Capítulo 8
Kuroo y Bokuto estaban divirtiéndose a montones con el pequeño Ciel mientras Sebastian se deleitaba observándolo.
-Cielito- le canto yo- ¿Como te va en el amor?
Él chasquea la lengua con molestia.
-Szeretetlen- menciona él, quitándose a mis amigos de encima-, renuncié a la idea del amor, lo confirmaré el año que viene.
Oh, dulce maldad.
-¿En serio? ¿Como se hace eso?- mi curiosidad gana fuerza.
Ciel suspira y señala a Sebastian.
-Espero no les hayas contado.
-Nunca- responde con una enorme sonrisa.
-Bien- Ciel parece más abierto a nosotros-. Todos ustedes deben conocer lo del Experimento 104 ¿No? Porque a partir de eso se crearon más leyes en los tres países implicados, una de ellas es la ley "Szeretetlen", quién decide formar parte de esto decide nunca enamorarse, tener novio o novia y mucho menos casarse, se rechaza cualquier tipo de contacto físico y puede denunciar a las personas que intenten romper su decisión.
-¿Por qué lo hacen?- Bokuto pregunta, intrigado.
-Por lo general lo hacen las personas involucradas en el Experimento, el gobierno revisa los archivos de hace cuatro siglos y si estas en las listas te dejan confirmarlo al cumplir 21.
-¿Los archivos sí existen entonces?- Kuroo parece interesado en esa cuestión.
-Sí- responde Sebastian-, existen para mantener en orden las veces que tu alma vuelve a nacer. Son registros que el gobierno está planeado hacer públicos.
Ciel sonríe, es una sonrisa un tanto bizarra.
-Por eso me agradas- admite.
Yo me atraganto.
-¡Clearke, así te vas a morir!- Oikawa me regaña.
-¿Son muy amigos?- pregunto al reponerme.
-Sí- Ciel parece contar-, desde hace dos años y medio.
Oikawa me toma la mano con fuerza.
-Y aún no lo sabe- susurra por lo bajo, nadie lo escucha más que yo.
Regreso el apretón.
-Lindo- no puedo evitar reír por un pensamiento macabro- ¿Y pasan mucho tiempo juntos?
-Sí- Ciel parece notarlo hasta ese momento-, nos dejan varios trabajos que podemos hacer juntos...
-¡Aw!- se que estoy llegando a un punto con él, esto es lo fácil de cuando ya tienen tiempo de conocerse- ¿Sebastian tiene muchos pretendientes?
Ciel se pone rojo de molesto, lo sé por su gesto y ¡Verso sin esfuerzo!
-Sí- todo parece ser afirmativo con él-, unas locas hormonadas de primer año lo vigilan, es tétrico.
Yo giro para ver a Sebastian.
-Pícaro- le doy un golpe suave en el hombro- ¿Y Ciel? ¿Tiene admiradores?
La pregunta es más para molestarlo indirectamente.
-Unos chicos de mi clase se fijan mucho en él- admite con irritación.
Ahora el sonrojo de Ciel se vuelve furioso de pena.
-¡Eso no es verdad!- él niega por primera vez- Son solo unos bastardos con tiempo de sobra.
Sebastian refunfuña.
-Sí, claro, como si no les hablaras.
Bokuto, Kuroo, Oikawa y yo pasamos a ser espectadores con palomitas invisibles acompañandonos.
-No puedo ignorarlos, es una falta de educación de mi parte- su excusa es risible.
-¡Me ignoras a mi!
-¡Eres mi único amigo!
-¡Eso no tiene nada que ver!
-¡Claro que sí! ¡En ocasiones me divierte verte molesto!
Miro la hora.
-Un gusto, chicos- me levanto- pero llegamos tarde, nos vemos después ¿Sí?
Sebastian deja la riña para responderme.
-Hoy no podemos, tenemos una investigación por terminar para mañana.
-El jueves- propone Ciel-, no tenemos trabajos para el viernes.
-Bien, nos vemos el jueves- nos despedimos.
