𝟎𝟓
—Este es un informe de seguimiento sobre el incidente en las instalaciones de entrenamiento de rescate de la U. A. donde los estudiantes del Curso de Héroes fueron atacados por villanos.
El sol se encontraba en lo alto, mientras las personas seguían su vida cotidiana, caminando por las calles del centro de la ciudad.
La frescura de la briza acarició sus largos mechones albinos cual luna, mientras la joven se detenía y levantaba la mirada de sus dos orbes de pequeñas lunas, justamente a la pantalla en donde, una periodista se encontraba narrando los sucesos del ataque de lo villanos.
—La policía arrestó a 72 villanos, pero no se sabe nada sobre el paradero de su presunto líder...
Un suspiro escapó de sus labios al recordar el sentimiento de miedo y desesperación que había sentido al ver a su padre en ese estado.
Justamente cuando había pensando en su tutor, una melodía sonó en su celular, notificando que había recibido un mensaje.
Tsuki dejó de prestar atención a las palabras de la periodista y se dispuso a revisar su celular.
Otro suspiro salió de sus labios, esta vez de reproche hacia el héroe de kosei visual.
No le gustaba mucho, que a pesar de estar herido y ser casi un momia por las vendas, su padre no había dejado de lado su deber como maestro, aunque sea durante su recuperación.
Pero qué podría hacer ella, pues sabía que su padre era más testarudo que nadie.
—Y luego me dice perezosa a mi, cuando él hasta usa un sticker de un gato durmiendo en un saco amarillo.
En frente a los enormes arcos de la U.A un grupo de periodistas con sus camarografos se encontraban tratando de que la U.A. diera la cara sobre el incidente en la U.S.J.
Un estudiante de la Clase A-3 se encontraba caminando a pasos lentos hacia la entrada.
La joven noche había ido solo a la Academia, pues su novia le había dicho que tardaría en llegar y, aunque el había querido esperarla, sus nervios le habían jugado en contra y es por eso que en ese momento el pobre Amajiki se encontraba caminando solo hacia la Academia.
—¿Crees que este incidente vuelva a repetirse?...
—¿Qué dicen los maestros de la U.A. al respecto?...
Tamaki levantó su mirada oscura del suelo al oír las voces frente a él, notando el tumulto de periodistas que se encontraban en frente e impedían el paso a la entrada de la Yūei.
El joven empezó a sentirse algo nervioso al ver a tantas personas, pero al notar a quien se encontraban haciéndole aquellas preguntas sintió un poco de alivio.
—¡Oi..Mi..Mirio! —lo llamó intentando acercarse con él con rapidez y así ingresar juntos a la U.A.
Pero siquiera antes de dar un paso.
Tan solo pudo escuchar la risa nerviosa de su amigo.
Antes de que se lo tragase la tierra, literalmente.
Dejando frente al grupo de periodistas y él, nada más que su conjunto de uniforme.
—...
Siendo el ahora la víctima de la atención de los periodistas.
Y de seguro el encargado de llevar la ropa a su mejor amigo.
—¿Te dejó solo en medio de todos aquellos periodistas y con su ropa?.
Tsuki observaba a su tímida pareja, mientras oía la risa nerviosa de su rubio amigo detrás suyo. Mientras ella se encontraba dando suaves caricias en los revueltos mechones del pelinegro.
Quien se encontraba avergonzado por estar descansando su cabeza en el hombro de la luna. Pero aún así no negaba que le encantaba hacerlo a pesar de sentir sus mejillas y corazón a punto de estallar.
—¡Yo no lo escuché! —se defendió Togata, mientras que, Nejire solo reía al ver a sus amigos discutir.
—¡De igual forma no deviste hacer eso! —lo regañó la albina—. No queremos que pase de nuevo el incidente del segundo año. ¿Ya olvidaste las pobres alumnas de la Clase 2-C que se desmayaron al verte?.
Al oír aquello sus amigos había reaccionado de maneras muy distintas, la joven Hado había soltado una risa al recordar aquel suceso mientras que, el rubio sentía sus mejillas convertirse en dos maduros tomates.
—Ppfff como olvidarlo —habló Nejire entre risas mientras trataba de no hacerlo—. ¡La presidenta de las clase 2-C fue la más afectada! —rió nuevamente mientras veía el rostro de su amigo volverse aún más carmín, por haberle hecho recordar aquel pequeño detalle.
—¡Eres cruel Nejire, cruel! ..
Decía Mirio mientras se iba a su lugar para que nadie viera su rostro a punto de estallar, mientras que, de fondo aún podía oírse la ruidosa risa de la peliceleste.
Así pasaron las primeras horas de clase, donde los cuatro amigos y sus demás compañeros sufrieron las ruidosas clases de Inglés del héroe Present Mic y los largos texto de literatura de No. 13.
—¿Qué es toda esa gente?.
Había llegado la hora de la salida y los cuatro amigos se encontraban caminando por los pasillos del primer piso de la academia. Pues Tsuki había querido ver como se encontraba su padre antes de ir a casa. Pero al parecer quizás no podría hacerlo.
—Wuuaa... son muchos estudiantes, ¿qué estarán haciendo? ¿estarán buscando algo? ¿no es la sala de las clase 1-A? ¿será natural el cabello morado de aquel chico? —decía Nejire con curiosidad observando a la multitud de estudiantes—. ¡Ahhh, que curiosidad!.
Los estudiantes de tercero podían oír a sus kōhais hablar entre ellos, a pesar de que no era para nada una plática agradable.
—Vine a declararles la guerra —lograron escuchar decir al chico, del cual Nejire dudaba de su color de cabello.
Mientras otro joven de hebras grises comenzaba a gritar sobre que pertenecía a la clase B-1 y otras cosas...
—No importa —escucharon esta vez a un chico rubio ceniza hablar, mientras salía del salón de clase ignorando a la multitud—. No importa mientras seas el que llegue a la cima.
Así sin más se alejó del lugar dejando a sus compañeros y demás estudiantes.
—Al parecer este año el Festival Deportivo será muy entretenido —dijo el de ojos azules, mientras sonreía con entusiasmo.
—Los de primer año serán sin duda los más llamativos —Futōmeina dijo con calma, mientras disfruta de la calidez de la mano de Tamaki.
Quien los ocultaba en uno de los bolsillos de su abrigo, dejando con timidez pequeñas caricias en la mano de su novia.
—¡Ya quiero que llegue, estoy emocionado! ¡También apuntaré a la cima! —eufórico levantó sus brazos al aire, mientras su sonrisa se ensanchaba y contagiaba a sus amigos su alegría.
Siendo seguido por Nejire quie también dio un salto de la emoción.
—¡Demos lo mejor de nosotros este año! —Mirio observó a sus amigos y volvió a festejar a verlos estar de acuerdo.
La pequeña luna sonrió también emocionada.
—Tienes razón Mirio, apuntemos también a la cima —repitió sus palabras mientras le sonreir con cariño.
Escuchó los gritos de sus dos amigos, mientras que ambos corrían alegres hacia la estación de tren, como si fueran dos niños energéticos.
Causando una dulce risa a la Luna...
Que fue reemplaza por la tenue sorpresa..
Al sentir una calida caricia de unos suaves labios en una de sus pálidas mejillas...
Mientras volteaba a ver a la Noche, quien desviando la mirada a otra parte, ocultaba sus sonrojo con su oscuridad...
Pero sin soltar la unión de sus manos...
Que los unían aún más...
—Demos lo mejor de nosotros Tsuki...
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