𝟖 - 𝑻𝒐𝒐 𝒈𝒐𝒐𝒅 𝒕𝒐 𝒔𝒂𝒚 𝒈𝒐𝒐𝒅𝒃𝒚𝒆



𝕆ℂℍ𝕆

Dime, ¿por qué, por qué no podemos intentar y empezar otra vez?
Así no puede ser como nuestra historia termine.
Eres más que mi chica, eres mi mejor amiga
Dime que te acuerdas cuando
yo era tu hombre y tú eras mi chica.
Eramos tú y yo contra el mundo.

Amber aun está mirándome fijamente sin musitar una sola palabra. Su silencio, y el de los niños, que si bien no entienden del todo que está pasando saben que hay algo mal y lo mejor es no hacer ruido, ¿por qué coño ella está entrando a un hotel con ese maldito hijo de puta? Me quito el cinturón de seguridad y abro la puerta. La cierro de un portazo, descargando mi rabia en ello. Oigo la puerta de Amber abrirse y cerrarse de inmediato y una mano fría y de uñas largas clavarse en mi brazo.

-¿Qué haces?¿Estás loco o algo parecido? Vuelve al coche y vámonos ahora mismo-Frunce con fuerza el ceño en cuanto ve que intento seguir mi camino hacia la entrada del hotel.

Me detengo para hablar, girándome brevemente hacia ella.

-¿Estás jodiéndome? No voy a irme a ningún puto sitio sin Alice.

Se lleva las manos a la cabeza, tirando un poco de su cabello y jadeando con incredulidad. Boquea un poco y deja caer las manos con fuerza a los costados.

-¿Eres imbécil? ¡Te mandó a la mierda, Seth!-Chilla y me empuja. Está cabreada-No te quiere y no quiere verte, ¿qué cojones crees que vas a conseguir yendo a buscarla? ¡Nada, maldita sea! ¡No vas a conseguir nada!

¿Cree que no lo sé? ¡Maldición! Claro que lo sé.

-¡¿Crees que me importa que no quiera verme?! ¡Me importa una mierda, Amber!-También grito. Estoy furioso conmigo, con mi hermana y por supuesto que estoy furioso con Alice. Las personas que pasan a nuestro lado nos miran sin disimulo y los niños en mi coche se han pegado a la ventanilla para ver que está pasando.

-¡Deja de ir detrás de su culo, Seth! ¡Deja de arrastrarte de una puta vez, los Walls no nos arrastramos por nadie!-Me chilla y vuelve a empujarme-¡Acepta que se acabó y que estás en esta puta situación por tu maldita culpa! La cagaste, joder, asúmelo de una vez y deja esta mierda ya.

Sus palabras sobre que ella no va a volver conmigo se sienten peor que puñetazos en el estómago, pero tiene razón. Así que apretando la mandíbula y los puños me giro del todo hacia mi hermana y hago mi camino de vuelta al coche.

-Bien, lo tengo. Deja de gritarme y empujarme.

Arranco cuando ambos nos hemos puesto el cinturón de seguridad. Michael me mira durante todo el camino, Allyson, sin embargo, hace varios minutos se ha quedado dormida en su sillita.

-¿Qué?-Pregunto con brusquedad, mirándolo por el espejo retrovisor. Michael también me devuelve la mirada, con las cejas rubias elevadas.

-¿Esa era Alice?-Su pregunta me toma tan de sorpresa que tengo que frenar de golpe. Trago en seco antes de girarme hacia él.

-Sí-Es lo único que digo. No soy capaz de articular una sola palabra más. No esperaba que ellos sí dieran cuenta de lo que estaba pasando.

Michael parece que quiere seguir haciendo preguntas y hablado del tema. Abre la boca dispuesto a indagar más en el tema, pero Amber lo interrumpe.

-Mike, cariño, este no es el momento de hacer preguntas-Murmura Amber, girándose ligeramente hacia él, con una cálida sonrisa en los labios.

Michael solo asiente, devolviéndome la mirada a través del espejo retrovisor. Se lleva la pajita a los labios terminando el contenido del vaso, haciendo un ruido terriblemente irritante.

Largos y eternos minutos después llegamos a la casa de Ashley. Amber y Michael prácticamente corren al interior de la casa mientras que yo tengo que hacer mi mejor intento para coger a Allyson del asiento sin que se despierte. Este día estaba siendo una completa mierda como para añadirle a mi sobrina llorando por haberla despertado de su siesta.

