𝟐𝟏 ☾
—¿Por qué tardarán tanto?.
Era lo que se preguntaba la muchacha de albinos cabellos y ojos como la luna, quien se encontraba caminando a pasos calmados por los pasillos, dirigiéndose hacia los vestidores pues se encontraba buscando a sus dos amigos ya que la segunda etapa del festival deportivo estaba por comenzar.
Futōmeina se encontraba tranquila buscando a sus amigos con la mirada, hasta que en una esquina una voz la hizo detener sus pasos.
Sintiendo como sus pies se pegaban al suelo.
—Me...gusta...Kagayaku...
Tan solo fue un murmuró, tan solo fue un susurró, pero la joven aspirante a héroe, pudo oírlo.
—Me gusta Taiyō-chan —volvió a oír la voz de Tamaki esta vez lleno de seguridad.
Tsuki se quedó ahí con la mirada agachada, sus cabellos cubriendo su rostro.
—Hmp —un silencioso sonido, un diminuto quejido que tal solo fue oído por las paredes y que también solo ellos fueron testigos de la débil sonrisa que se formó en sus labios.
Que es tuvo grabado allí hasta que se volteó y volvió por sus pasos.
Tamaki estaba quieto, con sus ojos puestos en los de Mirio, llenos de vida y cierta diversión escondida entre los azulados tonos de su mirada.
Tenía el deseo de preguntar pero las palabras no salían de su boca, tenía el deseo de volver a pegarse a la pared pero su cuerpo no respondía los mandatos de su cabeza.
Hasta que a sus oídos llegaron la delicada risa de su mejor amigo.
—¿Notas la cara que has puesto? —murmuró mientras se cruzaba de brazos aún con la sonrisa bailando en sus labios—. Si están seguros en que quieres a Kagayaku-san, ¿por qué has reaccionado así a mi declaración?.
Tamaki quedó en blanco, sus manos comenzaron a temblar pues ya comprendía a donde iba su rubio amigo.
Togata suspiró bajando la mirada por un tiempo, buscando las mejores palabras para explicarse.
—Tsuki-chan....es una única y fantástica persona —murmuró con cariño en su voz—. Siempre está allí cuando la necesitas...
A Amajiki le vino un sin fin de recuerdos, ella calmando y ayudándolo en los entrenamientos.
—Siempre te hace ver las cosas positivas.
El joven de carácter tímido recordó a la albina calmandolo durante el día del rumor de sus sobrenombres.
—Siempre protege a sus amigos —susurró lo último Mirio.
Allí Tamaki abrió los ojos al máximo divisando frente a él a una Futōmeina en su traje de héroe, herida protegiendolo a él y Taiyō durante la prueba del primer año.
—Tsuki-chan es importante para mí —volvió a hablar el rubio, haciendo que el de cabello oscuro lo observe—. Es la que me da fuerzas para ser él mejor héroe y así poder proteger a todos —su sonrisa se enzancho y observó a su mejor amigo con decisión—. Pará mí Tsuki, es como mi hermana menor.
El aspirante a héroe abrió aún más los ojos y siguió sin poder hablar. Tan sólo observó como su rubio amigo volteaba y daba pasos alejándose de nuevo hacia la tarima.
—Debes abrir los ojos Tamaki —habló mientras se detenía y lo observaba de reojo—. Ya que hay otros, que pueden levartar la vista y ponerla en la Luna.
Así Amajiki quedó solo en medio del pasillo con su corazón golpeando de forma alocada combatiendo con su mente sobre cual era la verdadera respuesta.
A sus sentimientos.
—¡Bien el momento a llegado!. ¡La segunda etapa de los juegos dará inicio!.
La voz de Present Mic se escuchó en los altavoces seguidos de los gritos y aplausos de los ciudadanos y algunos héroes.
—¡Sin dudas este año la emoción es de la mejor!. ¿No piensas lo mismo Cementoss-San?.
Así los dos comentaristas empezaron a hablar y lanzar más leña a los gritos de las personas ansiosas de que ya empezara.
—Ahora daremos a conocer la segunda prueba, del festival deportivo de los cursos superiores. You're ready! —gritó el héroe rubio con emoción palpitando en su tono de voz—. ¡La segunda etapa es!.
