42
(Just dance)
Maratón (1/2)
—Vamos, chicos. No queremos que lo tomen así, ¿pueden quitar esas caras de disgusto por un momento? — se queja Seokjin cruzándose de brazos.
—Bueno, yo respeto tu desición y la de Namjoon hyung, ustedes tienen sus razones.
—Oh, gracias Jimin—sonríe y mira al peliazul que rueda los ojos y come algunas frituras— ¿qué hay de ti, Taehyung?
—No lo sé, Seokjin. Lo respeto pero me parece desleal que tú y Namjoon nos hayan negado la noticia de su boda y en lugar de eso hacerla secreta.
Namjoon se acerca y niega.
—Lo sentimos, pero era necesario.
—Lo entendemos, aunque ¿por qué ni si quiera supimos nada?
—Chicos, bueno... —rasca su nuca Jin— sonará a algo realmente estúpido y supersticioso, pero Namjoon y yo pensamos que seguramente nuestros planes de boda anteriores se arruinaron debido a la mala suerte o algo parecido, chicos sólo nos importaba casarnos y ahora que lo estamos somos felices, ¿bien?
Sonríe Jin esperando que sus otros amigos también lo hagan.
—¿Chicos?
Jimin y Taehyung se miraron un segundo en silencio y después se echaron juntos a reír, entre carcajadas miraban a la pareja.
—¿Qué Diablos les da risa?, ¿cuál es el chiste aquí? —cuestiona indignado el mayor.
Los dos mejores amigos no paraban de reír.
Namjoon reía en silencio, tratando de ocultarse de Jin.
Sin embargo, éste último lo descubrió y le miró de manera confusa y ofendida.
—¿Qué sucede?, Nam ¿por qué están riendo?, ¿por qué tú también lo haces?
—¡Kim Namjoon!
Namjoon trataba de calmarse y finalmente lo logró en cuanto escuchó su nombre completo; ser mencionado por su ahora esposo.
—Si, perdón, lo siento—Toma aire—. Verás Jin... Es una historia muy estúpida, ¿sabes?
—¿Perdón?, Namjoon; ¡nos casamos por esa razón!
—Si, bueno; es cierto. Pero recuerda que tú eras quien pensaba que las cosas podrían salir mal de nuevo, así que... Amor, tuve que apoyarte porque te amo pero... Si lo piensas bien, nuestro motivo para casarnos en secreto fue una completa tontería .
Vuelve a reír, mientras los otros dos asienten.
Jin simplemente los mira y luego decide unirse a ese momento tan divertido para todos.
Por supuesto, Namjoon y Seokjin habían decidido casarse en secreto, trás haber tenido una boda fallida obviamente no habían querido arriesgarse nuevamente a que algo saliera mal y lo hicieron; se casaron en secreto, de hecho; hacía dos semanas de eso.
[•••]
Después de unas cuantas anécdotas y un paseo por la ciudad, Taehyung, Jin y Jimin se dedicaron a pasar el tiempo en casa del primero, los tres estaban muy entrerenidos pintando la que sería la habitación del futuro hijo de su amigo.
—¡Llegué! —avisó un feliz Hoseok, entrando a casa, dejando sus pertenencias en el living room y acercándose hacia el cuarto en donde había escuchado las voces ya conocidas de su esposo y amigos.
—Oh, ¡Hobi que bien que llegaste!—sonrió feliz el peliazul—, mira casi terminamos la habitación del bebé
El peli rojo sonrió y asintió mirando cada detalle de la habitación.
—Si, es lo que veo. No puedo creer que ya hayan terminado, sólo han pasado tres de semanas desde que nos enteramos sobre su existencia.
Ríe y se acerca a abrazar a su pareja.
—Lo siento, pero no podía esperar más.
Taehyung y Hoseok se miraron y se dieron un corto beso.
Jin y Jimin estaban felices por ellos pero al mismo tiempo se sintieron incómodos. Por eso mismo, se levantaron de sus asientos, Seokjin carraspeó ligeramente la garganta captando la atención de la pareja.
—Si, es muy bonito todo chicos. Pero es hora de que Jimin y yo vayamos a casa, hemos terminado Taehyungie—dijo sonriendo.
Hoseok y Tae rieron.
—Lo sentimos, simplemente estamos muy felices— dice un poco avergonzado, Hoseok.
