Capítulo 23

Kuroo y Bokuto han tomado la responsabilidad suficiente para ayudarme en la organización de los tres proyectos de un día. En un inicio creímos que lo mejor sería que cada uno tomara a  una pareja para ayudar pero luego descubrimos que, a quien le tocase Sebastian y Ciel, estaba muy cargado, no sería justo por esa parte. Quedamos en que Kuroo, Bokuto y yo estaríamos desarrollando los planes de las demás parejas mientras Oikawa seguiría practicando el baile con los chicos.

Así corrió el ultimo día hasta el viernes por la tarde, donde se dio comienzo al plan MikaYuu. Con ayuda de Nishinoya y Lev armamos el caballo ideal para el jinete ideal, dejándolos cerca del lugar donde llevaríamos a Mika. Les habíamos enviado un mensaje para pedirles que se aparecieran a una hora justa en conjunto con la ropa que Mitsuba y Shinoa habían preparado para ambos, y ahí los teníamos, esperando pacientemente. Yuu sentado junto a la fuente tranquilamente, la corona de flores en su cabeza y la ropa de una edad antigua. Mika frente a nosotros, la corona de rey (cabe decir que era de plástico), con sus mejores palabras románticas y una ropa a juego con la de Yuu.

─¿Como te sientes?─ le pregunta Kuroo, dando los últimos toques al arreglar la ropa.

─Como si fuese la noche de mi boda─ se notaba en su cara, por lo que ya teníamos preparada la botella de agua.

─Bebe─ le ofrezco, él no dice más, solo la toma para comenzar a empinársela.

─No tanto─ Bokuto se la quita cuando ya va por la mitad─, si te dan ganas de orinar en plena confesión te irá mal.

─Las sabias palabras del gran Búho Cornudo─ alabo, guardando la botella.

Dejamos que Mika aminore sus nervios desde el lugar seguro que encontramos para que montara el caballo. El chico se rió hasta que descubrió que no era broma y que debía montarse en el caballo para ir al encuentro con su amado Yuu. Era la parte obligatoria.

─¡Apresúrate, que esto está hirviendo por dentro!─ se queja Lev, debo admitir que él no era una mala persona solo porque su relación con Hinata hubiese terminado demasiado pronto... de nuevo.

En fin, un suplicio para los tres Cupidos (sí, nosotros) para lograr que el miedoso de Mikaela se montara en la plancha de Lev y Nishinoya sostenían en la mitad de caballo a modo de asiento para el rubio. Cuando logramos cargarlo entre Kuroo, Bokuto y yo lo subimos sin consentimiento, recordandole que debía bajarse de un salto frente a Yuu para no quedar como un completo idiota frente a su amado.

─Bien, ve con Yuulieta, Romika─ le doy impulso, haciendo que los chicos comiencen a caminar con un tambaleante Mikaela montado sobre ellos.

Bokuto se ríe sin poder contenerlo, es escandaloso pero parece que Yuu no nota eso, por lo que mi muchacho sigue.

─ ¡Ese es el nuevo apodo!─ se ríe, cayendo al suelo─ ¡Romika y Yuuliet!

Kuroo le da un golpe en las costillas con el pie, mandándolo a callar y a levantarse.

─Muy bueno, pero observa el desarrollo, Bro─ le recuerda.

La magia comienza, el telón se abre, vamos a ello.

Lev y Nishinoya trotan suavemente para que el rubio no se caiga, dándole tiempo a Romika de respirar antes de comenzar a hablar. Su momento llega justo cuando están detrás de la fuente, en la espalda de Yuuliet.

¡El príncipe que representa mi mal de amores!─ suelta, hablando rápido.

─¿Quién mierda le dijo eso?─ pregunto por la ridícula primera frase con la que llamó la atención de Yuuliet.

─Yo─ Bokuto levanta la mano─, con una frase graciosa puede ganarse su corazón.

─O obligarlo a pensarse dos veces si realmente quiere estar con alguien tan idiota─ Kuroo habla por mi.

─Ya verán como lo enamora la frase, Bros sin imaginación ni buen gusto.

Kuroo y yo levantamos los hombros para continuar viendo el desarrollo de la escena, ahí escondidos detrás del árbol más cercano.

Yuuliet ya tiene sus enormes esmeraldas posadas en Romika, aunque también examina el caballo tan realista que forman Lev y Nishi. La corona de flores que lleva en la cabeza se mece con el viento mientras nuestro amado Romika baja de un salto, como todo un macho que sí es, caminando a paso firme hacía su amado Yuuliet.

