Capítulo 26
Kuroo y Bokuto me despiertan con un par de golpes en el hombro, causando que quiera gritar y golpearlos, pero ellos ya me están cubriendo la boca con ambas manos, impidiéndome causar un alboroto, sus piernas también me inmovilizan.
Busco una explicación observándolos, parecen tener mucho miedo, por lo que dejo de lado ese asunto para prestar atención a mi alrededor.
─Cuando tu alma nació, hace tanto tiempo, yo te vi primero─ cantaba alguien, tocando la puerta con ritmo, era una voz extrañamente animada, para nada reconocible, estaba fingiendo otra voz─, suplicaste por la creación de otra alma a tu maestro, un compañero de juegos querías sin importar los miramientos─ esta vez, golpetea el suelo con la punta de su zapato─, creé la mejor alma, una que te pudiese cuidar, pero por la maldad de los demás se partió por la mitad─ su puño golpea, dejando un silencio final─. Ahora verás lo que la codicia atrae, pues cuando te dejen yo no seré el culpable. Adiós, hasta pronto, la mayor de los mortales, que este cruel enfrentamiento te ayudará a encontrarme.
Un sentimiento de alivio recorre mi cuerpo al escuchar el final, por extraño que pareciera, dejándome el tiempo suficiente para moverme y quitar las manos de mis amigos sobre mi boca.
─No salgas─ me advierte Kuroo.
Escuchamos una risita, luego de la misma resuenan los pasos alejándose en el pasillo.
─¿Qué hora es?─ pregunto, sentándome de golpe sobre la cama.
─Tres de la madrugada─ responde Kuroo, dejando que la luz de su celular nos alumbre a Bokuto y a mi.
─Que voz más terrorífica─ Bokuto se encoge, escondiéndose entre Kuroo y yo.
─Solo hay una cosa que en verdad me aterra─ Kuroo dice, dejando el celular sobre la mesita de noche, al lado de la casa de Kronk.
─¿Qué?─ Bokuto se escabulle entre los brazos del más alto.
─Hoy íbamos a irnos a dormir a nuestro cuarto, Bokuto idiota, pero tú dijiste que acompañáramos a Clearke.
Suspiro con pesadez.
-Chicos, ¿En serio eso les dio miedo?- pregunto, intentando restarle importancia-. Tal vez fue solo un bromista.
-Porque los bromistas te cantan a la puerta...- Bokuto no termina si oración debido a que se levanta, pasando sobre Kuroo para caer al suelo y correr a encender la luz- ¿Qué dijo?
Kuroo decide sentarse a mi lado, observando las locuras que hacia nuestro amigo, aunque sus enormes ojos dorados estaban brillando demasiado, no podía ser una simple subida de energía.
-¿Qué...?- estoy a punto de preguntar, pero él me detiene, escribiendo frenéticamente en su teléfono.
-Cuando tu alma nació, hace tanto tiempo, yo te vi primero, suplicaste por la creación de otra alma a tu maestro, un compañero de juegos querías sin importar los miramientos, creé la mejor alma, una que te pudiese cuidar, pero por la maldad de los demás se partió por la mitad. Ahora verás lo que la codicia atrae, pues cuando te dejen yo no seré el culpable. Adiós, hasta pronto, la mayor de los mortales, que este cruel enfrentamiento te ayudará a encontrarme─ Bokuto canta, igual que quien sea que estuviese antes fuera de mi habitación.
─¿Eso no es como una historia?─ Kuroo se vuelve a acostar─. No comprendo bien lo de la primera alma, pero sí la parte donde le pide un compañero sin importar el precio... ¿Es como una leyenda?
Me dejo caer sobre la cama, demasiado cansada como para seguir pensando en algo que causó un vivo. No me importa mucho realmente.
─Bokuto, vienes a dormir o te dejo afuera con el loco que viene a cantar en las madrugadas─ lo amenazo al ver como se sienta en el escritorio.
─Pero... Bro...
─Nada, Bokuto.
─Hazle caso, es capaz de dejarte afuera con el loco suelto─ le recuerda Kuroo, tomando la posición boca abajo para envolverse la cabeza con la almohada.
