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Los héroes..

Son aquellos que utilizan sus Dones para proteger a los ciudadanos de los villanos, desastres naturales y de otros tipos de peligros. Aquellos que toman el heroísmo como profesión se les conoce como Héroes profesionales.

Para poder ser llamado de aquella forma, todos las personas, soñadoras de poder dejar su marca en el mundo van a una Academia en donde durante tres años su carácter y heroísmo serán moldeados y pulidos para que en un futuro.

Pueda cumplir con la verdadera función de un héroe, brindar ayuda y protección a los que más necesitan.

¡Ya me voy mamá!.

¡Que te vaya bien en tu primer día! —respondió la mujer de brillantes cabellos dorados, parecidos a las de su propio hijo , quien se había marchado.

Para dar inicio a su primer día de clase junto a sus tres amigos.

Como estudiantes oficiales de la Clase 3-A de la U.A.

Hoy hace un bonito día.

Así como el día se encontraba brillante, también lo estaba la hermosa sonrisa que pintaba los labios del chico de cabellos rubios y ojos azules como el mismo zafiro.

Togata Mirio se encontraba caminando hacia la Academia, mientras disfrutaba de la refrescante y relajante brisa que hacía danzar sus cortos mechones de sol.

Doblando una esquina divisó los enormes arcos que conformaban la entrada de la Yūei.

Y justo frente a ellas.

Pudo divisar el bonito tono blanco de aquellos largos mechones que jugaban con la suave brisa.

Que a la vez.

Se mezclaban con unos de tonos más cortos color noche.

Copiando de una u otra forma.

¡Takami, Tsuki! —saludó el rubio con alegría mientras observa a sus dos amigos juntos.

A la oscura noche con la cálida Luna.

¡Mirio-kun!.

La fémina voz de la muchacha de ahora largos cabellos albinos con algunos mechones grisáceos, llegó hasta los oídos del nombrado quien correspondió al saludo alzando un brazo y agitandolo con vigor.

Mientras se acercaba, volvió a oír otra voz femenina pero esta vez detrás suyo.

¡Mirio, Tamaki! —gritó la hermosa estudiante de tercer año, Hado Nejire quien corriendo se acercó a sus más queridos amigos, hasta llegar y lanzarse sobre ellos, aún más todo sobre la pequeña luna—. ¡Fumei-chan!.

Tsuki rió contagiada por la alegría de su amiga, mientras correspondía su abrazo y observaba como los dos amigos se saludaban de una forma contenta.

¡Los extrañe! —exclamó la peliceleste con una sonrisa sin separarse de la muchacha de orbes semejantes a dos bonitas lunas.

Mientras oía la risa de su amigo entusiasta.

Pero si nos hemos visto el último fin de semana Nejire —dijo Togata con una sonrisa divertida al ver el puchero que su amiga realizaba.

-Sera mejor entrar o llegaremos tarde -habló el joven de orejas puntiagudas y oscuros orbes como la noche, mientras se movía de un lado a otro nervioso por poder llegar tarde el primer día de clases.

Tsuki, al ver a Takami comenzar a ponerse nervioso no pudo ocultar aquella luminosa sonrisa que pincelaba sus rosados labios.

Mientras se alejada de su amiga

Tiene razón —habló a sus otros dos amigos mientras se acercaba al tímido chico-. Entremos..

Y entrelazaban sus manos con calidez.

Vamos Tamaki-kun —sonrió mientras sentía sus mejillas calentarse y observaba.

Como el nombrado desviaba la mirada y asentía con la cabeza..

Mientras que, con sutileza reforzaba aquel agarre entrelazando sus dedos.

Uhhhh, ¿con que ya no pierden el tiempo eh?.

Para luego huir de los chillidos y bromas de sus otros dos amigos.

Divertidos por ver.

A los dos novios correr de ellos

Tsk, ya no lo soporto...

En los pasillos de la academia, repletos de nuevos estudiantes como también antiguos, quienes se dirigían a sus respectivos pisos como salones.

Se encontraban dos estudiantes de último año, caminando hacia el salón que les correspondía.

Uno de cabellos castaños similares a sus ojos.

¿Qué sucede Kotaro?.

Y otro de mechones naranjas como los que pintan el cielo durante un hermoso atardecer.

Esos mocosos —murmuró el nombrado, mientras observaba a un grupo de estudiantes cerca suyo que no paraban de parlotear y reír.

El antiguo y probablemente también futuro presidente de su clase, Uteki Kyōfū también observó el lugar de donde su mejor amigo no despegaba la mirada. Mientras que de paso, también ponía atención a lo que aquellos estudiantes de segundo año decían.

¡Vieron a las Sempais del departamento de héroes! —susurró uno de ellos con una entusiasta sonrisa.

¡Claro que sí! —respondió uno al instante—. Hado-sempai está cada vez más hermosa.

Algunos de ellos asintieron mientras seguían hablando de las estudiantes de la clase 3-A.

Mientras que ni siquiera notaban la fulminante mirada castaña fija en ellos junto a una oscura aura, quien era detenida por el joven de cabellos naranjas.

Sin duda no hay otras más bonitas que ellas —habló mientras sus compañeros reían.

Mientras que Kotaro los maldecía de una forma muy cómica.

-Esos mocosos -murmuró mientras trataba de ir junto a ellos para darles una lección al oírlos hablar de la joven Hado.

Pero nuevamente Uteki lo detuvo.

¡Tranquilízate Kotaro! —susurró extrañado por la actitud de sus castaño amigo.

Y se disponía a no dejarlo hacer ninguna estupidez hasta oír las tonterías y ya pasados comentarios que aquellos chicos hacían.

Realmente están bien buenas ... —susurraron con una sonrisa pícara todo el grupo.

Provocando así que el presidente de la clase, dejará libre a su loco amigo.

Para poner a aquellos chicos en su lugar.

¿Qué estás viendo Nejire?.

Ya en la clase, la mayoría de los alumnos de la clase-A se encontraban acomodándose y esperando a quién sería su tutor de ese año.

La Luna ya en su lugar, junto a una de las ventajas y detrás de su pareja la oscura Noche.

Se encontraba observado como su amiga sacaba la cabeza por la puerta y observaba de un lado a otro.

¡Veo a Kotaru-kun correr a tres chicos de segundo año! —habló con emoción mientras se movía de un lado a otro curiosa—. Ne..ne ¿Por qué los perseguirá? ¿Estarán jugado? ¿A donde irán? ¿Será natural el color de cabello del Kotaro-kun?. Ahhh que curiosidad —habló sin parar mientras que su amiga sonreía divertida por las ocurrencias de la joven Hado.

Unos minutos más tarde, luego de que todos los estudiantes se encontrarán en sus lugares.

Y tan solo faltará Kotaro quien fue traído por el docente encargado de la clase, quien lo había visto corretear a los estudiantes menores.

Se dio inicio por fin a su primer día.

Como estudiantes de la Clase 3-A.

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