La pantalla que se encontraba en lo alto del estadio se iluminó dando a conocer el tema de la segunda fase.
—¡Combates individuales!.
De nuevo se escuchó los gritoreos de los espectadores.
Luego No. 13 se dedicó a explicar la reglas.
—Dos estudiantes seleccionados al azar combatiran en la arena de combate, la pelea finalizará en el momento en que uno de los participantes quede fuera de la arena y ya no pueda seguir combatiendo.
Y así se dio inicio a la segunda etapa de los juegos de U.A.
—¡Eso Mirio-kun tu puedes!.
Lo gritos de aliento que Nejire lanzaba se oían hasta la arena de combate donde el rubio se encontraba combatiendo con un estudiante de la Clase 2-B.
—¡Tu puedes!.
El rubio volteó al oír la voz de su albina amiga, quien sonreía con entusiasmo, él también lo hizo al verla de ese modo y se dispuso a ganar aquella pelea.
Futōmeina se encontraba observando a su compañero de clases pelear, aunque en su mente diera aún vueltas aquellas palabras, no se permitiría verse caer ante sus amigos.
Aunque le fuera difícil dirigirse a su amigo de cabellos oscuros, quien había decidido estar más alejado y junto a la muchacha de cabellos dorados como el sol.
—¡El estudiante de la Clase 2-A pasa a la siguiente ronda!. ¡El ganador es Togata Mirio!.
Tsuki volvió en sí al oír la voz de su tío en los altavoces y el grito de los demás compañeros de clases, quienes festejaban por la victoria del nombrado, quien se encontraba con un brazo en alto y con el otro intentando sujetar el buso de su uniforme de gimnasia para no quedar desnudo de nuevo.
Hado la abrazo feliz mientras daba saltos de emoción por el logro de su amigo.
—¡Vamos Tsuki-chan! —habló la de cabello celeste y la llevó hacia en interior de lugar, camino a los vestidores para interceptar a su amigo rubio.
Antes de irse, Nejire observó a Amajiki junto a Kagayaku que se acercaban a ellas con la intención de ir también, pero la mirada que le dio la muchacha de actitud curiosa hizo detener al tímido chico.
Hado jaló a Futōmeina con intensiones de que no observará a ambos personajes juntos, pero ya había sido tarde, pues los orbes de luna de la muchacha se habían encontrado con los orbes de noche del muchacho.
Pero aquello tan solo fue un segundo, pues Tsuki apartó la mirada y siguió a su mejor amiga.
Dejando atrás al muchacho que a pesar de la situación, seguía siendo el centro de sus pensamientos.
—¡Chicas! —exclamó Mirio mientras recibía a sus dos amigas en un abrazo y los tres reían.
—¡Has estado fantástico, aquel golpe fue como PUM! —Nejire dio un puño en el aire mientras sonreía de oreja a oreja—. Y luego PAM directo en el suelo.
Mirio reía y desordeno los cabellos de ambas muchachas con cariño.
—Gracias por su apoyo —agradeció con una sonrisa bonita en sus labios.
Tsuki sonrió y desordeno los cabellos de él, poniéndose de puntillas.
—Buen trabajo Mirio —sonrió con cariño mientras lo observaba a los ojos.
Mirio sonrió y la abrazó feliz mientras reía y daba vueltas con ella en brazos.
—Hmp...hmp —una toz falsa hizo que ambos se separaran y voltearan a ver hacia la puerta.
—Lamento interrumpir pero, Tsuki-itoko —la femenina voz de la joven Kagayaku se escuchó en el lugar mientras a su lado se encontraba Tamaki con la vista tímida.
La nombrada volteó a observarla con el semblante calmado. Notando como la sonrisa del Sol se ensanchaba.
—Pero nos llaman a la arena de combate.
Mirio se dejó caer en el asiento frente a la arena de combate, suspiró pues había corrido todo el pasillo seguido de Najire quien se sentó junto a él, seguida de Tamaki, quien se sentó al otro lado del rubio. El de ojos azules observó a su amigo notando sus manos temblorosas y el notable nerviosismo en su persona.
Sonrió comprensivo y le dio un pequeño empujón con el codo llamando su atención.
—Tranquilo...todo saldrá bien —murmuró con una pequeña sonrisa.
Pero el joven Amajiki no tenía miedo a eso, sino que sentía temor por su indecisión y las ideas contradictorias que llenaban su mente.
