𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 17
Una luz bastante incómoda estaba en el rostro de Sanha, la luz del sol que atravesaba una ventana...
¿En dónde estaba? No lo sabía... Y lo más importante ¿en dónde estaba el príncipe Moon Bin?
- Príncipe Yoon, te abrí las puertas de mi palacio, te traté como un miembro de mi familia, te di los mejores cuidados y las mejores vestimentas, incluso puse a mi hijo como tu profesor, creo que ese fue mi peor error.
El rey acababa de llegar a la prisión, miraba con desdén a Sanha, pasó su vista por el resto del horrible lugar y luego lo miró de nuevo.
- Dime, ¿Es verdad que tú y mi hijo se ven a escondidas para cometer pecado?
- Re-rey Moon... Él... Él no ha hecho nada...
- ¿No? Pero tengo entendido que para hacer algo así se requieren dos personas, ¿Vas a decirme que lo obligaste?
- S-sí, to-todo ha si-sido culpa mía...
- Me alegra saber que existen personas que cuidarán la espalda de la familia real, pero... - sonrió - Creo que estás consciente de lo que te espera ¿No? Es decir, sé que puedes cuidar perfectamente de la espalda de mi hijo según la información que me llegó, pero yo no puedo permitir que eso ocurra más.
-¿Qu-qué va a pasar? ¿Vo-voy a morir? - Sanha apenas podía mantenerse despierto después de tremenda golpiza que le dieron.
- Está más que claro que vas a morir. La princesa Dahyun empezó a decirme delante de todos los nobles lo que mi hijo y tú habían estado haciendo.
- Y... El príncipe... ¿Qué pa-pasará con él?
- Va a morir igual que tú.
- ¡NO! ¡Por favor! ¡He dicho que ha sido mi culpa! ¡Fui yo! ¡Por favor...! - sollozó - ¡Perdónelo!
- No puedo perdonar algo así y lo sabes perfectamente. Son una vergüenza para
todos.
Dicho eso, el rey salió dejando a Sanha más destrozado de lo que jamás imaginó podría estar.
[👑]
En otra parte de la prisión estaba Moon Bin como alma en pena, seguía llorando desde que despertó, no podía pensar en otra cosa que no fuera Sanha, quería estar con él, ansiaba estar a su lado en esos instantes.
¿Por qué no fue más cuidadoso? ¿Por qué no hizo lo correcto para ambos? Pero amarse se sentía correcto...
La puerta de la celda se abrió, dejando ver a Eunwoo demacrado. A él no le habían hecho nada, ni siquiera sabían que era cómplice de Sanha y Moon Bin, pero lo que lo tenía de esa manera
era ver a su heredero al trono en tales condiciones... Él en verdad esperaba que lograran huir.
- Binnie - dijo bajito.
- Eunwoo...
- Te fallé... Lo siento tanto - gimió con dolor, con un nudo tremendo en la garganta.
- No, no Nunu, tú nunca me has fallado. Al contrario.
- No pude hacer que te mantuvieras a raya y lejos de Sanha... Tampoco pude lograr que fueras feliz a su lado... ¿¡Qué clase de amigo soy si no puedo lograr ninguna de las dos cosas!? -estalló en llanto.
- Eun... - las lágrimas continuaron en el herederos - ¿Cómo está... Está vivo? - preguntó con temor de saber la respuesta.
- Sí. Sigue vivo, pero... Dejarán de estarlo para después de medio día... Ambos...
-Entiendo... - soltó cabizbajo,
comprendiendo que su muerte estaba terriblemente cerca.
- Moon Bin, necesito hacerte saber algo.
- ¿Qué ocurre?
- No permitiré que esto se quede así - expresó firme y tomó el rostro de Bin entre sus manos - Voy a hacer que esa desgraciada pague ¿Entiendes? - lo miró fijamente y Moon Bin no sabía cómo sentirse con sus palabras.
- No tienes que hacer nada Eunwoo... Yo sabía que lo que hacía iba en contra de todo... Fue mi culpa.
- ¡NO MALDICIÓN! ¡AMAR NO ES MALO! Te amo Bin... Te amo... - confesó finalmente.
Moon Bin abrió sus ojos con sorpresa. Miró a Eunwoo que derramaba lágrimas y se aferraba a su rostro como si fuera lo más valioso de su vida. ¿Eunwoo lo amaba?
Su cabeza en ese instante estaba peor que antes de que llegara Cha. ¿Todo ese tiempo lo había amado?
Eunwoo sentía que uno de los
tantos pesos de su cuerpo acababa de abandonarlo, al fin logró confesarle sus sentimientos al príncipe heredero, no pensó que lo haría nunca, precisamente por lo estipulado en su sociedad, él siempre prefirió mantenerse en silencio, alejado de la idea de confesarse... Él no quería provocar daños a Moon Bin, pero luego llegó Sanha y... Ahí se dio cuenta de que ambos se habían enamorado del príncipe heredero, pero solamente uno era correspondido.
