𝟏𝟑 - 𝑪𝒐𝒏𝒗𝒆𝒓𝒔𝒂𝒕𝒊𝒐𝒏𝒔 𝒊𝒏 𝒕𝒉𝒆 𝒅𝒂𝒓𝒌


𝕋ℝ𝔼ℂ𝔼

El mundo está durmiendo y estoy despierto contigo . Vemos películas que ambos ya hemos visto y ni siquiera estoy mirando la pantalla, es la verdad, tengo mis ojos en ti.
Nunca intentaré cambiarte, siempre querré lo mismo de ti. Juro por todo lo que rezo que no romperé tu corazón.

Las horas se van con lentitud mientras escucho a uno de mis profesores dar la última clase antes del descanso. El golpeteo de mis dedos contra la madera de la mesa es lo único que me mantiene por momentos aun en la realidad de donde estoy. La verdad no estoy prestando mucha atención a las explicaciones del profesor, lo cual me hace sentirme más culpable y suma un problema más a la larga lista que ya tengo, ya que esta es una de las materias más difíciles que tengo este semestre y mi mente está en otro lugar , y momentos, menos en lo que debe.

Han pasado casi unas tres semanas desde que admití ante Seth que quería una segunda oportunidad con él. Hemos tenido días maravillosos debo de confesar, a penas logramos estar separados el uno del otro, mantener nuestras manos lejos del cuerpo ajeno parece algo complicado, aun así Seth saca fuerzas para detenernos a los dos cuando mis hormonas me piden desvestirme y lanzarme sobre él. Quiere que vayamos lentos y seguros, que no sea como la primera vez que fue todo demasiado loco.

Teníamos tardes demasiado tranquilas donde solo nos tirábamos en el sofá a ver películas o alguna serie ya repetida, porque lo importante era estar juntos, eso es lo que decía él. En ocasiones simplemente yo apoyaba mi cabeza en sus piernas mientras él trabajaba y me prestaba la atención que podía en ese momento, tal vez también intentaba sonsacarle algo más que algunas caricias, pero él estaba más decidido que nunca a esperar.

Las pocas veces que estaba sola era cuando me detenía a pensar en mi futuro y el del feto. No le quería, eso estaba claro, pero cuanto más lo pensaba más dudas comenzaban a surgirme. No sabía si era lo correcto, porque al fin y al cabo si el infierno existía yo tendría un lugar ahí por haberme deshecho de él, y por otras muchas cosas, o eso era lo que decía la madre Evangeline y a mí se me había grabado en la cabeza de por vida. Por otro lado, si continuaba con el embarazo iba a ser un estorbo en mi futuro sobre todo por la universidad. Tampoco tenía claro que clase de madre sería y si iba a amargarle la vida, tal vez haría de él o ella una personita infeliz, porque nunca tendría el afecto y cuidados que necesita. En algún momento de estas semanas, pensé en la adopción, sería una buena idea y tal vez le garantizaría un buen futuro, podría tener buenos padres que le quisieran más que a nadie en el mundo o tal vez acabaría en una familia desestructurada que le hicieran daño, la sola idea de que fuese así me daban ganas de vomitar.

Me excuso con rapidez ante el profesor antes de recoger mis cosas y salir corriendo de clase. Me llevo la mano a la boca tratando de contener el vómito y poder llegar al baño, pero al parecer no tengo tanta suerte cuando me veo obligada a echar el desayuno en la papelera más cercana.

-¿Alice?-La voz de Anne me hace incorporarme de inmediato. Con la mano izquierda me limpio la boca por si acaso estoy manchada de vómito. Gracias, mocoso. Sonrío como puedo, apoyándome en la pared, porque de repente todo me da vueltas y aun siento la bilis en la garganta-¿Estás bien?-Pregunta a la vez que se acerca a mí. Está guapísima como siempre, con el cabello rojizo recogido en una coleta alta, mientras que yo debo parecer la niña del exorcista-. Estás pálida. Vamos a tomar un café, ¿de acuerdo?-Me echa un rápido vistazo antes de rectificarse-. Mejor un té para ti.

Recojo mi mochila, que dejé caer en algún segundo mientras vaciaba mi estómago, y empiezo a caminar junto a Anne, primero a los baños para que pueda enjuagarme un poco la boca, y hacia la cafetería después de que la pelirroja me dé un caramelo de menta para quitarme el mal sabor. Aun me quedan un par de clases, pero agradezco que tengo unos treinta minutos libres en los cuales puedo charlar un rato con Anne para despejarme la cabeza, ¿Cuánto se supone que van a durar las nauseas matutinas? Más bien, ¿Cuánto se supone que van a durar las nauseas? porque las tenía a casi todas horas. Estando con Seth la mayor parte del tiempo era muy difícil para mí intentar ocultárselas y más porque él estaba empezando a pensar que mis problemas con la comida habían vuelto, por eso agradecía las horas y algunos días que pasaba sola.

