☄️ Nɪɢʜᴛ Tʜʀᴇᴇ ☄️

"Cada voz de alegría y dolor, turbando mi pecho, con más fuerza me ata, triste a una vida que dejar ya esperaba."

~ Ono No Komachi ~

- Killua Zoldyck -el hombre hablo con una sonrisa haciendo resaltar sus arrugas en su rostro -. Es un honor tenerte trabajando con nosotros.

- Para mi lo es -contestó con una sonrisa suave, a su lado Bisky se encontraba sentada con una coleta alta y un traje negro, quería reírse por lo tonto que se veía Killua con esa actitud de "chico millonario tranquilo" cuando era totalmente diferente y quién lo conociera sabría que es una fachada para tapar esa personalidad testaruda y hasta cierto punto aniñada. Aunque por eso último no podía decir nada.

- Espero que se pueda acoplar con nuestra empresa -una sonrisa salió de sus labios -. Oh, que maleducado soy usted y su...

- Amiga -hablo el albino -. Mi secretaria también.

- Oh ya veo -hablo con una sonrisa ¿Satisfecha?, La rubia casi rodaba los ojos, otro empresario listo para vender a su hija al mejor postor; esto parecía un chiste -. Eso es bueno, o no ¿Hijo?

- ¡Papá! -el chico a su lado se exaltó y sonrojo un poco. Bueno esto... Esto... Si era sorprendente, es decir a Killua lo seguían como abejas a miel ya sea hombres o mujeres, cosa que para Killua era... Cómo decirlo ¿indiferente?, La única vez que tuvo una relación con alguien fue hace años, tal vez duraron dos meses y la respuesta de Killua ante la pregunta ¿por qué?, Fue al menos para ella estúpida.

"Porque se parece a él."

Bueno también debía tomar en cuenta que Killua estaba algo tomado esa noche, por lo que después no pregunto y simplemente la noticia que esperó durante esos tres meses llegó: habían terminado.

Regresando a aquel chico japonés con tes bonita, ojos pequeños, cabello negro azabache y su lindo rostro pintado por un color rojizo, no pudo evitar pensar: es un doncel.

Por lo general, habían tantos estereotipos con los doncel incluso en un momento de la historia, aquellos hombres que podían embarazarse eran tratados como una humillación a la familia, por lo general los pasaban por mujeres, así también escondían un poco el tema de los homosexuales.

Pero ahora, tener un doncel en tu familia significaba poder. Si no podían con la hija podían con el hijo, siendo estos entregados también a empresarios.

Vaya mierda.

- Perdone a mi padre señor Killua -la voz salió aparentemente arrepentida, la rubia tenía que analizar correctamente. Ese era su trabajo.

- No te preocupes y no me llames señor -la voz calmada de Killua salió con esa sonrisa que hacía asquear a su amiga -. Creo que tenemos la misma edad solo llamame Killua...

- Yoshio -dijo el chico rápidamente.

- Le presento a mi hijo, trabaja como ejecutivo aquí -hablo el anciano con una sonrisa -. Es un doncel.

Lo suponían.

- Ya veo -hablo el albino.

- Bueno, padre, terminamos con las presentaciones, supongo que el se- Killua tiene cosas que hacer -el joven hablo con una sonrisa más falsa que el amor que Alessandra juraba tener por su amigo -. ¿Cierto?

- Eso es verdad -la rubia hablo -. Si me lo permiten, Killua tiene una junta con el presidente de la empresa y con otros embajadores -la chica hizo una reverencia al levantarse junto al albino.

- Fue un gusto conocerlos a ambos -el albino camino a la salida junto a la rubia, caminaron en silencio hacía el elevador. Siempre que ocurría algo así su amigo se ponía algo... Incómodo, y como no, estos viejos simplemente lo trataban como dinero y poder. No eran tan descarados para decir prácticamente: "oye toma a mi hijo, igual te dará un heredero" para Bisky era una idiotez, es decir, ¡Estaban en una época diferente!

Pero estos ancianos estaban tan ligados a la antigüedad que les valía, y por si fuera poco, estaba segura que todos los matrimonios de ese tipo de hombres fueron arreglados. Que asco.

El sonido de unos zapatos corriendo a su dirección hizo que ambos voltearan viendo al chico corriendo hacia ellos. Una vez que llegó decidió hablar.

- Oh, perdonen la actitud de mi padre, no quería incomodarlos -genuinamente el chico se veía arrepentido.

- No te preocupes, no tienes la culpa -el albino hablo y el chico suspiro.

- Espero poder trabajar correctamente con ustedes -dijo con una sonrisa alegre -. No los distraigo más, tengan un excelente día y suerte con su junta.

El albino asintió, y una vez más calmado fue a la junta con su medio hermano y el nuevo embajador.

- Me siento algo más tranquilo -dijo el chico suspirando -. Ese hombre, que miedo.

- ¿Por qué? -preguntó el albino, más que miedo le dió asco.

