💕Diecisiete.

—No toques ahí.

—Ni tiquis ihí.

Yoongi rodó los ojos. —Taehyung, compórtate.

El omega pelirrojo hizo un puchero; se sentó frente a su mayor y le miró con molestia.

El alfa ignoró el berrinche del menor; tenía asuntos más importantes que atender antes de irse a casa, y ciertamente vigilar lo que Taehyung hiciera en su oficina, no era una de ellas.

Jimin había desaparecido de su oficina cuando apenas le había permitido hacerlo; el único recuerdo medianamente claro que tenía fue la sonrisa brillante y el potente vendaval que dejó la carrera del menor, con el nombre de Jungkook danzando en sus labios.

¿Estaría con él?, ¿Qué estarán haciendo?

Desechó esos pensamientos; a él no tenía que importarle en lo absoluto.

—Hyung —el llamado de Taehyung le hizo que lo mirara—. Seré tío.

—Lo sé, mocoso —sonrió ladeado—. NamJoon me dio la noticia ayer por la noche.

El omega sonrió ampliamente. —Estoy muy emocionado, sabes que amo mucho los cachorros, y el hecho de que mi hermano vaya a ser padre es...

—Una desgracia —aventuró Yoongi, ganándose una mirada de muerte del menor.

—¡No seas así! —chilló ofendido—. NamJoon Hyung será un gran padre.

—Eso no lo dudo —asintió Yoongi—. Como también no dudo que su torpeza natural aumentará cuando tenga un pequeño cachorro en brazos.

El pelirrojo estuvo de acuerdo, riendo entre dientes cuando la imagen de su hermano con un pequeño en brazos invadió su mente. Si era sincero, aquella era la imagen más tierna que había imaginado hasta ahora, y el hecho de que en pocos meses sería una realidad no hizo más que provocarle una mayor felicidad.

—¿Cómo van las fotografías para la campaña? —preguntó el alfa, mientras degustaba del yogurt que Jimin le había llevado.

—Van bien —asintió efusivo—. Kookie nos ha tenido paciencia, y al menos conmigo solo tiene una sesión pendiente.

El mayor alzó una ceja en gesto burlón. —¿Kookie?

—Eh... —Taehyung enrojeció—. Él dijo que podía llamarlo así —rascó su cuello—. Es por eso —su sonrojo aumentó ante la mirada llena de burla del mayor—. ¡No digas nada!

—No pensaba hacerlo —se cruzó de brazos manteniendo la expresión divertida.

De repente, el omega recordó algo. —Suzy Noona también estuvo haciendo un excelente trabajo —comentó, provocando más atención en el alfa—. En los últimos días preguntó mucho por ti debido a tu ausencia en las sesiones. ¿Por qué la evitas ahora, hyung?

—No quiero hablar de eso, así que te agradecería que no lo menciones —fue todo lo que dijo.

Taehyung hizo una mueca. —Ella se desconcentra a menudo, incluso arruinó dos sesiones de fotos en lo que va de la mañana y su humor no es el mejor.

—Si no puede ser lo suficientemente profesional se le expulsará de la campaña —aseguró Yoongi—. Lo que menos necesito en estos momentos es a personas que no puedan separar lo laboral de lo personal.

—¿No crees que estás siendo demasiado estricto? Además, la campaña se quedaría sin la modelo principal y sería una catástrofe —dijo el omega con preocupación.

Yoongi se encogió de hombros. —La idea es representar la belleza que nuestra nueva línea tendrá en los omegas —respondió el alfa—. Sea hombre, mujer o ambos la idea es la misma. Tú representas de manera perfecta a los omegas, creo que es momento de que vayamos quitando esas ideas antiguas de que el omega para que sea "perfecto" y "correcto" tiene que ser mujer.

—Suzy tiene más experiencia que yo.

—Te limitas demasiado.

El menor bajó la mirada a su regazo. —No me sentiría cómodo con ello, hyung.

—Relájate Taehyung. Lo que trato de hacerte comprender es que nadie es imprescindible aquí, y que tampoco hay beneficios o preferencias —aclaró el alfa—. De cualquier forma, me encargaré de hablar con Suzy.

—Espero que arreglen sus diferencias —suspiró el menor—. No sería justo que Noona saliera de la campaña por un par de errores. Ustedes son buenos amigos.

—No te confundas —detuvo Yoongi—. Hablaré con Suzy para advertirle que al tercer fallo estará fuera de la campaña.

—¡Yoongi hyung!

El pelinegro le observó con intensidad. —Los negocios requieren seriedad; el buen trabajo es recompensado y el malo es amonestado —le recordó—. Tú has cumplido con tu contrato de manera disciplinada, lo más justo es que seas reconocido de manera adecuada —hizo una pausa—. Ella ha querido pasar por alto las reglas dadas desde el principio, ha cometido error tras error y ya llegó el momento de pagar cada uno de ellos —sentenció—. Como dije, personal y laboral son dos cosas diferentes.

—Noona me va a odiar —hizo un puchero.

—Eso debería de tenerte sin cuidado —el mayor se levantó de su lugar y caminó por la oficina—. Te quiero concentrado en la campaña y en nada más.

