Género: UA Universo Alterno.
Comedia.
Poco romance.
Híbridos.
Harem.

Parejas: 🐱Kid, 🐶Law, 🐱Killer, 🐱Lucci 🐱Zoro y 🐶Luffy, 🐶Ace, 🐶Sabo x Sakura.
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🐱🐾❨𝕄𝕪 𝕓𝕖𝕒𝕦𝕥𝕚𝕗𝕦𝕝 𝕡𝕖𝕥𝕤❩🐾🐶
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Sakura era una excelente doctora, su trabajo en el hospital es el mejor que pueda tener, tiene a los mejores compañeros y una vida llena de cosas maravillosas, entre ellas un capital enorme. Pero por mucho que su vida sea maravillosa no es feliz, cuando tenía quince años perdió a sus padres, luego a los diecinueve a su abuela y.. y solo eso, su familia solo constaba de sus padres y su abuela, no tenía tíos ni nada por el estilo. Los últimos años de su adolescencia los paso sumergida en una depresión horrible, la cual fue curada con citas con el psicólogo y pastillas, aunque aún se sentía sola. No tenía amigos, y los pocos que tenía tenían su propia vida, ya casados y con hijos que criar. Así es, la vida de Sakura era muy solitaria, solitaria y triste.

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Despertó en aquella enorme cama de su habitación, tomo un baño y después se vistió con algo lindo pero cómodo, camino por los amplios pasillos del departamento y bajo por las escaleras a la segunda planta, desayuno cereal con fruta y después de despedirse de nadie salió de su "hogar". Sakura vivía en los últimos dos pisos de un hotel del centro, de hecho ese era su edificio. Los empleados del edificio la saludaban con amabilidad, ya eran personas mayores con corazones lindos que trabajaban con honor, jamás le reclamaban nada y siempre la trataban como si ella fuera de su propia familia. Pero Sakura aún así se sentía triste. Bueno.. había una parte del día que siempre la alegraba.

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—¡¡¡Señorita Sakura!!! –dijo alegremente un señor de ya avanzada edad detrás de un mostrador de carnes. Sakura sonrió–

—¡Señor Lou!.. –saludo cortésmente la pelirrosa–

—¿Lo mismo de siempre?.. –ella asintió y el señor desapareció por una puerta que se encontraba detrás del negocio, a los pocos segundo volvió al frente– ..cinco kilos de carne sin hueso y tres litros de leche bronca.. No le gusta la comida ligera, señorita..

—Ya sabe que dicen, en donde hay carne hay quien la mastique.. –el señor río ante lo dicho, aunque no era a lo que la pelirrosa se refería–

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Sakura camino por unas calles hacia el hospital, torció una calle más abajo y tomo un camino más largo, paso algunas calles que se veían sucias y entro a un callejón que se veía desértico...

—¿Dónde están amigos?.. –preguntó esperando una respuesta–

De entre unas cajas de cartón apareció un perro mediano de pelaje negro...

—¡¡¡Luffy!!!.. ¿Cómo estás amigo?.. –preguntó feliz a lo cual el perro movió la cola y comenzó a jadear– ..¿Podrías llamar a los demás?.. –el perro de aspecto feliz ladro para así llamar a sus amigos–

Pronto tres perros más aparecieron, uno de pelaje negro rizado más grande que Luffy, este se llamaba Ace, uno amarillo de pelo rizado del mismo tamaño pero con una cicatriz en su ojo izquierdo, y por último un perro mediano de pelaje negro pero con manchas blancas...

—¡Pequeños! ¡Que lindos son!.. –dijo mimosa acariciando las cabezas de cada uno, aunque uno parecía más gruñón que el resto acepto gustoso sus caricias– ..¿Dónde están los michis?.. –si bien los perros no se llevan bien con los gatos estos perros eran diferentes– ..¡pssspssspsss!

Cuatro michis aparecieron. Uno grande de pelaje amarillo, tanto era que sus ojos estaban cubiertos, una de sus patitas estaba llena de cicatrices, las cuales no se veían por el pelaje pero ahí estaban. Otro era más exótico, su pelaje era como el de un leopardo y era casi tan alto como Luffy, era gruñón y casi nunca lo escucho ronronear. El siguiente era de pelaje ¿Verde?, Malditos mocosos que pintan un gato, este no tenía su ojo izquierdo y también era gruñón, aunque no tanto como el anterior. Por último llegó un gato robusto de pelaje rojizo, no tenía la patita izquierda y además tenía algunas cicatrices en su rostro. Eran sin duda un grupo lindo y adorable...

