Capítulo 21

Kuroo y Bokuto acordaron (por medio de un mensaje de texto cada uno) en que debían decirme algo importante cuando regresara de la habitación de Ciel.

Giro los ojos con molestia ¿En serio debían ponerme eso en lugar de esperar a mi regreso para no matarme de dudas y curiosidad?

Para ese momento estoy casi llegando al edificio donde se encuentra la mítica habitación de Ciel esa que conozco gracias a que se le pregunté a Sebastian hace un momento, justo cuando vi el mensaje del Búho y el Gato.

¡Espera, espera!- tatareo de nuevo, una canción extraña que aun no comprendo de donde salió- No me debes olvidar, porque cuando el mundo muera, yo seré quién te quiera en verdad. Las tardes de marea atraen el fin, cuando los engendros se quejan tu te quedas ahí, esperando por un nuevo malestar para cuidar, tratando siempre de no llorar...

─¿Qué fue eso?─ la voz de alguien en las sombras me pregunta.

─Una canción de sombras─ respondo como si fuese algo normal─, una canción de sombras por la cual me pregunta una voz desde la oscuridad.

La risa que le sigue si la reconozco al instante.

─No deberías colocar acentos raros para hablarme, Eren.

El chico sale de las sombras, sus ojos verdes resplandecen con intensidad, aunque el premio por belleza se lo doy a su enorme sonrisa.

─Hola, Izbell─ su alegría es contagiosa.

─Eririn- le digo medio cantado─ ¿Y eso que me sales al encuentro?

─Quería contarte─ me toma una mano para obligarme a dar una vuelta─ del avance con Levi.

─¿De qué?─ me hago la tonta, finjo con todo lo que puedo─ ¿Lo hicieron sin mi permiso?

Sus mejillas se tiñen de rojo, riendo un poco tirado a la histeria.

─No, pero parecido.

─Sexo telefónico.

─¡Izbell!

─¿Te jalaste el ganso pensando en él?

Con una mano me cubre la boca, incrementando mi impulso de sacar la lengua para babearlo, pero me contengo. Soy una señorita, debo comportarme.

─¿De qué te ríes?─ Eren se queda perplejo.

─De lo poco femenina que soy─ contesto con voz amortiguada por su palma.

─No es momento de dudar en si eres o no femenina, tengo algo importante que contarte- me regaña-, así que cállate unos cinco minutos.

Asiento con la sonrisa más grande que puedo ofrecer.

─Levi me propuso ser amigos con beneficios─ en un susurro me cuenta─. Sus planes en verdad funcionaron ¡Dentro de poco podré confesarme sin se rechazado!

─¿En serio? ¡Que bien!- festejo con él saltando un poco, mi teatro va mejorando, más aún porque tengo algo planeado para el dulce viernes─. Festejemoslo con Kuroo y Bokuto este viernes.

─¿Como?─ resplandece de emoción.

Mi sonrisa maliciosa (esa que desarrollé gracias a Kuroo) sale a flote.

—Tu dejamelo todo a mi, no te preocupes, soy buena en esto— las carcajadas desquiciadas comienzan a brotar mientras hablo.

—Clearke— Eren gira los ojos—, calmate.

Unos pocos minutos luego de esa escenita de risas diabólicas, termino haciéndole la pregunta a Eren.

—¿Puedes acompañarme a la habitación de Ciel?— aunque lo pregunto, no espero mucho por una respuesta para comenzar a empujarlo en dirección al lugar.

—No hay problema, vine justo para verte y hablar, así que tengo tiempo— se encoje de hombros, tranquilo.

—Eres tan dulce— suelto sin pensar. No es algo tan vergonzoso como cuando le dije "Ojos Lindos" a Akaashi.

—No me ves molesto aún— recalca.

—Y espero no tener que hacerlo— le guiño un ojo.

Con esa plática normal para el tiempo que llevábamos de conocernos, terminamos frente a la habitación del segundo chico difícil, el primero siempre sería Hinata.

—¿Ciel?— pregunto mientras toco la puerta con suavidad, por si se encuentra durmiendo—. Clearke y Jeager están de visita para Phantomhive.