Finalmente a Bokuto no le queda de otra más que hacernos caso, acostándose de nuevo para quedarse dormido en cuestión de pocos segundos al caer sobre Kuroo. Cuando siento que esos dos ya están por el quinto sueño son las 3:36, así que me levanto para salir a ver por el pasillo vacío, todo gracias a los molestos ruidos que causamos con mis amigos.
─Un loco canta sin para─ me pongo a cantar de la misma forma que él, caminando por el pasillo a oscuras─, revive un pasado que a nadie le importa más, porque cuando se recuerda que todos se separarán, las multitudes comienzan a llorar. Maestro, guiarme debe por la oscuridad, con sus ojos de fuego encontraré el camino de la verdad, así juntos por siempre podemos estar.
Aunque intento sonar un poco burlona por la broma de mal gusto que me hicieron, no puedo evitar que me tiemble la voz al pronunciar las líneas que fluyen sin más, saltando de mi boca al vacío del pasillo. Cuando regreso a mi cuarto, puedo sentir una palmada en el hombro, dándome un susto horrible que me hace saltar al interior para cerrar de un portazo.
Con la respiración entrecortada regreso a la cama, ese lugar donde Kuroo y Bokuto descansan sin saber lo que acabo de predicar.
‡•‡
Ese domingo fui sorprendida por un mensaje por parte de Levi, donde me pedía que lo acompañara a almorzar en su sector de la universidad, que solo estarían él, Eren y Hanji presentes para que Smith no me molestara.
─Que extraño─ suelto cuando termino de contarles a los chicos─. Bokuto, quítate de allí.
Kuroo le arrebata el frasco de comida de Kronk, colocando él mismo la comida de mi pequeño amigo en el lugar correspondiente para que no se escapara.
─Es tu primo, solo quiere verte─ Bokuto intenta quitarte importancia a ese mismo acontecimiento.
Antes de que pudiese responderle escuchamos que la puerta es tocada dos veces.
─Soy yo─ la voz de Iwaizumi me relaja, me apresuro a abrirle─. Tengo noticias de parte de Oikawa.
─¿Le pasó algo?─ la pregunta de Kuroo me hace querer golpearlo.
─Nada grave─ pasa─. Pero tiene unos problemas que resolver con su familia, así que su abuelo vino a traerlo para llevárselo de regreso a Navtsy.
─¿Eh? ¿Por cuanto tiempo?─ pregunto, abatida por la partida sin despedida.
─Dijo que tomará un mes y medio, a lo mucho dos- se dirige al lugar donde Kronk descansa plácidamente, viéndolo un poco- ¿Van a desayunar?
-Sí ¿Nos vas a acompañar?- y hago subir y bajar mis cejas.
Bokuto se lanza sobre Iwaizumi, pasándole un brazo por los hombros.
-El nuevo invita- intenta no pagar por comer.
-Bokuto invita- se lo sacudo de encima para poder salir, tomando su brazo.
Finalmente terminamos por desayunar en la cafetería de la Universidad, dejando que cada uno pagara por lo que iba a comer (eso le rompió el corazón a Bokuto, que esperaba no gastar más en esa semana). Iwaizumi terminó por contarnos cosas que solían hacerse en la familia de Oikawa, tanto los problemas que había visto él mismo como los que su amigo le contaba. Eran demasiados, por lo que no le sorprendía que se lo llevaran en estas fechas para solucionar los tramites que quedaban pendientes.
─Con la familia de Oikawa todo es un pleito─ continúa quejandose─. Pobre Oikawa.
─¿Y el teléfono?─ pregunto cuando mi corazón se estruja─. Necesito hablarle.
Iwaizumi mete una mano en el bolsillo de su sudadera, sacando el conocido celular de de Tooru, matando la poca esperanza que de por sí tenía en hablarle al chico.
No pasamos mucho tiempo en las mesas del desayuno, dado que también necesitábamos terminar unas tareas, habíamos acabado en la biblioteca hasta muy tarde, tan así que Levi tuvo que mandarme otro mensaje como recordatorio de que tenía el compromiso de comer con ellos al almuerzo.
─¡Se me hace tarde!─ les doy un golpe en la cabeza a mis acompañantes para que comiencen a tomar sus cosas y levantarse sincronizados conmigo.
Así es como termino arrastrando a Kuroo, Bokuto e Iwaizumi al almuerzo con mi primo, su amiga y novio. Llegamos corriendo a la parte de mesas donde ellos dijeron que estarían. Iwaizumi fue el primero en verlos y avisarme donde estaban.