—Oh, no. No te disculpes, está bien. Ustedes son esposos, son una familia, por favor no queremos incomodar los así que, Taehyung—miró hacia su mejor amigo—, fue espectacular ayudarte con la habitación del bebé, gracias. Nos veremos pronto, ¿bien?.
Taehyung asiente.
—Por supuesto. No se preocupen, por cierto; no piensen que no seguiré demostrando mi amor ante todos, lo seguiré haciendo—da un ligero golpe en el hombro de su pareja.
Hoseok lo abraza y besa su mejilla.
—Nos vemos, entonces. —Se despide Hobi.
Seokjin y Jimin salen muy sonrientes de la casa de sus amigos para subir a la camioneta del mayor.
[•••]
—Namjoon dijo que regresaría por nosotros a casa de Hoseok, pero mira la hora— dijo preocupado Jin, mientras llamaba por teléfono a su esposo.
Jimin solamente se quedaba quieto,paciente y jugaba con la etiqueta del peluche favorito de su amigo. Esa alpaca blanca que siempre lo acompañaba desde su adolescencia.
Seokjin suspiró.
—Diablos, Namjoon.
— Tranquilo Jin hyung, debe estar ocupado con alguna otra cosa.
—¿Ocupado?, no; no lo creo Jimin. Sólo iba a comprar algunas pequeñas cosas para nuestro viaje a Alemania, no debería tardar tanto y debería de contestar.
—Por Dios, Jin ¿ya te viste? —ríe Jimin.
—¿Cómo?, siempre me veo y admiro Jimin. Digo, ¿ves este rostro? —pone sus manos en sus mejillas y se acerca un poco más al otro para que lo vea mejor—, es precioso. ¿Cómo no lo haría?
Cuestiona como si estuviera indignado.
Jimin ríe y da un golpecito en su hombro.
—No, hyung. No me refiero a eso, sino... —lo mira con una sonrisa diferente, cálida es la palabra. — ¿Ya te viste?, realmente actúas como un esposo preocupado, es más; pareces una mujer controladora.
Jin agranda levemente los ojos y luego los entre cierra.
—Ah, que insolente eres Jiminie, no te atrevas a compararme con esas mujeres locas y olvídalo ¿quieres? —ríe y vuelve a mirar la pantalla de su móvil—, pero enserio, Nam nunca tarda tanto. Si estoy preocupado.
Jimin le da un par de palmaditas en la espalda.
[•••]
—¡Papi! — gritó con los ojitos llorosos, haciendo un tierno pucherito.
Jungkook suspiró y colocó su mano en la frente. Estaba un poco estresado y frustrado, había salido con su hijo a visitar a su madre, habían pasado prácticamente toda la mañana con la mujer, ella como su abuela que es, lo había consentido mucho, sin embargo; el pequeño Gukmin en ningún momento había querido irse de la comodidad de su hogar para visitar a su abuelita.
Por eso, cuando estaban por ir a visitar "a la abuela ", Jungkook le convenció con que habría una recompensa a cambio de ir a ver a su madre.
El niño aceptó, así que Jungkook estaba un poco desesperado por una razón :
Había olvidado la cartera en casa de Jimin. Había ido a visitar a su madre sin ella, ahora su hijo hacía un berrinche de aquellos que tanto llegan a desesperar a la gente y Jeon solamente se limitaba a respirar y mantener la calma, mirando a su hijo desde los asientos traseros del auto.
—Gukmin, debes calmarte. Estás siendo un mal niño, tendrás que comportarte.
—¡Appi Jimin! —comenzó a llorar, llamando a su otro padre como si éste en algún momento fuera a llegar—¡Appi Jimin!
Jungkook miró la luz del semáforo cambiar e indicarle que ya podía avanzar en la carretera.
¿Qué Diablos había salido mal?, oh si. ¡La billetera!, tenía que haberla olvidado y ahora no podía calmar a su hijo.
—¡Appi!
Continuaba llorando.
—Gukmin, llegaremos a casa y prometo que te compraré el helado que tanto quieres pero para eso debemos llegar y tener el dinero, hijo por favor.
El niñito se cruzó de brazos y se quedó callado.
Jungkook se sentía el peor padre del mundo.
[•••]
—¡Nam!, oh por Dios, ¿¡estás bien!? —entró apresuradamente al cuarto de hospital, Seokjin.
Namjoon los miró llegar a ambos chicos y asintió tranquilamente.
—Si, tranquilízate estoy bien. No fue nada.