- Viste como me miraba, era como si estuviera viendo al mismísimo dios Ebisu(1) o algo parecido -suspiro y Bisky soltó una sonrisa burlona y cuando todo parecía totalmente normal, tranquilo, esa estúpida voz grito.

- ¡Killuaaaaaaaa! -no podía ser, debía ser una broma, incluso se podía ver el tic que empezó a salir en su ojo derecho. Cuando el albino volteo supo que sus días de paz habían acabado, la chica pelirroja había llegado a su lado con una sonrisa.

- Alessandra -dijo con fingida alegría.

- ¿Cómo estás cielo? -preguntó la chica con una sonrisa, por lo general el cielo lo decía a todos, incluso a Bisky, pero con él, lo decía de una forma que lo hacía temblar.

- Buenos días Killua, Bisky -la castaña que en verdad le caía bien camino hacia ellos. De reojo miro a su amiga tomada del brazo de Killua pegando sus pechos a este, casi movía la cabeza en negación. ¡Su amiga era idiota!, ¡Killua no caería en esos trucos!, ¿Acaso la escuchaba?

- Buenas Bianca -hablo con una sonrisa -. Killua debemos ir a la junta.

- Es verdad -el albino se soltó de la peliroja -. Voy a ir a una junta.

- Como siempre, tan seria y aburrida Bisky -la chica hablo con una sonrisa fingida y con total burla en su voz.

- Solo hago mi trabajo señorita -la rubia hablo calmada.

- Eso dices -el ceño fruncido de la chica le hizo saber lo que estaba pensando, desde que la conoció, está loca se había hecho a la estúpida idea de que le gustaba Killua ¡Hazme el favor!

- Como sea, Killua debemos irnos -y para más enojo de la chica lo tomo de su brazo, evidentemente con la única intención de hacerla enojar.

Para Bianca era mejor así, no es que su amiga no fuera guapa, de hecho era hermosa. Pero Bisky, era otro asunto, su cabello rubio, ojos rosas, tes clara y delicada, con ese rostro de facciones finas, un cuerpo lindo y delicado además de esa aura de elegancia que la caracterizaba. Alado de Killua se veía como una pareja totalmente compatible. Que envidia, pero claro no homo bro.

- Cierra la boca -dijo la peliroja con burla -. Se te cae la baba.

- Ale, nosotras debemos ir a hacer nuestro papeleo -la castaña se acomodo las gafas, comenzando a caminar al departamento de secretarias.

- Como siempre, cambiando el tema -la chica sonrió burlona comenzando a caminar alado de su amiga.

Pasaron las horas la gran junta había hermano Killua tenía que revisar algunas cosas por lo que se fue directamente a su oficina para hacer eso.

Sin embargo y al estar leyendo tanto no pudo evitar quedarse dormido.

Pronto comenzó a soñar con él.

No podía verse a si mismo, pero si podía ver a esa figura con kimono de colores rojos y blancos. El cabello caía por su espalda, tan negro como la tinta, aquella figura se encontraba mirando aquel lago, con pequeñas flores sakura tocando el agua y algunas otras cayendo.

Aquella frágil figura no volteaba y Killua desesperadamente quería correr hacía esa persona, quería saber quién era, porque su corazón latía con emoción y a la vez la sensación de perdida se apoderaba de él.

Quería saber dónde estaba, quería conocerlo.

Entonces, algo que nunca había pasado.

Algo sorprendente.

Hablo.

"Te amo."

Despertó asustado, con el corazón latiendo a mil, la respiración agitada, con lágrimas en sus ojos amenazando con salir y con un solo pensamiento.

Debía encontrarlo.

Debía descubrir quién demonios era porque aquella voz diciendo esas bellas palabras, no podría olvidarlo.

No podría hacerlo.

- Gon, Gon, Gon -la voz castrosa de ese idiota sonó de nuevo.

- ¿Qué quieres? -preguntó el moreno con el ceño fruncido.

- Dime que aceptaras, cariño -hablo con una sonrisa burlona.

- Eres un idiota Arata -la voz enojada de la azabache a su lado se hizo escuchar -. Ya te lo dijo ¡No!, ¿Acaso eres tan idiota para no saber el significado de esa palabra?

- No estoy hablando contigo, estoy hablando con tu amiga -el chico rubio la miro con una sonrisa. Palm lo miro enojada y si alguien más la viera simplemente huiría por esa aura aterradora.

- Dios -el moreno odiaba que lo tratarán o le dijeran como una mujer, era un maldito hombre, tenía pene como el idiota este que le hablaba - Que tenga un útero no me hace ser una mujer idiota, y ¡No!, Deja de molestar.

- ¡Vas a caer cielo! -el rubio grito viendo cómo la bonita figura de su moreno se alejaba.

- ¡Lo odio! -la azabache gritó.

- Yo también -dijo el moreno, en serio no lo aguantaba. Era un pobre imbécil qué creía que tenía una oportunidad con él.

