☆Capítulo 14

Jimin salió de la Universidad y tomó taxi rumbo al Hospital de Seúl, eran las doce y treinta del medio día y a esa hora se comenzaba a hacer el tráfico solo esperaba que no le agarrase mucho tiempo en el  camino porque se moría de ganas de ver a Yoongi.

Texteó en el camino a sus mejores amigos Taehyung y Taemin para decirles que había salido antes de la universidad e iría a ver a su novio.

Ah, que hermoso se leía esa frase escrita así, y jamás creyó que un día sonreiría de oreja a oreja al escribir eso.

Afortunadamente no encontró demasiado tráfico así que se bajó del taxi en la entrada del hospital y se arregló su ropa, Jimin estudiaba arte y una de las principales cosas que el arte enseñaba era la moda como arte así que Jimin era un Coco Chanel de la moda  en masculino , altivo y elegante al combinar sus atuendos por ello siempre llamaba la atención a donde iba.

Saludó a la recepcionista quien le devolvió el saludo amablemente ya que iba seguido a esperar a Yoongi y salían a almorzar juntos.

Caminó hasta el ascensor donde pidió al maquinista que lo llevase al piso 3 y cuando llegó salio en busca de la oficina que le habían dado a Yoongi ya que había aceptado el puesto de residente en el hospital. Jimin se sentía orgulloso de Yoongi por que con su esfuerzo había  aprobado el Examen Nacional de Aspirantes a Residencias Médicas y ahora estába en una nueva etapa de su 
preparación profesional.

Al encontrar dicha oficina quiso tocar pero Yoongi le había dado la confianza suficiente para no hacerlo si únicamente se trataba de él así que sólo abrió la puerta con lentitud llevándose una enorme sorpresa cuando lo vio ahí sentado en su silla de doctor con...

¿Por qué Yoongi le hacía eso? ¿Cómo podía ser capaz de engañarlo de esa manera tan descarada?

     —¡Yoongi Javier Francisco Alexander de la Rosa y Camposanto! ¿Cómo pudiste? —Jimin cerró la puerta con violencia haciendo que Yoongi saltara sobre la silla del susto derramando las papitas en el piso. —¡Dijiste que me ibas a esperar para comer juntos.

     —M-mis papitas. —Chilló Yoongi llevándose una mano al pecho pues si se había asustado.

Jimin no se aguantó más la risa y se dejó caer al piso de rodillas sosteniendo su estómago.

     —¡Eres cruel Jiminie!

     —L-lo lo lamento...es...es que di-dijiste que me ibas a...a esperar.  —Respondió Jimin a penas porque no podía hablar por las risas.

     —Es que tengo hambre cariño no desayuné y llevo despierto 36 horas seguidas. Solo espero a que acabe el turno e iré a dormir. 

Jimin se levantó del piso y se abrazó a su novio, era verdad que desde que Aceptó ese puesto como residente Yoongi trabajaba demasiado y descansaba y comía poco por eso Jimin tenía la solución a ese gran problema.

     —Hablaremos sobre eso ahora en el almuerzo amor,  ahora ven vamos a darte de comer.

Yoongi sonrio besando los labios de su chico.

     —¿Qué fue eso de Yoongi Javier Francisco? —Preguntó mientras se quitaba la bata blanca y la colgaba en el perchero y tomaba su chaqueta para salir de la mano con su novio.

     —Ah, lo vi en una novela creo que Mexicana.  —Respondió levantando sus hombros.

Salieron y Yoongi agradeció el aire fresco que le dio de lleno en el rostro,  amaba su trabajo de doctor pero era consciente de que era demasiado demandante. 

Fueron directo al restaurante que ahora se había convertido en el favorito de ambos pues estaba cerca del Hospital.

     —Dos órdenes de Carne de cerdo en salsa coreana con arroz una porción de Kimbap, de acompañamiento Kimchi y de beber té frío y una gaseosa por favor.  —Pidió Jimin sin mirar el menú ya que se lo sabía de memoria.