Él siempre iba a apoyar al azabache sin importar sus sentimientos, siempre iba a ver por su seguridad y su bienestar, aunque eso significara ayudarlo con su amor imposible por Sanha.
- Eun...
- Sé que para ti siempre he sido un amigo y estoy feliz de serlo, para mí siempre lo serás también, pero necesitaba hacértelo saber, antes de que...
- De que muera...
- Binnie...
Volvió a aferrarse a la ropa del heredero, odiaba saber que pronto iba a morir, odiaba saber que no volvería a verlo... Definitivamente iba a vengarse de todos aquellos que estuvieron de acuerdo en arrebatárselo.
[👑]
Llegó el momento de la ejecución, el príncipe Moon y el príncipe Yoon estaban en el centro del palacio supremo, ambos con ropa negra, atados de manos y pies, igual que aquellos hombres a los que habían visto tiempo atrás...
Se miraron y aunque sus ojos gritaban un incesante "Te amo", también había una tristeza increíble.
A la distancia en la parte superior se encontraba el rey Moon Taehyun, el rey Yoon, el príncipe Cha, su hermana Cha Jennie, la princesa Kim Dahyun, el príncipe Moon Hyungwon, Kim Myungjun, Park Rocky y Park Jin Woo.
- Eunwoo ¡No puedes permitir que pase esto! - lloriqueó desesperada Cha Jennie.
- No puedo hacer nada... Por ahora.
Cha Jennie entendió perfectamente que su hermano no iba a quedarse cruzado de brazos y obviamente ella iba a apoyarlo. Rocky escuchó esa ligera plática, pero tampoco le daría la espalda a Eunwoo.
Myungjun no entendía en qué momento todo se había ido al carajo, estaba tan decepcionado de su hermana, hasta podía decir que la odiaba, no soportaba ni siquiera verla, si pudiera ya la habría tomado de las greñas y la habría arrastrado por todo el palacio. Su amigo estaba a punto de morir por culpa de su maldita hermana.
- Moon Bin y Yoon Sanha, han sido acusados de estar en una relación ilícita, una homosexual, siendo esto una enorme falta a la moral y honor del reino. Son condenados a morir por haber manchado sus títulos y haber deshonrado a sus familias.
Sanha miraba con constancia a su amado azabache, quería gritarle delante de todos lo mucho que lo amaba, lo importante que era para él y lo poco que le interesaba lo que el rey o cualquiera de las familias nobles pudiera pensar al respecto.
Moon Bin por su parte mantenía su mirada en alto, haciéndole frente a su padre y al resto de las familias, porque tal y como le había dicho Eunwoo, amar no era malo y él no se arrepentía de amar a Yoon Sanha, aun y cuando su castigo fuera la muerte, nada de eso importaba más que el amor que le tenía al travieso príncipe.
Uno de los militares se acercó al rey Moon y al rey Yoon, dándoles así unas espadas perfectamente afiladas para la ocasión.
Los padres de ambos serían sus verdugos.
Moon Bin y Sanha estaban de frente al otro, de rodillas, con lágrimas interminables.
- En esta y en mis próximas vidas, voy a amarte, voy a buscarte en cada una y te amaré como se debe - dijo con firmeza Bin. Sanha ahogó un gemido doloroso.
- Lo haremos... Es una promesa - sollozó sin despegar su vista del amor de su vida.
Un par de espadas atravesaron a dos príncipes sin titubeo. El filo se deslizó por sus cuerpos y ambos cayeron al suelo. Sus manos fueron desatadas y los dejaron solos...
Entre lágrimas y sangre, Moon Bin seguía mirando al menor, le dolía, no había nada más doloroso que ver a su gran amor así.
- Te amo, Yoon Sanha - susurró tomando con dificultad la mano contraria.
- Y yo lo amo, Moon Bin... Con... Con el al-alma.
Apretó con lo último que le quedaba de fuerza la mano del azabache, cerró sus ojos y... Todo se desvaneció.
Eunwoo fue la única persona de pie en ese horrendo lugar, fue el único que se mantuvo de pie hasta que ambos príncipes dieron su último aliento, él presenció ese enorme amor más que nadie, él estuvo desde el inicio y estaba hasta el final, pero no, ese no era el final porque... Definitivamente Moon Bin y Sanha se reencontrarían, tenían que hacerlo.
Se acercó a ambos cuerpos sin vida y lloró, lloró como nunca en su vida había hecho, ni siquiera cuando sus padres murieron. El dolor que oprimía su pecho era tan inmenso que quemaba cada parte de su ser.
Se colocó de rodillas ante los dos y tomó sus manos que aún estaban en unión.
- Mi promesa para ustedes es, que, haré pagar a todos y cada uno de sus asesinos. Mi promesa es, que, si renazco y mi vida se une a la suya, seguiré siendo un fiel protector de su amor. Los quiero. Ahora... Descansen en paz y ámense mucho en sus próximas vidas.
FIN.
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Llegamos al final de la historia 😭
Gracias a las personitas que le dan su amor 💘
¿Qué les pareció la historia?👀
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