Kuroo y Bokuto aparecen a las 2:46 de la madrugada en mi puerta, para ese momento Oikawa ya está dormido mientras yo sigo ordenando mis tareas.

-No creí que vendrían- sonrío al recibirlos.

-Queríamos tratar un tema importante contigo- Bokuto habla mientras se sienta en el suelo, usando la cama como respaldo.

-¿Y Oikawa qué hace aquí?- Kuroo se desvía para verlo con atención.

-Vino por consuelo y ayuda- le explico-, así que, si vienen a dormir, a uno de toca en el sillón y a otro en la alfombra.

-¡Pido la alfombra!- canta Bokuto.

-Yo...- Kuroo lo intenta, pero no lo dejo.

-Siempre quise dormir en el sillón- suelto yo, cortando a Kuroo, haciendo que él coloque los ojos en blanco.

-Okay, yo duermo con Oikawa- acepta, dejando que Bokuto y yo compartamos una mirada pervertida.

-¿Entonces ya no eres virgen?- le pregunto al captar el doble sentido.

-Obvio, Clearke, ¿Como ser virgen con esa princesa sobre la cama?

Bokuto y yo nos largamos a reír mientras Kuroo altera sus gestos pervertidos.

-Sigues siendo un virgen- pegamos un salto cuando escuchamos a Oikawa hablar, consiguiendo que él ría y baje de la cama-, pero tus amigos también lo son, así que no importa realmente.

Kuroo y yo nos sentamos frente a Bokuto y Oikawa, sinceramente me gusta mucho más cuando muestra su verdadero ser, su carácter que irrita a muchas personas.

-Kiwi es el único que ya pasó por ese tramite- me burlo un poco.

Kuroo levanta el brazo.

-¡Yo también!- la sorpresa es de todos al escuchar eso.

-¿Qué?- Bokuto se alarma- ¿Y no me contaste? ¡Maldito Bro traidor!

Mi puño se estrella contra el hombro de Kuroo que me queda más cercano, surgiendo de su garganta un grito lleno de dolor. Estoy pegando más fuerte.

-¿Esperas que me la crea?- mi expresión es muy seria, necesito demostrar que no estoy jugando- comprobé tu virginidad cuando nos conocimos.

A el muchacho se le suben los colores, cubriendo su rostro de forma instantánea.

-¡Ya no se puede ni bromear con ustedes!- lloriquea.

Oikawa ríe, no se retiene, sus emociones salen sin pensarlo ¿Es que dormir un poco lo libera de esos pensamientos?

-Def, def, def, mejor diganme de lo que quieren hablar "seriamente" conmigo- pido, el cansancio ya me está pasando la cuenta.

-¡Ah, verdad!- Bokuto abre sus enormes ojos dorados al recordar-. Nos da miedo salir con Smith.

Oikawa larga de nuevo en una carcajada.

-¿El cejón de peluquín que estudia derecho está interesado en tus hijos?- tengo que admitir que, como lo dice Oikawa, suena muy gracioso.

-Sí- admito-, es una larga historia.

Bokuto se estira con pereza para luego hacerse un espacio entre los brazos y piernas de Oikawa, algo que se ve muy tierno, debido a que el pequeño Búho llevaba su cabello hacia abajo y Kiwi acomodó su barbilla sobre la cabeza ajena, arropándolo con brazos y piernas.

Comparto una mirada cómplice con Kuroo mientras nos chocamos las palmas, creando un acuerdo tácito que me recuerda: yo debo ayudar a Ojos Lindos y al chico de los videojuegos con mis amigos.

-Cuentale, cuentale- pide Bokuto, como todo un amante del drama.

Narro lo ocurrido para Oikawa con una cantidad enorme de detalles, termina enterándose de lo ocurrido con Eren, del tipo que realmente es Smith (la sombra de Levi) y como mi primo está ayudando a desarrollar la situación.

-¡Eso es interesante!- me detiene Tooru cuando cuento lo de Smith- ¿Le habrá ocurrido algo en el pasado con Levi para que lo cuide tanto?

Siento como si una cadena de bloqueo se rompiera en mi, abro los ojos lo más que puedo para observar a Tooru con admiración.

-No lo sé, pero tendría sentido- lo sigo.

-¿Tal vez hizo la promesa de cuidarlo?- Bokuto tiene los ojos cerrados, pero habla.

-¡Bien, Tooru!- lo alabo- ¡Un misterio con su posible solución!

-Gracias, gracias- levanta la mano para calmar a las masas imaginarias que lo alaban.

-Pero, retomando el temita, Izz...- Kuroo me toma de la barbilla para que gire a verlo-, salir con Smith me da miedo.

