Tokyo revenger

Bueno, ya hace tiempo tenía la idea de un Crossover, y me gustó más pues ya terminé de ver todo el manga. Les gustaría que le siguiera??

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Sakura Haruno

El sonido tinteneante de un par de llaves rompió el silencio de la casa, la puerta se abrió y dio paso a un niño de nueve años. El niño era alto para su edad, su cabello era de un llamativo color rosa y sus ojos eran verde jade (uno mas brillante que el otro) vestia como un pequeño vándalo; con una enorme chaqueta blanca, pantalones negros apretados con dos correas saliendo de su cintura y unos tenis rojos, también tenia dos pendientes en los lobulos de sus orejas, un tatuaje de un diamante color magenta en su frente y una flor de cerezos en el lado derecho de su cuello.

El niño miró el interior de la casa confundido, por lo regular su pequeña hermana siempre corre hacia su encuentro…

—¿Sakura?.. –preguntó a la nada esperando una absurda respuesta que nadie contestaria–

No le dio mucha importancia al asunto y prefirió ir a la cocina por alguna fruta que comer. No obstante alguien lo puso alerta; un hombre vestido de traje negro, cabello un poco largo color carbon, ojos negros, piel grisacea y con vendas cubriendo su boca. El menor sabia quien era…

—¿Que es lo que quieres?.. –preguntó brusco. El mayor suspiro, se acomodó bien en la silla donde estaba sentado, sacó un revolver de entre su saco y luego apuntó con el al pelirrosa–

El menor quedó conmocionado, queria moverse y hacer cualquier intento por escapar, no obstante, sus piernas no reaccionaban para nada…

—Enserio lo lamento.. Querido Sakumo…

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—Ven niños, yo puedo saltar de lo mas alto en los columpios.. –los menores a su alrededor bufaron molestos–

Aquella pequeña niña de cabello rosado había llegado como rey al parque, adueñandose de todos los juegos y de lo niños también. La menor vestia un sencillo short de mezclilla, una blusa de tirantes roja debajo de una chaqueta militar color verde y zapatillas deportivas color blanco; tambien tenia tatuado un diamante color magenta en su frente y una flor de cerezos en el lado izquierdo de su cuello…

—Ahora vamos a juga.. –no pudo terminar, el pequeño niño delante de ella había caído al suelo, de su frente salió una linea color carmesí, tenia los ojitos abiertos y una expresión neutra en su rostro–

Sakura tembló y volteo hacia atras. Los niños salieron huyendo, antes y despues de haber escuchado el primer y segundo disparo. La niña de largos cabellos rosados y mirada jade calló como peso muerto al suelo (aun lado del otro niño) de todo el lado izquierdo de su cabeza le salia sangre, una parte grande de su cráneo estaba destrozado.

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Tiempo después...

Las sábanas acariciaban su piel y le daban una sensación calida, giró a la derecha, ocasionando que está se deslizara y terminará en el suelo. Su cuerpo era menudo, bajita, caderas anchas, pechos pequeños, traía solo puestas unas bragas rosas de encaje y una blusa blanca de tirantes sin sostén. El frío entro por la ventana a medio cerrar, sus pezones se erguieron por el cambio de temperatura, rodó a la izquierda y movió inconcientemente su mano, tratando de encontrar la sábana, no obstante está estaba en el suelo. A duras penas se levantó de la cama, gruñó en el proceso y camino a paso torpe hacia la ventana para cerrarla.

Las mañanas siempre le parecieron de lo más molestas, bueno, solo desde que su hermano fue colocado en un grupo superior, ya que era superdotado. Ahora ella asistía a la secundaria y su hermano a la preparatoria, lo cual resultaba realmente tedioso, pues tenía que despertarse a las cinco de la madrugada para prepararse, comer e irse en metro a su destino, de hecho quedaba muy lejos de donde vivía y casi siempre llegaba tarde. Molesta pateo un puff color melón, camino hacia su armario y saco su uniforme habitual; una camisa manga corta blanca con una corbata a rallas blancas y rojas, una falda tableada gris, zapatos cafés y medias negras un por debajo de las rodillas. Cuando estuvo lista cepillo sus largos cabellos rosados, entro al baño, hizo sus necesidades y después bajo a la primera planta a comer algo. Por suerte su hermano era el mejor hermano del mundo y siempre le preparaba un delicioso alimento, pero siempre desayunaba en solitario.

