué le dolía? Si él tuvo la oportunidad de tenerlo solo para él y no la supo aprovechar, lo mando todo a la basura junto a las flores y los chocolates que Min le daba. ¿Por qué no tenía un cerebro funcional? Porque no lo tenía definitivamente, si no no habría sido tan maldito con él y ahora la historia sería distinta.

¿Cuantas veces Min le dijo que en un futuro quería que fuera su esposo?

"Estas loco Yoongi, aún estoy joven no me veo casado"

Recordaba los ojos tristes de Min cada vez que le respondía de esa manera a cada cosa que le decía, a cada halago por lo bonito que estaba, a cada cumplido, a cada cosa bonita.

Limpió sus lagrimas, debía salir de la universidad necesitaba a Jungkook con urgencia. 

     —Hola Kookie... ¿Puedes venir por mi? N-necesito un poco de ya sabes...

     —Estoy ocupado.

     —Por favor Kookie eres lo único que tengo.

Un Sollozo salió duro y ahogado de su pecho, le dolía mucho y la única manera de aliviar ese enorme dolor de su corazón era olvidando todo, perdiendo la conciencia hasta no poder respirar por si mismo. Necesitaba esa droga ahora mismo. 

     —¿Estas llorando?

     —Kookie por favor...

     —Ahora voy.

Su lengua comenzó a secarse y sus dedos a tener una especie de hormigueo, era el efecto de la abstinencia que había tratado de tener en estos dias pero era imposible cada vez la ansiedad y las ganas volvían con más fuerza, sabía que necesitaba ayuda pero no sabía a quien recurrir.

Jimin colgó la llamada y esperó ahí tirado en el suelo mientras seguía llorando. ¿Estaba solo? ¿Por qué estaba solo? Porque si se sentía solo.

Taemin y MinHo eran sus mejores amigos los que a veces lograban hacerlo entrara en razón pero parecía que ahora hasta ellos le daban la espalda.  Pero era lógico ¿Quién iba a querer a un ser tan despreciable como él?

Hipó lastimeramente, no se dio cuenta que unas manos grandes, de venas marcadas y de dedos largos se acercercaban de manera lenta hasta sus hombros.

Se sobresaltó mucho y levantó la vista  para que sus ojos chocaran con aquellos que antes lo habían visto con cariño y afecto y ahora solo le veian con lástima.

     —¿M-min?

Min Yoongi estaba ahí y era la última persona en la vida que esperó que iba a llegar por él. 

     —Park Jimin levántate de ahí.

Jimin negó llevando sus manos a su rostro para continuar llorando y Yoongi lo miraba de manera extraña y era porque a Park Jimin nadie lo había visto de esa manera tan débil, tan mal...

     —E-estoy bien, s-solo necesito respirar.

     —Se nota que estas muy bien. —El sarcasmo en la voz de Min le hizo levantar el rostro de nuevo. —¿Qué tienes? Pedo ayudarte, yo...no puedo verte así no me gusta. 

Era verdad,  a pesar de todas las diferencias ente ellos, para Min Yoongi ver así a la persona que una vez fue muy importante en su vida era terrible. No podía soportar eso.

Con suavidad lo ayudó a ponerse de pié y le Ordenó su cabello que estaba tan desordenado por que Jimin se había tirado de los cabellos debido a la desesperación, también le limpió las lágrimas y Park Jimin solo veía en cámara lenta y en silencio todos los movimientos gentiles que Min hacía como limpiar sus lágrimas, componer su chaqueta y su cabello.

     —Yoongi... ¿Por qué haces esto?

Min Yoongi detuvo sus movimientos y se enfoco en Jimin, con sus ojos aguados por las lágrimas y su nariz roja.

     —En realidad no lo sé, sea lo que sea que te pase quizá lo merezcas...

Yoongi tenía razón se merecía todo aquello por eso no Refutó.

     —Ni si quiera se por que mierda te seguí. Pero si sé que siempre odié verte mal.

Min Yoongi lo veía con aquellos ojos grises tan profundos y su pestañear lento que se veía tan bonito en él quiso arrojarse a sus brazos y seguir llorando ahí, quiso pedirle "ayuda" pero no se atrevía. Solo logró hacerse para atrás un poco, la cercanía de ambos le causaba cosas que no quería explorar.

Pero Yoongi parecía pensar en todo lo contrario pues se acercó más, incluso mucho más que la primera vez. Podía ver las pequeñas gotitas de agua cristalina sobre las pestañas de Jimin cuales gotas de rocío sobre las bellas rosas.  Sabía que debía alejarse ¿pero por que siempre era tan tonto y caía? ¿Por qué?

Jimin no merecía si quiera pizca de lastima de él pero ahí estaba en aquel baño tomando al contrario de los hombros para acercarlo un poco más.