El ruido particular de unos pasitos en pantuflas resuena dentro de la habitación antes de que nos abriera la puerta. Gran escena. El pequeño Ciel enfundado en una camisa demasiado grande para él junto con unas pantuflas de conejo adornando sus pies es algo tierno de observar.

—Pasen— nos pide, dando espacio en la entrada.

Eren es el primero en acomodarse, acostado sobre la cama del chico sin su permiso, por lo que decido seguirlo en la imprudencia y mala educación al quedarme a su lado.

—Es para que no te duermas— invento, sonriendo de lado... Estúpido Kuroo.

─¿Vienen en verdad solo de visita o tienen un asunto importante conmigo?─ el chico es tan serio que termina arrastrando una silla para quedarse sentado frente a nosotros, Eren me empuja un poco, haciendo que me queje por el lugar angosto─. Hablen.

─Yo vine de visita, Clearke me pidió que la acompañara hasta acá─ Eren se mantiene al margen del asunto.

─Venimos a inducirte al mal─ hablo, decidida─, para que pruebes un poco de perdición antes de cumplir con tu trato raro.

─¿Pecado?─ pregunta burlón.

─Amor.

Eren se ríe lo que puede de la expresión de Ciel mientras yo me giro, quedando sobre mi espalda para ver mejor al niño que mantiene su posición de piernas cruzadas a mi lado.

─Eren, creo que lo mejor es tomar una botana y hablar de esto pacíficamente─ propongo, impulsándome para caer al suelo, arrastrándome de forma graciosa hasta el mini-refrigerador que el muchacho tiene en su habitación─, vamos, vamos, pónganse cómodos en el suelo, enfríen sus traseros.

Ciel es llevado por Eren al suelo, dejando de lado su pose de gran alteza, yo me tomo la libertad de sacar unas botellas con aguas de sabores únicamente, ya que Ciel no solo era un cerrado al amor sino que también lo era a las frituras a las cuales me acostumbré debido a los malos hábitos de Kuroo y Bokuto.

─¿Como me mostrarán su pecado?─ la pregunta de Ciel me pega los pies a la tierra, causándome una sensación de pesadez.

─Uh, eso no lo sé, Eren te dirá como se siente─ le regalo la mejor sonrisa que puedo─, ya que yo nunca me he enamorado de nadie.

─¡El amor es la cosa más maravillosa que pudo ocurrir en este mundo!─ Eren se emociona, abriendo la botella de agua para dar un gran sorbo antes de comenzar su relato.

Para Eren el amor se sentía dulce, como la primera rebanada de un pastel de chocolate, pero también tenía su toque agrío, ese punto donde no se estaba muy seguro de los sentimientos de la persona amada sobre uno mismo, causando miles de emociones terribles, las ganas inmensas de verte cada vez mejor para esa persona, cuando quieres arreglarte hasta lo que él no ve. También nos explica que, cuando se está con esa persona, el mundo se mueve o muy lento o muy rápido, que todo en tu interior parece volverse más ligero, como si cada paso a su lado fuese dado sobre una alfombra de espuma, así como cuando el corazón se te acelera vertiginosamente porque su mirada se queda en la tuya ¡Ah! Cuando las ventanas del alma le muestran una verdad casi invisible. Lo más importante en este punto es como controlar algún que otro temblor o el inminente momento donde el rubor te cubre el rostro por completo con alguna frase bochornosa que el otro dice. La voz de tu persona amada siempre sonará mejor, profunda y poética, siempre será fácil de reconocer y la buscarás sin saber, algo así como en automático, mostrándote que tu propio nombre suena diez veces mejor si él lo dice.

─¡Ag, Eren, eso suena asquerosamente cursi!─ se queja Ciel.

─Pero es lo que ocurre─ se encoje de hombros, viéndolo directamente a los ojos─ ¿Alguna vez lo sentiste?

Ciel se mantiene en silencio, pensando seriamente sobre el tema.

─Recuerdame algunos puntos─ pide finalmente.

─Eren te los pregunta y tú solo debes asentir o negar─ le hago más fácil la trivia.

─¿Alguien te hace sentir ligero si caminas a su lado?─ es lo primero que Eren pregunta─. Piénsalo bien, puede que no le tomes mucha importancia si no crees en el amor.