     —¿De entrada desea tacos coreanos en salsa agridulce o Mandu fritas con salsa picante?

Jimin miró a Yoongi quien realmente comería lo que fuera en ese momento con el hambre que tenía encima. No se molestaba en  ordenar, Jimin lo hacía por ambos y eso estaba bien ya que su novio conocía muy bien sus gustos.

     —Las Mandu fritas gracias. 

     —Está bien,  en diez minutos su orden está lista Joven.

     —Gracias.

La mujer se retiró y entonces fue momento de entrar en una  conversación seria.

     —Yoon no estas comiendo adecuadamente, ¿Duermes tus 5 horas de descanso ininterrumpido durante tu guardia?

     —Lo hago...a veces. —Jimin le lanzó una mirada asesina a su novio.

     —Es que a veces Chanyeol y Meredith me buscan pidiendo mi ayuda entonces no me puedo negar ya que son los nuevos internos, debo ayudarlos y orientarlos.

     —Pero Yoon, son tus cinco horas de descanso obligatorias no puedes... hay más doctores residentes contigo que los busquen  a ellos o es que ¿Te buscan a ti por algo en especial? ¿Consultas privadas a caso?

Jimin unió sus cejas graciosamente tratando de acusarlo de algo que claramente no era real.

     —No amor, como crees. Te prometo que descansaré mis 5 horas. No me regañes si.

La mesera llegó con las entradas y ellos comenzaron a comer mientras llegaba el plato principal.

     —Por eso he estado pensando en algo importante Yoon, yo creo que seria buena idea mudarnos juntos, podre cuidarte mejor, estás 35 horas en el hospital y cuando sales no se que haces, si comes, si descansas bien. Tu me puedes decir que si lo haces y a veces me consta porque te desconectas y ya no se nada de ti hasta tu próximo turno. Pero realmente quiero cuidarte. Si vivimos juntos podré prepararte comida nutritiva y no esas papitas con las que me engañabas hoy. —Hizo un puchero que le robó a Yoongi una sonrisa. —¿Qué opinas? Te obligaré a dormir las horas necesarias mientras estés en casa conmigo.

Yoongi volvió a sonreír, realmente eso sonaba maravilloso. Jimin y él viviendo en su propia casa.

     —Es una fantástica idea amor pero realmente yo ya lo había pensado y no creo que resulte. Estaré todo el turno en el hospital,  35 horas aproximadamente y cuando vuelva a casa no querré más que dormir y ya y tú estarás solo la mayor parte del tiempo por eso mismo no te lo he pedido ya pero me moría por hacerlo debo confesar. 

Jimin le tomó una mano para acariciarla dulcemente.

     —Lo sé y quiero correr ese riesgo amor, si tú te sacrificas por verme aún cuando estas tan cansado ¿por qué no lo puedo hacer yo?

Jimin tomó una Mandu la mojó con la salsita y se la llevó a la boca a Yoongi quien la comió gustoso. Aparte de aquellas papitas que Jimin le hizo tirar no había probado bocado alguno.

     —¿Estás seguro amor? Lo haré si estás seguro de esto no te quiero obligar a nada.

Jimin asintió enérgicamente.

Cuando llegó la comida Jimin se dedicó a darle de comer a su novio y entre besos y risas fue un almuerzo agradable.

     —Entonces ve preparando tu mudanza amor. —Habló Yoongi finalmente.

     —¿No compraremos o arrendaremos un apartamento primero? —Cuestionó con sus cejas juntas.

     —Tenemos casa propia amor, ¿La recuerdas? La terraza... la música...

Jimin la recordó y sus mejillas se tiñeron de rojo al recordar lo que haja  hecho ahí en aquella linda casa a la orilla del lago.

     —Lo quiero repetir...

La voz de Yoongi cuando susurraba era causante de mil infartos en Jimin y sus bellos se erizaban por completo.

Yoongi río ante la reacción de Jimin que se veía superlindo con sus mejillas rojas y mordiendo su labio nervioso. 

Comenzaría la mudanza de Jimin cuanto antes.

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