Suspiró al oír la voz de No. 13 dar inicio.
Al combate de la Luna y el Sol.
—Ha llegado el momento, el momento de ponerte en tu lugar Tsuki-itoko.
La rubia estudiante sonreía con superioridad a su prima quien solo observaba el cielo despejado de aquel día.
—Ahh, lo has notado —sus manos comenzaron a iluminarse de un tono amarillo brillante—. Mientras el sol esté en lo alto, no podrás tocarme.
Y así inicio el combate con un gran ataque de energía en forma de esferas rápidas que se dirigían hacia la albina.
Tsuki comenzó a moverse, corriendo y creando barreras protectoras de energía lunar y esquivandolas dando saltos. Su prima no paraba de lanzar ataques cada vez más potentes con una enorme cantidad de energía solar.
—¡Allí está, la fuerza del brillante sol de la U. A, Kagayaku Taiyō! —narró el docente de Kosei sónico y luego lanzó un grito al ver a su sobrina eliminar el ataque—. ¡Pero la cálida y tenue Luna no se queda atrás!.
Taiyō seguía lanzando más y más energía, hasta que una dio a su prima.
—¡Eso, por fin has dejado de escabullirse! —gritó mientras sus manos aún seguían rodeadas de energía dorada.
Pero su sonrisa de vio borrada por una patada por detrás que la dejó cerca del final de la arena. Volteó a ver a su prima en su lugar anterior con una pierna alzada.
—Si te confías, terminarás perdiendo más rápido —habló Tsuki con calma mientras sus manos también empezaban a rodearse de una leve energía de brillo azul.
—¿Qué fue ese movimiento? —gritó el rubio comentador en su máxima emoción por el combate.
Lo sucesido fue esto, Futōmeina había utilizado una cantidad de energía y la moldeo con su figura, creando una distracción a la rubia, quien atacó a su señuelo, mientras ella mediante al polvo que levantaba los ataque que la energía solar al estar en contacto con el suelo de la arena se acercaba a su prima.
—Tsk.. —chasqueó la lengua Taiyō mientras volvía a crean energía y juntaba sus manos para moldear la en una pequeña esfera brillante de tonos dorados—. ¡No importa lo bueno que sea tu manejo de Kosei, no es tan fuerte como el mio! —y lanzó una gran cantidad de energía directo hacia Tsuki.
Quien por lo rápido que había sido tan solo pudo crear una barrera de energía para protegerse, pero de igual forma estaba siendo arrastrada hasta el final de la arena.
—¡No volverás a ser parte de la familia! —gritó Kagayaku aumentando la energía.
La albina gruñó al notar que casi estaba por caer afuera, pero tomó fuerza aumentado la energía de sus manos y desvío el ataque hasta el suelo frente a ella. Hubo una pequeña explosión y parte de la arena se desformó, mientras más polvo se levantaba.
La rubia se puso en guardia al ver a su familiar de rodillas a un lado del destrozó de la arena, había podido salir con solo algunos raspones.
Futōmeina dio un giro aún en el suelo al ver otro ataque de su prima, suspiró y se levantó protegiendose de nuevo.
—No comprendes —habló la Luna mientras daba un giro esquivando y luego lanzó una ráfaga de energía siendo su primer ataque, que hizo a su prima moverse de lugar—. Nunca me ha importado... —de repente comenzó a lanzar más energías en forma de cuchillas delgadas, que hacían a su prima retroceder mientras ella abanzaba hacia ella.
Kagayaku creaba campos de energía pero estas eran débiles y no se comparaban a la equilibrada protección de la albina.
—Ser parte de esa familia..porque..
Los ojos dorados de la muchacha se abrieron por la sorpresa de tener frente a ella a su prima con su mano formando un puño rodeado por la energía lunar de su Kosei, lista para darle su último ataque.
Tsuki había pensado en atacar constante mente para poder acorralarla y de paso acercarse a ella para darle el golpe final.
—Yo ya tengo mi propia familia —habló segura de sus palabras.
Taiyō se movió hacia atrás y su pie rozó el final de la arena, su cabello se movió con el viento.
Y de repente todo se detuvo, la voz de Present Mic relatando, los gritos de emoción de los alumnos y espectadores.