En medio camino a mi clase, Oikawa gira al otro lado.
-Me toca en el otro edificio- se excusa él.
-Oh, entonces adiós Tooru- me despido del chico.
Kuroo lo señala con un dedo, obligándome a golpearlo con la mano abierta.
-¡Idiota, respeto!- lo regaño.
-¡Auch! Quería decirle algo, Bro- se queja.
Bokuto no para de reír por un suceso tan idiota.
-Oikawa- su nombre suena extraño cuando Bokuto lo pronuncia, demasiado alegre-, Kuroo quiere que te nos unas después de clases.
Oikawa se sorprende.
-Yo...
-Solo si puedes- Kuroo le sonríe como solo él puede hacerlo.
-Nos reunimos en mi cuarto- le recuerdo.
Oikawa parece querer llorar.
-Sí- nos responde- nos vemos después de clases.
Así nos despedimos, Kuroo y Bokuto siguen su rutina de pasarme dejando al frente del edificio antes de irse.
Las clases pasan de forma rápida, así hasta que, por el final del período, nos comentan del próximo proyecto que llevaremos a cabo.
-Como todos ustedes saben- Nanaba se toma su tiempo-, el gobierno planea dejarnos ser quienes tenemos el primer acceso a los archivos del retorno de las almas, por ello, toda la siguiente semana tendrán acceso a ellos en la biblioteca del área de Literatura. Su trabajo será investigar quienes fueron ustedes cuando el Experimento 104 estaba en proceso.
Mi corazón se detiene un segundo. No sé porque ocurre eso, pero comienzo a tener un mal presentimiento.
-¿Solo debemos investigarlo?- pregunta una chica.
-No- Nanaba sonríe-, como son estudiantes de las letras, quiero que investiguen para que desarrollen una historia de su vida pasada ¿Me explico?
-Sí- respondemos al unísono.
-Bien- parece feliz con eso-, pueden salir, el timbre está a punto de sonar. Clearke, ven un momento.
Me levanto y voy a su lugar mientras mis compañeros salen emocionados del lugar.
-¿Te sientes cómoda con el proyecto?- me pregunta directamente.
Asiento para afirmarlo.
-¿Por?
-Era una duda del pasado- responde algo que no comprendo muy bien-. Puede retirarte.
No intercambio más palabras con Nanaba, realmente no me agradaba, me daba un mal sabor estar en su presencia.
A la salida Kuroo y Bokuto me esperan de nuevo.
-Chicos- les saludo.
-¿Nanaba te retuvo?- Bokuto me pregunta mientras Kuroo pasa su brazo por mis hombros.
Yo chasqueo la lengua.
-Un poco.
-¿Te dejaron la tarea de investigación?- pregunta Kuroo.
-Sí, pero yo debo hacer una historia de con ella.
-Suena bien- Bokuto y Kuroo se admiran.
Continuamos caminando hasta mi habitación, donde nos acostamos para descansar un poco del estrés de hoy.
-¿Alguien llamó a Mika?- les pregunto.
Ahí se abre la puerta, entrando el nombrado y Oikawa detrás.
-Clearke invoca demonios- se burla Kuroo.
-Hola, Mika- lo saluda Bokuto- pasen, cierren con llave y sientense donde gusten.
-Tengo un problema- eso es lo primero que Mika suelta.
-Yuu te descubrió- intento adivinar.
-Yuu te bateo- es el turno de Bokuto.
-Yuu es de sacapuntas y no de lápices- Kuroo es creativo.
-¡Yuu ya tiene a alguien!- Oikawa se une.
Parece que a Mika le va a dar un infarto.
-Su grupo lo sabe.
-Lo sabemos- le dejo saber-, no eres discreto y ese chico es ciego.
Mika se deja caer sobre nosotros.
-¿Como continúo?- parece frustrado.
-¿Qué te parece comprobar el terreno?- doy la opción.
-O indirectas- agrega Oikawa, acostándose al lado de Kuroo en la orilla.