-Siéntate mientras pido nuestras bebidas, ¿vale?

Asiento, alejándome de mi amiga hacia la mesa más lejana que hay. Por una extraña razón siento que puedo contárselo a Anne y que ella no me va a juzgar, a pesar de pasar tanto tiempo sin verla y sin hablar con ella, porque soy una pésima amiga. Ella nunca me juzgaba y siempre conseguía reconfortarme con sus palabras.

Unos minutos después aparece frente a mí con su café y el té que ha pedido para mí. Se sienta con lentitud y sonríe, dándome tiempo para que decida hablar. De camino al baño le dije que me había sentado mal el desayuno, que tal vez la leche estaba caducada, pero evidentemente no me creyó. Respiro hondo y posteriormente le doy un trago a mi té.

Los días están empezando a cambiar, han dejado atrás el poco sol del que disfrutábamos y han vuelto con más fuerzas las lluvias y consigo han traído algo de frío, por lo que el té hace la función de asentarme de algún modo el estómago y también de proporcionarme algo de calor.

Las personas en la cafetería están a lo suyo. Algunos con sus ordenador haciendo deberes y estudiando y otros simplemente mantienen una conservación amena a la espera de sus próximas clases. Y yo, bueno, yo estaba buscando algo de fuerzas para decirle a mi amiga por lo que estoy pasando.

-Anne, yo...-Empiezo a decir, tratando de encontrar las palabras para no sonar tan brusca, ¿Pero qué otra manera hay de decirlo? De todas formas necesito contárselo a alguien de confianza que no sea una niña pequeña y un hombre que me ha odiado durante toda mi vida. Ella me mira expectante, pero no me presiona-Anne, estoy embarazada.

Se atraganta con el café y tose. Tose por lo menos durante unos treinta segundos y mientras lo hace me mira de la misma forma que lo hicieron Lexy y Philip. Su mirada viaja de mi rostro a mi vientre y yo lo único que hago es esperar que salga del shock momentáneo bebiendo mi té con fingida calma.

-¿Qué?-Sonrío y vuelvo a repetírselo. Por primera vez lo encuentro divertido y no como el infierno que he estado viviendo estos días-¿Hablas en serio?-Me limito a asentir y encogerme de hombros-¿De cuánto?

-Casi doce semanas-Murmuro mientras saco mi cartera de la mochila y de ésta la primera ecografía que me hice-. Es esa cosa de ahí-Señalo rápidamente antes de entregársela.

Anne parece bastante consternada al principio, tanto que alguna lágrima desciende por sus mejillas, ¿Debo preocuparme? Después se pone en pie y me abraza con suavidad, como si fuera a romperme de un momento a otro si ejerce presión o como si pudiera lastimar al de por si ya escuchimizado feto.

-¡Madre mía, Alice!-Ella está tan emocionada que por un corto segundo envidio ese sentimiento-Espera, ¿Tengo que alegrarme o no?-La miro confundida, por lo que rectifica su pregunta, secándose los ojos con un clínex-Quiero decir, no te veo muy feliz, por lo que no sé si debo alegrarme o no.

Respiro hondo y bebo lo último que queda de mi té antes de disponerme a responder. Observo por el momento como algunas personas están recogiendo sus cosas para marcharse a sus clases o a sus casas o donde quiera que vayan a ir al finalizar. Otras nuevas llegan y ocupan sitios cercanos a nosotras. Anne saluda con una sonrisa y un ademán a unos chicos que pasan a nuestro lado, se entretiene también intercambiando algunas palabras con ellos hasta que yo hable. Cuando se despiden, que son pasados unos minutos, creo que me encuentro preparada para hablar. Más o menos preparada.

-No estoy feliz, Anne-Comento en voz baja-. Y me siento una persona horrible por no quererle.

Entonces nuevamente está de pie para abrazarme, esta vez lo hace con cuidado también, pero lo que pretende es reconfortarme de algún modo. Me sonríe con calidez y yo siento como parte del peso que llevo en mis hombros es liberado por poder hablarlo con alguien que no sea un capullo.