—Pero ¿cómo que no fue nada?, mírate tienes yeso en un brazo, ¿qué te pasó?
—Si, lo sé. Pero de verdad fue un accidente.
—O más bien, fue para evitar un accidente—dijo el médico entrando a la habitación, delatando al paciente.
Namjoon lo miró y negó.
Seokjin frunció el ceño.
—¿Por qué?, ¿qué hiciste?
—Nada, yo sólo... Intenté salvar a una anciana de ser atropellada.
Seokjin cubrió su boca y se preocupó aún más.
—¡Oh cielos!, ¡Namjoon eso es muy serio!
—Tenga cuidado Namjoon hyung—dijo Jimin viendo la situación.
—Si, también lo sé. Pero tenía que hacerlo, no podía permitir que algo sucediera.
—Si, pero hay maneras Nam
—Bueno, si les sirve de consuelo, Namjoon no tiene nada malo; bueno, casi nada, afortunadamente el auto no logró impactar a la mujer mayor ni a él, lo malo es la fractura de su brazo y el yeso, pero tampoco fue de un grado mayor.
—Gracias doctor— sonríe Jin.
—No es nada, es mi trabajo—sonríe y mira al pelinegro que acompañaba al chico.
Jimin también lo miró, ambos lo hicieron. Juraban que antes se habían visto pero no recordaban en donde, al menos Jimin, no hasta el momento en el que el médico sonrió y se acercó.
—¿Park Jimin?
El mencionado se sorprendió.
—Si, ¿quién es usted?, disculpe no... Lo reconozco de ningún lado.
El otro chico sonrió y los dos se quedaron frente a frente.
—¿De verdad no me recuerdas?
Jimin continuó observándolo pero no consiguió recordar.
—No, lo siento. No lo recuerdo.
—Bien, entonces tal vez recuerdas la secundaria, el grupo de fútbol y-
Jimin recordó y sonrió.
—Oh, no puede ser. Espera, creo que te recuerdo, ¿eres Yuk-hei?
—El mismo— asiente— aunque antes solían llamarme Lucas.
—Si, si ahora recuerdo bien. No sabía que habías estudiado medicina. Que sorpresa encontrarte, ha pasado tiempo.
—Si, bastante en realidad—sonríe.
Seokjin por segunda vez en el día carraspea.
—Ehm, disculpen. Jimin, creo que es hora de que te vayas, recuerda que hoy ibas a salir .
El pelinegro asiente dándole la razón a su amigo.
—Es cierto, ehm es un gusto haberte visto después de mucho tiempo Lucas, ahora debo irme.
—Oh, claro. Si; para mi también fue un gusto , comprendo yo...
—Si, Namjoon cuídate por favor, tú también Seokjin.
—Lo haremos, gracias Jimin.
El último había salido de la habitación y ahora se dirigía por los pasillos hacia la salida, pero se vio detenido por el mismo chico.
—Jimin, espera.
El pelinegro se detuvo aún sorprendido y elevó sus cejas.
—Ah, si ¿qué ocurre?, no pensé que me seguirías.
—Lo siento, yo... Me preguntaba si... ¿Podemos intercambiar números de teléfono?, digo; acabamos de volvernos a ver después de mucho tiempo y yo pienso que-
Jimin ríe. Lucas extiende su teléfono hacia él.
—Oh, espera Lucas.
—¿Sí?
— Yo... Acepto intercambiar contacto contigo—toma el teléfono del chico y escribe su número para después entregárselo.
—Gracias, Jimin. Espero hablar más seguido contigo y no lo sé, tal vez ¿salir nuevamente?
El pelinegro baja la mirada y suspira para luego volver a encararlo y poner una mano sobre su hombro.
—Claro, podemos hablar de vez en cuando Lucas, como buenos amigos, quiero aclararte... Yo sólo puedo ser tu amigo, no me gustaría que se crearan malos entendidos entre ambos, ¿bien?.
El otro chico se quedó un poco sorprendido, ¿tanto se había notado que volver a verlo le alegraba y había acelerado su corazón?, joder.
Si ya había sido descubierto por Park, ¿qué más daba?.
—Bien, me descubriste Jimin.
El más bajo asintió en silencio mirando hacia otro lado.
—Entonces, supongo que sólo me queda preguntar ¿por qué sólo puedo ser tu amigo?, quiero decir, ¿estás comprometido o algo?
Jimin sonríe y asiente.