-Podrías ser más directo y decirle algo así como "Me gustan los pe..."
Golpeo a Bokuto antes de que complete su oración.
-No lo digas- sueltan todos.
-Me gusta lo que dijo Oikawa- interviene Kuroo.
-¿Te gusta Oikawa?- pregunta Bokuto, extrañado.
-Boku, mi vida ¿Te limpias los oídos? ¡Dijo que le gusta lo que dijo Tooru!- le explico.
-¿Quieren que le saque el tema de qué nos gusta?- pregunta Mika.
-Sí- responde Kuroo-, hazlo, investiga, Izzy no lo hizo por ti.
Yo ruedo los ojos.
-Mika, llevame a donde Yuu- empujo a todos, dejándolos en el suelo- se preparan, Clearke está por actuar.
-Al fin- Kuroo se levanta.
-Creo que iban a jugar un rato en la cancha- Mika se levanta también.
Oikawa y Bokuto se hacen una bolita en el suelo.
-Pueden quedarse- les digo-, pero no los despertaré al volver y llegarán tarde a sus clases.
Ambos se levantan como resortes.
-¡Vamos a por el chico de Mikaela!
Nos empujan fuera del cuarto, cerrando la puerta al irnos. Mika nos muestra el camino a las canchas del campus, ya que al parecer los estudiantes amaban desquitar su estrés jugando de noche.
-¡Hey!- al llegar, Yuuichiro nos encuentra- ¡Aquí!
Llegamos a su lado para saludarlo y observar lo que les mantenía tan entretenidos.
-Practican volleyball- nos cuenta Yuu-, es muy entretenido verlos.
Nos sentamos en el suelo para observarlos.
-Hola chicos- los saludamos-, él es Oikawa- y procedo a presentarlos.
Shinoa y Mitsuba parecen muy interesadas en hablarle.
-¿Como peinas tu cabello?- pregunta sin rodeos Shinoa.
Oikawa se ríe.
-Es natural.
Escuchamos un silbato y giramos para continuar observando. Unos chicos gritan de alegría mientras otros ríen de frustración. Habían terminado el partido.
Nos levantamos para ir a otra cancha, una vacía, donde tomamos una pelota de volley para pasárnosla rápidamente.
-¡Quien la deje caer tiene penitencia!- les canto.
En ese momento Mika termina lanzándosela muy lejos a Kuroo, haciendo que se la mande así a Bokuto y ese idiota me la pase así a mi, dejando que yo no pueda alcanzarla.
-Uh, penitencia- se ríe Kimizuki.
Yo trago saliva.
-¡Ve a conseguir el número del chico de cabello naranja!- señalan Kuroo y Bokuto.
No puedo negarme, así que corro para alcanzarlo. Por suerte solo quedan él y un chico de cabello negro y ojos azules en la cancha.
-¡Oye!- lo llamo, ambos giran.
Me acerco con rapidez a mi objetivo.
-¿Me puedes dar tu número?- pregunto sin mayor tacto.
-¿Eh?- su rostro se cubre de rubor.
Entonces me fijo en la mirada penetrante que me dedica su compañero. El terror me recorre al creer que era su pareja.
-¡No, no! ¡Me retaron a pedírtelo!- apresuro a decir- ¡No pienso intentar nada con tu novio!
El rostro del pelinaranja se enciende aún más.
-¡Kageyama no es mi novio!
Yo también me pongo roja de la pena.
-¡Perdón!
El chico saca su celular y yo también.
-Apuntalo- me pide- mi nombre es Shoyo Hinata.
-Izbell Clearke- respondo yo.
-Tobio Kageyama- se presenta el chico de mirada aterradora.
-Lamento los inconvenientes- me disculpo una vez más antes de marcharme.
Al regresar, los demás se han sentado en circulo mientras ríen a carcajadas.
-¿Lo tienes?- me pregunta Kuroo.
Me siento a su lado.
-Te odio.
MikaYuu:
En Proceso.
SebaCiel:
En Proceso.
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