Cuando la dejo en su cama vuelvo al salón donde mi hermana y mi sobrino están jugando al tenis en la Wii. Camino a la cocina y saco una botella de vino y cojo una copa de la alacena para a continuación sentarme en uno de los taburetes. Tras varias copas de vino y cinco cigarrillos por fin empiezo a sentirme un poco relajado. Amber y Michael hace tiempo han dejado la Wii y ahora están en el jardín jugando con pistolas de agua y para mi gran suerte Allyson aun duerme.

Allyson llora y yo quiero golpearme por haber traído el receptor de bebés que Ashely tiene en la habitación. Ni siquiera sé porqué narices ella sigue teniendo esto.

Maldigo una y otra vez mientras asciendo las escaleras hacia su dormitorio. Ella frota sus enormes ojos azules a la vez que sigue lloriqueando. Tiene los rubios rizos despeinados y lo peor es que ella sigue pasando sus pequeñas manos entre ellos, destrozándolos aun más. Sonrió, lo más reconfortante que puedo en este momento y la tomo entre mis brazos, logrando que deje de llorar al instante.

Finalmente me daba cuenta que lo mío no era ser abogado ni espía. Lo mío era ser niñero de Allyson, porque se me da terriblemente bien. La pequeña niña me da un beso demasiado húmedo en la mejilla antes de contarme que ha tenido una pesadilla.

-Bien, ya está, bebé. Las pesadillas son una mierda, ¿eh?

Allyson asiente, apoyando después su cabecita en mi pecho. Los suaves rizos me hacen cosquillas en la barbilla a medida que bajamos las escaleras hacia la cocina. Saco un vaso de uno de los armarios y leche de la nevera, a continuación sirvo un poco. Lo sujeto por ella y lo llevo a sus labios para que empiece a tomárselo. Allyson da pequeños sorbos mientras balancea los pies y juguetea con los dedos de mi mano libre.

El ruido de la puerta me indica que Ashley por fin ha llegado, lo que significa que puedo irme. Ella sonríe y toma en sus brazos a la pequeña que no duda en tirarse en ellos, aun así no suelta mi mano.

-Gracias por quedarte con ellos otra vez-Dice antes de besarme en la mejilla. De repente su ceño se frunce y deja a Allyson en el suelo indicándole que vaya al jardín con Amber y su hermano mayor-¿Estás bien?-Eleva las cejas en espera de mi respuesta, repasando con la mirada la botella casi vacía de vino y el cenicero-Amber me ha contado lo que pasó...

-Por supuesto, ¿acaso en algún momento he estado mal? Ella me mandó a la mierda, ¿y qué? Me importa una mierda. Una enorme.

-Vamos, deja esa actitud, Seth. Sé que estás un poco despechado, pero...

-¿Despechado? Claro que no-Rueda los ojos ante mi respuesta mientras sirve vino en su copa, bebiéndose la mitad del contenido de un sorbo-¡Me voy!

-¿Dónde?

-¡A la mierda! ¡Ahí me voy!

-Pues vete a la mierda directamente. Nada de emborracharte o drogarte, haz el favor de madurar ya. Tienes 25 años, deja de ser un imbécil inmaduro.

Ignoro lo que me dice y cerrando de un portazo la puerta de mi coche me dirijo al bar de Tom. Realmente lo necesitaba ahora.

Varios días después de haberme ido de casa de Ashley fui a verla de nuevo. Ella piensa que debo darle tiempo a Alice y a mí mismo, tiempo real, sin acosarla y ese tipo de cosas. Diariamente me despierto con ganas de ir a buscarla, pero sé que no debo. Sé que tengo que darle tiempo, por lo que me dedico a repetírmelo constantemente para frenarme. Aun así esperaba que ella también estuviese pensando en mí como yo lo hacía, que pensara en nuestra relación y en darme una segunda oportunidad.

-¿Y bien?-La voz de mi padre me saca de mis pensamientos de golpe. Cojo el vaso con ron de la mesa y doy un rápido sorbo a la vez que elevo las cejas y espero que vuelva a hablar. Dejo el vaso vacío al lado de unos papeles supuestamente importantes.