─Perdón─ me dejo caer en una de las sillas vacías que se encuentran frente a ellos, suspirando de alivio por dejar de correr de un lado al otro─, estábamos haciendo unas tareas que son para mañana.
Levi bufa, aunque después me señala la bandeja frente a la suya.
─Te compré comida, y a tus amigos, como escuché que Oikawa se había ido predije que traerías a Iwaizumi en su lugar─ es lo primero que me suelta Levi, rodando los ojos.
─¿Te molesto?─ pregunto, llenándome la boca de comida.
─No tanto─ y me pasa una hoja, puedo leer claramente su pulcra letra, dejándome impactada por el contenido─. Alguien fue a cantar esto a la ventana de mi cuarto por la madrugada ¿Tienen algo que ver con esto?
Le paso la hoja a Bokuto, que es el más impactado con el contenido de la misma.
─También cantaron esto en el pasillo de mi cuarto─ le explico, sintiendo como el miedo comienza a correr por mi cuerpo.
─¿A las dos de la mañana?─ pregunta Eren, pálido.
─A las tres─ corrige Kuroo─. Bokuto copió la letra de la canción.
─Que extraño─ Hanji toma el papel, leyendo de nuevo el contenido─. No es cualquier rima inventada, tiene una historia. Creación, como en el inicio del tiempo, que vendría trayendo a la primera alma que necesita compañía en la solitaria tierra, pero eso de que el alma se parte en dos por la maldad de los demás me recuerda a una leyenda.
Un botón de alarma suena en mi cabeza, advirtiendo que debía escuchar con atención esa historia.
─Solía decirse que hace mucho tiempo vivió una bruja que controlaba las estaciones, era la encargada de decir en los pueblos como tocaría estar en esos meses, y junto a ella iba siempre un hombre que la ayudaba, dejándose ver muy pocas veces como para que a los campesinos le diesen confianza de acercarse a ellos, llegando al punto en que se habían hartado de tener que mantenerse por medio de esa vieja bruja, llegando a romper por la mitad a su compañero fiel, dejando que su alma se convirtiera en dos personas diferentes, dejándola sola en medio de tantos desconfiados. La historia dice que, finalmente, terminaron quemandola, y que su creador salió al encuentro para destruir las aldeas.
Hanji me regresa la hoja cuando da fin al relato de la bruja.
─Encaja con la descripción─ les digo─ ¿Pero qué tenemos que ver nosotros con esto?
─Ni idea─ Eren se encoge de hombros─. Le pregunté a Sebastian y Mika, ellos también lo escucharon, ambos estaban con sus respectivas parejas, así que se puede decir que somos solo nosotros a quienes busca el que armó esta canción.
Cuando el silencio de la conversación deja que escuchemos alrededor me fijo en las voces conocidas que capto, dejando que mis oídos guíen a mis ojos hasta encontrarme con Tsukishima a unas mesas de distancia, levantado y peleando con el chico que llegué a saber era su novio.
─¡Siempre me dices lo mismo! ¡No podemos vernos nunca ni siquiera porque estemos estudiando en la misma maldita universidad!─ son los gritos del hermano de Kimizuki.
─¿No escuchas lo que te estoy diciendo?─ el de menor estatura comenzaba a tener la cara roja, más diría yo que era por la ira contenida─. No puedo salir siempre, tengo que estudiar, no puedo descuidar mis estudios por los caprichos que tengas a cada momento. Medicina no es algo fácil, tengo prácticas y me lleva casi todo el día hacer las cosas ¡Te digo que confíes en mi y ni siquiera eso puedes hacer!─ ese chico, que parecía estar tranquilo en el inicio, ahora se convertía en un ser lleno de enojo─ ¡Si tanto problema tienes con mi carrera, aquí mismo podemos terminar!
Soy capaz de ver la primera parte en que los ojos de Kei se rompen, aunque su compostura se mantiene, sin dejar que las lágrimas se derramen, como es en el caso del otro chico. Yamaguchi.
Veo que Kuroo y Bokuto hacen ademán de levantarse para intentar ayudar al otro chico, pero no los dejo avanzar.
─Es una discusión de novios─ intento calmarlos─. Seguro ahora se arreglan.
Pero me equivoco.