Ciel asiente luego de unos largos minutos de silencio.

─¿Alguna vez sentiste que el tiempos con alguien se pasaba muy rápido? Y que quisieras detenerlo para disfrutar más de ese momento.

Mi mirada está fija en un punto de la cabeza de Ciel, solo escucho y percibo el movimiento negativo o afirmativo del chico. Si analizaba las preguntas para contestarlas encontraría algo que no quería, algo que debía ocultar en el fondo de mi alma.

─¿Te gusta la voz de alguien?

Afirmativo.

─¿Te gusta como se escucha tu nombre entonado por otra persona?

Afirmativo.

─¿Te sientes seguro al lado de esa persona? ¿Es un sentimiento cálido?

Afirmativo doble, noto como va respondiendo casi sin mucho pensar, como si ya estuviese totalmente enfocado en una sola persona. Mi sonrisa interna se extiende largamente por mi rostro, hasta puedo llegar a imaginarme como el gato de Chesire.

─Para este entonces esa persona ya debería saber que estas enamorado de ella─ se ríe Eren.

 ─¿Ah?─ el chico se muestra perplejo─ ¿Solo por eso puedo descubrir si alguien me gusta?

─Con esas preguntas descubrí yo que me gustaba alguien.

─¿Tienes a alguien en mente, Cielito?─ me atrevo a preguntar.

Su rostro se torna color rojo total, resaltando el tono azul de sus ojos mientras niega fuertemente. Él también quiere guardarse esos sentimientos en lo profundo de su pecho... Solo existe un problema: yo, Cupido, junto con mis amigos. No le dejaré guardarse esos bellos sentimientos por alguien más, sea o no sea Sebasti...

─No puedo sentir esto por Sebastian─ niega, moviendo de lado a lado la cabeza con fuerza, negándose a lo inevitable─. Ustedes solo vienen a romper mi paz.

─No, Ciel─ me apoyo contra él para continuar hablándole al oído─ nosotros notamos tu problema y solo queremos ayudarte antes de que sea muy tarde.

Vivan los Planes de Cupido, me alabo mentalmente, como dan frutos tan rápidamente.

─Que escenario tan terrible descubrir que tú ya firmaste tu contrato contra el amor cuando alguien te ama tanto como tu a él─ me sigue Eren─ ¿En serio me quieres negar que no te sientes así por Sebastian? ¿Tienes miedo de ser rechazado?

Veo el terror reflejarse en los ojos del chico, por lo que paro a Eren con una seña de la mano, no parece muy feliz de callarse pero termina haciéndome caso.

─¿Quieres ayuda, pequeño cielo?─ pregunto con preocupación.

Él se remueve a mi lado, incomodo con la situación y como terminó desarrollándose.

─Lo pensaré─ termina por soltar─, pero no quiero más interrogatorios amorosos, estoy bien como estoy.

─Oh, no es por sumarle presión al asunto, pero estoy organizando un hermoso escenario para que unas parejas se confieses y... tengo cupo solo para una extra─ hago que mis cejas bailen de arriba abajo, dándole más personalidad a mi oferta─, todo esto en el viernes.

─¡¿Viernes?! ¿Quieres que me decida en tres días?─ se exalta.

─No es por dejarle más leña al fuego... pero solo tienes dos días─ termina recalcando Eren.

Ciel parece a punto de desmayarse.

─Pero tú tranquilo─ le doy unas palmadas en el hombro antes de levantarme─, tienes esta noche, no es algo muy difícil de decidir.

─¡Nunca te has enamorado!─ recrimina, levantándose conmigo.

─Buen punto─ admito─, pero Eren me dijo que no le tomó mucho comprenderlo y decidirse por luchar para conseguir al amor de su vida.

Ciel guarda silencio, dándole más vueltas al asunto, justo lo que yo necesito que él haga. Mientras más lo considere, más posibilidades tengo de que prefiera abrirse al amor que estar simplemente prendido a la idea de que convertirse a szeretetlen lo vaya a salvar del dolor.

─¿Tanto miedo le tienes al amor?─ la pregunta de Eren parece golpearlo con fuerza, pues se crispa de inmediato, sumado que el chico se levanta, alzándose más que nosotros─, con que eso es.