-Quiero tener mis vacaciones antes de empezar a trabajar contigo-Digo entrelazando las manos para apoyar mi barbilla en éstas y poder mirarlo mejor-. Aunque para ser sincero preferiría no tener que trabajar contigo.

-Bien-Murmura, resoplando con impaciencia. Me pongo de pie cuando me aseguro de que no dirá nada más y después salgo de su despacho.

De camino a mi departamento aprovecho para pasar por la casa de los padres de Alice, donde sé que ella pasa la mayor parte del tiempo. Está el portón abierto, por lo que puedo ver varios coches en el interior. Distingo el Lamborghini de Dylan y ninguno más, lo cual es bueno porque quiere decir que ninguno de esos gilipollas que están detrás de ella.

Me detengo por unos cuantos segundos hasta que recuerdo que tengo que darle tiempo , por lo que a regañadientes reanudo mi camino hacia mi departamento. Aparco en mi plaza en el garaje y con pereza me dirijo al ascensor marcando mi piso. Una vez está en movimiento se detiene en la planta baja, dejándome ver a una chica con una caja en las manos. Me sonríe, y yo por inercia hago lo mismo, en cuanto presiona el séptimo piso y se apoya en la pared a mi lado.

Saco el móvil de mi bolsillo trasero para evitar mirarla. Es la primera vez que la veo y wow vaya que es guapa.

-Soy nueva. Bueno, en realidad llevo aquí una semana y aún estoy mudándome-Dice sonriendo mientras eleva la caja de cartón con cosas dentro.

Me dedico solo a asentir, dando un rápido vistazo a su cuerpo. Salgo con prisa del ascensor cuando se detiene en mi planta y del mismo modo entro en mi departamento cuando ella grita un agudo "adiós".

Ya dentro me ducho en el tiempo que espero a que me traigan la pizza que he pedido. Enrollo una toalla en mi cintura y corro a la puerta cuando escucho el timbre. Estoy sorprendido al abrir y encontrarme al otro lado con la chica del ascensor. Esta vez lleva el largo cabello castaño suelto y ha cambiado los pantalones de chándal por unos shorts y una camiseta escotada y corta.

Como respuesta lo único que hago es enarcar ambas cejas un tanto interrogante.

-Soy Aimee, tu vecina de arriba-Por un extraño motivo ella resalta la palabra tú-.Esta noche daré una fiesta de inauguración y quería invitarte a que te pases. Sube sobre las 21:00, pero no hay problema si quieres pasarte antes-Tras eso ella me guiña un ojo y se va, contoneando las caderas.

Resoplo. En otro momento de mi vida no hubiese dudado ni un poco en follármela contra la pared de mi propio departamento y luego hacerlo por todos los lugares del suyo, pero ahora no. En mi cabeza solo había cabida para un preciosa castaña de ojos verdes que me había mandado a la mierda.

ALICE

Ruedo los ojos cuando mi móvil vuelve a sonar, por lo que al igual que antes, simplemente rechazo la llamada. Adam no ha dejado de llamarme desde que me he levantado esta mañana y quiere repetir lo mismo de los días anteriores. Realmente no recuerdo mucho de lo qué pasó después de llegar al hotel y emborracharnos, como lo habíamos hecho las veces pasadas, lo único de lo que soy consciente es de mi dolor de cabeza, las náuseas y las pocas ganas que tengo de saber algo de Adam.

Hoy he decidido pasar el día en mi departamento, ya que Lisa y Derek tenían una reunión y Lexy estaría en casa de Ashley, la hermana de Seth. En el tiempo que estuve en Alemania, Lex empezó a pasar mucho tiempo con Michael, ya que también iban al mismo colegio.

El sonido de mi móvil anuncia que tengo una nueva llamada, por lo que ya harta me lo llevo a la oreja, contestando sin mirar de quien se trata.

-¿Qué narices quieres?

-Oh...¿molesto?-La voz compungida de mi padre al otro lado de la línea me hace arrepentirme de inmediato por la forma en que he contestado.

-Scheibe! Lo siento, papá. Pensé que eras otra persona, yo...-Empiezo a trabarme un poco hasta que escucho la ligera risa de mi padre.

-Lo sé, cariño-Dice tranquilamente-. Por cierto, ¿estás ocupada?-Murmuro un "no" por respuesta-Al final vamos a salir más tarde de aquí y no podremos pasar a buscar a Lexy...