—Killer, supongo que defendiste nuevamente a Kid.. –dijo al ver cómo ambos gatos tenían nuevos rasguños, los gatitos se veían altaneros y con el ego por el cielo– ..Lucci, gracias por llegar con Zoro, si no fuera por ti el no hubiera llegado al almuerzo.. –acarició la cabeza del pequeño "leopardo" y luego la del peliverde, este último gruñó– ..bueno, es hora del almuerzo...

La chica mostró las bolsas donde venía la comida, saco la tapa de un basurero y luego colocó ahí toda la carne, rápido los perros fueron a comer de está al igual que los gatos. Mientras ellos comían la comida solida ella cogió un recipiente donde siempre colocaba la leche, corrió el contenido del galón y luego se alejo para contemplar a los animales comer. Eran tan lindos y siempre se cuidaban los unos a los otros, aunque aveces había alguno que otro altercado, principalmente con Luffy y Kid...

—¡Valla, voy tarde a trabajar!.. –dijo después de ver la hora en el reloj. Los perros dejaron atrás lo que comían y caminaron hacia la pelirrosa, está no podía hacer nada contra sus miradas– ..lo lamento amigos, no me podré quedar a jugar, será luego.. bay..

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Terminó de trabajar por la noche, las farolas de los postes de alumbrado ya estaban prendidas y lo único que se veía en el exterior del hospital era un perro de aspecto feliz. La joven pelirrosa salió del hospital y miró con curiosidad al perro, luego camino hacia el...

—Luffy, ¿Que pasa bebé?.. –pregunto, el perro nunca iba a su trabajo si no era por algo necesario, lo hizo cuando Zoro perdió su ojo y cuando Killer y Kid sufrieron daños por unos maleantes–

El perro jadeo u comenzó a caminar, la chica lo siguió esperando que no fuera nada malo. Desde hace unos meses esos ocho animales habían sido grandes amigos para ella, aunque no podía adoptarlos ya que a estos no les gustaba salir de la calle, una ves intento llevarse a Kid y este la mordió, aunque esté se disculpo lamiendo su dedo lastimado. Eran todos o ninguno.

Bueno, creo que eran todos. Sakura leyó el cartel que habían colocado en el edificio aún lado del callejón donde vivían sus amigos, al parecer era una promulgación del ayuntamientos contra perros y gatos callejeros, estos serían atrapados por el antirrábico y si no eran adoptados dentro de un mes estos serían dormidos. Sakura no podía dejar que sus amigos murieran, se negaba. Suspiro y miró al perro que estaba sentado aún lado de ella...

—Bueno, tengo un departamento muy grande.. les gustará a todos..

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El día siguiente, viernes, lo había tomado libre, así podría estar con sus amigos todo el fin de semana y adaptarse a su estadía en su departamento. Primero había llevado a uno de sus trabajadores por los perros y gatos, Shikamaru intento coger a los perros para meterlos en una jaula en la parte trasera de un auto, pero estos le gruñeron. Sakura los regaño y ella misma los subió, lo cual no fue difícil pues ellos le hacían caso, Shikamaru infló sus mofletes molesto con los perros. Al final metieron a los gatos a unas rejas de su tamaño. Después de "batallar" con los animales condujeron a una clínica veterinaria. Ya en ella les dieron sus vacunas, aunque no fue muy gratificante para quien atendía. Los desparasitaron, los bañaron y por último les cortaron el excedente de pelo, en esta parte Killer no se dejó y termino con todo su pelaje largo, aunque muy sedoso y brillante. Sakura compro muchas cosas para sus nuevas mascotas, colchones para que durmieran, juguetes, un poste para que arañaran los gatos, arena para gatos, correas para los perros y arneses para los gatos, también comida y un lindo sombrero que rechina para Luffy, además de todo eso les compro un collar de cada color para todos con un dije con su nombre. Un collar rojo para Luffy, uno naranja para Ace, uno amarillo palo para Sabo y uno negro con blanco para Law. También a los gatos les compro lo mismo, aunque esto con más estilo. Zoro tenía uno verde con su nombre en el collar y con tres dijes en forma de gota como decoración. Killer uno azul celeste con blanco, este era más simple y su nombre estaba en el dije. Kid tenía uno rojo fuerte con picos en el colar y su nombre en el dije. Por último estaba Lucci con uno negro simple.

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Ya muy feliz hizo que Shikamaru subiera todas las cosas a su piso mientras ella subía primero con los perros y los gatos, lo cuales al parecer la seguían como si ella fuera la líder de la manada...

—Les gustará, es espaciosa y llena de muchas cosas... Va a ser su nuevo hogar..

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Espero que les haya gustado, Neko se despide.