-No tienes que sentirte así, Alice-Comenta con una sonrisa comprensiva. La suavidad de su mirada me hace sentir más relajada, más cómoda, me siento comprendida por primera vez desde que me enteré. Agarra mis manos, que están sobre la mesa, dándome un dulce apretón-. No sé cual es la decisión que has tomado, pero quiero que sepas que te apoyaré. Si quieres abortar y no tienes quien te acompañe y cuide después de ti, yo puedo hacerlo. Y al contrario, si deseas tenerlo de igual forma estaré contigo en todo el proceso, Ali, y seré una tía muy feliz por el bebé y por ti.

Sin quererlo rompo a llorar, sintiéndome avergonzada de inmediato por estar en un sitio público. Le digo a Anne entre palabras atropelladas que son las hormonas que me tienen más sensible que de costumbre y ella se ríe, sin soltar mis manos en ningún momento.

Quiero a Mia, es mi mejor amiga desde hace muchos años, pero sentía que no podría contarle esto como lo he hecho con Anne. Mia se pondría histérica y me echaría la bronca por ser tan estúpida de no usar condón, lo cual entiendo, porque ha sido una irresponsabilidad enorme por mi parte. Y Terrence... Dios, Terrence me miraría con decepción, porque mi amigo es perfecto y yo una idiota. A pesar de eso sé que terminarían apoyándome, pero ahora mismo no necesitaba broncas.

-¿Quién...?-Se detiene de pronto, con las mejillas enrojecidas por la pregunta que quiere hacerme. Ni siquiera es necesario que termine, porque sé que es lo que quiere saber.

Me detengo frente al portal del edificio de Adam. Me dije que iba a hablar con él al día siguiente, pero Seth y yo habíamos llegado al acuerdo de que Adam iba a desaparecer de nuestras vidas para que funcionara la relación que queríamos empezar y yo acepté a ojos cerrados, sin embargo primero tengo que cerrar este episodio con él si pretendíamos que marchara bien. Entro en la recepción con lentitud, respirando hondo, intentando de alguna forma controlar un poco los nervios.

Dave, el conserje, me sonríe y deja pasar de inmediato cuando le digo que no avise a Adam de mi visita, porque quiero que sea una sorpresa. Ya en el ascensor siento que la subida se hace eterna, más aun cuando se detiene cada pocos pisos para que más personas suban también. Me tiemblan y sudan las manos cuando ya estoy frente a su puerta, por lo que me armo de valor para tocar al timbre y que todo esto pase de una maldita vez .

Adam abre con rapidez y de la misma forma sus labios están sobre los míos. Me agarra por el cuello y empuja contra la pared cuando lo hace, se me nublan todos los sentidos en ese momento y en lo único que puedo pensar es en su mano libre que aprieta mi culo y en disfrutar, con culpabilidad, de su beso.

¡Mierda!

¡Reacciona, Alice! ¡Ahora!

Lleva únicamente los boxers y tiene el cabello revuelto. La boca aun le sabe a alcohol, por lo que juntando toda la fuerza de voluntad que poseo, le empujo con mis manos posicionadas en su fuerte pecho. Sonríe divertido, pero se aleja, dándome un poco de espacio. Aprovecho para darme aire a mí misma con las manos.

Nunca antes me había parecido tan sexy, porque a penas tenía tiempo de mirarle cada vez que nos encontrábamos, ya que nuestras "citas" se basaban en el sexo y beber demasiado y a veces algo de éxtasis. Esta es la primera vez que tengo que mirarle como algo prohibido.

-Si no has venido a esto, ¿A qué has venido?

Se acerca hasta la encimera, dándome la espalda, y coge un cigarrillo, el cual enciende en cuanto encuentra el mechero que ha dejado sobre el sofá. Me mira, con los ojos entrecerrados esperando a que hable.

-Estoy embarazada-Suelto de golpe. Al contrario de lo que esperaba, él se muestra impasible fumando aún, hasta que procesa mis palabras y se ríe a la vez que suelta el humo de su cigarrillo. Me mira con auténtica diversión, repitiendo mis palabras en tono burlón. De igual modo se deja caer en el sofá y sin inmutarse en lo más mínimo enciende la televisión.

-No se te nota, así que sigue disfrutando de eso-Ni siquiera me mira mientras lo dice, lo único que hace es pasar de un canal a otro. Se ve tan tranquilo que lo único que quiero es golpearlo con toda la fuerza que poseo-. Aunque si tienes las tetas algo más grandes.

-¡Adam!-Chillo un poco enfada. Me pongo en cuclillas a su lado, esperando a que me mire-¡Deja de actuar como un imbécil y hazme caso!

