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Narrador omnisciente.
La castaña se estaba quedando dormida en aquella camioneta donde a las seis de la mañana ya estaba. Hasta que pasaron un tope y se golpeó su cabeza en el cristal, haciendo que se despertara con una sonrisa nerviosa, asegurándose de que nadie la hubiera visto.
Está vez iban de camino a una de las tumbas Serpentine dónde vivieron aquella criaturas que gracias al sonido de su cascabel ponían bajo hipnosis a sus presas y victimas, de ojos en espiral color carmesí y cuernos blancos, las tumbas estaba no muy lejos de la ciudad Nueva Ninjago.
La ayudante de uno de los maestros miro y sonrió divertida, ya después hablaría con ella pues ambas se llevaban muy bien.
— ¿Qué te ocurre __________?. — pregunto el profesor Uri preocupado —. Parece que no has dormido últimamente, ¿Tienes hambre, quieres que mandé a llamar a un médico?.
— No he dormido bien últimamente. — le explicó —. Pero no sé preocupe, es que últimamente me han pasado cosas muy raras, le prometo que en el desayuno le contaré.
Una vez llegaron instalaron las tiendas cerca de la mañana y comenzaron a hacer las exploraciones y las investigaciones. Una vez que empezó el desayuno ___________ le contó todo lo que había pasado en la última semana y de lo del diario, por lo que profesor con gran atención la escucho y le creyó en todas sus palabras.
Sugiriendo que el le echara un vistazo al libro y que buscarán una persona espiritista que pudiera ayudarla pues si podría tratarse de una maldición y de una muy grave.
Durante todo el día trato de distraerse haciendo su trabajo y acompañando a su jefe de aquí para aya. Hasta por eso de las tres de la tarde cuando ella estaba en la tienda descansando del horrible frío mientras terminaba de hacer su trabajo de la escuela.
— _________ linda, te buscan. — dijo Elisa, la ayudante de otro profesor.
— ¿Me buscan, quién?. — pregunto curiosa levantandose de su lugar.
Cuando la joven se hizo a un lado encontró algo que jamás en su vida llegó a imaginar. Aquel muchacho que últimamente había estado en su cabeza, Lloyd estaba ahí junto a Elisa.
La chica les dejo solos en lo que platicaban, ya después regresaría por ella para seguir buscando en las tumbas.
— Espero que no te esté interrumpiendo mi corta visita — dijo Lloyd a lo que la castaña le invito a sentarse en la otra silla.
— No, para nada. — sonrió nerviosa jugando con una pluma —. ¿Cómo estás, cómo me encontraste?.
— Tuve que preguntarle a Kai para que el le preguntara a Nya. — explico —. Necesitaba verte para platicar unas cosas, espero y podamos ser amigos.
— Por mi está bien. — _________ estaba muy feliz de que el estuviera ahí, y de que probablemente a partir de ahora estarían más tiempo juntos —. ¿Qué quieres hablar?.
— Después de que te conocí esa noche, me han pasado cosas muy raras. — dijo a lo que la castaña le miro preocupada, ella sabía a lo que probablemente se refería —. Así que, no se que hacer y también supuse que gracias a tu trabajo podría encontrar algo.
— Justo ahora estamos buscando en las tumbas. — dijo mostrándole unos mapas antiguos —. ¿Quieres bajar a las minas de hielo?.
— ¿Puedo hacerlo?.
— Puedes, porque yo tengo el acceso. — a lo que Lloyd no dijo dos veces que si.
Ambos salieron de la tienda de inmediato, y si alguien los veía solo decían que hablarían a solas y un poco más alejados de las tiendas. Solo para ir a una de las entradas que mostraba el mapa, casi a las orillas de un acantilado.
Una vez adentro Lloyd y __________ caminaron un par de metros ayudados de las linternas de sus celulares. Hacia bastante frío, y no debían tocar nada pues aquella tumba podría colapsar el cualquier momento y quedarían atrapados bajo toneladas de hielo o clavados como camarón.
Para pasar el rato ambos platicaron algunas cosas como lo que habían echo desde la última vez que se vieron, y de como eran sus familias.
— Alguien me sugirió venir a buscar alguna pista por acá. — dijo el ojiverde —. Y que tal vez tu podrías ayudarme, ya que ya fui al médico y nada que tengo.
— ¿Alguien?. — pregunto en voz baja pero ya habían llegado.
Era una arena pequeña dónde seguramente hacían sus comandantes, y más al fondo estaban los jeroglíficos dónde los Serpentine de ojos carmesí escribían sus leyendas. Lloyd no pudo evitar tocar aquellas escrituras, cerrando sus ojos con ligeramente mientras que a su mente llegaban imagenes dónde se veía así mismo mirando uno de esos combates entre dos de los líderes Serpentine, pero el parecía ser solo niño con una capucha oscura intentado escapar de ahí. Dejo de tocar cuando el frío hielo comenzó a doler en la palma de su mano entumeciendola. ___________ se dió cuenta de que probablemente ya había descubierto algo, por lo que lo dejo solo y tranquilo un momento mientras ella buscaba más pistas.