El omega suspiró; sabía que Yoongi tenía razón. El producto que estaba por lanzarse definiría el nuevo rumbo que tomaría la empresa; todo debía ser lo más perfecto posible, empezando con su trabajo que consistía en ser la imagen que representaría la belleza del omega a nivel mundial. El alfa había sido claro desde un principio; no quería errores, tampoco excusas o cualquier tipo de irresponsabilidades. Aquel proyecto exigía entrega total para que fuese un éxito; él había cumplido y sería recompensando, su Noona no se lo tomó en serio y tendría su castigo. Así de sencillo.

—Está bien, Hyung —aceptó, provocando un asentimiento en el mayor.

Ambos estaban en un cómodo silencio; Taehyung revisaba sus redes sociales y Yoongi miraba a través del gran ventanal el movimiento de las nubes. Tan sumidos estaban en su propio mundo que fue inevitable el susto que obtuvieron cuando la puerta de la oficina se abrió de golpe.

Por ella entraron un par de chicos sonrientes. El castaño contaba algo con ánimos y el rubiecito reía sin parar, ignorando olímpicamente a los que estaban dentro del lugar.

Yoongi frunció el ceño ante aquello.

—¡Cosita tierna! —Taehyung corrió hacia el pequeño rubio, provocando que éste se escondiera en la espalda de Jungkook por reflejo.

El omega pelirrojo hizo un puchero triste. —Cosita tierna... ¿Ya no me quieres?

Los ojitos azules del rubiecito salieron de su escondite para encontrarse con los verdes de Taehyung.

—Soy tu amigo tete —puchereó—. ¿No me recuerdas?

Por supuesto que lo recordaba; aquel bonito omega era el que le había ofrecido aquellos deliciosos bocadillos. Jimin recordó lo agradable que había sido con él, y lo mucho que su aroma de coco y almendras le había gustado. Salió de manera lenta de su escondite, y jugando con sus manitas por sentirse tan avergonzando lo saludó con una pequeña reverencia.

—Hola, Taehyung Hyung —saludó el rubiecito con las mejillas rojitas.

El chillido agudo que salió de la garganta del pelirrojo provocó una mueca en ambos alfas.

—¡Eres mi cosita tierna! —exclamó, tomando el pequeño cuerpo del rubio para estrecharlo entre sus brazos.

—Es una garrapata —dijo Yoongi con una mueca de disgusto. Provocando gruñidos en ambos omegas abrazados.

—¿Celocito? —se burló el pelirrojo estando mejilla con mejilla con el rubiecito.

Yoongi lo ignoró y en su lugar observó al otro alfa.

—Jeon, tenemos que hablar.

El castaño asintió, yéndose a sentar en una de las sillas frente al escritorio.

Yoongi observó al par de omegas. —Salgan de la oficina —luego miró a Jimin—. En unos minutos termino y me iré a casa, así que me esperas.

Ambos omegas salieron; uno más animado que el otro, pero luciendo felices.

El pelinegro volvió a su lugar y observó al castaño de manera profunda.

—Solo preguntaré algo y quiero completa sinceridad.

—Por supuesto, señor.

—¿Suzy ha cumplido con todas las sesiones?

El menor hizo una mueca. —No.

—¿Cuántas cumplió? —quiso saber.

—Tres.

Aquella respuesta lo enfureció. —¿De todas las seis que estaban planeadas?

—Dijo que las demás las cumpliría en lo que iba de la semana —se removió en su asiento de manera incómoda—. Pero no lo ha hecho.

El mayor tensó el rostro. —Gracias por avisarme, Jeon —dijo, para luego tomar el teléfono fijo.

—¿Qué hará, señor?

—Llamaré al comité encargado —informó—. Necesito que se encarguen de este problema.

Jungkook frunció el ceño. —¿Tiene una indicación específica para mí?

—No lo veo necesario, pero necesito que me envíes los resultados de todas las sesiones que se han realizado hasta ahora.

—Los tendrá esta misma tarde —aseguró, y luego una duda llegó—. ¿Qué pasará con la campaña?

—No se atrasará si es lo que te preocupa. Por ahora concéntrate en terminar con las sesiones de Taehyung —dijo, sus dedos jugando con la superficie del escritorio—. Supongo que no será problema para ti el trabajar con Kim.

Una pequeña sonrisa pintó el rostro del castaño. —Por supuesto que no, señor.

—Problema resuelto entonces —dijo el mayor—. A partir de mañana trabajarás únicamente con Taehyung.

Ambos alfas se pusieron de pie y estrecharon su mano como acuerdo. Salieron de la oficina y afuera todo era un desastre.

Jungkook sonrió  y Yoongi maldijo entre dientes.

El protagonista principal era Taehyung. El omega estaba en el centro del pasillo central cantando y bailando al mismo tiempo, su exceso de energía y el bullicio que creaba fue el suficiente para entretener a todos los presentes, incluido a un sonriente Jimin que de vez en cuando aplaudía.

Yoongi estaba incrédulo con lo que veía. El ruido a su alrededor le golpeó los oídos, y no fue lo único.