─Esto es muy ridículo─ comenta Yuuliet, riéndose un poco─, pero es creativo y eso me agrada.

─Aunque sé que ya estas enterado de lo que hago aquí, vestido de esta forma ridícula y arrastrándote en la misma locura, quiero decirte lo que ocurre... dentro de mi corazón─ vemos en la expresión de Romika que le cuesta un poco decir el detalle especial que yo brindé─... Yuuliet.

─¡Oh, Romika, Romika!─ le sigue, con una gran sonrisa─ ¡Dime lo que debo saber!

Podemos ver la sonrisa de Romika, y déjenme decir que esa sonrisa cura la vida entera.

─Me gustaste desde el primer día que te vi, Yuuliet, aunque no me refiero tanto al amor a primera vista, porque ese se inclina a quedar totalmente flechado desde que las miradas se cruzan, y mi verdadero enamoramiento nació cuando te hablé al fin. Y sí, me sentía muy tonto intentando llegar a ti sin compañía para ayudarme, así que le pedí a Clearke S.A. que interfiriera con sus personalizadas flechas de Cupido para lograr enamorarte...

─Cantar "¿Gay o Europeo?" frente a mi mesa fue un gran plan para dejarme saber que me van lo chicos─ Yuuliet ya sabe como va todo, sabemos que se lo toma en serio pero también le gusta bromear con Romika.

─Sí, también fingir para hacerte creer que había discutido con sus amigos─ ambos ríen al recordar─ pero así fue como pude acercarme más a ti, yo..

─Estoy enamorado de ti─ Yuuliet le quita las palabras de la boca, es una buena señal, porque también se levanta de la fuente para lanzarse a los brazos de su príncipe─. Ahora que está todo claro ¿Te casarías conmigo?─ bromea.

─Acepto ser tu esposo─ y sella todo con un beso.

Los tres aplaudimos, limpiándonos las lágrimas para salirles al encuentro.

─¿En serio les costó tanto trabajo decir eso?─ pregunto cuando estamos ya su lado.

Ellos se separan, aunque sus manos nunca se sueltan.

─Solo necesitábamos un buen escenario─ Yuuliet nos guiña un ojo.

─Y expresarnos de forma más clara─ Mika está realmente muy feliz y si él es feliz ¡Yo también!

Kuroo, Bokuto y yo compartimos una mirada.

─Bueno, Yuuliet, tal vez no lo sepas pero tu "esposo"nos vendió su alma cuando pidió la ayuda, así que debemos hacer un ritual para cortar ese tramite y que sea... todo tuyo─ le comento al chico, sacando una pequeña caja con dos anillos, cada uno con el nombre del otro y el color de sus ojos, mostrandoles el contenido─. Chicos, comiencen.

Nos colocamos rodeando a la nueva pareja mientras sujetamos nuestras manos, dejándolos en el centro del triángulo.

Ooh, Eeh, Uuh, Ah, Ah, Ting Tang, Walla, Walla, Bang Bang─ canto yo.

Los otros dos me siguen, diciendo la frase un total de tres veces con el ritmo de la canción, Witch Doctor, donde nos soltamos y dejo que el Búho Cornudo y el Gato de la Calle coloquen los anillos para terminar con la secreta promesa de amor eterno y unión de las almas.

—Bueno, chicos, gran momento, gran confesión, gran escenario, muchas gracias, Lev, Nishinoya, los amo ¡Hora de pasar al siguiente plan!— me dirijo a Romika y Yuuliet—, me encantaría que fueran al salón principal para practicar un baile con Oikawa— les guiño un ojo.

Kuroo, Bokuto y yo entrelazamos los brazos para cantar:

—¡Vivan los novios!— y corremos lejos.

—¡A arreglar el cuadro del Riren!— grita Bokuto.

No hicimos nada más con los chicos, solo abandonarlos a su suerte pero era por una buena causa, aun debíamos ir a comprar las velas con olor a vainilla que conocimos gracias a Nanaba, esa maestra que parecía aborrecerme más que Pixis, supongo que en una vida pasada debí hacerle algo muy malo. Finalmente, luego de corretear por unos minutos sin descanso hasta el despacho de la maestra logramos pagarle por las velas, agradeciendo velozmente para correr (vaya, de nuevo) hasta el lugar asignado para los novios. Kuroo había logrado conseguir una frazada roja para que Levi tuviese a mano (que Eren puede ser sensible para estar entre los brazos del hombre que le gusta). Bokuto fue el encargado de encender las velas y colocarlas a ambos lados de la banca, debo ser obvia diciendo que en el suelo, porque si las poníamos en la banca y esos dos se pasaban de melosos ¡Incendio! Candente, eso sí. Y yo, que soy la amiga de las bromas me tomé muy en serio mi papel, consiguiendo tres pañales con camisetas que corté por el ombligo para los tres.