-¿Quieres que vaya a buscarla?-Lo interrumpo antes de que diga algo más.

Desde que había vuelto no había visto a Ashley, no había motivo para hacerlo hasta ahora, y debo confesar que ella siempre me intimidó un poco, incluso cuando estaba con Seth lo hizo. No es que no fuese agradable o que nos hayamos visto mucho, pero las veces en que lo hicimos ella era tan seria, a excepción de la vez que Seth me presentó a su familia, que me intimidaba sin darse cuenta. Amber era todo lo contrario, supongo que se parece más a Seth y era más fácil estar a su al rededor.

Así que esperaba que diga que no tenía que ir a por ella, aunque por otro lado era obvio que tendría que hacerlo.

-Por favor.

-Vale, iré a por ella. No te preocupes. Adiós.

Tras escuchar su despedida cuelgo. Resoplo con fuerza y me dejo caer del mismo modo sobre la cama antes de juntar fuerza para levantarme e ir a la ducha.

Una vez lista y en el coche introduzco la dirección de la casa de Ashley en el gps para ir a buscar a Lexy, después pongo la música en aleatorio. La primera canción que suena es the real slim Shady, por lo que la cambio de inmediato. Esta, sin duda alguna, es de las canciones favoritas de Seth.

Hemos salido de uno de los entrenamientos de fútbol de Seth. No hace mucho mis hermanos se enteraron de nuestra relación por lo que ya podíamos estar juntos sin problemas. Esta vez él se ha duchado en los baños del gimnasio, ya que después del entrenamiento iríamos a comer y luego a comprar algunas cosas para el departamento. Seth quería adaptarlo para los dos, es decir, darle un toque más femenino.

The real slim Shady es la primera canción en sonar en el coche en cuanto Seth conecta su móvil al Bluetooth.

-May I have your attention, please?
May I have your attention, please?
Will the real Slim Shady please stand up?
I repeat, will the real Slim Shady please stand up? We're gonna have a problem here-Seth canta la primera estrofa con toda la emoción del mundo, cambiando su voz como Eminem lo hace y haciendo gestos raros.

El resto de la canción transcurre exactamente igual. Él se la sabe a la perfección y no deja de cantar ni cuando se lleva el cigarrillo a los labios. Me quedo embobada mirándole y una sonrisa tonta se abre paso en mi cara, por lo que sin pensarlo saco mi móvil del bolsillo trasero de los jeans y le grabo. Él en su chulería innata me mira y me guiña un ojo mientras sigue cantando. Esta vez lo hace todo más exagerado y me encanta demasiado.

Cooler than me me saca completamente de mis pensamientos, lo cual agradezco bastante, porque lo que menos necesitaba era pensar en Seth ahora mismo.

Unos veinte minutos después llego a casa de Ashley. Por un momento me lamento porque Lexy no tenga un móvil para poder llamar y que salga sin tener que entrar yo a buscar, pero lamentablemente no lo tiene, así que a regañadientes me quito el cinturón y salgo del coche, cerrando la puerta con suavidad.

Me muerdo el labio inferior y resoplo antes de presionar el botón del timbre. No pasa más de 30 segundos cuando la puerta se abre. Ashley se queda boquiabierta cuando me ve y tarda un poco en reaccionar y dejarme pasar o entregarme a mi hermana.

-Alice-Es lo único que dice-. Lexy está en el jardín con los niños, pasa si quieres, ¿o tienes prisa?-Simplemente asiento y sonrío cuando ella lo hace. Se mueve hacia un lado para que pueda pasar-¿Quieres algo de beber o comer algo?

-Eh...-Dudo un momento mientras la sigo a la cocina y me siento en uno de los taburetes de la isla de la cocina-Agua estaría bien.

Ashley deja el cuchillo a un lado y se lava las manos antes de girarse y mirarme con el ceño fruncido. Ella parece querer decir algo, ya que abre la boca y la cierra sin articular palabra, luego simplemente camina hacia uno de los armarios y saca un vaso donde posteriormente echa agua fría.