Antes de salir de casa colocó bien su mochila.

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Un nuevo día, lástima que tuvo que caminar hacia el metro, una vez le comento a su hermano que quería una moto, el le respondió que se volvió loca. Ni en un millón de años dejaría que su quería hermana menor manejará una cosa con ruedas, ni de niños la dejaba montarse en una bicicleta, por lo cual ahora a sus trece (casi catorce) años no sabía manejar una bicicleta.

Las cosas de la vida. En fin, chocó "accidentalmente" con la espalda de un tipo antes de entrar al metro, grito y se disculpo con el hombre, nadie podía molestarse con alguien con una carita tan linda, luego ingreso al metro, se sentó en un asiento desocupado y después saco una billetera, que no le pertenecía, de entre sus manos...

—Va, era un pobre diablo.. –tan solo saco unas cuantas monedas y un billete de su gran atraco, por lo menos le alcanzaba para un dorayaki– ..bien, es hora de ir a la escuela...

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—Sakura, otra vez llegas tarde.. –dijo la maestra de aritmética. Sakura pidio disculpas y le dio su dorayaki, luego encontraría algo que comer– ..para la próxima no entres, es tedioso estar deteniendo la clase todas las mañanas solo porque llegas tarde..

—No volverá a suceder sensei.. –la maestra bufo–

—Siempre dices lo mismo..

Los alumnos murmuraban cosas que para nada eran reales; desde que andaba de puta con un chico de último grado, hasta que fumaba en el estacionamiento, en fin, simples especulaciones sin fundamentos. Sakura paso a su escritorio y comenzó a escribir las cosas que dictaba la maestra, a ella no le importaba todas esas cosas que decían sus compañeros de clase, jamás congenio con ellos así que siempre se la llevaban entre chisme y chisme.

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A la hora del almuerzo, la pelirrosa se propuso a ir a algún otro salón para robar comida, no obstante, una dulce voz la detuvo...

—Di-Disculpa Sakura-chan.. –dijo nerviosa jalando su camisa– ..Quería darte esto.. –habló nerviosa, extendiendo un obento cubierto por un pañuelo morado–

—¿Ha? gracias Hinata-chan.. –sonrió de forma falsa y luego se perdió entre la multitud de estudiantes–

Sakura no confiaba en nadie, solo en su hermano y su amigo, en nadie más confiaba. Mucho menos en alguien a quien no conocía y le hablaba de forma dulce.

Antes de subir las escaleras que daban a la azotea, ya que prefirió ir a tomar aire, tiro el almuerzo en el primer bote de basura que encontró.

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Estaba tan absorta en sus pensamientos que no observó como un grupo de estudiantes de su escuela, y dos de otra, estaban en medio del pasillo. Ella los evitó y continuo su camino, no sin antes tropezar "accidentalmente" con un rubio, con el cual no se disculpo.

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Por su parte, el rubio tocó los bolsillos de su pantalón y se percató que su billetera había desaparecido...

—¡¡¡Sakura!!! ¡¡¡Al menos devuelve mi billetera!!!... –los dos rubios delante de él y de Hina lo miraron con curiosidad, luego al pasillo donde se perdió la pelirrosa, y nuevamente a el–..¡¡¡Mi billetera!!! (Había ahorrado durante meses por ella..)

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Sakura movía alegremente sus pies sobre un ducto de ventilación, en su regazo estaba la billetera de Takemichi, la cual al parecer era negra de cuero y con un extraño logo sobre ella...

—Que raro, Take-chan casi nunca tiene dinero.. –murmuró extrañada, viendo los billetes y monedas que ahora estaban en sus manos–

Y esque era cierto, por lo regular ella es la que le invita a comer.
Sakumo Haruno

Lo odiaba, enserio que odiaba su cabello...

—Hey meloncito, ¿Que tal si vas por unos refrescos?...

Cómo podía haber un color tan desagradable como el que tiene su cabello??, y no era teñido, no, nació con la desgracia de haber tenido esa coloración capilar. Desgracia que aumenta más, con los insultos infantiles de esos intentos de bravucones...

—¿No escuchas, o acaso el tinte para cabello fundió tu cerebro?.. –Sakumo gruñó. El matón que tenía enfrente le dio un pequeño golpecito en la frente, pequeño  pero realmente molesto–..no muchacho, tall vez tu cerebro es demasiado grande.. por eso tienes una frenteso..

