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Narrador omnisciente.

Ya que tenía dos semanas de vacaciones para pasar de semestre a semestre ___________ quiso utilizar todo su tiempo en leer ese diario en lo que hacía su trabajo y ayudaba al profesor en más investigaciones que estaban por venir hasta que ella retomará sus clases.
Aquella tarde noche cuando se había quedado sola pues a su madre la habían cambiado de turno por fin pudo terminar de traducir diez hojas en total por ambos lados, no había sido nada fácil y rápido, le llevó horas y horas de trabajo hasta tarde sin dejar de lados sus demás quehaceres.
Recolectó todo en un par de hojas blancas rayadas para leerlas mejor. Y cuando ya las tenía entre sus manos se dispuso a leer con sumo cuidado y atención.

Narra __________.

Quedé realmente sorprendida por lo que estaba leyendo. El diario era tal vez era de un pequeño niño de no más diez años quien contaba de como se sentía al ser abandonado en un internado lleno de niños malcriados por su misma madre quien desapareció después de dejarlo en la puerta de ese lugar. Y de como su tío lo había salvado en compañía de otros jóvenes mayores que el, describía mucho sus emociones pues solamente una mujer le escuchaba, hasta la llegada de otra más.
También escribía sobre su gran futuro y el gran poder que tenía desde que lo nombraron con un gran poder ancestral, su abuelo había sido quien creo Ninjago desde cero con ayudo de cuatro armas legendarias echas con un metal muy fuerte.

A medida que leía más ese diario más quería saber sobre este pequeño niño, y no solo eso todo esto también era información muy importante que todo mundo había olvidado. Seguramente al profesor le gustará ver esto.
Contaba su día a día de entrenamientos y de lo mucho que apreciaba a su gran amiga que, extrañamente tenía el mismo nombre que yo. Mi nombre estaba escrito en estás páginas, aquel niño la mencionaba mucho y de lo mucho que habían cambiado sus sentimientos con el pasar de los meses.

— Lloyd .... — susurré su nombre en cuanto revise las últimas páginas, pues ese era el nombre de aquel niño al que le pertenecía este diario —. ¿Qué?.

Esto ya era bastante coincidencia. Los nombres, las personas y lo que había pasado en el museo no habían pasado solo porque si, era como leer un libro donde tú eres la protagonista y estás junto al hombre que más amas.
Deje las hojas en el escritorio y me aleje un momento de la computadora para ir comer algo, no alcance a llegar a la cocina cuando de nuevo ese dolor detrás de mi oído me hizo sentarme un momento en el pasillo. Odiaba esto, algo estaba definitivamente mal porque de la nada comencé a sentir náuseas a la vez que recuerdos ajenos invaden mi mente como neblina muy borrosa. Yo no necesito comer, necesito respuestas. 
Me quedé ahí en suelo tal vez dos horas en lo que se me pasaba todo, de verdad no me sentía nada bien, ¿Que tal si el diario estaba maldito o algo? O tal vez era un castigo por estar de chismosa leyendo cosas que no debo, no lo sé, cualquiera está mal.

Narrador omnisciente.

El caso de __________ no era el único. Pues al otro lado de la ciudad muy preocupada una madre había llamado al médico para que viniera a atender a sus hijos quienes habían caído en un coma todo el día desde que la castaña leyó todo. El estando de Lloyd era peor que el de Gaizka pues este a altas horas de la noche ya había despertado, muy confundido y necesitaba estar un momento a solas. 

— Ellos no tienen absolutamente nada. — explico el médico mientras terminaba de canalizar al rubio —. Sin embargo, debemos esperar hasta que despierte su hijo.

— ¿Por qué Gaizka quiere estar solo. — pregunto preocupado el padre de los jóvenes —. Qué tiene mi hijo?. 

— Deberíamos preguntarle en un rato más. — sugirió —. Tranquilos, ellos estarán bien. Y probablemente Lloyd despierte hasta mañana.

El doctor había salido de la casa a altas horas de la noche esperando que ambos chicos estuvieran mejor mañana.
Al día siguiente Lloyd se despertó en la mañana con mucho dolor de cabeza y dolor en su brazo donde tenía una solución que casi estaba vacía. Sin pensarlo dos veces se quitó esa cosa y se tapo con un pañuelo para evitar que saliera más sangre. Camino hasta su escritorio y miro su celular, tenía tres llamadas perdidas de Haru, había casi olvidado que hoy tenía que verla y arreglar las cosas que tenían pendiente desde hace dos meses, debía hacerlo hoy si o si.

