Jungkook despertó con un gran dolor de cabeza, abrió sus ojos lentamente para acostumbrarlos a la luz artificial y miró su alrededor.

No era su habitación. Y Taehyung estaba a su lado, desnudo.

No, definitivamente no pasó lo que cree, ¿cierto?

El reloj marcaban las cuatro de la madrugada, la lámpara estaba encendida, lentamente se levantó de la cama y se escabulló de ahí. No sin antes recoger sus cosas y apagar la luz.

•••

—¿Jungkook? — esa mañana despertó algo tarde, percatándose de que su maknae no estaba, pero nunca imagino que él se había marchado en la noche, sino que, por la hora que marcaba el reloj, había sido recientemente. Hizo un solo movimiento y sintió un enorme dolor en su entrada, haciendo que se recostara nuevamente, pero algo lento

—Joder... — maldijo a el responsable de su malestar, mientras intentaba sobar la zona a dolorida

—Me las vas a pagar, Jeon Jungkook— dijo a sí mismo

Soltó un suspiro, y decidió que debía afrontar las consecuencias de sus actos, y pensó que no debería quejarse, pues ayer incluso pidió más de su maknae.

Fue lentamente hasta el baño, se dio una rápida ducha y salió, en cuestión de minutos ya estaba listo.

Entonces de dirigió hasta el comedor, dónde ya estaban todos.

—¿Tae, por qué caminas así? — Seokjin vio con preocupación a el mayor, pues caminaba de una forma... Sumamente extraña

—¿Te lastimaste ayer ensayando? — ésta vez fue Hoseok quién preguntó

—Si... Creo que me doble el tobillo, por eso camino así — rió nervioso

Estaba cojeando.

—Te daré una pastilla, veremos si con eso mejoras — argumentó Jin

—Si, hyung — evitaba mantener contacto visual con él, o alguien más; no era muy difícil saber si mentía o no, su mirada lo delataba

Y menos con Jungkook, porque la vergüenza que sentía incluso llegó a ser mayor que el placer que sintió ayer.

—¿No tienes hambre? — Jimin cuestionó, llevaba unos minutos - ocupado pensando - sin tocar el plato, que es raro, porque siempre que se sirve, en cuestión de milisegundos ya está con las mejillas llenas de comida

—¿Ah? Sí, si tengo — comenzó a comer impulsivamente

—Taehyung, ¿estás bien? — Yoongi por fin habló, con su típico rostro inexpresivo. Solo que esa vez le acompañaba un ceño fruncido

—Por supuesto — sonrió apenado, pues se dio cuenta de su extraño comportamiento

Dejó de comer un momento y revisó su celular una vez más, no había nada, y tenía baja batería, pero lo hizo para pasar desapercibidos sus actos recientes y por fin hacer algo normal.

El desayuno terminó y todos se fueron a distintos lugares, para descansar u hacer otras actividades.

Taehyung sólo fue a su habitación, ahí se quedó una buena parte de la tarde, no quería ni moverse; debido al dolor que sentía, pero no se arrepentía de nada.

Notó que Yoongi ni Namjoon estaban, así que supuso que o estaban en sus estudios u haciendo otra actividad.

Hoseok estaba mirando atentamente su celular, que no se dio cuenta de que Jin le hablaba, entonces él perdió la paciencia y se lo arrebató, comenzando una riña, pequeña y divertida, según el mayor.

Jimin leía entretenidamente un manga, últimamente sólo hacía eso cuando tenía tiempo libre.

Y Jungkook... Su habitación estaba cerrada, quizás éste durmiendo.

Fue tanto el aburrimiento y curiosidad de Taehyung que entró -olvidando su vergüenza- , quería jugar con él, o ver algún anime, lo que sea.

—Kook, ¿estás? — al ingresar se percató de que efectivamente, dormía, quizás estaba cansado, como él

Por un pequeño instante, a Taehyung le pasó por la mente hacer algo como anoche...

Y por más que se preguntaba ¿por qué no? No encontró ningún impedimento.

Cerró la puerta detrás suyo, caminó lentamente hasta el cuerpo dormido.

—Es mi turno, Kook — pensó y se subió sobre él, quien estaba boca abajo

Alzó su playera hasta los hombros y dejó un camino de besos en su espalda; de su cadera, pasando sus manos sobre ésta, hasta llegar lentamente a su nuca, mientras acariciaba cada espacio de ella, sin perder rastro de ningún espacio.

Incluso se atrevió a dejar también pequeños chupetones.

—¿Ah? — Jungkook despertó.—¿Qué haces Taehyung? — su voz salió ronca, calentando más a su mayor

—Es mi turno, Kook — dijo dándole la vuelta, viéndose a los ojos

—¿De qué hablas? — el menor de ambos trataba de luchar contra su deseo de hacerlo suyo

—¿Se te olvidó? ¿Así de rápido? — bufo — Ayer, Kook — intentó aclarar su mente, con un tono molesto y ansioso

—No sé de qué hablas — lo apartó de encima

—Jungkook

—Taehyung, ¿tuviste uno de esos sueños prohibidos conmigo? — su cara sí que podía hasta convencerlo a sí mismo de que eso no pasó

Su tono y facciones hicieron dudar por un momento a Taehyung

—¿Por qué finges que no sucedió? Estamos solos — se levantó

—¡No pasó nada ayer, Kim! — sabía que era mejor así

—¿Q-Qué? — un instante, por un instante Taehyung se tragó ese cuento

Pero ¿qué hay de su dolor esa mañana?

—Jungkook, ¿en verdad no pasó nada? — preguntó atemorizado de pensar que lo que cree haber pasado, fue producto de su imaginación

—Te digo la verdad — su consciente pedía a gritos decir la verdad, pues lastimaba a su mayor

Porque el sintió algo sentimental.

Frunció el ceño, estaba seguro de que Jungkook y él habían tenido sexo ayer, así a secas, porque su menor así lo dijo e hizo.

—¿Podemos... — sentía tanta vergüenza — intentarlo? — cerro sus ojos

—¿Qué dices? Taehyung, no — salió de la habitación

Y dejó a un Taehyung con el corazón roto.

Era verdad, lo admitía, Jungkook fue su primera vez, y eso significó mucho para él.