—Hace tiempo, mucho antes de los primeros años de la pirateria, exitia un supercontinente..

Un continente unificado por cinco naciones, todos vivían en armonia y paz. O fue así, antes de que todo se derrumbara y las piezas de aquel continente se dispersaran por todo el planeta..

—¿De que mierdas estas hablando?.. –gruñó un borracho, escuchando las sandeces de otro, aun lado de la barra– ..¿Un supercontinente? Jajajaja

—Es cierto, me lo dijo una amiga hace tiempo..

—¿Que amiga?.. –Apunto a la salida, donde una joven de vibrante cabello salía muy quitada de la pena, escondiendo algo en su persona– ..la que se va con tu cartera..

Los pelos de la joven se erizaron al ser descubierta, se volteó lentamente y observo a los borrachos del bar, por toda su cara bajaba sudor y tenia una mueca nerviosa. Sakura, quien se hacia llamar, trago grueso cuando aquel borracho se levantó de la silla y estrelló su botella contra la madera de la barra, ahora en sus manos sostenia el cuello de una botella con los bordes puntiagudos…

—¿Creías que me ibas a robar?.. –Sakura asintió nerviosa– ..¡¡¡Pequeña mentirosa, ahora vas a ver!!!

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Pequeña mentirosa, así la llamaban todas las personas de la isla Tamayo. ¿Pero que se podía esperar de alguien con tremenda reputación?, nada. Todo comenzó cuando le conto a un sujeto, de quien ya no recordaba el nombre, sobre un tesoro escondido en una ruinas de la isla. Digamos que las cosas se pusieron feas cuando el sujeto no encontró dicho tesoro ni dichas ruinas, aún puede sentir la punta de fierro de sus botas contra sus costillas. De ahí en delante la nombraron Pequeña mentirosa, en honor a su reputacion como contadora de historias.

En fin, toda dolida y con golpes en su rostro, manos y piernas.. Y torso.. y espalda.. etc, decidió tomar un descanso cercas del puerto de la isla, ahí las cosas pasaban con relativa tranquilidad y tenia un lugar excelente para esconderse, detras de las pilas de cajas que cargaban y descargaban.

Sakura sabia que si seguia con sus mentiras estas le llevarian a su destrucción. Pero hazle entender a un ciego que el cielo es azul, aun sordo que los perros ladran y a un mudo que te hable en francés, es simplemente imposible…

—Valla que si te como la mierda…

El sol obstaculizo su visión, sólo observo la silueta de un sujeto sentado en una caja…

—Unos idiotas me golpearon por robarles.. –la silueta del sujeto torció su cabeza, dándole a entender que prosiguiera– ..mi madre esta enferma y necesita medicinas.. –mentira, aunque una muy buena considerando su pésima actuación, nunca conoció a su madre–

—How que triste.. –Sakura frunció el entrecejo, ese tipejo no creía lo que le decia– ..pobre de tu madre..

—Podrias irte, me molesta tu presencia..

—Hummm.. No.. –casi cae hacia atras por la respuesta tan tardia del misterioso sujeto–

—¿Quien eres?..

—¿Que quien soy?.. –coloco un dedo en su mentón, a modo de parecer pensativo, pero Sakura no vio nada, mas que su brazo moverse– ..bueno.. Eso es fácil.. Soy un Pirata..

Los pelos en su nuca se erizaron, si el era un pirata de seguro tenia tesoros en su barco, pero sabía que robarle aún pirata era demasiado peligroso. Al parecer él sujeto extraño entendió el comportamiento de la femina, asi pues, sonriendo de lado se levantó de la caja y mostró su apariencia.

Un chico mayor que ella, probablemente dos o tres años, era rubio, de ojos azules y con unos extraños bigotes en sus mejillas. El chico traia puesta una gabardina naranja con toques negros, pantalones negros, botas obscuras y una faja roja en su cintura que ayudaba a su espada a no caer…

—Mi nombre es Uzumaki Naruto, y soy el hombre que se convertira en el Rey de los piratas..