Al igual que el ataque de la Luna.
La rubia la observó sin comprender sintiendo la energía lunar acariciar su rostro, pero nada sucedió, observó a su prima notando que no la observaba a ella directamente.
Futōmeina Tsuki, tenía sus ojos de pequeñas lunas en un lugar fijo, sus manos comenzaron a temblar y su poder a descontrolarse.
—Como...
No pudo terminar porque la rubia con desesperación expulsó una ráfaga de energía que dio directo a la albina y la lanzó al suelo a unos metros.
Taiyō respiraba con rapidez con ambas manos extendidas acercándose con lentitud, oyendo los murmuros de los ciudadanos.
—De...donde lo sacaste —la voz de Tsuki llegó a sus oídos, viendola levantarse con lentitud.
Pero ella volvió a dar un ataque que la lastimó un poco, pues su prima no podía crear barreras de protección como siempre, parecía ida y perdida.
—¡Dímelo! —murmuró mientras se levantaba, su rostro y cuerpo se encontraban llenos de heridas.
Kagayaku sintió su interior temblar al ver sus ojos. Dos lunas brillantes, de tonos claros e hipnóticos como dos lunas llenas y su rostro totalmente neutro.
—¿De qué estas hablando? —preguntó con nervios al sentir como la energía del Kosei de su prima se incrementará de manera enorme—. No me asustas Tsuki...no dejaré que ganes.
Y así también utilizó hasta la última gota de su Kosei creando una potente energía que iluminó el lugar.
—¡Wooow!, ¿qué es eso, dos potentes ataques? —habló Present Mic con toques de preocupación.
Futōmeina avanzaba hacia ella mientras la energía rodeaba su cuerpo y también iluminaba el lugar. Sus manos totalmente blancas y en forma de puños.
—¡Responde Taiyō! —levantó la voz mientras también se preparaba para darle final a la batalla.
Pero la rubia no respondió, tan solo decidió en atacar.
—¡Rising Moon / Rising Sun! —dijeron ambas al mismo tiempo.
Y dos enormes ráfagas de energía se funcionaban y iluminaban el lugar, haciendo cubrir a casi todos sus ojos por el brillo intenso. Luego se escuchó una explosión y se sintió un pequeño temblor.
El rubio de ojos zafiros se abalanzó al barandal del lugar sujetandolo con fuerza, buscando con desesperación alguna mata de cabello blanco, pero el polvo no dejaba ver nada.
Amajiki de igual forma se encontraba con el corazón en la mano sin poder creer en cómo terminó aquella batalla.
—¡Tsuki! —gritó Nejire con total preocupación mientras se levanta a de su lugar.
Y todos observaban el resultado de aquella lucha.
El polvo se dispersó y dejó a la vista a una persona parada de forma torpe mientras se acercaba a la otra participante.
La Prodigio de la Yūei, Futōmeina Tsuki se encontraba frente al cuerpo débil de su prima Kagayaku Taiyō, con su cuerpo totalmente lastimado al igual que la de ella. Mientra la rubia la observaba desde el suelo.
—Responde... —sus ojos de luna llena fijos en ella, mientras en su mano danzaba una energía azulada de forma voluminosa que se movía con constancia.
Lunar energy, Kosei que consume la energía de la Luna durante las noches, capaz de ser manipulada de diferentes formas. Pero que era guiada por las emociones de la usuaria del Kosei. Mientras más fuertes sean, más inestable es la energía.
Además tiene un límite. Si se utiliza totalmente, el cuerpo del usuario sufría las consecuencias.
El cuerpo de Tsuki temblaba de forma grave y estaba segura que perdería la conciencia pronto. Pero antes debía saber la repuesta a su pregunta.
—¡Responde! —se agachó y quedó cerca del rostro de su prima quien también la observaba.
Aquel combate no sólo dejó desecha a ambas...
Sino que también removió secuelas de su pasado...
—¡Dime como tienes el collar que mi madre utilizaba el día de su muerte!.
Nota de Autora:
Holaa!.
Ooohh mi mente hizo pumm al escribir este capítulo.
Y también les dejo otra sorpresa, se que no está muy buen definido la apariencia de Tsuki así que, he hecho un dibujo de ella en cuando se acercaba a su prima.
Espero que les guste y gracias por leer!.
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