Cuando ya tengo el vaso frente a mí musito un suave "gracias". No tenemos tiempo a decir algo más, porque los niños entran corriendo a la cocina. Lexy se tira, prácticamente, a mis brazos cuando me ve. Por otro lado Michael se queda boquiabierto cuando nota mi presencia en la cocina y toda la euforia que tenía en el cuerpo lo ha abandonado. Golpea con fuerza el suelo con el pie y tras coger el sándwich que su madre le ha ofrecido sale de la cocina.

Vaya...

-¡Michael!-Grita Ashley yendo detrás del niño.

Allyson se queda mirando la escena sin inmutarse mucho y sigue masticando el sándwich que su madre ha cortado por ella y colocado en un platito pequeño. Lo único que hago es sonreír cuando ella me mira y tal como yo he hecho antes con su madre, me devuelve la sonrisa. Se le iluminan los ojos y marcan unos enormes y bonitos hoyuelos. Ahora entiendo porque a Seth se le caía la baba cada vez que me hablaba de Allyson.

-¿Nos vamos ya?-Le pregunto a Lexy cuando se sienta a mi lado a comerse el sándwich que Ashley le ha preparado.

-Pero aun no hemos terminado de jugar-Se queja dejando caer la cabeza contra la isla, sin llegar a hacerse daño. Me mira desde su posición, con la cara aplastada contra el mármol, haciendo un puchero-. Mike iba a enseñarme un nuevo juego y después Ashley nos iba a dejar jugar con las pistolas de agua.

-Papá me llamó y dijo que tenía que venir a por ti, ¿no tienes clase de piano hoy?

Lexy se golpea la cara con la palma de la mano, exagerando la situación, y deja caer el trozo de pan sobre el plato. Allyson la mira riendo un poco e inmediatamente la imita.

-¿Puedo faltar hoy? Por favor, Alice-Vuelve a hacer un puchero y junta sus manos para dar énfasis a su súplica.

-Venga, vale-Accedo, encogiéndome de hombros-¿Qué le pasa a Michael?

Lexy se encoge también de hombros a la vez que bebe directamente de la pajita del envase de zumo. Ashley aparece unos minutos después de eso, disculpándose por "los malos modales de su hijo"

-No sé que le pasa a este niño-Dice ella, sentándose frente a mí y al lado de la pequeña niña de rizos rubios-. Normalmente no es así. Bueno, solo con Seth, pero tú lo conoces muy bien, así que puedes entender a Michael.

Lo único que hago es asentir, porque realmente no sé si quiere iniciar una conversación dirigida hacia Seth y porque tampoco sé que debo decir. Si, probablemente soy una de las personas que más conoce a Seth, en todas sus facetas y me encantaban todas, menos la de mujeriego pone cuernos, nunca puse pegas a su forma de ser, porque lo amaba de cualquier manera.

-Vamos a pedir pizza para cenar. Thomas está de viaje de trabajo, así que sólo estamos los tres, ¿queréis quedaros a cenar?-Pregunta, sonriendo amablemente cuando finaliza.

Mientras medito mi respuesta me fijo en detalle en su apariencia. Sonrisa bonita, con dientes blancos y perfectos, un pequeño hoyuelo en la mejilla izquierda. El cabello castaño claro lo lleva atado en una coleta despeinada y lleva un vestido floral suelto que la hacen ver mucho más joven. Tiene las manos, con uñas largas pintadas de negro, cruzadas sobre la isla y un elegante anillo de oro con un diamante central.

Por un momento no puedo evitar desviarme y pensar en cuanto debes de amar a una persona para querer compartir toda tu vida ella. El nivel de confianza para saber que está lejos y estar tranquila porque sabes que no te va a fallar.

-¡Sí, sí! ¡Pizza!-La emocionada afirmación de Alexa me saca de mis pensamientos, haciendo que la mire de inmediato.

-Perfecto entonces-Ella vuelve a sonreír-. Podéis ir a jugar otra vez hasta la hora de la cena.

De inmediato las niñas se bajan de sus asientos y corren hacia la salida para ir al jardín. Nuevamente nos quedamos solas y yo no estoy muy segura de que debo decir. Ni siquiera sé si quiere retomar la conversación que empezaba a dirigirse a Seth o si debemos cambiar de tema.