─¿Cuanto falta, BoKuo?─ le pregunto, doblando la frazada para colocarla sobre un punto estratégico.

─Ackerman llega en cinco minutos─ contesta viendo su reloj de muñeca, cosa que le obligamos a usar para que él midiera el tiempo, solo que Kuroo se encargaba de recordarlo.

Saco las ropas que debemos usar para este plan.

─Tomen, cada uno, haremos casita para que nos cambiemos─ le paso la camisa negra a Kuroo junto a su pañal─ tu primero ahora que todavía pasa gente.

El exhibicionista de mi Bro se saca la camisa sin necesidad de cubrirlo, se coloca la ridiculez que preparé y nos pide ayuda para cubrirlo de sus partes bajas con su propia camisa y la de Bokuto. No hace falta decir lo ridículo que se veía, así que Bokuto y yo disfrutamos de la risa hasta que nos tocó hacer lo mismo. Boku lloró que quería ser cubierto para quitarse la camisa porque solo nosotros y su futur(a/o) espos(o/a) podían verlo así de desnudo. Yo no tuve que decir nada, ellos solos se ocuparon de cubrirme contra el árbol y ambas de sus camisas, protectores como solos dos padres pueden serlo. Los pañales son cosas que se sienten muy extrañas cuando uno ya las lleva puestas.

─Bien─ suspiro, justo en ese momento Levi llega hasta la cima, observándonos con los ojos bien abiertos de la sorpresa─ ¡Levi Ackerman, tú no haz visto nada! ¡Siéntate ahí y olvida que viste esto!─ termino llevándolo del brazo a rastras hasta la banca para sentarlo a la fuerza─. Olvidanos, estaremos aquí atrás hasta que sea necesario─ Kuroo me da un golpe en el hombro─ ¡Pero olvida eso también! Solo confiésate con Eren.

Junto a mis amigos nos ocultamos detrás del árbol, esperando a que Eren llegara para presenciar la acción.

─¿Debería preocuparme porque están escondidos detrás de un árbol vestidos como Cupido a la espera de mi futuro novio?─ la voz de Levi es muy seria.

─No─ Kuroo contesta por mi─, solo olvida que nos viste.

─Está bien─ escuchamos su suspiro─, ahí viene.

Aguantamos la respiración mientras la acción comienza delante de nosotros. Los Cupidos están listos.

─Hola, Eren─ su voz cambia, trayendo paz─ ¿Como estás?

─Los suficientemente despierto como para verte─ escuchamos cuando toma asiento a su lado─. Hace frío.

BINGO.

─Oh, tómala.

─Usemosla los dos─ silencio, solo roto por la frazada extendiéndose, esperamos a que ellos continúen─. Y bien ¿Tenías algo que decirme?

Otra vez silencio, por lo que los tres nos asomamos detrás del árbol, como los metiches que somos. Se mantienen sentados al lado del otro, Eren con la cabeza recostada sobre el hombro de Levi mientras este piensa en silencio. Es cierto que el viento sopla como en una escena romántica ¡Pero esto es una maldita exageración! Nos estábamos congelando vestidos así.

─Estúpido Levi, apurate─ me quejo entre dientes. Él ladea un poco la cabeza, dándome a entender que escuchó mi pequeña queja─. Ups.

─Me gustas─ sabía que él sería directo, casi seco, no era muy bueno para expresar sus emociones─. Eren demasiado lindo para ser real, tus ojos brillan con tanta intensidad que en ocasiones me aturden, me gusta tu calor y la sensación de tomar tu mano. Estoy enamorado de ti y solo utilicé la parte de los "Amigos con Derechos" para saber si yo te desagradaba. Dices que no es así, por lo que yo...

─Te amo─ la voz de Eren suena firme, algo que va con su carácter─ y lo sabes, sino es por Clearke te lo dejé en claro todo este tiempo con mi forma de actuar. Siento que estamos conectados por algo más fuerte que un simple enamoramiento en esta vida─ una suave risa sale de sus labios, cortando el discurso unos momentos─. Así que dime ¿Estarías conmigo una vida más?

─Y todas las que vienen─ el nivel de dulzura es capaz de darme diabetes, por lo que decido que es momento, cuando ellos comparten un beso apasionado yo hago la señal.

─¡Que viva la nueva pareja!─ gritamos, saltando a nuestras posiciones, Kuroo y Bokuto a los lados, yo al frente de la pareja, levantamos un pie y hacemos como que tenemos un arco invisible junto con una flecha del mismo material: invisibilidad.