Le doy un manotazo para poder pensar mejor eso.

-Puedo espiarlos, para saber que estarán a salvo, Oiks vendrá conmigo- intento calmarlo-, no dejaré que les robe la virginidad, la necesito para prostituirlos a un precio más elevado.

-A mi no ¿Verdad?- Tooru parece temeroso.

-No, Kiwi, a ti no- prometo.

-¡Hey!- Bokuto abre los ojos- ¿No me quieres comprar, Oik?

-¿Quieres venderme tu virginidad?

-Sí.

-¡Okay, okay, no seas tan puta, Boku!

Una de mis pantuflas deja mi pie para ir a caer contra la cara de Bokuto, Kuroo se la lanzó sin que yo pudiese negarme.

-¡Con que ya no quieres que yo te tome, maldito traidor!- Kuroo se acerca a tomar mi otra pantufla, pero yo reacciono antes y se la lanzo de lleno al rostro.

-Esto es guerra- murmura Kuroo, levantándose.

Oikawa, Bokuto y yo corremos por cosas para lanzar mientras Kuroo nos embiste por todos lados con sus proyectiles.

-¡Ajá!- grita Bokuto, tomando una caja y abriéndola.

-¡No, Bokuto, ahí está Kronk!- grito con impotencia, él ya liberó a mi ronrón mascota.

El grito de espanto de Bokuto y Kuroo nos asusta terriblemente a Oikawa y a mi.

-¡Kuroo!- Bokuto gritaba como un desesperado mientras la bestia en miniatura volaba, pegándose contra los objetos, produciendo ruidos desagradablemente fuertes. Yo me relajé y tomé asiento en el centro de la habitación, llamando a Oikawa para imitarme mientras Kuroo corría junto a Bokuto, intentando escapar de mi hijo Kronk.

-Si eres paciente, verás como de fácil el ronrón se le pega a uno de esos dos- le explico.

Justo. Mi pequeña bestia terminó jugándoles la vuelta para terminar por anidar en el cabello de Bokuto.

-¡Kuroo!- ese grito fue tan fuerte como las carcajadas que soltamos Oikawa y yo luego de oírlo. Pero no termina ahí, porque Bokuto se lanza contra Kuroo, apretando los brazos alrededor de su cuello y las piernas entorno a la cintura ajena.

-¡Bokuto, exagerado, quitate!- le grita Kuroo con horror al ver como el insecto comienza a desplazarse hacia él.

Me levanto con pereza para dirigirme a Bokuto, que erróneamente intenta sacudirse el insecto del cabello, Kuroo parece estar calculando sus movimientos para el momento en que yo simplemente tomo al pobre animal para alejarlo de esos idiotas.

-¿Qué con ustedes? Así no pueden ni con una cucaracha- los regaño mientras tranquilizo a Kronk para regresarlo a su habitación.

Bokuto y Kuroo se lanzan a abrazar a Oikawa mientras lloriquean que soy de lo peor por tener una bestia en miniatura dentro de una caja.

-Es Kronk, y es sobrino de ustedes, tarados- defiendo a mi hijo.

-¡No nos dijiste que tenias uno!- Kuroo recrimina.

-Se regaló el primer día de clases, entró a mi cuarto y lo dejé ahí. No requiere mucho cuidado y vive un año a lo mucho- explico.

Bokuto se gira con los ojos llenos de lágrimas.

-Que triste- llora él.

Oikawa le da un zape.

-¡Kiwi!- las lágrimas siguen rodando por las mejillas de Bokuto.

-Ya, ya, mucho drama, largo a dormir, animales- tomo una frazada y armo mi cama en en sillón.

-¿No tienes otra?- pregunta Bokuto, observando con pena la alfombra.

Niego mientras me acerco al interruptor, Kuroo y Oikawa están ya acostados con la posición de la cuchara, donde Kuroo lo abraza por la espalda.

-Ellos parecen querer darte espacio- Bokuto no tiene de otra más que dormir con ellos, siguiendo el trencito de la estatura.

Cuando apago la luz me lo pienso dos veces para, finalmente, diriguirme a mi cama, siguiendo con la posición de dormir de todos.

-Que lindo grupo- susurro antes de dormirme.

~•~

U

n golpe y el dolor me despiertan cuando la luz del sol comienza a colarse por la ventana.

-Auch- me quejo mientras descubro que me caí de la cama-, hijo de Smith.

Me levanto del suelo unos segundos después para ver la hora, aún media hora para despertar. Quiero gritar mi mala suerte, pero me detiene que alguien toca la puerta.

-Akaashi, Kenma, es muy...- me quedo estática al ver que no es ninguno de los dos mencionados quién está en la puerta.

