Capítulo 9

Kuroo y Bokuto están gritando mucho.

-¡Argh! ¡No! ¡Su cueva!- seguro es porque les estoy enseñando el vídeo porno con un chico bestialmente enorme y musculoso mientras el otro es un escuálido saco de piel y huesos al que se le marca con horror algo en el vientre.

-Esto es bizarro- me río.

-En ocasiones me das miedo- habla Mika, dejando otra cucharada de helado en su boca.

Estamos en horario de descanso, almorzamos en una mesa situada en la esquina del patio, justo en la sombra.

-No sé porque le gusta tanto ver eso- Yuu no parece tan traumado como Mika.

-Es interesante- les cuento-, me encantaría poder hacer de Cupido.

-Cupido es el de amor entre hombres ¿No?

-Exacto, Yuyu- mi voz sale más burlona de lo que quería.

Mika me fulmina con la mirada y yo comienzo a llorar internamente. Me esta matando en su mente, yo lo sé, por lo que Bokuto le chasquea los dedos al muchacho rubio, regresandolo a la realidad donde estoy viva.

Pero a Yuu le causa gracia.

-Eso suena tan extraño- admite-, nadie me dice más que "Yuu".

Yo alzo una ceja para cubrir mi metida de pata.

-¿En serio?- tiemblo un poco-, yo suelo ponerle apodos extras a todos. Por ejemplo, Kuroo es un gatito o el idiota dos, Bokuto es un búho o el idiota uno, Mika es la rubia sexy y Oikawa es Kiwi.

-Interesante- su sonrisa ilumina el mundo y comprendo porque Mika está tan prendado de él- ¿Me dirás Yuyu entonces?

Trago saliva rápido, intentando pensar.

-Oh... no, con el tiempo te daré un apodo digno, pero otra persona puede decirte Yuyu si quiere- le excuso con rapidez.

-¡Hey, Yuu! ¿Ya te haz enamorado antes?- doy gracias a Bokuto por el cambio de tema.

Yuu piensa un poco. Mika toma otra cucharada de helado, impaciente.

-Sí, dos veces- y los cuatro nos atragantamos, unos con saliva, como yo, y otros con helado, como Mika.

-¿Qué? ¿De quiénes? ¡Cuenta!- me arriesgo.

Kuroo me pisa para callarme.

-Fue hace mucho- parece neutral al recordar-. Una chica de hace siete años y un chico de hace cuatro años. Nada importante, nunca tuve novio o novia.

-Aún eres puro- Bokuto lo alaba.

Kuroo también lo pisa.

-¿O ya lo hiciste con alguien?

Bokuto y yo nos vengamos de ese idiota pisándolo con fuerza por su pregunta y por horrorizar a Yuu.

-¡No! Todavía no- su sonrojo es adorable.

Mika continua comiendo, como ignorando que sus amigos son los más discretos del mundo.

-¿Y tú, Mika?- le pregunto.

-¿Si lo hice ya con alguien? No.

-¿Y te enamoraste ya?- Bokuto a veces no piensa... Como yo.

El rostro se Mika se va haciendo más rojo conforme los ojos se fijan en él.

-Una sola vez, y no les diré nada.

Yuu parece interesado en eso.

-¡Anda, Mika, no seas tan reservado!- él realmente quiere saberlo, tanto como para lanzarse sobre Mika sin medir consecuencias.

¡Oh, bellas consecuencias! Como cuando pelean y el helado vale tres hectáreas de queso. Sí, Mika tiró su bote de helado gracias a que la fuerza de Yuu los lanzó a ambos fuera de la banca, dejando caer lo poco que contenía sobre su rostro. Kuroo, Bokuto y yo reaccionamos para asomarnos a revisar si estaban bien.

Yuu ríe mientras se incorpora, quedando medio sentado sobre Mika. Algo que no nos esperábamos era que Yuu se inclinaría para lamer un poco del helado sobre la mejilla de Mika.

-¿Están bien?- pregunta Kuroo, ellos ya se separaron para ese entonces.

-Yo sí- Yuu continúa normal-, Mika tienes que invitarme a ese helado mañana.

Mientras mi niño continuaba sin reaccionar, recibe una triple patada debajo de la mesa.

-¡Como digas!- responde, impulsado por el dolor.

Yuu parece continuar sin comprender.

-¿Y ya dieron su primer beso?

-¡Preguntas indecentes con Izbell Clearke!- Kuroo y Bokuto me señalan con ambos brazos al decirlo.

-Sí- Yuu sufre un escalofrío al responder y podemos ver como Mika empalidece-. Perdí una apuesta el año pasado con mis amigos, me obligaron a besar al supuesto chico guapo del curso, lo peor del caso es que sucedió y él me dijo que yo le gustaba. Fue asqueroso.

Siento como si fuera a desmayarme en cualquier momento, pero antes toda la campana de inicio del segundo bloque de clases.

-¡Me cuentas después, Yuu, ahora estoy llegando tarde a clase!- me inclino para darle una palmada en la cabeza y jalarle las mejillas a Mika antes de tomar a Kuroo y Bokuto de las manos para marcharnos.

-Muchachos- comienzo cuando ya estamos a una distancia considerable- ¿Conocen el juego de la botella?

-Sí- responde Bokuto-, ese donde a quienes les tocan las puntas se tienen que besar.

-¡Ah, ese! ¿Qué tiene?

Yo me río con malicia.

-Vamos a usarlo para que Mika y Yuu avancen un poco más.

Ellos me acompañan a la clase, nos despedimos recordando que nos toca la clase de Bathory al final.

-Nos vemos en la clase- quedamos.

Y el tiempo pasa lo más rápido posible de nuevo, mis maestros hacen preguntas y explican sus diversos temas, yo solo puedo pensar en escribir con todo lo que ellos relatan.

Al finalizar soy libre de correr hasta el punto de reunión del que nod habló Ferid, donde me junto, de nuevo, con Kuroo y Bokuto.

-¿Donde nos sentamos?- les pregunto al pasar.

Siento una mirada y la sigo sin dudar, encontrándome con un chico escuálido de ojos y cabello rojos. Sus ojos brillan, como si me reconociera.

-¿Bro?- Bokuto me mueve con brusquedad.

-¿Eh?

-¿Lo conoces?- pregunta Kuroo, viendo al chico que comienza a subir sin prestarle más atención al caso.

-No... Que yo recuerde- soy sincera.

Kuroo gira los ojos.

-Tal vez lo conociste en otra vida- se burla.

-Ay, ya callate y camina- lo empujo.

Pero Bokuto parece pensarlo más.

Terminamos por sentarnos en las primeras filas para ver a quién buscaba más Bathory (y para trollearlo un poco ¿Por qué no?).

Al llegar él, todo mundo hace silencio y no es porque su presencia sea imponente, no, era porque él, un maestro, llevaba una caja donde claramente, podíamos observar el contenido hórrido de su interior.

Juguetes, paquetes de preservativos y cintas.

Kuroo y Bokuto me toman ambas manos mientras ahogan un grito, saben bien lo que estaba por ocurrir.

Ferid Bathory, maestro con cara de pedófilo de Educación Sexual nos iba a corromper a todos en un mismo día.

-Ustedes tres- nos señala con su larga uña lila-, ayudenme con esto.

Su sonrisa es tan mórbida y terrible que me provoca náuseas.

Bien hecho, malditos hormonados.

-Repartan- y nos lanza un paquete de preservativos a cada uno.

MikaYuu:
Progresando.

Plan No Perder Contra El Pedófilo Bathory:
¡Sin inventar, pero se necesita con urgencia!

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