Tira de mí nuevamente, volviendo a besarme con fuerza. Esta vez no lo disfruto, al contrario, me enfado mucho más por lo que termino golpeándole en el pecho para alejarme de él.

Es un idiota. Y se divierte con fastidiarme .

-¿Qué quieres que te diga? ¿Enhorabuena? ¿Felicidades?-Espeta de manera burlona- ¿Tal vez quieres que organice tu fiesta del bebé?

-Adam, deja de ser un imbécil. Tenemos que solucionar esto de una maldita vez.

Abruptamente se incorpora, haciéndome caer hacia atrás. Me mira con diversión y extiende su mano para que me ponga en pie, le ignoro completamente, golpeando su mano, para levantarme por mi propia cuenta y encararle. Él está tan divertido con la situación, con mi cara de enfado y la impaciencia que crece segundo a segundo en mí, que incluso empieza a empujarme ligeramente con su cuerpo para acorralarme entre su dura anatomía y la pared.

-¿Tenemos? No te equivoques, Alice, yo no tengo nada que ver en esta situación, pero si quieres mi humilde opinión, te diré que abortes e incluso te recomendaré una buena clínica.

Entonces mi enfado se incrementa aún más, porque él se está quitando el problema de encima como si nada, además de insinuar que he ido por ahí acostándome con otros hombres.

-¡No puedes hacer como si nada, Adam, también es tu problema!-Termino chillando mientras le empujo con mis puños en su pecho.

Nuevamente se ríe, pero esta vez me agarra por los hombros, haciendo que le miré fijamente a los ojos y es ahí cuando se pone serio por fin y habla:

-Alice, no es mío-Me tapa la boca con toda su mano cuando se da cuenta que estoy lista para protestar, dejándome una vez más contra la pared. Deja, deliberadamente, que su mano libre descienda por mi cuerpo, tocándome en el camino ambos pechos-. No es mío, porque tengo hecha una vasectomía desde hace años.

Antes de que pueda contestarle a mi amiga su móvil comienza a sonar. Deja escapar algunas maldiciones a la vez que se levanta de su sitio y contesta, disculpándose conmigo en voz baja. Asiento y sonrío restándole importancia, hasta que me doy cuenta que en poco menos de cinco minutos empieza mi segunda clase. Me disculpo también y le prometo llamarla para terminar la conversación y que me ayude a tomar una decisión.

⏭️

Nada más llegar a casa me dejo caer en el sofá, realmente estoy exhausta y por primera vez en estas semanas siento auténtica hambre, así que sin más remedio me levanto y camino a la cocina. Primero que nada saco de la nevera algunas fresas y leche y del fondo del armario la proteína, que tuve que comprar para subir de peso, para hacerme un batido antes de cocinar algo más. Al parecer al pequeño feto también le gusta, porque no me hace correr al baño.

-Te gusta esto, ¿Eh?-Inconscientemente me llevo la mano libre al vientre y lo acaricio, sorprendiéndome a mi misma por tal acto-¿Puedes comportarte también cuando esté aquí papá? Todavía no sabe que existes y no estoy segura de si va a saberlo. Perdóname, si la elección que tome no te beneficia en lo absoluto, pero estoy muy indecisa sobre tu futuro.

Mantengo una larga conversación con el feto mientras sigo bebiendo mi batido y me dedico a preparar algo decente para comer. En la espera también me di una vuelta por el baño, deteniéndome frente al espejo para comprobar si mi barriga había crecido aunque sea un poco, lo cual si había sucedido, tan solo una pequeña curva que se percibía de perfil en mi vientre. Me reconfortaba en cierta parte, ya que nadie más que yo parecía notarlo y eso era bueno, como había dicho Adam; debía aprovecharlo y ganar tiempo para poder decírselo a Seth o simplemente deshacerme de él. Siendo egoísta uno de los motivos, de mucho peso debo decir, por el cual tampoco deseaba tenerlo es porque realmente no estoy preparada para empezar a engordar de esa manera. Llevaba años luchando conmigo misma para verme bien y ahora que lo estaba consiguiendo, el quedarme embarazada no es lo recomendado. Tal vez tendría que ver a John .

Rápidamente me viene el recuerdo de nuestro primer san Valentín juntos y como le dije que deseaba que fuera el padre de todos mis hijos y ahora que era una realidad estaba aterrada sin saber que narices debía hacer. Seth y yo nunca tuvimos una conversación sobre eso, porque éramos demasiado jóvenes, yo mucho más que él en ese entonces; por lo que no tengo ni idea de si desea tener hijos o no. O tal vez si, pero no conmigo, ¿Estábamos listos si quiera para ser padres? ¿Nuestro amor era tan grande y fuerte cómo para tenerlos? Las dudas me consumían minuto a minuto, no puedo negarlo.