─Bien─ es un susurro audible─. Me voy.
Yamaguchi no hace nada por frenarlo, igual que yo no freno más a los chicos que considero mis mejores amigos, esos que también salen corriendo detrás del muchacho alto de mirada rota.
─¿Deberías dejarlos irse?─ pregunta Levi, desconfiado.
─A ambos les agrada ese chico─ intento zanjar el asunto─, solo irán a consolarlo.
O eso me hubiese gustado que sucediera, porque cuando terminarnos el almuerzo junto con unas cuantas teorías de qué podría estar ocurriendo no vi regresar a ninguno de mis mejores amigos, incluso Iwaizumi se extrañó con eso, pero lo dejé pasar, no necesitaba más problemas de los que ya tenía. Necesitaba terminar tareas pendientes y eso hice el resto de la noche.
A la mañana siguiente ellos tampoco se aparecieron para recogerme, por lo que decidí pasar mis clases sin mayor problema, sola pero sin ningún problema, porque ellos seguramente debían estar demasiado ocupados con sus propias tareas.
Al día siguiente fue lo mismo, no aparecieron por la mañana ni esa tarde, Kuroo y Bokuto no habían llegado para traerme a la clase, no nos habíamos visto. Era raro.
Así pasaron los días, desayunando sola, almorzando con amigos, pero sin la escandalosa presencia del Búho y el Gato.
Dos días después pude verlos, dándome la oportunidad de acércame corriendo a ellos para hablarles, para sentir esa vibra que tanta falta me había hecho.
-¿Donde estuvieron todos estos días?- les pregunto al estar ya frente a frente.
-¡Oh!- responde Bokuto- ¡Fuimos con Tsuki!
Y el bichito de la molestia picó mi alma. Realmente no quería saber más de ellos ahora. Se había roto la regla de oro.
-Oh- es lo único que digo y sigo mi camino, paso de ellos, dejándolos de lado.
Ellos me siguen.
-¿A donde vamos?- pregunta Kuroo, pasándome el brazo por los hombros, ese ambiguo gesto que ahora me molestaba tanto.
Yo lo quito instantáneamente.
-A ningún lugar. Voy a salir con Hanji hoy- eso es suficiente para que dejen de seguirme.
Iré a mi cuarto, escucharé música, adelantaré tarea y me dormiré lo que resta del día, repito mentalmente.
Esos hijos de puta.
Aunque no pude durar mucho, porque Kuroo mismo me había mandando un mensaje donde me pedía que esperara después de las clases de mañana, que ellos irían a traerme por todo el tiempo que habían invertido en Tsukishima.
Alegría que mi corazón pasó, no dejándome tranquila lo que me restaba de noche ni el día que me tocaba por delante para encontrarme con ellos al final, para que todo regresara a la normalidad. Kimizuki lo notó en la última clase, esa que compartíamos.
Al salir de la clase ya llovía a cantaros, no podía irme sin usar sombrilla para cubrirme, por lo menos, la cabeza.
-¡Clearke!- Kimizuki se acercó a mi- ¿Quieres que pase a dejarte a tu cuarto?
-No, gracias- le sonrío-, Kuroo y Bokuto vendrán por mi.
Él asiente, también sonríe.
-Esta bien, Clearke, nos vemos luego- se despide antes de irse corriendo bajo la intensa lluvia.
Yo espero pacientemente.
5 minutos.
No han de tardar.
10 minutos.
Tal vez... Los sacaron tarde.
15 minutos.
Puede que estén en un examen...
20 minutos.
Nunca habían tardado tanto para ir a buscarme.
1 hora.
Eso era el colmo.
Ya totalmente decepcionada, observo alrededor, nadie más que yo está aún parado ahí afuera, empapándome los pies debajo del estrecho tejado. El bolsón aún me cuelga del hombro, es más pesado que antes, siento como si un peso invisible y muy fuerte me oprimiera el pecho.
Con esa sensación y la desolación interior, noto que no llevo paraguas, me había confiado en que ellos traerían uno para mi... Siento como un nudo se forma en mi garganta, mi vista se nubla un poco.
Era triste.
Apretando la correa de mi bolsón con la mano, comienzo a correr bajo el agua, empapándome entera, confundiendo todo a mi alrededor, el agua que cae distorsiona mi entorno, pero no paro en ningún momento.
