✏ Capítulo 15 ✉

- Señora Chang, ¿usted tenía reglas a la hora de quedar con chicos?

Estaba empezando a preguntarme si era la única persona del mundo que no tenía reglas a la hora de quedar con chicos y si eso era parte de mi problema.

Estaba sentado frente a un escritorio de la oficina central, cumpliendo con mis obligaciones como ayudante, que aquel día consistían en pasar a ordenador la lista de clase manuscrita del día anterior.

La señora Chang levantó la vista de la pantalla.

Tenía más o menos la edad de mi madre y era guapa, rubia, con el pelo largo y gafas.

Casi podía imaginármela de adolescente.

Casi.

- ¿Reglas? -preguntó la señora Chang con el ceño fruncido.

- Sí, bueno, como «sé misteriosa, pero no demasiado», «no te rías del chico con el que estás saliendo»... Cosas así.

Ella sonrió.

- ¿Tienes la costumbre de reírte de los chicos con los que sales?

- Solo cuando hacen algo gracioso.

La señora Chang meditó un segundo.

- Cuando salía con chicos, mis amigas y yo decíamos: «No llores delante de él antes de la tercera cita»

- ¿Llorar? -repetí con el ceño fruncido.

- Sí. Los chicos se ponen nerviosos cuando lloras.

- No creo que tenga que preocuparme por eso.

- ¿No lloras?

- Nunca llego a la tercera cita.

Ella volvió a sonreír, como si fuera una broma.

Lo era.

Más o menos.

- Las reglas son una estupidez -dijo- Sé tú mismo y punto.

- Es más fácil decirlo que hacerlo.

Introduje el último dato de la lista en el ordenador y archivé la copia física

- Ya está.

- Ah, bien.

Señaló hacia el otro lado de la habitación.

- ¿Puedes tomar las llaves y dejar este paquete en la clase de la señora Wang?

- Claro.

Me puse en pie.

- ¿Para qué necesito las llaves?

- La señora Wang cierra con llave durante la cuarta hora. Es su momento para preparar las clases.

- ¿Dónde están?

- ¿No te he mandado nunca a dejar cosas en habitaciones cerradas?

- No.

Soltó un pequeño gruñido, como si fuera una sorpresa.

- Bueno, eres una persona responsable, así que puedo confiar en ti.

Me guiñó un ojo y se acercó a una vitrina que estaba al fondo del despacho.

Sacó unas llaves y me las puso en la mano.

- Superresponsable -prometí con una sonrisa.

Tan responsable que, después de dejar el paquete en la clase de la señora Wang, acabé en el edificio de Ciencias, en dirección al aula 201.

El aula donde tenía Química.

Solo iba a mirar por la ventana, me dije.

Para ver quién se sentaba en mi
sitio.

Cierto, SeokJin tenía Química a cuarta hora.

Podría haberle preguntado y ya está.

¿Por qué estaba haciendo aquello?

Mi mejor amigo me lo habría dicho si hubiera visto a alguien pasarse toda la clase escribiendo.

Él se fijaba en cosas así.

Especialmente porque sabía que me estaba intercambiando notas con alguien.

Mi amigo por correspondencia debía de tener esa clase a segunda hora.

Aun así, quería mirar.

Tenía el corazón a mil cuando llegué al aula, pero estaba a oscuras y cerrada.

¿Por qué?

Las llaves se me clavaban en la mano y estuve tentado de usarlas, pero, ¿para qué?

¿Para conseguir la nota antes de tiempo?

¿Para ver si la mía había desaparecido
ya?

Ambas razones me parecieron demasiado vanas como para arriesgarme.

Me di la vuelta y corrí antes de que la señora Chang se diera cuenta de que estaba tardando mucho y me quitara el futuro privilegio de usar las llaves.

[🥀]

Cuando me tocaba Química, llegué a la puerta y vi que seguía cerrada.

El aula estaba vacía.

Esta vez me percaté de que había un cartel pegado en la puerta.

¿Estaba ahí antes?

Seguramente.

«Hoy, laboratorio en el aula 301»

El laboratorio.

Me había olvidado del laboratorio.

Eso significaba que aquel día no habría nota.

También significaba que él no había leído la mía del día anterior.

No recordaba con exactitud qué había escrito.

Me acordaba vagamente de que había intentado hacer un par de bromas.

¿Pensaría que me estaba riendo de él?

¿Estaba poniendo demasiado empeño en ser gracioso?

Daba igual.

No estaba intentando salir con él.

Aún no sabía ni quién era.

No iba a darle muchas vueltas.

Además, las reglas eran una estupidez.

- Dice: «Hoy, Laboratorio en el aula 301»

Tae Hyung pronunció muy despacio cada una de las palabras del cartel.

Me giré con la intención de clavarle el codo, pero mantuve los brazos prudentemente pegados al cuerpo.

- Sí, lo sé.

- Llevabas tanto tiempo ahí plantado que estaba dudando.

- ¿Me estás acosando?

Él levantó las manos y se apartó.

- Solo estaba intentando ayudar. Soy así.

- Deberías reconsiderar tu definición de «ayudar»

Sonrió y empezó a contar palabras con los dedos de la mano derecha.

- Auxiliar, salvar, ser guapo. Creo que las tengo todas.

- Me parece que solo cuentas con la única que ni siquiera encaja en la definición.

- Me alegra que pienses que soy guapo, Kookie. Siempre lo he sabido.

Mis mejillas se sonrojaron al darme cuenta de que me había metido ahí yo solo.

Él se inclinó hacia mí.

- Y con esta son doscientas uno... -se señaló a sí mismo- A tres -me señaló a mí- Ya que las estás contando.

Le di un leve empujón y me alejé.

- Yo llevo por lo menos cinco puntos -murmuré.

Llegué al laboratorio y me senté junto a mi compañero, Jung Hyung.

Sabía que no habría ninguna nota bajo la larga mesa, pero miré de todas maneras.

Solo había tubos conectados a los mecheros Bunsen.

Seguramente, mi amigo por correspondencia y yo nos sentábamos en sitios completamente distintos en el laboratorio, pero no por eso me sentía menos decepcionado.

Jung me dio un par de gafas protectoras y dijo:

- Quizá deba controlar la llama yo. La última vez, casi hiciste saltar la alarma de incendios con el dragón de papel.

- Gracias.

Suspiré y me puse manos a la obra.

[🥀]
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⚘ Atte. ⚜☦ Ðҽʋιℓ Ɱιɳ ☽⋆

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