─Eren, que injusto, con tu altura nos intimidas─ lo regaño, luego me dirijo a Ciel─ y tu, cariño, tienes estos días para pensarlo porque no puedo dejar que simplemente pases de largo el amor ¿Okay? Si decides armarte de valor y tirarte al agua; hazlo. Si por el contrario decides irte arrepintiendo por pasar a ser szeretetlen; hazlo también. Somos tus amigos, solo queremos ayudarte un poco.

─¡Llevamos poco tiempo de conocernos!─ intenta argumentar.

Tomo del brazo a Eren para obligarlo a avanzar conmigo fuera de la habitación.

─Eso no quita que te queramos ya. Te volviste parte de nuestro grupo─ explica rápidamente Eren, quitándome las palabras de la boca─ y eso no es algo fácil de hacer para cualquiera.

Dejamos al pequeño Ciel pensativo en su cuarto, aunque tenemos una leve sensación de satisfacción por dos cosas: Punto número 1, Ciel sentía algo fuerte. Punto número 2, y confesó que era por Sebastian.

─¿Crees que decida dejarlo?─ cuando ya estamos fuera del edificio Eren se anima a preguntarme.

─El chico es inseguro─ afirmo─, pero no todo está perdido. Cupido 1, 2 y 3 están en el caso para impedir que Sebby quede soltero para el resto de su vida.

Eren frena en seco.

─¿O sea que todos tus nuevos amigos lo son realmente porque necesitan los planes de Cupido?

Su pregunta me hace reflexionar la mitad de mi vida en la universidad, es parte donde Kuroo, Bokuto y yo decidimos hacer esto realidad fue... ¿Hace cuanto? Mikaela fue la primera persona en pedirnos un plan, de eso si tengo recuerdos, también recuerdo que hicimos el ridículo frente a todos cantando ¿Gay o Europeo? mientras espiábamos a Yuuichiro, luego se fueron sumando los demás, Eren, Sebastian, Oikawa, Kageyama, Akaashi y Kenma. Cierto, últimamente estaba rodeada por otras personas, algo demasiado raro si lo comparamos con lo que hacía en años anteriores.

─Sí─ me sincero con Eren─, todas esas personas nuevas necesitan un plan de Cupido y por eso están conmigo.

─Suena feo si lo dices así─ lo veo con la extrañeza plasmada en todo mi rostro.

─¿Qué quieres que haga? Es la verdad, por eso están conmigo, no puedo negarlo, aunque me agradan mucho y se están convirtiendo en la mejor parte de mi vida...

─Clearke...

─Blah, igual, todos vienen y van, solo tengo completamente asegurado que Kuroo y Bokuto estarán conmigo siempre─ compongo mi mejor sonrisa para despedirme─. Tengo que ir de urgencia con los chicos, así que nos vemos mañana, Eririn.

Me detiene un solo momento más, tomándome del brazo.

─Si necesitas algo... O si algún día alguien te falla, ten por seguro que puedes contar conmigo también, Clearke─ son el tipo de palabras que siempre anhele escuchar─. Nos vemos mañana.

Eren desaparece en la oscuridad de la noche, pierdo su figura mientras un sentimiento de vacío se acomoda en mi interior. Vacío llenando mi interior ¿Contradictorio? Oxímoron. De esa forma llego a mi propia habitación, donde me encuentro con un escenario típico de mis amigos.

Kuroo y Bokuto levantan a Oikawa sobre sus cabezas mientras este último llora de forma suave, casi hermosa, tomando entre sus brazos a la caja que utilizo como hábitat de Kronk...

─¡¿Qué mierda están haciendo con Kronk?!─ la pregunta me sale en forma de susurro, el pánico me come internamente.

El mundo se me tuerce, creyendo siempre lo peor. Bokuto repara en mi presencia, atinando a saludarme con su sonrisa más amplia ¿Por qué está sonriendo?

─Clearky, no se te ocurra interrumpir el ritual de apareamiento─ pide Bokuto, haciendo que los otros dos idiotas giren a verme, sin perder su equilibrio.

─Conseguimos atrapar a un ronrón que entró por la ventana─ explica Oikawa, deteniendo sus lagrimas.