Un puño de confeti impactó de lleno en su rostro provocando un jadeo grupal de todos los presentes. Cerró los ojos por reflejo y así estuvo por mientras se calmaba.

Había un silencio incómodo y lleno de tensión. Todos estaban sin poder respirar bien, estando atentos y a la espera de la reacción de su jefe.

El pelinegro fue abriendo los ojos de manera lenta y terrorífica. Lo primero que encontró fue un rostro familiar que estaba enrojecido por la vergüenza, con un par de ojos azules llenos de terror que lo veían atentamente.

—Tenías que ser tú, por supuesto que sí —gruñó Yoongi.

Jimin hizo una rápida reverencia cargada de torpeza, casi al mismo tiempo que lanzaba la bomba de confeti a algún rincón del lugar.

—¡Lo siento mucho! —se disculpó apresurado—. ¡No sabía bien cómo funcionaba y sin querer le di en el rostro!

—Calla —gruñó Yoongi, con una vena palpitándole en la frente. De fondo escuchaba las risitas ahogadas de su personal y la para nada disimulada de Kim Taehyung.

Jimin lo miró a los ojos, y no le gustó encontrarse con la ira absoluta que brillaba en la mirada profunda del alfa. Retrocedió varios pasos, sintiéndose pequeño, torpe y frágil.

—Señor Min... —intentó hablar, siendo interrumpido por la furia del alfa.

—Cierra la boca, Jimin. No quiero escucharte —advirtió Yoongi.

—No le hables así —defendió Taehyung, pero el pelinegro decidió ignorarlo por completo.

Yoongi estaba más ocupado en asesinar con la mirada al chico rubio que ya comenzaba a contener las lágrimas. Sin embargo, lo único que le importaba al alfa era recordarle el lugar a su empleado para que no osara a volver a burlarse de él.

El alfa pelinegro avanzó un par de pasos, pero se detuvo cuando Taehyung se interpuso en su camino. El omega había borrado todo rastro de diversión, dejando una seriedad absoluta que no causó mayor emoción en Yoongi.

—Si tienes algún problema soluciónalo conmigo, no con él —habló el pelirrojo.

Yoongi sonrió de forma cruel.

—Deja que mi empleado se defienda solo, ¿o es que no es capaz de hacerlo?

—Fue un maldito accidente y no estábamos haciendo nada malo —dijo Tae con enfado.

—Taehyung...

—No. Si tienes frustraciones que no te dejan vivir en paz, ve y ahógate solo —gruñó el omega.

Yoongi se tensó por completo. Para ese momento la mayoría de los empleados habían huido del lugar, dejando únicamente a los tres involucrados.

Nuevamente la mirada del alfa se encontró con la del rubiecito.

—Eres la causa de la mayoría de mis problemas —aseguró, mirando fijamente los ojos que luchaban por contener las lágrimas.

Jimin se sentía humillado.

Era consciente de todos los errores que había cometido en su trabajo, pero también sabía que la mayoría era por defenderse.

Debió suponer que Min tomaría represalias contra él, teniendo en cuenta las rencillas entre ambos y la tensión que le explotó en la cara sin poder hacer algo para evitarlo.

Ahogó un suspiro y se obligó a mantener el mentón en alto. Había algo... algo en la mirada enfurecida del alfa que le estaba doliendo en el centro de su pecho, y Jimin no quería mostrar sensibilidad, pues se sentiría más débil, y estaba seguro que el dolor aumentaría mucho más.

Miró a su alrededor sin saber lo que buscaba con exactitud. Probablemente la única razón sería que ya no soportaba la mirada del alfa, pero si era solo eso, significaba que comenzaba a caer en un abismo sin salida donde una vez más sería pisoteado.

Recordó la experiencia en su trabajo anterior y arrugó la nariz.

Quizá las personas como él estaban destinadas al fracaso, y el simple hecho de soñar con algo más era merecedor de considerarse como una burla a su propio destino manchado.

Quizá Jimin no resultó tan valiente.

Y quizás... ese trabajo le quedaba demasiado grande.

—Detesto la mala educación que tienes al ignorar...

—Renuncio. —La palabra salió de los labios temblorosos del rubiecito, fue pronunciada en un tono bajo, pero sabía que había sido escuchada, pues Taehyung mostró terror en su expresión, mientras que Yoongi se quedaba quieto en su lugar, sin quitarle los ojos de encima.

—Cosita tierna —murmuró el pelirrojo.

Jimin contuvo un suspiro entrecortado, miró al alfa directamente a los ojos, y entonces repitió:

—Renuncio.
















Pobre Jimin :(

Yo querer saber (lo siento hoy ando más pendeja de lo normal jsjsjsjjs)

¿Qué les parece la historia hasta ahora?

La comedia en un ámbito que conozco muy poco; tengo cierto terror a arruinarlo o que se vuelva algo aburrido. Así que, por eso molesto y molesto para saber sus opiniones. :3

Recuerden que mi negro corazón los ama; mucho, infinitamente.

Con suerte y nos volvemos a leer mañana.

¡Feliz sábado! 💕














💕YOONGLH.
















5/?

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