Si había algo que Sasuke podía hacer bien era lastimar a Sakura indirectamente. Siempre la lastimaba con su indiferencia, con su manera tan fría de hablarle y muchas otras cosas más. Pero como no lastimarla si todas sus hormonas Alfas pedían a gritos ir y marcar a la pequeña y adorable Omega Hinata. Sakura se sentía triste cada vez que Sasuke perseguía con la mirada a la Omega, podía sentir el fuerte aroma de su ser llamar a gritos a Hinata. Pero más que sentir celos sentía un enorme complejo de inferioridad hacia su persona. Ella no era linda, no tenía el mejor cuerpo y mucho menos era una Omega. No. Ella nació como la mayoría de los habitantes en el continente, nació como una Beta. Desde su adolescencia se preguntaba el porque Sasuke-kun la ignoraba, además de su frío ser. Por qué, antes de que descubriera que era una Beta, Sasuke-kun la trataba bien, era amable, le saludaba por las mañanas y siempre la acompañaba a comer, claro, a su manera, pues no era el mejor hablador del mundo. Pero después de que el celo de Sasuke apareciera, el comenzó a comportarse mal con ella. Al principio Sakura no sabía el porque, pero después de entrenar con Tsunade comprendió que los Alfas solo se guiaban por el instinto y que su principal objetivo era marcar un Omega que oliera delicioso. Sakura se sintió triste. Primero fueron unos celos horribles hacia Hinata, ella era tan linda y sumisa, la perfecta Omega para un Alfa. Luego fue el arrepentimiento, se sentía mal al tener celos de Hinata, ella en ningún momento hizo movimiento de acercarse a Sasuke, prefería a un Alfa rubio, aunque esté fuera más espeso que el atole. Por último el sentimiento de inferioridad, nadie tenía la culpa, ella no era lo suficientemente bonita, ella no nació como Omega. Se odiaba a si misma por nacer como Beta, no, no podía odiarse, después de todo sus padres la amaban, no debía de culparse a ella misma ni a sus padres. Tsunade, al ver el estado en el que estaba su pequeña alumna, decidió meter cartas en el asunto y ayudarla. A golpes le hizo saber sus cualidades. Y así fue como aprendió a apreciarse a base de golpes.

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A sus dieciocho años la pequeña Beta estaba sola, sin ninguna pareja que la apreciará por lo que es, sin importarle que fuera una Beta. Así pues, sumida en sus pensamientos "depresivos", camino hacia el hospital para su turno. Los días después de la guerra se habían convertido en todo un caos, según la forma en la que lo veas. Muchos piratas, Marinos y varios mercaderes se paseaban por las naciones elementales. Konoha era un punto de encuentro muy frecuentado, por lo cual ya era muy común ver a los extranjeros caminando por las calles...

-Sakura-chan!!! -gritó una voz ya muy conocida para la pelirrosa. Sakura suspiro con pesadez y paro en medio de la calle-.. ¡Perra!

-Pudding..

-¡Eres realmente malvada!.. -lloriqueo falsamente en su estado pasivo, luego runció el entrecejo y apunto a la pelirrosa- ..¡Perra horrible!¡Me dijiste que me ayudarías con mis hermanos!

-Tus hermanitos son realmente.. ¿Como podría decirlo sin que suene mal?.. -preguntó la Beta, colocó un dedo en su labio inferior pensativa y luego hizo una mueca de inconformidad hacia la castaña miel- ..Unos diablillos horripilantes..

-¡¿Como puedes decir eso de unos adorables cachorritos?!.. -preguntó dramatizando la pregunta, nuevamente frunció el entrecejo y mostró una mirada maniática. Sakura suspiro, dentro de si su Iner intentaba salir y moler a la castaña- ..¡Plana horrenda!

-Sabes.. voy tarde a trabajar, podemos ir a comer dulces luego de atender a tu hermano mayor.. -la castaña asintió sonriendo, aunque dentro de si insultaba a la rosada sin piedad- ..por cierto.. -he Iner se manifestó como ya hace tiempo- ..¡Llámame plana horrenda y te descuartizare!

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Después de su encuentro agradablemente horrible con su bipolar amiga, Sakura llegó a su destino, aunque en el vestíbulo se encontraba un cúmulo de hombres rodeando una Omega. Sakura suspiro ya acostumbrada a eso, trono sus dedos antes de comenzar a repartir golpes a diestra y siniestra.