-No estás muy cómoda, ¿eh?-Afirma, como si pudiese leerme la mente-No quieres hablar de él, ¿cierto?-Asiento y ella sonríe, comprensiva. Me coge las manos y da unas suaves palmadas-Si alguien conoce a Seth soy yo, Alice. Y sé que es un completo desastre con piernas, pero te ama. La cagó demasiado e hizo cosas imperdonables. Soy consciente de todas las oportunidades que le has dado, porque me lo ha contado todo. No te pido que le perdones de inmediato o que regreses con él, Diablos, jamás te pediría eso, pero por lo menos dale una oportunidad de estar en tu vida como un amigo. Sé que no tengo el derecho de pedirte algo así, es una locura convivir con él, sin embargo, cuando está contigo es diferente y es feliz; siento si parezco egoísta, pero amo a mi hermano y quiero lo mejor para él. Y sin duda alguna tú eres lo mejor.

-¿Cómo puedes confiar en Thomas?-Pregunto sin más, con toda la entereza que puedo tener después de lo que me ha dicho-¿Cómo puedes estar tan tranquila estando él tan lejos?

Mi pregunta parece tomarla por sorpresa, porque no es hasta pasado unos minutos que vuelve a hablar. Aprieta los labios con fuerza y vuelve a su posición inicial, con la espalda recta y las manos sobre el mármol, manteniendo un poco la distancia.

-Conozco a Thomas desde que éramos pequeños-Comienza a decir. Tiene una pequeña sonrisa adornándole los labios y le brillan los ojos-. Crecimos juntos y aunque en algún momentos tomamos caminos distintos, cuando nos reencontramos ya sabíamos que iba a ser para siempre. He confiado en él durante toda mi vida, Alice, sin embargo; hemos ido reforzándola a lo largo de todo el tiempo que hemos pasado juntos. Confío en él, porque lo conozco y amo. Nos amábamos entonces, nos amamos ahora y probablemente nos seguiremos amando.

Por un momento la envidio por la increíble relación y confianza que tiene con su marido. Por un corto momento deseo algún día poder construir algo así con alguien. Tener un casa bonita con hijos preciosos y un marido maravilloso que solo aporta amor y confianza.

-Creo que entonces entenderás que yo ya no confío en tu hermano y siento que cada vez lo amo menos, Ashley, por eso no quiero tenerlo en mi vida.

No sé quién está más sorprendida de las dos con mi respuesta, pero es totalmente cierto lo que digo. No confío en él y probablemente no podré hacerlo nunca más. Sobre decir que cada vez lo amaba menos... vaya, ni siquiera yo podía creérmelo.

Ashley no pude responder, ya que su móvil empieza a sonar en algún punto de la sala de estar. Se disculpa antes de abandonar la cocina y dejarme completamente sola con mis pensamientos. Horrible momento para dejarme a solas con mi conciencia torturadora.

Un rato después reaparece en la cocina algo atareada y con el uniforme puesto. La miro con las cejas elevadas a la espera de una explicación.

-Lo siento, Alice, acaban de llamarme del hospital y tengo que ir corriendo, ¿podrías quedarte con los niños hasta que llegue la niñera? Podéis pedir aun así la pizza, Michael sabe donde está el dinero. ¡Gracias!

Después de eso se dirige al jardín sin esperar algo más que un asentimiento como respuesta de mi parte. Minutos después lo único que escucho es el motor de su coche y entonces estoy sola con tres niños pequeños y una casa desconocida hasta que llegue la niñera y pueda irme.

Me quedo un rato entreteniéndome con el móvil antes de levantarme del taburete para ir a ver a los niños. Puedo escuchar aun desde aquí los gritos y risas de los pequeños, por lo que suspirando y arrastrando los pies camino hasta la enorme pared acristalada para poder echarles un vistazo.

Tal como habían dicho están jugando con las pistolas de agua. Lexy y Michael están tan entretenidos mojándose el uno al otro que logran dejar a un lado a Allyson, la cual está sentada sobre el césped riendo por como juegan los otros dos.

Que mona.

El sonido del timbre me toma totalmente de sorpresa, porque no la esperaba tan rápido. Casi corro hasta la puerta un poco aliviada de no ser la única adulta. Me guardo el móvil en el bolsillo trasero de los pantalones antes de abrir la puerta.

-¿En serio?

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Que los Dioses antiguos y nuevos os guarden .

IG: 13DepuisLeDebut13

Próximo capítulo el sábado ✍️

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