Eren y Levi se separan bruscamente del beso para observarnos, en un inicio con molestia y luego con gracia. Eren disfruta mucho de nuestro vestuario.

─¡Cupidos, lo logramos!─ cantamos─ ¡En esta y muchas otras vidas los reuniremos!─ y lanzamos las flechas─. Esta es su unión de amor eterno.

Ambos se ríen de nuestra idiotez, así que nos damos por servidos.

─Bien, hijos míos─ les guiño un ojo─, es hora del baile SebaCiel.

Kuroo recoge las cosas mientra Bokuto y yo tomamos a la pareja de los brazos para empezar a llevarnoslos.

─Nos estamos congelando el trasero.

La carrera contra el tiempo (y el romance, que somos unos increíbles Cupidos) fue mejor de lo que creímos, llegando con media hora de anticipación, captando también las miradas de todos, que largaron a reír con nuestro vestuario, obligándonos a colocarnos lo antes posible los disfraces. Todos estaban vestidos como habíamos sugerido: de negro. El único detalle era que Shinoa y Mitsuba habían incluido una máscara colorida al disfraz, esta no dejaba distinguir ni los ojos puesto que tenía tela cubriéndolos, ni el pelo porque una gruesa capucha lo cubría en totalidad. Dependiendo de persona el diseño cambiaba.

─Esto me gusta mucho, gracias, chicas─ les agradezco.

─Pensamos que sería bueno incluirlo─ comenta Shinoa─, así que hicimos para todos.

─Las parejas de baile ya están formadas─ me informa Oikawa, apareciendo detrás de una máscara, sonriente─. Kuroo tú vas con Kenma, Bokuto tú vas con Akaashi.

Ambos chicos se aparecen detrás de otras máscaras.

─¿Y con quién bailarás, Tooru?─ la pregunta de Kuroo despierta mi sensor de alerta.

─Con Iwaizumi─ responde el otro.

Kuroo busca al nombrado entre el mar de máscaras, hasta que él mismo sale para encarar el problema.

─No quiero pelear esta noche─ es lo primero que dice─, solo estoy ayudando.

─No hace falta─ la sonrisa de Kuroo es demasiado falsa─. Baila con Kenma, cambiaremos de pareja.

Iwaizumi sube los hombros.

─Si eso te deja más tranquilo.

Oikawa se queda pasmado donde está, Kenma es una estatua a su lado, Kuroo solo pasa para tomar a Tooru del brazo y llevarlo con él al centro del salón. Bokuto los sigue, llevando con él a Akaashi, yo me disculpo con Kenma por el comportamiento de Kuroo, sin creerme aun que el muy idiota rompiera mi plan.

La última práctica da comienzo, noto como cada pareja tiene unos cuantos segundos a Sebastian bailando con ellos. Mi posición es bastante ridícula, puesto que no tengo pareja y debo aparentar que bailo con un ser imaginario, con los brazos en el aire y dando pasos y vueltas por todo el salón.

Ah, vaya vida de solterona, ni siquiera pude traer a Kronk.

Cuando la rutina se acaba Sebastian practica su aparición en el escenario teniendo mi punto positivo, ya que entre ese baile extraño se mezcla muy bien con los demás, llegando al momento donde no se distingue hasta que ya está al lado del gran sillón negro donde debería quedarse Ciel.

─¡Bien hecho, chicos!─ los felicito a todos─, Ciel ya viene, así que tomen sus posiciones junto a su pareja, cuando yo encienda la luz y Bokuto ponga la música ustedes comienzan a moverse ¿Listos?

─¡Sí!─ es la respuesta al unísono.

Levanto mi pulgar izquierdo antes de salir para esperar a Ciel. El chico es realmente puntual para las citas.

─Buenas noches, conde─ me alegra ver que él también lleva el vestuario acordado, puede que esta noche renuncie a ser un szeretetlen.

─Clearke─ en el momento en que abro la puerta del salón para que entre la música comienza a sonar, suave, ligera, mientras las parejas se desplazan con la lentitud del inicio. Ni pistas de Sebastian. Tomandos del brazo lo guío hasta el sillón donde deberá presenciar el acto, simplemente se sienta cruzando una pierna sobre la otra, recostando el mentón sobre su mano derecha.