No supo por que, pero el entusiasmo de ese zorrito la contagió, así sonriendo, cómo ya hace mucho tiempo no lo hacia. Se levantó de donde estaba sentada y mostró todas sus perlas blancas, su cara estaba magullada y llena de rasguños, ademas, un poco de sangre seca se veia en la comisura de sus labios…

—Así pues, mi nombre es Haruno Sakura.. y soy la mujer que te ayudara a serlo…

…

Fue así como comenzó su aventura en los mares. No recuerda cuando fue que confió tanto en alguien, que puso su vida en sus manos. Naruto era esa persona, el era un sol que iluminaba a todos, un faro que atraia a personas hacia el. Primero fue ella, luego Sasuke, Kakashi, Yamato, Sai, Hinata, Shikamaru, Chouji, Ino, Kiba, Shino, Neji, Tenten, y Lee. Todos ellos eran una banda de piratas, pero mas que eso eran una familia. Eventualmente Sakura se enamoró de Sasuke, y aunque Sasuke no lo admitiera, sentia lo mismo por ella. Naruto formalizó su relacion con Hinata, y tuvieron una linda beba a la que llamaron Himawari.

Estaban tan cercas de alcanzar sus sueños, pero sólo fue eso. Toda su familia habia sido masacrada en el Nuevo mundo, todos murieron por diversas razones, enfermedades, accidentes inesperados, el clima caotico, ataques piratas. Al final sólo quedó ella, agonizando en las orillas de una playa, su mano estaba tomando la de su esposo, pero sólo era esa parte, el resto de su cuerpo se hundió junto al barco. Su respiracion era lenta, los ojos se le nublaron, dio un último respiro y.. murió. La pequeña mentirosa que fue hace un tiempo murió.

Desde aquel dia en que conoció a Naruto nunca mas dijo una mentira, fue una promesa para su capitán, pero el ya habia muerto y ella también.

…

Dicen que los gatos caminan entre dos mundos.

…

Sakura dio un profundo respiro, miro a su lado esperando ver a Sasuke dormido, pero no lo vio, sólo los huesos de su mano. Sakura lloro amargamente, gritó, golpeó su cabeza, lanzó patadas a la arena. Queria disipara aquel dolor que nublaba su corazón, era horrible, desagradable, un nudo en su garganta que no desaparecia. Sakura vivió de nuevo.

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…

—Haaaaaaaa!!!!

Casi cae del edificio, dormir en las cornisas de los edificios era muy peligroso, ¿Pero que se podia esperar de ella?. Estiró su cuerpo aun acostada y, con el dorso de su antebrazo, limpio su cara y su cabello. Bostezo con fuerza y nuevamente se hecho en su lecho, aun era muy temprano para comenzar el día. No, de hecho no era temprano, eran las diez y cuarto y todos en el Reino habían comenzado sus queaceres. Los dependientes salieron a vender sus productos en el mercado, las señoritas contorneavan sus caderas para ataer las miradas de sus pretendientes, los pezcadores llegaban con las cargas en los muelles y los barcos, que anteriormente habian llegado, descargaban sus productos.

Sakura durmió por unos minutos mas, hasta que la campana de la iglesia anunció las doce del medio dia. Alterada por el sonido calló de la cornisa, por suerte calló de pie al fondo de un callejón.

Muy quitada de la pena camino por el mercado, oliendo y disfrutando de la vista, cada cuanto giraba sobre si misma o golpeaba "accidentalmente" a los transeúntes. Sus manos y volcillos estaban repletos de anillos, relojes y monedas, todos objetos robados a ojos de desconocido, para ella era tomar lo que la vida le habia quitado. De hecho ya ni recordaba que fue lo que la vida le quito, pero sabia que sus acciones presentes estaban bien, si así lo sentía pues bien, nadie le diria nada, nadien excepto las personas a las que robaba.

Por mera obra del destino tuvo que toparse con una señorita de larga cabellera azabache, quien por cierto no callo en su truco y la comenzó a perseguir cuando se dio cuenta que su monedero habia desaparecido. Valla que para ser una chica alta era bastante flexible, ni con su destreza fisica podia dejarla atrás.

Bastante molesta dejo que su lado animal apareciera, sus manos y piernas se volvieron como las de un felino, la parte superior de su cabeza adquirió la forma estilizada de un gato, orejas afelpadas, ojos rasgados y parte de su piel se lleno de pelo negro, tambien una larga cola negra le creció. Ya semi tranformada en una mujer gato, corrió en cuatro patas lejos del Reino, directo al bosque donde perderia facilmente a aquella chica.

Lástima, una bala se incrustó en su pierna izquierda, calló al suelo, se arrastró hacia atras dejando un pequeño camino de sangre, no era mucha, pero el pánico en su mirada decia otra cosa. No recuerda el porque de aquel odio aberrante a la sangre, sólo sabe que no puede resistir ver unas cuantas gotas de sangre porque..