—¡¡¡Cállate!!!

Eso era lo que odiaba más, mucho más que su propio cabello, no soportaba que insultaran o hablarán de su frente, suficiente tenía con las malas bromas de su hermana, aunque ella tenía la frente igual de grande...

—¿Que has dicho, meloncito?.. –gruño el matón, ante tal sobresalto del pelirrosa levantó su guardia–

Sakumo gruñó en respuesta, luego inhaló profundamente para después exhalar todo el aire retenido, sonrió "inocentemente"y dio tremenda patada en la entrepierna del matón. Los demás, que estaban aún lado de ellos, retrocedieron espantados al ver a su jefe tirado en el suelo y con sus manos en el área afectada...

—¡Eso es caer bajo!

—¡¿Cómo te atreves a dar un golpe bajo?!

—¡¿Acaso no eres hombre?!

Una benita sobresalió de la sien del muchacho, así resaltando su ya muy ofendida frente...

—¡¿Lo dicen ustedes?!.. –gruño en respuesta– ..¡¡¡Atacan en grupo como los perros que son!!!

—¡¿Acaso nos dijo perros?!

—¡¡¡Joder!!!

Y fue en ese preciso instante, en qué su débil paciencia se terminó.

Sakumo es, para todos sus compañeros, alguien tranquilo y sensato. Una persona que muestra y actúa serenidad e inteligencia en cualquier escenario problemático. O al menos es así como lo catalogan en el colegio, porque, quién lo conoce perfectamente, puede decir abiertamente que Sakumo es una persona impulsiva y con un carácter explosivo.

Siete chicos de escuela superior estaban en el suelo, todos pateados por el menor. Sakumo camino entre los cuerpos de esos tipos, el prefería ser un poco menos sádico, pero.. uff.. no soportaba que hablarán de su frente o su cabello.

En fin, prefirió ir directo a su casa en vez de encontrarse a otros matones de cuarta, mejor ir primero al supermercado. Conociendo a Sakura, lo más probable es que este comiendo comida de la calle...

—Esa niña.. –gruño molesto, redirigiendo sus pasos hacia el supermercado. Podían tener la misma edad, pero para Sakumo, Sakura siempre será su hermanita menor–

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Entre las cosas que odiaba estaba la música del supermercado, dios, no podrían poner canciones clásicas, sentía como si estuviera en un ascensor.

Después de unos minutos ya tenía la carne para su platillo, ahora solo le faltaba la pasta, aunque no veía bien cuál era la pasta que tenía que comprar, lástima que no trajo sus lentes de aumento...

—(Lasaña con strudel de manzana.. aunque no combinen a Saku le gusta el strudel. Así estará feliz y me hará caso cuando le diga que no coma en la calle) –una señora, quién estaba en el mismo pasillo (aunque un poco lejos de el), lo miro con duda, ¿Por qué ese pequeño vándalo de cabello pintado murmuraba cosas sin sentido?–..Humm, disculpe.. –la señora se sobresalto al ser descubierta mirándolo–

—S-Si.. –Sakumo pareció confundido, aunque no dijo nada, las señoras de ahora en día son todas unas quejosas–

—¿Esta pasta es libre de gluten?

—H-Huum.. –la señora miró el empaque de pasta y asintió, aunque un tanto nerviosa–

—Gracias.. –hizo una pequeña reverencia y camino al mostrador–

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—Tendre que conseguir un empleo.. –conto con su mano libre las monedas que le habían sobrado de las compras. Caminaba por las obscuras calles cercas de un santuario–

Se podría considerar que Sakumo era un chico serio, pero cuando estaba cabreado cuidado. El era el verdadero diablo.

La noche estaba fría, ya comenzaba a estrellarse el cielo cuando escucho barios ruidos de motocicletas. Suspiro cansado. A lo lejos vio una cabellera rubia, ya muy conocida para el mismo y para su hermanita. Rió por lo bajo al ver cómo la novia del teñido lo golpeaba con un.. ¿Bat?. Bueno, eso sí es nuevo, ¿De dónde habrá sacado ese bat?.

La joven malhumorada pasó aún lado suyo, ni siquiera lo saludo cuando esté le sonrió y levantó una mano en son de paz...