─Quiero ver si no estoy entendiendo mal todo─ cierro la puerta con demasiada calma, acercándome a donde ellos están─ ¿Están dejando que mi hijo único en esta universidad mantenga relaciones con alguien más? ¿Así, sin más, sin mi permiso?

Parece que captan hasta ese momento, Oikawa abre la caja rápidamente, generando que los miedosos que lo sostienen lo dejen caer al suelo mientras corren al rededor del cuarto. Kronk parece estar muy tranquilo ahí dentro, otro pequeño ronrón descansa a su lado, aumentando mi sorpresa, puesto que si eso fuera macho se estarían matando mutuamente y si fuese hembra deberían estar más interesados en conocerse internamente.

─Creo que a Kronk le van los chicos─ se ríe Oiks para cerrar la caja y entregármela en las mismas.

Dejo la caja de nuevo sobre mi mesita de noche, Kuroo y Bokuto lloriquean abrazados el uno al otro.

─Genial─ me doy la libertad de poder burlarme─ el gato y el búho en lugar de depredadores son presas. Tooru ¿Te quedas?

─No─ sonríe con un leve atisbo de tristeza─ tengo una clase importante y lejana mañana, por lo que es mejor irme directo a mi cuarto.

─¿Y Kenma y Akaashi?─ pregunto a los niños que se recomponen frente a mi.

─Se acaban de ir─ me contesta Kuroo─, por eso se despertó Oikawa.

Luego de eso la noche pasó de forma pacífica. Tooru se marchó de mi habitación con un chupón de parte de Bokuto debido a que el ultimo intento morderlo en el cuello, pero terminó como solo Bokuto puede hacer terminar algo. Kuroo nos dio algo de comer, arreglamos nuestras cosas para el día siguiente y nos acostamos sin más preocupaciones.

En el nuevo día las clases pasaron sin mucho que contar, regaños aquí y allá, algún que otro dato interesante. Contando esas tontas observaciones me dirijo a la mesa donde todos los demás conversan mientras comen tranquilamente. Sebastian mantiene una grata conversación junto a Oikawa, casi me hacen querer emparejarlos, inclinar un poco la flecha para que las parejas se anuden en una nueva forma. Mika y Yuu pasan por una pareja de novios hormonados, sus miradas cruzándose junto con los sonrojos que los persiguen me obligan a desear adelantar el tiempo hasta el viernes. Kenma y Akaashi nos esperan con tres lugares libres al lado de un callado y pensativo Ciel. El grupo de Yuu hace una que otra broma sosa con el grupo de Kageyama, el cual se mantiene al margen y lo más alejado que puede de Hinata, ese que brilla como un sol al lado de... de un gigante de ojos verdes.

─¿Y tu quién eres?─ le pregunto directamente al chico de rasgos felinos.

Su sonrisa se dibuja de forma más ancha.

─Soy Lev Haiba, actual novio de Shoyo.

El mundo me da un giro brusco, puedo escuchar como el corazón de Kageyama se estruja en su interior. Hago todo tarde y desordenado, por lo mismo quiero darme un tiro ¿En serio pasó todo esto en los momentos donde estoy juntando a dos o tres parejas? ¡Esto me da más estrés y trabajo!

Pero eres Cupido y tienes a otras dos cabezas, no te preocupes, me doy ánimos, no te preocupes, Kageyama, ya haré algo.

─Oh─ finjo mi sonrisa─ ¿En serio? Felicidades.

Regreso sobre mis pasos para llegar a mi lugar, donde Bokuto y Kuroo se ven tiesos como rocas, solo paso al lado del corazón roto para darle un golpe suave en la espalda, es mi forma de darle fuerza, de dejarle saber que no todo está perdido en este odioso juego.

Creo, estoy casi segura, de que el drama se acabó en el momento en que me senté, pero no. Iwaizumi aparece con su bandeja de comida y decidido a tomar asiento al lado de Tooru, lugar que mi odioso gatito posee.

─Iwa─ lo llamo─, ven conmigo.

─No─ Oikawa me corta─, Kuroo, dale permiso, es uno de mis mejores amigos.