Ni siquiera sé en cuanto tiempo llegué al edificio, pero el guardia me ve con pena, no hay más personas en los pasillos, eso es bueno, no quisiera encontrarme a ninguno estando así.
Entro a mi cuarto y me dejo caer al suelo cuando cierro la puerta. No me importa en lo más mínimo estar empapada de pies a cabeza, no me importa que mis apuntes se hayan hecho una mierda, lo único que me importa y me duele infinitamente es que mis "mejores amigos" me hayan abandonado de esa forma.
Era algo realmente molesto.
Termino por componerme, quitarme la ropa mojada y colocarme la pijama, revisando que los apuntes se secaran, mi teléfono me muestra una notificación.
Oye, mañana vamos a salir. Eren, yo, tu, Kuroo y Bokuto. Ya les avisé.
Y no pude simplemente negarme a ir, así que al día siguiente ahí estaba yo, llevo en un auto prestado junto a mi primo y su novio a una salida con mis amigos, esos que habían estado olvidándome.
Demás está decir que llevaron a Tsukishima, o al cadáver de lo que quedaba de él, pues sus ojos no tenían vida y parecía moverse porque ellos lo arrastraban.
Así pasamos en el centro comercial el resto del día, comiendo chatarra en un silencio que Eren y Levi intentaban cubrir, aunque yo ya me sintiera horrible. Cuando ya era hora de partir, Levi y Eren se despidieron, dejando que me fuese con Tsuki y sus perros falderos.
-Solo voy al baño rápido- fue lo que había dicho.
No tardé más de cinco minutos, tal vez hasta menos, pero cuando regresé y le di una vuelta entera al centro comercial ellos ya no estaban, por lo que termino llamandolo.
-¿Kuroo? ¿Donde están?- pregunto ansiosa.
-¿Izz? Ya regresamos al campus.
Mi corazón se estruja por dentro, queda oprimido ahí mismo.
-Ah... Okay.
-¿Y tu...?- cuelgo para guardar el celular.
Tendría que caminar hasta la universidad, ya que no había otro transporte a menos que quisiera mendigar uno en el centro comercial.
Salgo con la frente el alto, tengo dignidad aún. Paso a paso me alejo del lugar y noto como las nubes grises se hacen más oscuras. No ahora... Solo no, por favor.
Pero el cielo no escucha y deja caer su llanto sobre mi.
Conteniendome por llorar, continúo avanzando un poco más rápido, solo pensando que con cada paso estoy más cerca de la universidad y mi habitación.
Tardo más de lo esperado en llegar, hago el intercambio de papeles con el vigilante y entro al lugar. Mi andar no cambia su ritmo, a estas alturas todo debe estar empapado en mi bolsón, incluido mi celular. Mi intranquilidad sube al sentir que alguien me sigue.
-¿Tanto te gusta la lluvia?- es el chico que vi en la clase el otro día, el escuálido de cabello y ojos rojos.
-No- contesto.
El sonríe y me hace una seña para que entre al paraguas que él sostiene. No espero nada más para hacerlo, puedo confiar en cualquiera cuando mi corazón está roto.
Su solo silencio me tranquiliza de nuevo, su estatura me molesta un poco, pero él sonríe, mostrándose alegre bajo mi tormenta.
-Soy Tendo, Tendo Satori- se presenta.
-Izbell Clearke- termino diciendo.
Y lo guío a habitación, esperando tener un poco de consuelo. Él lo presiente, me sigue, hasta llega a entrar a mi cuarto.
Lo primero que hago es ir a alimentar a Kronk.
-Sientate por allí- señalo cualquier lugar, sin importarme mucho, hasta que noto la tragedia.
-¿Estás bien?- pregunta.
Por fin, luego de mucho tiempo conteniendome, dejo que mis ojos lloren.
-Mi último amigo murió- coloco a Kronk entre mis manos, mostrando triste cadáver del bicho.
Tendo, con los ojos rojos como el fuego, el cuerpo desgarbado, escuálido y largo, me da cobijo entre sus brazos mientras me desahogo.
Un total extraño con unos brazos familiares me sostiene mientras lloro mi última perdida.
Cupido ya no tiene planes.
Clearke S.A. se declara abandonado.
Mientras las lágrimas siguen cayendo, Tendo la consuela.
Se cumplió el ciclo.
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