𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 16

El día de la boda llegó y con ello, todos los nobles de las demás familias.

Yoon Sanha estaba a lado de su padre, se sentía inquieto, él no quería estar ahí, pero tenía que demostrarle a su papá que era un joven serio, que no evadiría responsabilidades como cumplir con las invitaciones del palacio supremo, por más que le doliera lo que estaba por ocurrir.

La ceremonia daría inicio por la tarde, de modo que aún había mucho tiempo para despejar su mente.

Sanha salió de la residencia que se les había asignado y afuera se encontró con Eunwoo.

- Príncipe Cha ¿Qué hace por aquí? ¿No debería estar ayudándole al príncipe heredero?

- Hola, Sanha - sonrió - Estoy aquí porque él me envió - la mirada del menor brilló - Me pidió que te diera este accesorio para que lo coloques en tu muñeca hoy.

- ¿Qué es eso? - preguntó confundido luego de ver el delicado accesorio con un dije de Luna.

- Es una promesa, una de amor, él está prometiéndote que, aunque esta noche contraiga matrimonio con la princesa Kim, su corazón y alma van a pertenecerte a ti.

Sanha empezó a derramar lágrimas tras escuchar a Eunwoo.

Luego, sintió unos cálidos brazos rodeándolo. Abrió sus ojos y se percató de que Eunwoo lo estaba abrazando. Subió sus manos lentamente y siguió llorando.

Hacía tiempo que nadie lo abrazaba, eso no era algo común en su sociedad, pero se había acostumbrado demasiado a los abrazos del azabache... Estaba extrañando demasiado tenerlo de esa manera en la que ahora estaba Eunwoo.

- No llores, Sanha. Es algo que debe suceder, lo de ustedes...

- Está prohibido. Lo sé Eunwoo. Sé que nuestro amor no tiene lugar aquí - limpió sus lágrimas separándose del abrazo.

- Sanha... Yo... Estoy seguro de que quizá, en un futuro, si vuelven a nacer...

- ¿Podremos amarnos libremente? sonrió decaído - Ojalá ocurriera algo así, daría una y mil vidas para que algo así pasara.

- Confía, Yoon Sanha - la mano de Eunwoo se colocó en la mejilla húmeda del menor, después despeinó su cabello y se dio media vuelta para regresar con
Moon Bin.

[👑]

La ceremonia dio inicio, Moon Bin estaba demasiado irritado, odiaba cada que escuchaba las felicitaciones de las demás personas, odiaba sus buenos deseos referentes a su matrimonio, aborrecía la falsedad de Kim Dahyun...

La única persona a la que deseaba ver era al príncipe Yoon Sanha. Como si sus plegarias fueran escuchadas, el menor se adentró junto con su padre. Llevaba un hanbok rosado y blanco, su cabello lucía rojizo y definitivamente era el ser más precioso sobre la tierra.

Una sonrisa se apoderó del rostro del heredero, ahí estaba la fuente de su felicidad.

- Se nota que te hace feliz casarte conmigo - irrumpió en el hermoso momento del azabache.

- Dahyun, mantente callada, eres
insoportable - fingió estarle susurrando cosas lindas al oído.

- Tan romántico - siguió el juego.

El mayor se alejó de ella y siguió con lo suyo y el resto de las personas que no dejaban de decirles lo orgullosos que estaban de él y su esposa.

En la distancia, Sanha casi se deshacía de amor al ver al príncipe Moon, tan guapo, tan elegante... Lo amaba con locura. Deseaba acercarse a él, pero temía que sus impulsos por estar a su lado se activaran en ese momento y terminara abalanzándose sobre sus brazos y besándolo delante de todos.

- ¿No irás a felicitar al príncipe heredero, hijo? Digo, le debes mucho - expresó con seriedad el rey Yoon.

- Mas tarde, padre.

Sanha estaba aterrado, no podía, definitivamente no podía acercarse. Sus manos sudaban, sus pies estaban inquietos, el aire empezaba a faltarle...

Caminó a la salida y definitivamente era como si estuviera teniendo un ataque de pánico. Necesitaba a Moon Bin.

- ¡Príncipe Yoon! - Rocky llegó corriendo a él - ¿Qué tiene? ¿Está bien?

- A-ayúdame... Po-por favor - se aferró al hanbok del mayor, y lágrimas corrían sin descanso de sus hermosos ojos y su voz se acortaba.

Rocky lo miró impresionado, él conocía el amor que ambos príncipes se tenían, pero no sabía que su amor por Moon Bin fuera tan inmenso, no sabía que todo el ambiente en el que estaba lograría ponerlo de esa manera.

Park tomó con cuidado de la cintura al menor y lo llevó hasta la residencia de la familia Yoon.

Entrando, Rocky le preparó un té tranquilizante y constantemente dio suaves toques en su espalda, esperando que eso lo ayudara a tranquilizarse.

- Sanha - la voz de Eunwoo llegó a ambos príncipes dentro de la residencia.

- Príncipe Cha.

- ¿Estás mejor? Cha Jennie me dijo que vio cómo Rocky te traía aquí en un estado bastante alarmante.

- Estoy bien... Solo fue un momento que me sobrepasó.

- Lamento que tuvieras que pasar por todo esto.

- No tienes que disculparte Eunwoo hyung, es algo que tenía que afrontar de todas maneras.

- Déjenme solo con él - Moon Bin entró repentinamente.

Todos los presentes miraron al heredero, no esperaban que dejara su boda de lado para ir a ver a Sanha, y no porque dudaran del amor que le tenía al menor, sino, por cuidar un poco las apariencias.