A regañadientes se mueve, dejandole el puesto al chico recién llegado, pero la tensión desaparece luego de eso, como si el ambiente fuese rociado por polvo de hadas y paz, Oikawa mantiene una gran sonrisa divina sentado al lado de su amigo, dejando de lado lo que hablaba con Sebastian, por lo que él comienza una conversación conmigo. 

─¿Como vas con las pruebas?─ me pregunta, casual, en código.

─Tengo unas respuestas increíbles─ le guiño un ojo─, nadie se las creería.

─¿De qué hablan?─ Ciel se entromete.

─De mi investigación para un libro─ respondo con fingida inocencia.

─Ah─ y abandona la conversación.

Sebastian me guiña el ojo de regreso, captando mi código.

Pasada la hora de almuerzo me pongo en marcha junto con Kuroo y Bokuto, solo podemos ver como las demás parejas se alejan a sus clases. Iwaizumi se lleva a mi pequeña hija Tooru con él.

La ultima jornada de clases para ese día es fresca, me terminan de dar las instrucciones sobre el primer trabajo que debemos entregar para el final de ese semestre. Un libro de 50 capítulos máximo y 40 mínimo, solo se necesitaba conocer los puntos que debíamos reforzar  a la hora de redactar algo completo, fallas en el orden cronológico y todo eso. Nos la dejarían fácil, dándonos un tema libre, pudiendo usar a personas que conociéramos como personajes, pero solo conocidos, no demasiado cercanos.

─Tu mirada da miedo─ una de las chicas del salón se acerca a mi pupitre para soltar eso─ y por lo mismo me gustaría llegar a leer lo que tengas en mente.

Su sonrisa es cálida, sincera, haciendo que me sonroje al extremo. La timidez me invade de vez en cuando.

─Gracias.

─Hablamos luego... Clearke─ y se aleja, dejándome una mezcolanza de sentimientos.

Demonios, hablar con otras personas es algo raro.

Siguiendo con la historia que se debe escribir, lo único en lo que puedo pensar es en: MikaYuu. A ellos será dedicado mi primer trabajo. Por más que lo dijese el maestro encargado, por mucho que nos recalcó el tema del Brainstorming, yo me salté todas sus normas al irme de lleno a un título: Secre. Porque la historia se desarrolla con el personaje estelar en un rol secretario (en este caso en Yuuichiro) que se enamora de su jefe (el que vendría siendo Mikaela). Secre de secretario y secreto. Listo. El resto de la hora la tomo para desarrollar el orden cronológico de la historia, notando de a poco como mezclo a las otras parejas que conozco para darle momentos cómicos a la obra.

Salgo de esa ultima clase más satisfecha que nunca, Kuroo y Bokuto me reciben con los brazos extendidos para rodearme los hombros cada uno a sus lados. Con toda la alegría del mundo les cuento como pasé la hora, decidiendo inmediatamente que quiero pasar por Oikawa antes de que tengamos que ir a hablar con los del club de teatro.

─Debe estar en su habitación─ Bokuto afirma para llevarnos al lugar sin que nos neguemos.

En cuestión de unos minutos llegamos al lugar, frente al cuarto con el número del terror: 104. Un escalofrío me recorre el cuerpo y no es a causa del número.

─¡Hajime!─ un gritito y no es de dolor.

Mis ojos se abren desmesuradamente, siento que en cualquier momento pueden salirse de sus orbitas por la sorpresa.

─¿Oik... Oikawa?─ pregunto en un susuroo.

Y gemidos.

En serio ¿Esto no puede ir peor?

Plan MikaYuu:

Progresando, de a poco, el viernes será su mejor momento.

Plan Riren:

Progresando, aunque Levi sigue enano, el amor crece. El viernes será su mejor momento.

Plan SebaCiel:

Todo depende del pequeño Ciel. Y del tino que tenga a la hora de disparar la flecha.

Plan SebaOik:

Denegado.

Plan IwaOi:

¡A punto de matarlos a ambos!

─Opino que deberías meter a los planes el ClearkexChicaDesconocida─ Kuroo desata su risa.

─Tu opinión no es válida, idiota.

Bokuto termina sosteniendo a Clearke de los brazos para que la misma no cometa homicidio con su otro mejor amigo.

─Estos niños─ la sombra se mece en la protección que le brindan las tinieblas, sonriendo ampliamente.

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