Había sido un largo y divertido día jugando beisbol, todos habían estado muy contentos con la convivencia/competencia. A excepción de Shadow, quién se la paso todo el tiempo en la banca. Si bien no estaba furioso tampoco es como que su rostro irradiara alegría y ninguna de las insistencias de Tom o Sonic lo hicieron levantarse de su lugar y unirse al juego.

De cualquier manera este tuvo que terminar más temprano de lo que tenían planeado debido a que las nubes se estaban tornando de un grisáceo color. Antes de terminar empapados subieron lo que habían traído a la camioneta y emprendieron marcha de vuelta a casa. Pero para su mala fortuna, faltando un cuarto de camino, la lluvia ya había empezado a manifestarse y si llegaron algo mojados a su hogar.

— Ok... — suspiro Tom con el cuerpo tembloroso — al fin en casa — dijo aliviado mientras cerraba la puerta apenas los demás habían entrado.

— ¿Dejamos las luces apagadas cuando nos fuimos? — preguntó Sonic mirando su al rededor

Tom reviso las luces y, efectivamente, la energía se había ido.

— Eso no es bueno — señaló Knuckles por su evidente miedo a la oscuridad.

— Tranquilos, buscaré algunas velas aprovechando que aún hay luz del día y se puede ver algo. Mientras tanto, los cuatro vayan a bañarse, no me gustaría que se enfermaran.

El mayor camino hasta la cocina siendo seguido por su amigo camino. Claro que cuando volvió los cuatro estaban cubiertos por toallas pero seguían en el mismo estado.

— ¿Qué? ¿No se bañaron?

— El agua está helada por la falta de energía, podríamos enfermarnos — respondió Tails

Tom concordó con un movimiento de cabeza y luego encendió unas velas en la sala mientras todos se secaban.

— Bien, ya está todo bien. Afortunadamente comimos sandwiches allá y quizás la energía vuelva para la hora de la cena.

— ¿Qué haremos mientras tanto? — preguntó Sonic entre quejidos — no hay televisión, con esta oscuridad no puedo ver mis cómics y mi teléfono no tiene batería.

— Tranquilo amigo, hay muchas cosas que podemos hacer sin energía. Yo no tenía todos esos aparatos cuando era niño y aún así me divertía.

— ¿Cuál era su entretenimiento en la Hera cavernal? — preguntó Knuckles con inocencia

— Oye — dijo Tom fingiendo indignación — se que estoy algo anciano pero no es para tanto. Podemos... Podemos... — con sus manos dio suaves golpes a sus piernas en lo que se le ocurría una idea — Contar historias, no hay nada mejor que contar historias frente al fuego.

— Tom, no es una fogata, son velas las que tenemos en frente — señaló Sonic

— Es casi lo mismo, ahora ¿Qué fue lo más vergonzoso que hicieron de niños? — preguntó sonriente

— Bueno... Una de mis colas se quedó atorada en un árbol mientras aprendía a volar. Eso fue muy vergonzoso — respondió Tails con una risa nerviosa

— A mi me pasó algo parecido, jugando carreras con un primo en el bosque se atoro mi pie en una rama y caí de cara al suelo. Quede completamente repleto de tierra — contó Tom con una pequeña risa — ¿Y tú Knuckles?

— Mi infancia y casi mi vida entera fue puro entrenamiento duro con la esperanza de ser un gran guerrero ekidna — dijo Knuckles con orgullo

— Bueno si pero debiste haber pasado por momentos divertidos, aunque sea fugaces.

— No — respondió simplemente el pelirrojo

— Ok ¿Tu Sonic? — preguntó el mayor al erizo azul

Sonic se quedó pensando unos segundos hasta que supo la respuesta.

— ¡Lo tengo! Una vez acompañe a garra larga al bosque a buscar moras silvestres. Estaba sumamente aburrido así que apresure el paso y volví con ella con montones de moras en mis manos. Lo malo es que cuando volví con ella... Por lo rápido que iba la llene de tierra al frenar — ríe apenado.

Tails y knukcles comenzaron a reír mientras que Tom solo sonrió imaginando la escena.