Amo a Seth del mismo modo que antes, con la diferencia de que en el pasado le hubiera confiado a ciegas mi vida, sin embargo ahora, cada vez que él no estaba conmigo siempre la desconfianza se cernía sobre nuestra relación. Le imaginaba de nuevo con Sierra, como en las fotos que vi, o con una chica nueva. Una distinta cada vez, lo cual me hacía ver que la decisión que había tomado era errónea. Sé a la perfección cuales son mis sentimientos, pero no los de él. No tengo ni idea si es otro juego de Seth para que caiga nuevamente de rodillas ante su falso amor o si realmente me ama como yo lo hago. Ni siquiera sabía que había hecho en el tiempo que no estuvimos juntos, porque desde luego yo no lo pasé nada bien.

Las ganas de tener que ir al baño otra vez me distraen de mis pensamientos abrumadores y por primera vez lo agradezco. No sé cuantas veces había tenido que ir hoy, pero empezaba a hartarme y eso que a penas estaba en mi tercer mes de embarazo. En unos cuantos días cumpliría mi doceava semana, por lo que después de las clases, tendría una cita con la ginecóloga para descartar en la ecografía alguna malformación grave y ese tipo de cosas, también podría adelantarme el sexo, no obstante, no estoy del todo segura de querer saberlo, porque lo haría todo mucho más real.

Hoy es uno de esos días en los que Seth no podrá pasarse por casa, ya que está muy ocupado. Ambos habíamos tomado esa decisión para parecer una pareja de novios normal, que iban poco a poco. La desconfianza volvía a hacerse presente, pero decidí sacar ese pensamiento rápidamente de mi cabeza, por lo que empecé a hacer algunos deberes y estudiar un poco. También aproveché el tiempo para comer algo más y ver alguna película, charlar un rato con Mia, ya que desde que habían vuelto y más el comienzo de las clases no habíamos podido vernos en ningún momento.

-Te veo de buen humor-Comenta con una sonrisa-. Supongo que tengo que aceptar que sea por Seth, ¿Verdad?

Me encojo de hombros y sonrío también. Son casi las diez de la noche y Seth me ha enviado algo de cenar y una rosa, así que llamé a Mia para contárselo mientras me dedico a devorar parte de la comida. En el pasado no habíamos vivido esto, el yo poder contarle a mis amigos, los pocos que tenía, mi relación con Seth, porque habíamos decidido ocultárselo a todos, y a las pocas personas que pude contárselo pusieron el grito en el cielo por la tontería tan grande que estaba cometiendo. Hoy también es uno de esos días en que el pequeño feto me deja comer algo más, sin que a los pocos minutos me vea obligada a vomitar todo.

-Simplemente me siento bien. Y estoy contenta de no tener que dar clases en alemán-Murmuro tratando de sonar divertida. Si bien parte de mi decisión de quedarme había sido por Seth también lo era, porque ya me había adaptado a este departamento, a ver a mis amigos con más frecuencia, pasar tardes con Lexy e incluso por Lisa y Derek. En esta nueva etapa quería permanecer en casa-. ¿Qué tal han ido las vacaciones?

Entonces mi amiga vuelve a sonreír comenzando a relatarme todo lo que hicieron en las vacaciones. Ella ni siquiera se salta los momentos de sexo con Terrence, y yo no puedo evitar preguntarme en que momento mi amigo, el rubio tímido, había dado tanta rienda suelta a su vida sexual.

-¿Estáis juntos entonces?-No puedo evitar que mi voz suene algo sorprendida. Si bien al comienzo de conocerse ellos no se habían llevado nada bien, ahora parecían más que inseparables, hasta se fueron de vacaciones juntos.

Mia se ríe y niega con la cabeza poniendo los ojos en blanco. Procede a explicarme porque nunca tendría nada serio con Terrence y que a veces solo salía con él para darle celos a una persona en específico.

-¿Quién es?-Pregunto más que interesada. Es raro que a Mia le guste alguien, pero cuando es así suele ser de las peores elecciones, como el chico que conoció en nuestra época en el internado y que le hacía hacer tonterías.

-No... Me gustaría decírtelo, pero creo que por ahora no es una buena idea, ¿nos vemos mañana?-Acepto con un simple movimiento de cabeza antes de que ella se despida y cuelgue.