—¡Hey! Take-chan.. –saludo cuando llegó junto a el–

Algunos motociclistas lo voltearon a ver (valla que esa cabellera era muy vistosa) aunque esté simplemente hizo ojos ciegos y continuo caminando hacia el teñido, esta vez callaría esa molesta vocecita que le dice; ve y golpearlos hasta que tus piernas se tiñan de rojo...

—Sakumo-san.. –saludó Takemichi sonriendo. Ya Hina se había marchado, ahora solo se encontraba con Ema (la novia de Draken) aunque está, antes de que llegara el pelirrosa, se retiró–

—¿Que haces con estos pandilleros? ¿Te metiste en problemas de nuevo?.. –pregunto serio, estaba listo para patear algunos traseros si el peliteñido le respondía afirmativamente. Un escalofrío corrió por la espalda del rubio–

—N-No, no, no.. –nego repetidas veces con sus manos. Estaba nervioso, pues sabía lo impulsivo que muchas veces solía ser el mayor de los Haruno– ..son amigos..

—Ha.. bueno, toma.. –de su bolsa de súper cogió una bolsa de frutos secos y se la tendió al joven. El Hanagaki se vio confundido– ..son saludables...

—¿He?.. gracias.. –cogió la bolsa con curiosidad–

—¿Quieres que te espere?.. haré lasaña para la cena, eres invitado..

—¡¿He?! Por supuesto que sí!! –asintió varias veces, Sakumo es el mejor cocinero que conoce–

—Takemicchi, ¿Terminaste?.. –un nuevo individuo se unió a los dos amigos, era alto, rubio, tenía un tatuaje en la cabeza y parecía intimidante–

—Perdón por hacerte esperar.. –dijo el peliteñido caminando hacia el rubio de tatuaje– ..vamos, Sakumo..

—Hai.. –respondió serio. Draken lo miro con curiosidad, luego soltó una pequeña risa–

—¿Quién es el?¿Trajiste compañía?.. –preguntó el rubio sonriendo de medio lado. Un vena le pálpito al pelirrosa. Takemichi no sabía que decir, así que Sakumo hablo primero–

—Yo solo lo espero.. –trato por todos los medios de no sacar su otro lado hacia la luz–

—¿Tienes el cabello teñido?.. –preguntó Draken levantando una ceja. Sakumo estaba apunto de lanzar una patada, no obstante el teñido hablo antes–

—¡¡¡N-No, es su color de cabello natural!!!.. –respondió apurado, sabía del odio aberrante que el pelirrosa tenía con su color de cabello, pero también porque no quería algún altercado con su amigo y el segundo al mando de la Toman–

—En fin.. –dijo Draken restándole importancia al asunto de su cabello, aunque si tuviera tiempo le picaría con respecto al tema– ..¡¡¡Hey todos!!!¡¡¡Acérquese, la reunión va a comenzar!!!

Sakumo no presto mucha atención, mucho menos cuando todos los integrantes se alinearon, y bajaron la cabeza en respeto al presidente de la Toman. Sakumo solo se sentó en las escaleras del santuario y abrió una bolsa con rodajas de remolachas fritas. Algunos lo observaron, aunque no dijeron nada, a Takemichi lo conocían por Mikey pero a ese pelirrosa nunca lo habían visto, o siquiera escuchado de el, simplemente era un don nadie comiendo papitas horribles.

La reunión fue simple, solo querían organizar una pelea contra Mobius. No obstante, a mitad de la reunión, un integrante de la pandilla camino hacia Takemichi, el cual estaba distraído, he intento golpearlo por la espalda. Bueno, solo intento, ya que Sakumo se levantó rápido y detuvo su patada con la espinilla de su pierna derecha...

—Hoe.. ¿Que tratas de hacer?.. –preguntó molesto–

Quién se hacia llamar Pachin, gruñó molesto al ser detenido. Todos los voltearon a ver con sorpresa en sus rostros, más a Sakumo, pues Pachin era muy fuerte y no muchos podían detener alguno de sus golpes...

—¿Tu quién demonios eres?.. –preguntó Pachin tomando distancia–

—Soy el amigo de Take-chan..

Los murmullos comenzaron a oírse...

-¿Quién es el?

-¿Cómo pudo detener su patada?

-Sus piernas han de ser de acero..