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Minutos antes de lo ocurrido con el grupo...

Hinata había llegado al hospital como todos los días, ella era enfermera y atendía pequeños casos, resfriados y golpes eran su especialidad. Pero algo ocurrió, después de entrar y marcar su horario de entrada varios Alfas atravesaron la puerta, todos voltearon instintivamente hacia la Omega de delicioso aroma. Cada uno de los Alfas la arrinconaron en un círculo, por suerte había olido a su amiga.

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-¡Pedazos de testosterona! -gritó molesta la Beta, aún su Iner estaba libre y correteaba por el lugar imaginando mil maneras para desquitar su enojo- ..¿Quienes se creen para aparecer en este hospital y molestar a una Omega reclamada?..

-Esta Omega aún no es reclamada.. -dijo altanero el más alto del grupo, un chico de cabello rojizo cuál fuego-

-¡¡¡Por el nombre de mi familia y de mi aldea, ella Hinata, la Omega del futuro Hokage!!!

-¡¡¡Sa-Sakura-chan!!! -gritó roja hasta la raíz del cabello, Sakura sabía de su interés amoroso por Naruto pero no podía llegar y decirlo a los cuatro vientos-

-¿Que no?.. -dijo molesta mientras cruzaba sus brazos. Ella era una Beta pero tenía la fuerza de un Alfa- ..entonces iré y lo molere a golpes hasta que entienda que tú eres de el..

Y no solo era por la timidez de Hinata que, aquel inusual romance, no florecía. Naruto también era el culpable, amaba a Hinata pero sentía que no era lo suficientemente aceptable como para reclamarla...

-Si ella aún no está reclamada, entonces no importa si la marco.. -esta vez hablo un sujeto moreno de porte tétrico-

-Marcala y te romperé los colmillos, me importa poco si eres un Alfa.. ¡¡¡Yo, como integrante de mi manada protegeré a mi Nakama!!!...

-Hump.. eres muy altanera, pero solo eres una simple Beta.. -el más alto libero su aroma para doblegar a la rosada, pero, ante su sorpresa está no dio signos de sumisión-

-Puedo ser una Beta, pero eso no me hace ser alguien débil...

Los cuatro presentes Alfas abrieron grande sus ojos, nadie, absolutamente nadie se había puesto a la defensiva contra ellos, mucho menos una simple y diminuta Beta. Sakura era una Beta, pero no una Beta normal...

-Joder... -gruño el más alto, estaba apunto de sacar sus colmillos y lanzarse contra la rosada pero una presencia interrumpió a todos en el lugar-

-Porque?.. ¿Por que mis cachorros están haciendo un escándalo aquí?...

Un Alfa, un Alfa como ningún otro, el daba una sensación calida y temible, su olor a Sake inundó el lugar, pero había otro olor mezclado con el de el. Sakura podía no tener bien desarrollado el olfato pero sabía distinguir el aroma de su maestra en cualquier lugar. La pregunta era; ¿Por qué demonios ese Alfa de gran estatura traía consigo el aroma de su maestra?...

-Pa-Padre.. -dijo el más alto, era un Alfa y tenía el ego hasta los cielos pero no podía gruñirle a quien consideraba un padre-

-¿Que es lo que sucede?.. -preguntó el mayor de todos, en estatura y edad-

-Nada, padre.. solo tuvimos un percance.. -respondió quién portaba un casco de metal-

-Nos disculpamos.. -dijo de mala manera el moreno de aspecto tétrico- ..por lo de la Omega y tú..

-Soy Haruno Sakura...

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El día paso sin ninguna otra complicación, pacientes de diferentes lugares, operaciones exitosas y nuevos casos que atender. Todo muy normal en un hospital tan reconocido como el de Konoha.

Sakura acababa de hacer su rondín diario por las diferentes secciones del hospital, desde medicina general hasta terapia intensiva, siendo ella la mejor médico de la aldea tenía muchos casos que atender. Alguien como Sakura tenía una vida dura, ¿Pero que se le podía hacer?, Ella así la eligió y así se quedaría.

Ya un poco más tranquila decidió tomar un descanso he ir al restaurante aún lado del hospital, odiaba la comida del hospital, era como comer sin sabor.

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-¿En qué le podemos servir?.. -preguntó el camarero, un apuesto joven de cabellos castaños y mirada cobriza-

-Pollo a la plancha con vegetales al vapor.. -dijo dulce. El mesero anoto todo en su libreta-

-¿Y de beber?..