-Me dijeron que Mierdakawa estaba aquí- suelta ante mi mudez.

Yo tiro la puerta para que se abra completamente y pueda notar donde está el chico.

-Perdón, noche salvaje, lo dejamos agotado.

Me cruzo de brazos, apoyada en el marco de la puerta, Iwaizumi solo observa detenidamente la escena, pero sus ojos no delatan nada.

-¿Lo hicieron?- es lo único que pregunta.

-Como tú y él- puntualizo.

Nos lanzábamos insultos con unas cuantas miradas mientras nuestras sonrisas se extienden.

-Oh, no importa, él no es alguien que quiera realmente- eso hasta a mi me duele.

-¿En verdad? Y yo que iba a ofrecerte que te unieras a nuestras noches desbordantes de pasión.

-¿Con tus amigos vírgenes?

-¿Qué sabes tú de la vida sexual de mis amigos?

-Pues uno es un nerd total y otro es un idiota creativo al que probablemente nunca se le ha parado.

Tomo la puerta y empujo al chico fuera de la habitación para que quedemos ambos fuera.

-Escucha, Idiozumi- comienzo yo-, podríamos llevarnos bien si no fueras un completo estúpido con mi muchacho.

Él sonríe.

-Nunca podremos llevarnos bien entonces.

Y se marcha sin decirme algo más, tampoco es como que yo fuese a seguirlo para sacarle información sobre su comportamiento con Tooru.

-Ñeh- ingreso de nuevo a la habitación para despertar a mis hijitas y llevarlas a estudiar.

Las clases siguen su transcurso normal, entrego las tareas de día solo para que me den otras cuarenta para hacer, pero como es un lindo viernes tengo dos días más para adelantar. No me encuentro con Tendo en ningún momento, y eso me deja una sensación de vacío que no logro explicar ni mucho menos comprender.

Cuando ya es hora de almuerzo, me junto con el grupo de Yuu, lo extraño es que no está ni Yuu ni Mika.

-¿Donde se metieron estos idiotas ahora?- pregunto.

-Nadie lo sabe- Mitsuba me pasa una caja de dulces mientras habla-, no nos avisaron nada.

-Me huele a confesión- canturrea burlona Shinoa.

-No creo, son un poco lentos- sonríe Yoichi.

-Tambien son idiotas, pero eso si lo son mucho- puntualiza Kimizuki, haciéndonos reír.

Oikawa llega en ese momento, saluda a los chicos del grupo para luego sentarse.

-Olvidé mi gaseosa- se da un golpe en la frente al notarlo.

-Puedes tomar de mi agua- le ofrezco la botella sin pensarlo.

-¿Y tú?

-Les robaré a Kuroo y Bokuto.

Cuando estoy por empezar a comer tranquilamente, mi teléfono, avisando una notificación, suena pero es una canción que yo no conozco.

-Hey! Witch Doctor! Give us the magic word!- canta una voz animada.

-All right, you go oooh eeeh, oooh ahah, ting tang, Walla walla, bing bang!- sigue una voz más seria.

-All right!- responde de nuevo la primera voz.

Giro para observar con atención a Kuroo.

-Esto es tu culpa, ¿Verdad?- pregunto lo obvio.

Bokuto se rie frenéticamente.

-¡No, fui yo!- se quema el idiota.

Giro los ojos, desbloqueando el teléfono para que la canción pare y yo lea el mensaje.

Levuu-Love:

Izz, estás invitada (junto a tu grupo) a la fiesta de mañana en la facultad de derecho.

¿Qué te parece?

Ohh, suena interesante.
¿Solo llego y pregunto por el enano de Blanca Nieves?

Solo llega con tus amigos e intenta buscarme.

Tu solo quieres que lleve a Eren (͡° ͜ʖ ͡°)

Complaceme con su presencia ;)

A sus ordenes, Capitán.

-•-

-Oigan, chicos, estamos invitados a la fiesta de la Facultad de Derecho mañana- les aviso.

Ellos festejan mientras yo le envío mensajes a Eren, Sebastian y Ciel contándoles lo de la fiesta en un texto corto.

-¿Pueden invitar a Kenma y Akaashi?- pido.

-Yo les escribo- Kuroo saca su teléfono, mostrando el bonito dibujo de gato negro que lleva en la carcasa, creando especialmente por nuestro búho favorito.

Mañana será la noche de perdición.

Plan IwaOi:
¡Idizumi, comportate!

Plan MikaYuu:
¿Donde mierda están?

Plan BokuAka:
Ebullición.

Plan KuroKen:
Vestiré de cuero a Kenma.

Plan Para Prostituir A Kuro y Bokuto:
A punto de culminar.