—Si, bueno; estoy en una relación con el padre de mi hijo. Quiero quedarme así, con ellos, espero que lo entiendas.
Lucas comprendió la situación.
—Oh, vaya... ¿Eres padre?
—Desde hace tres años, lo soy.
—Es una gran sorpresa, y bueno. Entiendo, entonces no hay batalla ni guerra que ganar supongo, ¿no?
Jimin niega con la cabeza.
Lucas ríe y se encoge de hombros.
—Bueno, entonces comprendo, no te preocupes. Igual me gustaría que siguiéramos en contacto de vez en cuando, como amigos; claro está.
Jimin asiente.
—¿Podemos abrazarnos después de muchos años?
Jimin ríe y ambos se dan un corto abrazo.
—Hasta pronto. —Se despide Park, mientras se aleja y se dirige a la salida.
[•••]
— Gracias papá. —Dijo el menor ahora contento sentándose en el sillón, comiendo de su helado de galletas; mientras miraba su caricatura favorita.
—Si, está bien... —dijo el mayor dejando su cabeza caer sobre la mesa por lo cansado que se sentía.
Alrededor de las 6:30 de la tarde, Jimin llegó a su casa.
Se dió cuenta de que el niño miraba la televisión muy cómodo con su helado y su novio estaba completamente exhausto y derrotado en la mesa.
Su vibra oscura podía sentirse en toda la casa, definitivamente algo no había salido bien para él ese día.
Jimin lo supo en cuanto lo vió, en cuanto llegó a casa y atravesó la entrada del lugar.
El niñito, se dió cuenta que su appi había llegado y sin más, salió corriendo hasta él para abrazarlo por la piernas.
—¡Appi Jimin! —sonrió mostrando sus dientecitos, demasiado parecido ahora a su padre Jungkook.
Jimin lo cargó y abrazó.
—Gukminie, ¿qué pasó?, ¿por qué tu papá Jungkook está así?, ¿qué sucedió?
El menor bajó la mirada y lamió si helado inocentemente.
Entonces, Jimin bajó al menor sin recibir respuesta y se dirigió hacia el comedor para despertar al castaño.
—Hey, Kook. Despierta—susurró en su oído y dió algunas palmaditas en su espalda.
El otro despertó muy desorientado y se dió cuenta de la presencia de Jimin y su pequeño hijo.
—¿Q-Qué pasó? —Miró a Jimin.
—No lo sé, eso mismo quisiera saber yo Jungkook. Acabo de llegar a mi casa y lo único que encuentro es a mi hijo comiendo un helado, mientras ve —mira nuevamente hacia la televisión— ¿películas de terror? , ¡Jungkook tiene 3 años! , ¡Y tú niño, no puedes ver eso!
Lo último lo dijo dirigiéndose al menor, haciendo que hiciera nuevamente un puchero y ojitos de perrito.
—Joder, Jimin no puedo con esto— vuelve a dejarse caer contra la mesa.
—¿Con qué? —pregunta sentándose a su lado—, sólo debes cuidarlo, es pequeño aún y... Vamos, ¿por qué no mejor me cuentan cómo estuvo su día con la señora Jeon?
Jungkook suspiró pesadamente.
—¿Y esas caras? — dijo mirando a los dos haciendo prácticamente el mismo gesto de disgusto.
Jungkook terminó contándole todo a su novio y al final, padre e hijo terminaron regañados.
—Jungkook, comprendo que lo amas y quieres darle todo lo que él desea porque eres su padre, a mí me ha sucedido pero... Debes tener en cuenta que debemos educarlo adecuadamente; nuestro hijo debe de entender que no siempre podrá obtener lo que quiere. Trata de ser un poco más duro con él, Kook.
Jungkook rasca su cuello levemente y asiente .
—Si, lo haré. Lo prometo, pero... Me cuesta mucho trabajo, ¿sabes?, no quiero ser un monstruo, una pesadilla para él, yo... No estuve con él por estos tres años, aún no tiene la suficiente confianza en mi, no como la tiene contigo.
—No te sientas mal, Kookie—Jimin junta su frente con la suya—, lo harás bien. Y te aseguro que él ya se acostumbró a ti, a nosotros. Sólo necesita un poco de amor y buena educación, pero por favor; no lo consientas mucho, ¿está bien?.
Sonríe hacia el castaño, haciéndole sentir mejor.
— Está bien— sonríe de vuelta y le da un beso.
~Pronto corregiré si hay errores.
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