Suspiro con pesadez al ver los bonitos rayos de sol entrar por el tragaluz de su habitación. Miro aquella foto colgada en su pared y no pudo evitar sentir un dolor en su frío corazón. ¿Acaso ya era hora de que todos recordarán? ¿Ya era hora de reunir sus pedazos para formar algo nuevo? No lo sabía con exactitud pero si que tenía que decir la verdad, no podía soportar otros cien años, si se lo pidieran, sería imposible.

— Trata de relajarte, puedo sentir tu corazón muy angustiado. — dijo la de cabello gris con una sonrisa en sus metálicos labios —. Quiero que sepas que voy a estar contigo, tampoco para mí a sido fácil verte así.

— El me dijo una vez, "no volveremos a olvidar" pero si se olvidó todo. — dijo con tristeza —. Mi padre se había equivocado en eso, porque no a habido señales de ninguno.

— Olin ya nos informo que las vio a ambas. — dijo sentandose a su lado en la cama —. Y también los vio a todos ellos menos a Cole y a Jay, habrá que esperar.

— ¿P.I.X.A.L, tu crees que sean capaces de recordar? — pregunto esperanzado —. Digo, tal vez podamos volver a esos tiempos.

— Desde luego, tienen que hacerlo pero no sera fácil y para eso Olin nos ayudará. — consoló la chica —. Zane, necesito que estés tranquilo para que ya podamos iniciar la búsqueda.

— Tienes razón. — más tranquilo tomo la mano de la de gris —. Confiaré.

Alguien había tocado la puerta de su departamento. Dónde la chica le sonrió besando su fría mejilla y se levantó para abrir la puerta. Hizo pasar al joven que estaba ahí, nada más y nada menos que Olin. A simple vista parecía eso, un joven de treinta años de edad, alto de cabello negro y ojos violetas muy oscuro junto con unos lentes. Algunos lo recordaban hace muchos años, por ser un simple niño que ayudaba a Mistake en su tienda de Té, aquel pequeño niño lleno de ropa abrigada era el nieto de Mistake quien ahora era todo hombre. La raza de Onis ya estaban extintos, de no ser por el. Ya casi nadie los conocía, y aquellas criaturas tenían vidas largas como los dragones, y como sus amigos Androides así que no era solo un joven.

— Las vi a las dos afuera del museo hace una semana. — dijo Olin una vez dentro de la habitación de Zane —. A ___________ y Nya, y no solo eso todos estaban ahí tal y como les dije por mensaje.

— ¿Y cómo las viste?. — pregunto P.I.X.A.L curiosa.

— Están casi igualitas. — dijo con una sonrisa —. Así como en tu foto, y los demás también aunque parece que sus personalidades han cambiado ligeramente, tendremos que esperar un par de meses nada más, para que pueda yo ayudarles.

— Aún hay sangre Oni en las venas de Lloyd. — dijo Zane —. Con que sea solo un uno por ciento estoy seguro de que tú poder tendrá influencia sobre el.

— También estoy seguro. — afirmo —. Y también espero que con el pasar de los días, ellos también poco a poco recuperen sus recuerdos.

Las siguientes dos noches fueron muy pesadas para __________ quien no dejaba de tener sueños muy raros, como si no fueras suyos y a la vez si. Pues había gente que conocía y sucesos que jamás en su vida había pasado, por eso estaba muy confundida y peor que sus padres habían tenido mucho trabajo y no estaban casi en casa.
Así que todas las noches sin falta platicaba con Nya por teléfono para así aliviar su soledad y platicarle todo de lo que le estaba pasando desde que leyó el diario y las coincidencias que tenía con todos los que se habían reunido aquella noche en el museo, incluyendola a ella, por lo que Nya también estaba muy confundida.

— _________ todo lo que dices y lo que está pasando no es normal. — dijo Nya al otro lado de la línea —. Ayer Jay también estaba muy raro, pero no me dice nada, el dice que está bien que solamente tiene dolores de cabeza.

— Mañana iré a trabajar con el profesor. — respondió —. Así que invesgare lo más que se pueda, debe haber algo para explicar esto, solo espero que no sea nada malo.

— Me mantienes al tanto por favor. — pidió preocupada —. He iré a verte pasado mañana, para que platiquemos.

— Gracias Nya.

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