-Solo agua..

-Enseguida se lo traigo..

Mientras esperaba su pedido Sakura observaba a los clientes del lugar, habían muchos de diferentes lugares, tanto piratas como Marinos, extraña combinación, pues estos se comportaban como perros y gatos. De pronto un gran sonido interrumpió a todos en el lugar, era un grito que atrajo la atención de los comensales, por la puerta apareció un pequeño Alfa...

-¡¡¡Comida!!!

-¡Hey tu! ¡Ayer te dijimos que no podías volver a este restaurante!.. -gritó el dueño del lugar llegando a dónde se encontraba el pequeño Alfa-

-P-Pero..

-¡No! ¡Sin dinero no recibimos a ningún vago!

Sakura se sintió mal por el pequeño Alfa, no era una Omega pero era muy empática con las personas...

-Oiga.. -dijo levantándose de la mesa. El chico y el dueño la voltearon a ver, al igual que algunos comensales- ..la comida no se le niega a nadie..

-Aquí no es un comedor comunitario señorita, si el no paga no tendrá los servicios que ofrecemos..

-Entonces yo pagaré por el..

El dueño y los meseros abrieron grande los ojos, el día de ayer fueron testigos de la monstruosa forma de comer del chico, sin dudas aquella pelirrosa se quedaría pobre.

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-Esto está muy bueno!!! -gritó el pequeño Alfa comiendo trozo tras trozo de carne al igual que algunas frutas y verduras- ¿Tu folo fas a fomer efo? -preguntó con la boca llena. Sakura se sobresalto-

-¿He?.. -miró su plato sorprendida y asintió sonriente- ..S-Si, no tengo mucha hambre..

-Que rara eres.. -dijo ya después de haber tragado su comida. Una benita sobresalió de la sien de Saku- ..pero me agradas.. -ella abrió los ojos sorprendida, luego bajo la visto avergonzada-

-Gracias..

-¿Por qué?.. -pregunto confundido antes de meterse una pata de pollo a la boca. Sakura negó repetidas veces con las manos-

-N-No, no es nada..

-¡¡¡Me llamo Monkey D. Luffy!!! ¿Y el tuyo?..

-¿Hum?.. me llamo Haruno Sakura..

-Shishishi un gusto...

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En fin, el día había sido el mejor desde ya hace mucho tiempo. Caminaba hacia su casa por unas calles desérticas, hacia frío y la nieve comenzaba a caer lentamente, por suerte solo le faltaban algunas calles para llegar. Aunque a lo lejos observó algo que hizo a su corazón añicos. Sasuke se encontraba caminando con Hinata. Sabía que era muy estúpido tener celos de ella, sabía que era tonto sentirse dolida si nunca fueron nada, sabía muchas cosas, y entre ella la que más dolía era el saber que Sasuke nunca se sentiría atraído a ella como con Hinata. Iba a salir corrieron a otra dirección pero un olor fuerte hizo erizar todos sus sentidos...

-¡¡¡Tuuuu!!! ¡Estúpida cabellos de chicle!.. -gritó aquel pelirrojo de la mañana. Sakura restregó sus ojos y volteó a encararlo-

-¡¿He?!

-¡Tienes toda la culpa!..

-¡¿Culpa?! ¡¡¡Culpa!!!.. -el olor del pelirrojo hizo a Sakura fruncir el entrecejo- ¡¿De que diablos estás hablando?!

-La Omega, tu fuiste la culpable de que se fuera.. -una benita resaltó en la sien de ella-

-Siquiera sabes su nombre??.. -dijo un paso en dirección al pelirrojo- ..Sabes que es lo que le gusta??.. -otro paso dio. El pelirrojo se sorprendió al ver qué su olor no le afectaba, era raro, pues aunque fuera una Beta tenía que afectarle poco, pero no- ..tú no eres nadie para reclamar una Omega de la cual no sabes nada, ¡¡Idiota bárbaro!!

-¿Cómo?..

-¡¿Que?! -gruño molesta-

-¡¿Por qué diablos mi olor no te afecta?!..

-Ese asqueroso olor almizclado lo único que me hace es tener náuseas.. -una roca callo arriba de la cabeza del pelirrojo. Sakura sonrió con autosuficiencia-

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Se me antojo hacer uno.. Xd