- Que ganas con humillarce de esa forma -Palm hablo con una sonrisa burlona.

- Que lo siga haciendo, estoy tomando en serio la propuesta que me diste de fingir tener un novio o novia -el moreno hablo suspirando.

- Novio -corrigio la chica -. Ambos sabemos que las niñas no te llaman nada la atención.

- Son lindas -el moreno hablo, pero tenía razón, aunque jamás sintió atracción por un hombre también. Unos minutos después llegaron a la cafetería.

- Llegan temprano -el chico detrás de la caja los vio sin ninguna emoción aparente en su rostro.

- No podíamos perdernos el show de Machi -dijo Gon con una sonrisa.

- Pues apúrense, hoy tendremos bastante gente -el chico los mando a cambiarse cosa que ambos hicieron.

Gon estaba ansioso desde hace días, tenía una sensación de que algo iba a pasar, le daba miedo esa horrible sensación pero... De alguna forma estaba tan ansioso por algo que desconocía.

Los minutos pasaron al igual que las horas, el día estaba tranquilo aunque no por mucho. Una de las atracciones del lugar era sin duda Machi, tan linda y con una voz preciosa, cuando se anunciaba que tendría uno de sus shows el lugar se llenaba demasiado y el trabajo aumentaba y efectivamente.

Eran las 7 de la noche, el escenario estaba listo para dar un show, Machi se encontraba en los vestidores. Palm peinaba su cabello para amarrarlo en un chongo, el yukata rosa con blanco adornaba su cuerpo, el leve maquillaje en su rostro la hacía ver aún más linda.

- ¡Hay mucha gente! -el moreno sonrió emocionado.

- Dile a Feitan que saldré en poco tiempo -hablo la chica con una sonrisa ligera.

El moreno haciendo caso, salió de los vestidores y hablo con el encargado de presentarla: Feitan, siguiendo con su trabajo, comenzó a tomar las órdenes, cuando volteo a cierta mesa pudo ver a la chica del otro día.

La que había llorado sin razón alguna, junto a varios chicos. Se acercó para pedir la orden.

- Buenas noches -hablo con una sonrisa amable, Alluka lo miraba atenta había algo en este chico que le hacía querer llorar -. ¿Puedo pedir su orden?

Los chicos respondieron con una sonrisa, Alluka se limitaba a hablar cuando tenía que hacerlo.

- Ahora vuelvo con sus pedidos -el mesero de fue y Alluka lo siguió con la mirada.

Pronto las luces se hicieron más tenues, las luces iluminaron el pequeño escenario. Dejando ver a la preciosa chica con micrófono en mano.

Su voz calmada, hermosa salió, dejando a todos con una sonrisa. La bella melodía que acompañaba su dulce voz hizo a Gon ponerle total atención a su amiga.

"Caminando, sólo yo con la soledad
pensando que todo se ha convertido en nada."

Pronto, el nudo en su garganta se hizo presente, un escalofrío paso por todo su cuerpo.

"Un cielo donde las flores de cerezos se dispersan."

Una imagen llegó a su cabeza, una que antes ya había visto, una figura de cabellos blancos, parado frente a un árbol de sakura, se tambaleó un poco, se apoyo en la mesa que tenía alado. Le daba gracias a los dioses de que no estuviera ocupada. Aquella imagen no salía de su cabeza; y la sensación de miedo y tristeza recorrió todo su cuerpo.

"Destruyendo está vida y la otra vida y lo entiendo todo."

¿Por qué?, ¿Quién era?

"Este dolor, soy yo el que sufre por ser lastimado."

¿Por qué lo único que podía sentir ahora era dolor?, Las lágrimas salieron de sus ojos, la voz de su amiga taladraba todo su ser, como si se lo estuviera cantando a él y solo a él. Cómo si le tratara de decir algo.

"Pero al final todo, depende del destino"

"El dolor de ser engañado, el dolor de la vida amarga a mi lado."

No puedo evitarlo, las lágrimas salían de sus ojos como antes lo había hecho, se las limpio y camino hacía los baños, se encerró en un cubículo, sentándose en la taza del baño trato de calmarse pero esa sensación de perdida estaba ahí, dolorosa, suplicante y triste.

Esa misma noche soño con aquella imagen que antes había visto, soño con ese alguien de cabellos blancos que hablaba dándole la espalda. Lo único que pudo recordar al despertar fueron palabras que no entendía pero que su corazón había atesorado.

"Es una promesa."

(1) Ebisu (恵比寿): Único dios japonés de todos los que componen los siete dioses es el dios de la fortuna, la riqueza y los negocios.

El kimono del sueño de Killua:


Holaaaaa ❤️

¿Les gustó?

Pregunta sería ¿les está gustando la historia y como se va dando todo?

Pronto sabremos más de su pasado, pronto xd.

Bueno, nos leemos la siguiente actualización. Los/as quiero.

Bye bye ❤️.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top