⏭️

Cuando le conté a Anne de que tenía hoy la cita con la ginecóloga no dudó ni un solo segundo en decirme que se apuntaba, así que ahora mi amiga estaba conduciendo hacia la clínica con la misma velocidad que lo haría una tortuga.

-Bebé a bordo-Comentó dando suaves golpecitos en mi, apenas perceptible, barriga.

Como las otras veces que hemos ido juntas en el coche, Anne pone la música a todo volumen y prácticamente chilla cada una de las canciones de su móvil. Esta era mi parte favorita, porque siempre parecía demasiado feliz cuando iba en su coche y cantaba, trasmitía demasiada buena vibra e incluso a mí me ponía feliz.

Llegamos a la consulta unos minutos antes de la hora, Anne compra algo para beber y pasamos un buen rato hablando de lo que ha hecho en todo este tiempo, lo bien que le va en las clases y que el chico que está conociendo es más que genial, pero que está demasiado ocupado con el trabajo y ella con las clases que penas pueden verse en la semana.

-¿Seth ya lo sabe?-Pregunta con cuidado sin dejar de mirarme. Niego con la cabeza-¿Cuándo vas a decírselo?

-No lo sé, Anne, tal vez ni siquiera lleve a fin este embarazo.

Pocos minutos después estamos ya en la consulta. Al igual que la vez pasada me tumbo en la camilla y dejo al aire mi barriga y vientre para que la doctora haga su trabajo colocando el frío gel y procede a pasar el aparatito por la zona. Anne no me suelta la mano en ningún momento y casi chilla cuando el sonido del corazón del feto resuena en toda la habitación. Éste se mueve bastante y se ve ya claramente sus bracitos y piernas. No voy a mentir cuando digo que se me llenan los ojos de lágrimas cuando le veo abrir y cerrar la boca en un bostezo para después llevarse el pequeño dedo a la misma.

La doctora comenta que el feto ya tiene más o menos el tamaño de un kiwi y que pesará al rededor de unos 14 gramos y comienza a explicarnos como sus riñones ya funcionan y menciona algo también sobre sus conexiones neuronales que están ya desarrollándose a toda velocidad, poniendo ya su cerebro en funcionamiento. Tiene una cabeza grande, pareciendo un alien, pero es tierno, bonito y muy frágil. Y únicamente me tiene a mí. También programa el parto para la última semana de abril y Anne se pone histérica.

-¿Abril?-Pregunta en un grito-. Eso es en seis meses. Alice, no tenemos nada listo, ¡Madre mía! Por cierto, doctora, necesito también una copia de esa ecografía-Murmura de inmediato en cuanto ve que me entrega mi copia.

Después la doctora procede a sacarme sangre para descartar algún síndrome. Retengo el aíre mientras ella nos explica en que consiste la prueba y que descartará o confirmará con esta. Si sale todo bien será un embarazo de bajo riesgo y las consultas serán cada mes. Al parecer mi peso sigue siendo bajo, pero el pequeño feto está mejor y casi tiene el tamaño adecuado. También dice que puedo hacer deporte y que siga con la alimentación sana. Salgo de la consulta completamente aliviada de saber que está mejor. Mi amiga no ha dejado en ningún momento de mirar la pequeña foto que la doctora le entregó y de decir cuan bonito es.

-No puedo creer que el idiota de Seth haya hecho esto tan bonito-Comenta sin dejar de mirarle. Me río y dejo que me abrace mientras caminamos hacia su coche, el cual no hemos dejado muy lejos.

-Anne-Ella únicamente responde con un movimiento de cabeza, sin despegar su mirada del camino. Estamos yendo ya de camino a mi departamento, porque ella tiene cosas que hacer, pero decidimos quedar mañana antes de que vaya a verse con su casi novio-. Creo que voy a tenerlo.

Anne frenó de golpe y chilló y me abrazo tantas veces que no pude contarlas. Nuestro plan de quedar para charlar más y tomar un café había cambiado por completo para ser ahora un plan de ir de compras de ropa premamá y cositas para el pequeño kiwi.

Cuando llego al departamento me encuentro con Seth sentado en la entrada esperando a que llegue y no puedo evitar recordarnos en la misma situación, pero siendo yo quien estaba esperándole. Al igual que yo, está con la cabeza apoyada en la pared, con una pierna recogida y la otra extendida y tiene los ojos cerrados. Luce calmado y se ve tan guapo, ¿Cómo voy a decirle que va a ser padre?

