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— No quiero un abogado. Les diré todo lo que quieran saber. — Luther dijo con un tono muerto, sin levantar la vista mientras los oficiales que lo interrogaban estaban atónitos por su declaración. — Cualquier cosa que quieran preguntar se las responderé. —

— ¿En serio? — Preguntó uno de los oficiales con incredulidad. — ¿Ni siquiera vas a intentar negar nada? —

— .....¿Por qué lo haría? — Preguntó, con los hombros caídos y las manos encadenadas a la mesa. — Puedo ver lo que está por venir. Los tres iremos a prisión, hagamos lo que hagamos. Será mejor que cumpla y esperemos que me den una sentencia más leve. —

Además, sabía lo que probablemente sucedería si intentaba resistirse. Incluso ahora podía sentir su presencia detrás de él, observándolo.

— Digo que yo, Luther Artwright, estando en perfecto estado de conciencia, confieso el asesinato de Sarah Henderson el 19 de noviembre de 1963. También confieso haber colaborado en la eliminación de su cuerpo. —

— ¿De acuerdo? — Dijo el segundo oficial, inclinándose hacia delante en su silla con una grabadora en la mano. — ¿Cómo murió exactamente? —

— .....Ninguno de nosotros está seguro de quién la mató exactamente. — Explicó sin mirar a los dos hombres. — Estábamos todos borrachos y nos habíamos peleado. No recuerdo quién pegó primero ni quién pegó el último, pero al final Sarah estaba en el suelo.....y no respiraba. —

— Ya veo — Murmuró el oficial que estaba de pie, poniéndose una mano en la barbilla. — ¿Qué pasó entonces? —

— Hicimos lo mismo que cualquier trío de chicos borrachos haría: entramos en pánico. — Luther parpadeó con ojos llorosos y los recuerdos perdidos hacía mucho tiempo regresaron a él como un eco doloroso. — Martin había sido quien sugirió enterrarla en algún lugar apartado, y Michael aceptó bastante rápido. Yo fui el último en aceptar todo el asunto, pero tuve demasiado miedo de decirlo. Teníamos toda la vida por delante y no queríamos ir a la cárcel ni a nada peor. —

— La señorita Henderson también tenía toda la vida por delante, ¿sabe? — El interrogador sentado comentó antes de apagar su dispositivo. — Haremos una pausa breve para analizar la información que nos has proporcionado. Mientras tanto, piensa en más detalles sobre la noche del asesinato. Cualquier cosa que creas que pueda ayudar. —

Luther asintió y se puso a hacer girar los pulgares sobre la mesa mientras la puerta de la habitación se cerraba detrás de él. Hubo un momento de silencio mientras los ojos escrutaban la habitación, casi como si buscaran algo.

— Estás aquí, ¿no? — Lo dijo en voz baja, hablando de un modo que no se podían leer los labios. — Durante todo este tiempo nos has estado observando. Ya habías ganado, solo estabas esperando a que los demás jugadores te alcanzaran. —

— Qué astuto, Luther. — Vio el cuerpo de Sarah manifestarse frente a él, su rostro reemplazado por ojos rojos en una voz negra vacía. — Aunque fue un poco más complicado que eso. Después de todo, esto no es ajedrez. Además, puedes hablar con normalidad. Creé una ilusión en la habitación. En lo que respecta a los oficiales de esta estación, eres el asesino más tranquilo y cooperativo que jamás hayan conocido~. —

—Ya veo. — Aceptó la respuesta y se movió ligeramente en la silla. — ¿Y ahora qué? ¿Los tres iremos a prisión o seremos ejecutados? ¿O tienes algo más con lo que quieras castigarnos? —

— Oh, Luther, ¿por qué te diría eso? —Preguntó Sarah con lo que parecía una sonrisa descarada. Luther no podía verlo a través de la oscuridad, pero podía oírlo. — La mejor parte de todo esto está por venir. —

De repente, el cuerpo de la mujer desapareció en el aire vacío, dejando tras de sí una corriente de aire frío en la habitación que convirtió los huesos de Luther en hielo.

— ¡Solo espera hasta el juicio y todo el país verá mi actuación~! — Aquellas últimas palabras resonaron en su corazón, llenándolo de una intensa ansiedad. Se retorció en su asiento mientras los pensamientos sobre lo que ella podría querer decir corrían a un millón de millas por minuto, pero al final no pudo encontrar una respuesta concreta. —

Luther se sintió muy, muy estancado.

— Está bien, señor Luther..... — Los dos oficiales regresaron sin notar el peso extra que parecía pesar sobre los hombros del hombre. — Gracias por su colaboración hasta el momento. Tenemos algunas preguntas más sobre las circunstancias específicas que rodearon la fiesta y los eventos que tuvieron lugar. —

— .....Entiendo..... —

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Thomas se reclinó en su cama y miró el techo de la habitación de invitados de la casa Henderson. Recordó cómo habían cambiado las cosas en el corto tiempo transcurrido desde que arrestaron a Luther.