Hasta adentrarse a una habitación dónde parecía que tenían los dormitorios de estás criaturas y algunas bodegas donde por las condiciones del hielo era imposible pasar.
Tal vez estuvo vagando por ahí unos minutos hasta que regreso al sitio donde dejó a Lloyd, este seguía ahí sin decir nada hasta que la miro.
— Creo que, esto debería hablarlo con mi hermano o con mi padre. — dijo confundido —. ¿Me creerías si te digo, que siento que ya estado aquí?.
— ¿Lo dices por .... ?. — confundida pregunto.
— La verdad es que ni yo se. — sonrió señalando la salida —. Debemos irnos, antes de que algo nos pase.
Narra __________.
Y así fue como ambos íbamos lado a lado saliendo de esa cueva repleta de hielo. Admito que este chico me pone muy nerviosa, y no en un mal sentido, si no que por el contrario, siento como si en cualquier momento me dirá algo o hará algo que ya se desde hace tiempo atrás.
Después de esta visita, se despidió de mi ya que su hermano ya había llegado por el, pero en cualquier ocasión saldríamos con unos amigos, incluso le dejé mi número anotado en un pedazo de papel para que cuando quisiera pudiera mandarme un mensaje a lo que esté accedió con un sonrisa bajando la montaña.
Semanas después todo iba perfectamente bien, entre mi trabajo y seguí con mis clases con normalidad. Hasta la llegada de esos idiotas. Hace unos tres días habían llegado varios alumnos por intercambio de otras escuelas o para quedarse hasta terminar la carrera, entre ellos tres que no hacían más que estar molestando a los de primer año, estar fumando cosas de dudosa procedencia atrás de las canchas de fútbol o del estacionamiento donde casi no va nadie y desde luego estar metiéndose en problemas con alumnos de escuelas vecinas. Eran de ese tipo de personas con las que no quisieras acercarte, no mirarlos no nada.
— No son mas que unos imbéciles. — dijo Kai ayudándome con mis libros mientras esperábamos a que Nya saliera de su clase —. Lo que hacen no me parece bien.
— Ya somos dos. — dije ahora sí ayudándole a quitar tantos libros de sus brazos —. No busques pelea Kai, podrías meterte en problemas y no quisiera que te pasará algo.
— Eso ya lo sé. — aburrido me miró tras un suspiró —. Ah, es verdad, ¿cómo vas con Lloyd?.
— Nos mandamos mensaje rara vez, supongo que es por que está muy ocupado en su escuela. — explique.
— No sé si este bien lo que te voy a decir. — dijo nervioso, buscando las palabras adecuadas tal vez para no hacerme sentir mal o algo así —. Pero tiene tal vez un mes y medio que Lloyd termino con la que era su novia. El no sería capaz de estar con una persona solo para olvidar a otra, pero creo que era importante que lo supieras.
— ¿Su novia. — pregunté, eso sí no lo sabía, hasta que el recuerdo de la chica en el museo me hizo recordarla —. Era, la chica de pelo blanco?.
— Si, ella. — asintió —. Harumi y Lloyd se conocieron en la universidad y estuvieron juntos casi un año, lastima que ella resulto ser diferente a el.
— Ah tranquilo. — dije muy relajada —. No planeó ninguna cosa extraña, apenas y lo conozco.
Estaba por responder a eso, pero Nya había llegado muy animada. Y nos contó que Jay le había mandado un mensaje donde la invitaba a ella y a sus amigos más cercanos al nuevo departamento que había comprado en uno de los edificios más lujosos de ciudad Nueva Ninjago, ya que había sido un regalo de su padre.
— ¿Y cómo le habrá echo. — cuestionó Kai no muy convencido —. Se habrá ganado la lotería?.
— No tonto, eso me lo contará más al rato. — dijo mirandome ahora a mi —. Debemos ir todos, así que encargate de avisarle a Lloyd y Gaizka. Y si quieres también le puedes decirle a Skylor, ¿Tu que dices _________?.
— Me parece una buena idea. — dije —. Pero antes necesito un favor...
—¿Qué cosa?. — pregunto Nya.
— Más al rato en la tarde debo regresar a la escuela, debo arreglar los papeles en dirección de mi domicilio. — explique —. Será rápido, así que probablemente salga a las ocho de la noche de aquí, ya que me atenderá la directora.
— Sin problemas, pasamos por ti. — dijo Kai —. Iré a decirle a Skylor, las veo entonces al rato y sirve que le aviso a esos dos.
Y así fue como habíamos acordado. Regrese a casa y lleve todos los papeles que me había pedido la directora y en menos de dos horas el problema ya había sido resuelto, mire el reloj de mi celular y apenas habían dado las siete cuarenta y cinco de la noche, faltaban solo quince minutos para que ellos pasarán por mi así que decidí esperarlo casi en la puerta del estacionamiento, hubiera preferido estar adentro pero la escuela ya estaban por cerrarla ya que ya no quedaban tantos alumnos de la tarde por ahí.
Di un vistazo a los salones y a los jardines de la escuela, de verdad todo se veía bastante tétrico y terrorífico de noche. Y salí.