-¿Qué haces ahí tirado?-Murmuro, repitiendo sus mismas palabras, sonriendo cuando abre los ojos y puedo observar el bonito color gris. Se le iluminan los ojos y me mira con tanta intensidad que se me detiene por un segundo el corazón hasta que sonríe y éste vuelve a latir con rapidez. Toma con suavidad mi mano cuando se la extiendo y se pone en pie-. Vamos, levántate-Sacude sus pantalones mientras ve como abro la puerta y me adentro al departamento con él a mis espaldas-. ¿Qué se supone que hacías ahí tirado?

No sé si él lo hacía, pero yo recuerdo palabra a palabra ese momento y los que le siguieron después. La nostalgia me golpea con fuerza, no voy a negarlo. Me quito los zapatos en la entrada y también la chaqueta, Seth hace lo mismo.

-No tengo llaves-Comenta, repitiendo mis palabras.

Tiene esa sonrisa ladeada tan bonita en los labios a la vez que me mira que sin quererlo le doy paso a la nostalgia. No sé exactamente porqué, pero de pronto sentía un enorme vació en el pecho, como si me faltara algo. Parece ser que lo nota, porque como ya sabía él podía leer cada una de mis expresiones con facilidad, y me abraza con fuerza, dejando un par de besos en mi cabeza.

-Seth, ¿Crees que estamos haciendo lo correcto?-Pregunto contra su pecho. Me aferro con ambas manos a su camiseta, porque le amo, pero realmente no sé si esté bien. Si esta forma de amar está bien. Si es posible que sea sano ser tan dependiente de alguien. A veces creía que no le necesitaba, pero otras me costaba respirar, sin embargo, desde que supe que el pequeño kiwi es de Seth, en parte siempre le sentía conmigo. Aun así solía añorarle y no podía quitarme ese sentimiento en ningún momento, incluso cuando estábamos juntos tenía esa sensación sin saber porqué.

-Sé lo que crees, Als, también a veces tengo esa sensación-Nos separamos un poco y él toma mi mano y nos conduce al sofá, donde nos sentamos uno frente al otro-. Tengo esta puta sensación en el pecho cada vez que no estamos juntos, pero me juré que te daría tu espacio y haría toda la mierda que quisieras, nena, porque de lo único que estoy seguro en esta vida es que quiero que lo nuestro funcione, que seamos como antes, pero sin toda esa mierda que nos rodeaba.

Saber que no soy la única que se siente así en parte me reconforta, por lo que sin pensarlo mucho me tiro a sus brazos y le beso con fuerza. Mis hormonas vuelven a tomar el control de la situación, así que comienzo a descender mis besos poco a poco, por su barbilla y cuello mientras que con mis manos intento quitarle la camiseta. Por primera vez en este tiempo él no intenta frenarme, al contrario, decide tomar el control de la situación empujándome con suavidad en el sofá, terminando así encima de mí. Me quito la camiseta a la vez que él lo hace.

-Mierda, Als, tienes las tetas más grandes-Me sonrojo brevemente ante el deseo en su mirada, luego entierra su cara en ellas para posteriormente pasar su lengua y dientes por el pezón. Están tan sensibles en este momento que no evito chillar y soltar algún que otro gemido. Seth está más que listo para la acción, lo siento completamente duro contra mi pierna y la excitación crece aun más en mí. Nos deshacemos rápidamente de nuestras ropas. Seth, sobre mí, detiene momentáneamente su mirada en mi cuerpo, y por un momento creo que puede notarlo, que puede notar lo poco abultado que ya está mi vientre y me congelo. Me veo tentada a recoger mi camiseta del suelo para cubrirme, pero de inmediato él vuelve a besarme con fuerza-. Eres perfecta, nena-Se levanta con rapidez y coge sus pantalones del suelo, sacando de su cartera un condón-. No queremos sorpresas, ¿verdad?

Internamente me río y niego con la cabeza, viendo como se pone el condón con rapidez y vuelve presuroso a mí. Llevamos tanto tiempo sin estar juntos que por primera vez no nos detenemos en los preliminares, ya que tanto él como yo estábamos más que listos para esto. Me penetra de inmediato, haciéndonos gemir a ambos. Se mueve con suavidad al principio, pero de manera contundente. Seth reparte besos entre mi cuello y pechos, chupando y mordiendo, sin detener en ningún momento sus fuertes embestidas.

