Chaeyong había estado demasiado seria y muy callada últimamente. La conocía demasiado bien como para saber que aquello no era nada bueno.

—Sí, Jisoo y yo estamos bien. Por favor, cuida mucho a Seulgi, sabes que tendrá que recuperarse de manera lenta y no puede hacer ningún tipo de esfuerzo—su voz no era la misma, se notaba cansada y demasiado preocupada.

Me sentía muy mal por ella.

Nos encontrábamos en el sofá, con su cabeza apoyada en mi regazo mientras yo le daba leves caricias en el cabello, pues eso solía tranquilizarla durante sus momentos de estrés, parecía que funcionaba.

—¿Tú madre?—pregunté una vez terminó de hablar por teléfono.

—Sí.

—Espero que Seulgi se mejore, amor—le dije con completa sinceridad y su mirada suave clavada en mí, me hizo continuar.— Ella tiene demasiado talento y esa horrenda Shinhye, no debería forzarla tanto.

Shinhye era una vieja ex novia mía que era la nueva maestra de Seulgi.

La habia conocido en la preparatoria y salimos durante un tiempo, pero al dedicarse de lleno al ballet junto con su hermano gemelo, nuestra relación quedo de lado. Realmente nunca habíamos terminado con palabras, pero en una especie de pacto silencioso sí.

Era demasiado dedicada y suponía que por ello trataba así a la hermanita menor de mi novia.

Eso esperaba.

—Debería hablar con ella.

—De hecho, creo que todavía tengo su número. Podría dártelo y así solucionar el problema—le comenté.

—¡Oh, buena idea!

Yo siempre tenía buenas ideas.

...

Es algo corto, pero tal vez al rato suba otro más uwu