     —¿Puedo ayudar?

El mutismo de Jimin era muy filoso como cuchillas.

     —Dime Jimin déjame ayudarte, solo dime...

Jimin volvió a llorar mientras negaba y entonces hizo algo que jamás había hecho. Se aferró a su cuello y su cabeza se hundió en el pecho y la chaqueta de Min Yoongi y el mayor sólo pudo abrazarlo. Era algo tan irreal en ellos dos.

     —¡Y-yoongi!

La voz de Jimin adolorida y apagada solo le hizo doler de nuevo el corazón a Min.

    —Jiminie...

Park Jimin tembló, Yoongi solía llamarle así de manera cariñosa antes, y aquello ahora sonó tan hermoso como una sinfonía musical hecha por ángeles.

Jimin levantó su rostro y volvió a encontrarse con esa mirada penetrante, los labios de Min estaban entreabiertos, rosados y lindos como siempre, solo faltó un sutil roce de nariz y sus labios ya se habían unido de nuevo en una danza destructiva para ambos, dolorosa, y salada pero que a la vez se sentía como lo mejor del mundo.  Porque a pesar de estar tan heridos se buscaban.

La sensación de los labios de Yoongi le calentaban el frío corazón, una mano fría se posó en una de sus mejillas para hacer el beso más profundo y personal.

     —Yoongi.  —Soltó un suspiro. —Yoongi Yo... yo...

     —Dime lo que sea Jiminie, dime que quieres que me quede a tu lado. Dímelo y lo hago sin pensarlo.

Jimin Lloró, quería, lo deseaba con toda el alma porque tarde se fue a dar cuenta que Min era la única droga que necesitaba en la vida. Podía salvarlo, podía amarlo si aún quería. ¿Pero él que le podía ofrecer a Min? Era tan inestable que ni si quiera podía estar bien consigo mismo. Min Yoongi era luz, él era oscuridad.

¿Sería algo justo?

     —Jiminie dime que me quede... dilo. —Los besos vieron a relucir en la escena robando reflectores.

Jimin se aferraba con fuerza del cuello del mayor, estaba en un lugar tan cómodo tan cálido que jamás quería irse pero ¿Era justo?

     —Yoongi... Y-yoongi quédate... quédate con Felix. —Soltó. —Él te merece y yo merezco a nadie.

     —Jiminie.  —Yoongi debía decirle,  quería decirle que no, que eso era mentira que nadie sería perfecto en sí vida, no si aún no podía arrancarlo de su corazón. 

El sonido de un celular los sacó de aquella burbuja y Jimin sacó su teléfono para contestar.

     —Kookie...

Min Yoongi trago saliva, recordaba ese nombre,  el nombre por el cual muchas veces antes Jimin lo había rechazado.

     —Ya estoy acá.

Jimin miró a Yoongi, ¿Qué podía ofrecerle él? ¿Más daño? ¿Más dolor? ¿Más decepciones? ¿ERA AQUELLO JUSTO ACASO?

     —¿Aún me amas? ¿Cómo para perdonarme todo lo malo que te hice antes?

Solo quería saber esa respuesta nada más.

Min Yoongi aún tenía resentimiento en su corazón, aun le dolía, aún odiaba una parte de Park Jimin... ¿pero la otra parte de él?

    —Yo... Jimin

El menor veía en el rostro de Min Yoongi un atisbo de duda. ¿Tanto
Costaba perdonar? El jamás había pasado algo así, por eso no sabía. Pero lo comprendía, el tampoco se perdonaría nunca.

     —¿Yoongi aún me amas?

     —¿Hola, Jimin? Estoy esperando.  —La voz de Kookie era como la voz del subconsciente de Jimin, un mal subconsciente a decir verdad.

Min Yoongi se encontraba como en un cuento sin fin, que no tenía ni pies ni cabeza. Era totalmente lógico que Min hasta elegido a Felix, era totalmente lo opuesto a él. Y eso sí que si era justo.

     —Ya voy.

Cortó la llamada y se limpió las lágrimas.

     —Adiós Min.

Min Yoongi agachó de nuevo la cabeza, y entonces supo que él jamás iba a ser suficiente para Park Jimin mientras lo veía como se iba y le perdía entre los autos del estacionamiento.

     —Aún te amo, tanto que duele maldita sea.





Hola Mandarinas fieles que leen mis historias, pasaba por aquí deseándoles una feliz navidad y próspero año, que la luz les guíe y les ilumine siempre.
Las amo 💖
Viva el Yoonmin. 

𝔉𝔢𝔩𝔦𝔷 𝔑𝔞𝔳𝔦𝔡𝔞𝔡
𝔜
𝔓𝔬𝔯𝔰𝔭𝔢𝔯𝔬 𝔞ñ𝔬 2023


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