— Bueno Shadow ¿Tú tienes algo que contar? — al notar su serio silencio comprendió su respuesta — ok, bueno por mi parte me pasó algo bastante vergonzoso de niño. Cuando era pequeño... Fui a un campamento con mi familia. Ahí conocí a una niña muy linda que en ese momento me dejó fascinado.

— No ¡¿En serio?! — exclamó Sonic impactado

— Si, así es. Aprovechando que estaba en un bosque fui a recolectar flores, pero cuando volví a buscarla choque con ella y las flores acabaron hechas trizas.

— ¡Ja! Eso se debió haber visto tan patetico — se burló Knuckles

— ¡Knuckles! — reprendió Tails

— De hecho si un poco. Ella las acepto pero obviamente yo me sentí terrible por eso. Luego cometí el grave error de ir a decirle a mis padres mi tragedia. Mi madre fue con la suya y las invito a ellas y a su hermana a pasar la noche con nosotros asando malvaviscos en nuestra fogata. Eso fue aún más vergonzoso para mí, pero finalmente todo salió de maravilla.

— ¿Por qué lo dices? — preguntó Sonic con curiosidad

— Bueno — sonríe — porque actualmente esa niña es mi esposa.

— ¡¿Era Maddie?! — preguntó Sonic impactado

Los tres chicos dijeron palabras que mostraban su asombro haciendo reír al castaño.

— Lo se, lo se, no fue una muy buena primera impresión pero al menos logré que me mirara. Y a veces pasa, el amor te hace hacer locuras. Ya lo experimentarán cuando crezcan.

— ¿Por qué tenemos que esperar a crecer? — preguntó el pelirrojo — si cuando te paso a ti eras solo un niño

— Bueno, en si nos hicimos amigos de niños. Pero cuando te llega el amor es un momento que no eliges tú, su no tu destino. Pero es tu decisión dar el paso solo en el momento más indicado. Cuando ya ambos se conocen lo suficiente y el sentimiento mutuo es tan intenso que, simplemente, ya no pueden evitarlo.

— ¿Cómo es ese sentimiento? — preguntó Tails con curiosidad

— Bueno... Es algo intenso y a la vez ¿Suave? No creo que no. Es difícil de explicar, es más como... Que lo identificas cuando ya está en tu corazón. Hace que cuando estés con la persona correcta tu corazón se agite, tu estomago se revuelve y tus nervios están a flor de piel y... Siempre buscas hacer sonreír a la otra persona a toda costa. Cuando está cerca... Lo ves todo con tanta belleza, pero ella es lo que más destaca porque te ilumina, te alegra el día, te hace sentir especial y quieres que ella también se sienta especial. Es un sentimiento tan grande... Que sientes que darías cualquier cosa por esa persona y también harías cualquier cosa por tenerla cerca.

— Suena como algo fantasioso. Cómo sacado de un cuento. Demasiado cursi para ser algo real — dijo Shadow tan serio como siempre

— Bueno, así lo ves ahora por qué la vida te ha hecho mucho daño Shadow. Pero, cuando llegue el momento y la persona, lo sentirás.

— Tom tiene razón

Todos voltearon la mirada hacia quien hablo dándose cuenta de que Maddie había llegado y tenía un paraguas consigo.

— ¡Maddie! Amor que bueno que llegas ¿Cuánto tiempo llevas ahí? — preguntó Tom

— Como cinco minutos y escuché las palabras más bellas del mundo — sonriente beso la mejilla de Tom — que lindo eres cielo.

— Ya sabes... Es solo mi encanto natural — alardeo para ocultar su sonrojo

— Claro — ríe —  Y antes de eso ¿De que estaban hablando?

— Oh nada, solo de momentos vergonzosos de nuestra infancia — respondió Sonic

— Bueno, Ozzie puede contar como de cachorro lleno toda la casa de lodo y cuando lo regañamos oculto sus ojos con sus patitas — dijo Maddie sonriente con la vista en su mascota

Ozzie ofendido se fue de la sala a la cocina mientras todos reían a excepción del más obvio.

Por la noche, afortunadamente, la luz había vuelto por lo que pudieron cenar tranquilamente para luego irse a acostar. Había sido un largo día y todos querían descansar.

Aunque Sonic, una vez más, estaba en el techo de la casa mirando hacia el bosque, intranquilo por todo lo que su mente le decía.

— ¿Ya dirás qué te sucede?