Yo comienzo mi descenso hasta la pista, donde bailo sola la primera parte de la canción. Tantas son las personas a mi alrededor que yo misma me pierdo y, de un momento al otro, alguien me sostiene de la cintura, guiando el baile. Es un hombre alto, como Kuroo, por lo que creo que es él, pero su cuerpo no me dice lo mismo, no es la misma contextura física, por lo que intento ver sus ojos, la misión imposible debido a que la tela no me deja lugar para ver un solo espacio detrás de ella. Un sentimiento extraño me llena, siento como el aire a mi alrededor comienza a sentirse más liviano, como si flotara en los brazos del hombre misterioso, su risa llega al centro de mi alma, dejándome indefensa en el lugar donde me encuentro. No siento como pasa el tiempo, ya ni siquiera escucho la canción, la luz parece diez veces más débil, como si me estuviese durmiendo.

De un jalón regreso a la realidad, encontrándome con que nadie está frente a mi y que tampoco hay más movimiento. El momento de la confesión ha llegado... Pero no escucho nada, veo que los labios de Sebastian se mueven, veo como todos aprecian sus palabras, pareciendo tan cursis que si las escuchara seguro vomitaría por lo mismo. Estaba aterrada ¿Me había quedado sorda? ¿Quién demonios había bailado conmigo?

El rostro de todos se torna de pánico, por lo que regreso la mirada hacia el escenario, donde Sebastian está solo. Ciel corre gradas abajo.

─¡No!─ grito con todas las fuerzas que me quedan, no puedo escucharme pero la garganta me duele intensamente, como si se estuviera desgarrando.

Los ojos se me cierran y cuando los abro de nuevo el hombre está de regreso frente a mi, se inclina sobre su altura para llegar a mi oído, medio escucho su voz amortiguada por la máscara.

─Cumplido─ distingo.

El movimiento cesa, él me suelta y se separa, apresurándose a desvanecerse entre las sombras, cuando intento alcanzarlo los demás me frenan. La confesión comenzó.

─Ciel Phantomhive─ Sebastian llama su atención mientras aparece por detrás, ganándose que Ciel le de una mirada de sorpresa─. Esta es la noche donde confesaré mis pecados ¿Cree poder escucharme?

─Soy todo oídos para usted─ Ciel sonríe por la mitad, regresando a su antigua postura altanera.

─Escucheme bien, entonces─ saca una rosa roja de su bolsillo delantero, colocandola sobre su corazón en el acto─. Llevamos varios años de amistad, Conde, y por todos esos preciosos años quiero decirle mi más grande secreto aquí, frente a los fantasmas del pasado, con todos estos ojos cubiertos observándonos, que desde hace mucho tiempo mi corazón se alegra al sentir su presencia... Puede reírse de mi, Conde, pero es la verdad. Porque cuando a mis oídos llega el sonido de su voz siento que podría desvanecerme, porque cuando su mano busca la mía para huir de algún lugar siento que regreso a mi hogar, también cuando sus ojos se posan sobre mi, esas trilladas mariposas de las que todos hablan bailan en mi interior. Así es, Conde Phantomhive, desde hace mucho mi mayor secreto es que estoy enamorado de usted y hasta hoy, en este momento, decidí sincerarme con la pequeña esperanza de poder ser correspondido a este sentimiento, que lleva viviendo conmigo largo tiempo... Digame usted, Ciel Phantomhive, si puede corresponder de forma sincera a lo que yo siento, si podría ser capaz de dejar atrás su sueño de ser un szeretetlen para dejar que yo lo haga tan feliz como pueda en esta vida─ para ese momento Sebastian ya está arrodillado frente a Ciel, ofreciendo la rosa al muchacho.

El silencio no dura más de un par de segundos, aunque los siento eternos.

─Correspondo a sus sentimientos, Sebastian Michaelis─ son las palabras de Ciel mientras toma la rosa.

Aplausos y lágrimas por el arduo esfuerzo.

Plan MikaYuu:

Romika y Yuuliet ya están juntos.

Plan Riren:

Por su culpa nos congelamos el culo, pero están juntos.

Plan SebaCiel:

Terminó bien después de todo.

Plan KuroKen:

Kuroo huyó.

Plan BokuAka:

Bailaron ¿Qué puedo decir?

Proximos Planes De Cupido:

Cargando...

La fiesta termina cuando las nuevas parejas bailan, dando paso a las que quedan para tomar su lugar.

Kuroo mantiene a Oikawa a su lado el resto de la noche.

Bokuto lleva a Akaashi de un lado al otro bailando.

Clearke es llamada a la oscuridad por unos ojos rojos.

─Aún no es mi momento, Izbell Clearke, pero pronto te ayudaré─ la sombra se va con lentitud, pasando entre las parejas, riéndose de lo fácil que es el amor para ellos con ayuda de los Planes de Cupido.

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