Las cosas habían cambiado en la dinámica de la familia con la que vivía, principalmente entre él y Lily. Se sentía muy mal por quedarse en su casa y comer su comida mientras que su padre había sido en parte responsable de lastimarla de una manera tan personal. Le hacía sentir como una escoria, un parásito que drenaba la vida de quienes lo rodeaban.

Lily, por supuesto, había dicho que eso no era cierto, pero el chico no le había creído del todo.

Habría pasado algún tiempo hasta que se celebrara el juicio real, pero al menos se adelantó un poco debido a la gravedad de los crímenes. Toda esta terrible experiencia no terminaría hasta septiembre, como mínimo, por lo que Thomas se preguntaba qué pasaría mientras tanto. Lo que fuera que acabara pasando, tenía que ser algo diferente a lo que estaba pasando ahora. No podía pasar todo el tiempo encerrado en su habitación.....

Tal vez podría.....

¿Tendría tiempo para él? En realidad, ¿cómo funcionaba exactamente su presencia?

Realmente no había mucho que hacer excepto intentarlo.

— ¿Señorita Sarah? ¿Está usted ahí? — Preguntó mientras abría su computadora. No esperaba una respuesta, pero estaba..... — Como de costumbre, me sorprende escuchar una respuesta inmediata. —

— Hola, Thomas. ¿Necesitas algo? — Su voz salió por los altavoces y pronto lo recibió la familiar imagen de su forma de Needlemouse. —

— Estaba.....preguntándome si te interesaría pagar una partida o algo así. No hay mucho que hacer ahora mismo y no sé si la gente me reconocerá si salgo. — Habló, logrando que el fantasma inclinara la cabeza confusamente. —

— ¿Estás queriendo jugar un juego..... conmigo? — Preguntó, y Thomas no pudo evitar sentirse un poco avergonzado. —

— E-Es estúpido, lo siento- —

— No, no, no es una tontería — Lo consoló. — Estoy confundida. ¿No puedes jugar con Kyle? —

— Lo haría, pero él realmente no tiene videojuegos como yo. — Explicó, apoyando la cabeza en una de sus manos. — Él es más del tipo que “juega al aire libre”. La Sra. Henderson dijo que se parece mucho a usted en ese aspecto. —

— ¿Lo es ahora? — Dijo con tono interrogativo. — Lo he visto correr mucho.....Pero no lo veo así. —

—No lo sé, sólo estoy buscando algo que hacer que no requiera salir. — Thomas miró hacia abajo mientras la vergüenza parecía llenar su cuerpo. — La gente me ha estado mirando fijamente desde.....desde que arrestaron a Luther. —

— Esa gente es simplemente tonta. — Sarah- Needlemouse- La señorita Henderson lo dijo con autoridad, sin dejar lugar a discusiones. — Si legítimamente no pueden separarte de las acciones que cometió tu padre, entonces son demasiado estúpidos como para siquiera tomar en cuenta sus opiniones. No te reprocho lo que hizo Luther, y yo soy el que murió. —

— Supongo que es difícil incluso ir a la escuela cuando todos piensan que eres el hijo de un asesino. — Bueno, un asesino acusado, pero con todo lo que Thomas sabía, hacía tiempo que había aceptado el hecho. —

— Bueno entonces llamémosles idiotas. — Sar- Need- Ella dijo, poniendo los ojos en blanco ante toda la situación. — Incluso si la manzana cae cerca del árbol, la manzana no es el árbol. Tratar de hacer afirmaciones sobre ti como persona basándose en las acciones de otro no tiene ninguna base racional. Juro que esta era de las computadoras e Internet ha hecho que todos se sientan demasiado cómodos con faltarle el respeto a los demás y no recibir un puñetazo en la cara por ello. —

— Señorita Henderson, eso es agresión. —

— ¿Y? Si realmente no pueden distinguir al adorable cachorro del bulldog asesino, entonces están muy equivocados como para que un puñetazo en el cerebro les haga algo. — Se encogió de hombros y sonrió levemente. —

Thomas soltó una risita ante su declaración, sin esperar los insultos casuales. Fue extraño, pero lo hizo sentir un poco mejor.

— Aquí tengo una idea, — Empezó Sarah. — ¿Qué tal si amplío el modo multijugador de Sonic y lo publico como una expansión para el juego Needlemouse? Kyle y tú pueden jugar juntos, ¿te parece divertido? _

— Si no hay problema. —

— Oye, no hay problema. Ahora corre y busca a tu amigo. Terminaré en un segundo. —

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