Paff.. Cayó inconciente en el suelo. La muchacha, si es que se le puede decir así a un hombre muy femenino, la miro confundido.

…

Algunas horas después..

El sonido del tik tak del reloj era lo único que se podia escuchar en aquella pequeña y estéril habitación. Sakura abrió los ojos lentamente, acostumbrandose así a las blancas paredes y muebles que adornaban el lugar. Pocos fueron los minutos en los que su cerebro se reconectaba y procesaba la información. Grito presa del pánico, luego se relajó, quedó en silencio unos segundos y después gritó…

—Si ya paraste, puedes levantarte de la cama y salir del barco.. –se dijo a si misma molesta. ¿Cómo sabe que es un barco?, fácil, una casa no se mece como cuna de bebe–

La chica gato saltó asustada, compuso su corazón y trato de levantarse, no obstante un agudo dolor atravesó su piel hasta calar duro en su pierna…

—Auuuu~ –mauyo adolorida–

El click de la puerta la hizo voltear hacia esta. La chica que la perseguia estaba ahí, en el marco de la puerta con una bandeja de alimentos…

—Estas despierta.. –dijo lo obvio. Sakura rodo los ojos. La chica gruñó por lo bajo– ..debes descansar, el hueso de tu pierna se astillo..

—Gracias, pero no gracias.. Tengo que irme y..

—Estamos en medio del mar, no puedes ir a ninguna parte.. –la corto, sonriendo al ver su cara de incredulidad– ..y soy varón..

Sakura parpadeo dos veces, se recortó de manera sensual en la cama y le guiño un ojo al susodicho varón..

—¿Quieres rascarle las orejas a esta gatita traviesa?.. –pregunto mostrándole sus orejitas afelpadas, las cuales aparecieron en un puff–

—Eres una usuaria.. –mas que pregunta fue una afirmación, la bandeja que estaba en sus manos casi cae al suelo de la impresión–

—Nop.. –nego meciendo su cola de lado a lado, la cual habia aparecido poco despues que sus orejas– ..¡¡¡Juguemos a las venite preguntas!!!.. Tu me dices en donde estoy y yo te digo las mil y un formas en las que debes cepillar un gato..

—No soy una persona de gatos.. –jugó, luego de colocar la bandeja en la mesita cercas de la cama–

Una sonrisa picaresca se pintó en sus labios carmín. Sakura era un felino, y a cualquier felino le gusta curosear, ¿Que mejor que con este chico?. Izou tomo asiento en una silla de la habitación, la sonrisa no se iba de sus labios, esta jovencita le agradaba…

—Hay porfavor, todo hombre tiene un fetiche extraño relacionado con los gatos.. Ósea.. –pico la salchicha que veia con su desayuno y se la metió a la boca– ..¿No te gustaría verme desnuda, montandote mientras digo nya?

—Me gustaría que usaras esa boquita para otra cosa.. ·las mejillas de la chica se colorearon, estaba encantada con este chico– ..no para que hables este tipo de cosas..

—Nya!!! Eres sensacional, a mi me gusta eso.. –ronroneo metiendo mas alimento a su boca…

Tan absortos estaban con ese juego, y con la tension sexual que lentamente llenaba la habitación, que no se dieron cuenta cuando un nuevo individuo llegó.

Izou se sonrojo, jamas de los jamases habia sido así de atrevido enfrente de alguno de sus camaradas. Que lo hayan descubierto lo lleno de vergüenza, esa parte suya era un obscuro y oculto secreto que pensó que se llevaría a la tumba. Pero no, ahí estaba Marco sonriéndole de lado mientras examinaba a la chica gato…

—Pareces una piña.. –mauyo adolorida, un toque algo brusco recibió su pantorrilla lastimada– ..malo.. Me gusta jugar mas con el otro..

—Puedes levantarte si gustas, sólo no apoyes tanto peso en tu pierna.. –Sakura asintió–

El hombre piña salió de la habitación, algo muy bueno, ahora podia averiguar donde diablos se encontraba y como salir. Aunque intuyo que el chico de cabello largo no la ayudaría, o al menos no sin recibir nada a cambio. Suspiro por lo bajo. Esta era una de esas veces en que tenia que dar todo por el equipo y sacrificarse, aunque no tenía equipo y no precisamente tenia que sufrir. Mas bien ambos lo disfrutarían…

—Entonces.. –saboreo sus labios– ..