Me recargue en la pared y espere pacientemente a que llegarán por mi. Aunque claro que estaba un poco asustada ya que por ahí ya no transitaba ningún vehículo pese a la hora tan temprana. Maldición, ojalá y no tarden tanto.
— ¡Si de verdad, ese imbécil se atrevió a reprobarme, seguramente ni esposa a de tener que lo aguante!. — escuché cerca por el mismo pasillo donde yo estaba que veían hacía acá tres jóvenes hablando fuertemente.
Seguí en mi mismo lugar, seguramente solo eran estudiantes que vivían cerca de aquí, porque por lo que había dicho uno de ellos estaban hablando de la escuela. Al mirar en la otra dirección, otra persona más también estaba por pasar por ahí, pero está iba sola. Así que saque mi teléfono y le mandé un mensaje a Nya para decirle que ya había salido.
— ¿Y qué, te dejo plantado el novio?. — uno de ellos con burla me habló. No me había dado cuenta que ya habían llegado hasta aquí tan rápido, por lo que simplemente le ignore, en verdad no quería problemas.
— Te están hablando, que grosera eres. — dijo otro y entonces cuando los tres se acercaron más a la luz de uno de los faros que había en la calle justo sobre nosotros pude ver sus caras, eran esos tres imbéciles de intercambio de los que hablaba con Kai en el almuerzo —. ¿Eres de esta escuela.
— Si, pero ya vienen por mi. — dije guardando mi teléfono nuevamente en mi bolsa —. ¿Que hay de ustedes?.
— Si pero odiamos la escuela. — dijo el tercero —. Ni a mi ni a mis hermanastros nos gusta esta porquería.
— ¿No quieres que te acompañemos a dónde vas?.— pregunto el primero pasando su brazo por mi hombre a lo que me quite inmediatamente —. Después de todo, somos compañeros de clase y jamás te haríamos nada.
— No gracias, son muy amables. — dije algo inquieta, quería correr de ahí —. Vallanse.
— Yo te he visto antes, eres de la clase B dónde seguramente también va la hermana de Kai — divertido el más alto rio —. ¿Tu podrías presentarla no?, Eres su amiga.
— Ni de chiste dejo que Nya se acerque a ustedes. — dije molesta ya apunto de irme pero uno de ellos me tomo del brazo con fuerza y me jalo hasta mi lugar de nuevo.
Yo estaba segura de que me iba golpear en cuanto mire su mano de reojo casi cerca de mi pómulo. Pero eso eso no paso, escuché gritos conocido a lo lejos y un fuerte golpe delante de mi hizo caer a uno de ellos de espalda, por inercia me aleje unos cuantos pasos más atrás y mire a las personas que me habían ayudado.
— ¿_________ estás bien?. — pregunto Kai y a su lado estaba Lloyd muy preocupado, pero eso no era todo, había un tercero.
— Eso me dolió más a mi que a ti. — dijo el otro sujeto, aquel que había golpeado al tonto hace un montón —. Ya llame a la directora, haber como les va mañana.
No lo pensaron dos veces y salieron corriendo como ratas. Aquel muchacho estaba de espaldas, y después me miró a mi y mis dos amigos.
— Gracias. — dijo Lloyd tomado la manga de mi suéter para no soltarme —. Creí que no llegaríamos a tiempo, pensé que ya la habían golpeado.
— No hay problema, la verdad es que a esos tres ya los conocía desde hace dos años en la escuela de dónde vinimos, yo también vine de intercambio — dijo el de cabello negro —. Lo importante es que no te hicieron nada, pequeña.
Aquel apodo y esa sonrisa del joven me hicieron dar con el vago recuerdo de este. No, yo jamás lo había visto, pero si que ese apodo tan simple me sonaba de algún lugar.
— ¿Estás ocupado?. — le pregunto Kai —. Ellos podrían regresar, ven con nosostros un rato y después te llevamos a tu casa.
— No tengo nada que hacer, de echó vivo a cuatro cuadras de aquí y salí a caminar. — respondió —. Sin problema puedo ir con ustedes.
Kai y aquel joven caminaron detrás de nosotros para que pudieran cuidarme mejor. No había caído en cuenta que Lloyd aun me seguía agarrado de la manga de mi suéter, por lo que tal acto se me hizo muy tierno de su parte.
— Lloyd, que bueno que también estás aquí. — dije para dejara de pensar en lo antes sucedido —. ¿Cómo has estado?.
— Mejor que tú. — dijo ya más tranquilo mirando el camino para llegar al auto —. ¿Segura que no te hicieron nada?.
— Si, yo estoy bien. — dije aliviada y me atreví a tomar su mano —. Tranquilo.
Notita de autora♡. Hola muy buenas tardes, ¿Cómo han estado? Yo he estado muy bien, y muy feliz por que la obra a sido bien recibida por todas ustedes las que me han leído, votado y comentado, muchas gracias. ♡
Quisiera saber si les está gustando este especial, pueden aquí mismo decirmelo, ya que últimamente estado contestando todos sus mensajes sin excepción, y así quiero continuar.
Sin más por el momento, las veo el siguiente viernes con una gran noticia para la próxima historia, gracias ♡.
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