-¡Más rápido, por favor!-Suplico en un gemido desesperado. Deseaba demasiado esto, deseaba sentir su cuerpo contra el mío como justo ahora, sentir como me llena por completo con cada embestida. Seth obedece y lo hace más rápido, más fuerte, sin detenerse. Besándome y mordiendo con suavidad mis pezones. Susurrando palabras sucias y como también deseaba esto.

-Eres tan sexy, Als, que podría estar toda mi jodida vida así-Tiene la voz ronca y jadea. Gruñe alto y aprieta con fuerza mis muslos-. No creo que nunca me canse de follarte, cariño

Varios minutos después ambos terminamos corriéndonos. Se deja caer sobre mí, pero sin llegar a aplastarme, con su cara entre mis pechos y sin soltar mi mano que en algún momento ha entrelazado con la suya.

-Te amo tanto-Susurra y vuelve a besarme esta vez de forma suave y relajada, haciéndome saber lo mucho que realmente me ama, le beso de igual forma, porque aun ahora creo que me faltan palabras para poder demostrarle que le amo locamente. Aun ahora, en ocasiones, sentía que sería cualquier cosa que él quisiera que fuese.

-También te amo y realmente deseo que esto funcione, Seth-Se quita el condón una vez ya está fuera de mí y camina hasta la cocina para tirarlo, después vuelve y se sienta mi lado. Recojo mis piernas hacia mi pecho para cubrirme un poco de su mirada-. Por favor, haz que funcione. No creo poder soporta otra traición, no ahora.

No ahora que estoy embarazada.

Deseo decírselo, pero a la vez no me veo capaz, no soportaría que él no quisiera tener al pequeño kiwi y menos aguantaría que él o ella, sea la única razón por la cual siguiéramos juntos si esto no llegase a funcionar. Ni quería que fuera el motivo por el que no pudiésemos estar juntos, porque ahora estoy completamente segura de querer tenerlo, aunque todavía no me sintiera del todo lista para ser madre o tuviera sentimientos de amor intenso como si los tenía por su padre.

-No voy a volver a cagarla, nena. Confía en mí.

Pasamos el resto de la tarde tirados en el sofá viendo películas y comiendo. El pequeño kiwi está hambriento y debo reconocer que yo también, así que prácticamente nos comemos media pizza familiar y muchas chucherías. Seth únicamente se dedica a mirarme y sonreír, porque él ama verme comer.

En algún momento de la película la chica se queda embarazada por error, pero finalmente decide tener al bebé a pesar de que el chico y ella no tienen nada en común y él es un completo desastre; aún así ellos consiguen que funcione su relación y quieren muchísimo a su bebé. Respiro hondo y decido aprovechar el momento para encaminar la conversación hacia si desea tener hijos.

-¿Qué hubieras hecho si fueras Ben?-Me mira ligeramente confundido, así que decido aclarar mi pregunta-. Es decir, él es un desastre y no tiene ni trabajo ni nada y a penas tiene 23 años y a penas se conocen. Ni siquiera deseaba hijos y al final es feliz con Alison y la bebé.

Me mira, con su tan conocida sonrisa arrogante. Se relame los labios antes de hablar.

-No lo sé, nena, no quiero hijos y menos con una tía que acabo de conocer.

Oh. Si, se me rompe un poquito el corazón en este momento, porque el pequeño kiwi ya está de camino y no creo que cambie de opinión sobre lo que estoy haciendo. Decido indagar un poco más en el tema ya que estábamos pisando el terreno.

-¿No quieres hijos nunca o por ahora?-Ruego internamente para que su respuesta no sea una negativa. Jugueteo con la cuerda de los pantalones de chándal que llevo puestos a espera de que diga algo. Está pensativo, lo cual me asusta más. ¿Si o no? No sé que tanto tiene que pensar. Si, me desespera que no hable rápido.

-De momento te quiero solo para mí, Als-Chasquea la lengua después de contestar, estrechándome con su brazo libre contra su cuerpo-. Pero tal vez más adelante, cuando nuestra relación sea sólida y hayas terminado de estudiar, cuando sepamos que de verdad esto va a funcionar-. Me mira fijamente y besa mi frente con suavidad y después mis labios.

No era tan malo, ¿no?


Hola! Estoy aquí de nuevo con un capítulo más que espero que os guste.

Gracias por esperar y seguir aquí, de verdad que es muy importante para mí❤️

No os olvidéis de votar y comentar lo que os está pareciendo. También compartid la historia con vuestros amigos y conocidos si queréis🤗

Los errores se corregirán en la edición.

Un besazo enorme 😘

IG: 13DepuisLeDebut13

Escribiendo el próximo capítulo ✍️


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top