Rocky y Eunwoo salieron tras hacer una ligera reverencia al azabache.

Sanha estaba pasmado en el cobertor, no sabía cómo reaccionar.

Moon Bin caminó lentamente hasta llegar a él, quitó los accesorios que llevaba por su matrimonio y se sentó a su lado. Tomó su mano y la acarició, extrañaba tanto ese tacto...

- Lamento que tuvieras que estar aquí para ver toda esta tontería, toda esta hipocresía.

- Hyung, tenía que hacerlo, igual y... Voy a tener que adaptarme y aceptar que usted está casado y algún día tendrá que formar una familia con la princesa Kim, nada de eso puede hacerlo conmigo... Está claro que todo esto iba a pasar en algún momento.

- Para mí tú eres el único Sanha ¿No puedes entenderlo? Te amo - colocó su mano en la barbilla del otro y lo hizo mirarlo - Te amo - repitió.

- Y yo lo amo a usted, pero nosot...

Sus palabras fueron calladas por los labios contrarios.

Sanha temía que alguien pudiera llegar y encontrarlos de esa manera, no estaban en ningún lugar privado, cualquiera tenía acceso a su habitación.

Nada de eso podía importarle menos a Moon Bin, él necesitaba al menor, lo amaba tanto, lo había extrañado inmensamente y ahora que estaba ahí, cerca de él, no lo dejaría.

El beso terminó siendo correspondido, sucumbiendo al enorme amor que se tenían. Los roces eran más entregados conforme pasaba el tiempo, los susurros y jadeos eran callados entre besos...

Moon Bin quitó por completo la aborrecible ropa que llevaba para su matrimonio y empezó a deshacerse de la de Sanha. De nuevo estaban desnudos, acariciando sus pieles con devoción.

El azabache colocó al menor sobre él y éste se entregó por completo nuevamente. Era hermoso ver a Sanha sobre él, alzando su cuerpo hacia atrás con cada embestida, abriendo con ligereza su boca para luego jadear su nombre, mientras acariciaba con pasión su pecho desnudo.

Sus besos se unieron una vez más, sus ojos brillaban de placer, sus miradas tenían una conexión tremendamente profunda, se amaban como nunca nadie había amado.

Su unión finalizó en el más satisfactorio orgasmo por ambas partes, Sanha cayó sobre el cuerpo del azabache y colocó su cabeza en el agitado pecho del otro, mientras era tapado por las mantas de seda.

- ¿Por qué... Por qué yo, príncipe heredero? - articuló cansado el menor.

- Porque eres la única persona que ha tenido cosas bellas para aportarme, porque eres el único que me ha hecho cuestionarme demasiadas cosas sobre la vida, porque a través de ti he visto lo más maravilloso de las emociones y sentimientos, porque gracias a ti he deseado dejar todo para ser tu todo, solo tuyo.

- Bin hyung... - su voz se acortó - Daría mi vida por usted ¿Sabe? No me importa morir por este amor.

- No digas esas cosas Sanha, nadie tiene que morir ¿De acuerdo? Estaremos bien - quitó los mechones rojizos que caían rebeldes por la frente del menor - Mi vida es la tuya, somos uno y seguiremos viviendo y amándonos.

- Lo amo, príncipe Bin - dio un pequeño beso en sus labios y una sonrisa apareció en ambos.

- Sabes perfectamente que yo te amo a ti. Eres lo único que me importa.

Antes de poder decir otra cosa, la puerta de su habitación fue abierta de golpe, dejando ver a un Eunwoo y un Rocky tremendamente horrorizados.

Se veían agitados, como si hubieran corrido demasiado, sus miradas denotaban miedo y tristeza.

Sanha y Moon Bin se cubrieron al instante, estaban igual de asustados y sorprendidos que los otros dos, pero no entendían por qué Cha y Rocky estaban
así.

- ¡Príncipe Moon! ¡Príncipe Yoon! ¡Tienen que irse ya! - expresó con dificultad Eunwoo.

- ¿¡Qué está pasando Eunwoo!? - se alarmó Moon Bin.

- El rey sabe... - jadeó Rocky - El rey sabe lo suyo... Da-Dahyun acaba de decirle y vie-vienen para acá en este instante.

- ¿¡Qué!? - la sangre de Moon Bin se heló. Miró a Sanha que, estaba en shock, sus ojos empezaban a volverse acuosos.

- Le dijo al rey que ustedes dos han tenido una relación desde hace bastante tiempo y que, justamente en este instante estaban haciendo... Ustedes saben y que por eso usted no estaba con ella en la celebración del matrimonio - también Eunwoo empezaba a derramar lágrimas - Binnie ¡VETE! ¡VETE YA! - suplicó.

- Los caballos están listos - intervino
Rocky.

Moon Bin y Sanha colocaron sus ropas lo más rápido que pudieron y salieron de la residencia.

Subieron a los caballos y le pidieron a Eunwoo y Rocky que se fueran, no querían que ellos fueran implicados en
todo.

De esa manera ambos príncipes empezaron a cabalgar intentando huir de su muerte.

El viento estaba gélido esa noche, no había Luna, todo estaba en tremenda oscuridad.

A la distancia escucharon el trote de otros caballos... Los militares estaban persiguiéndolos.

- Sanha...

- Vamos, no se detenga.

- Te amo. Te amo.

Sanha derramó más lágrimas, jamás pensó estar realmente en esa situación, no pensó que precisamente el día de la boda de Moon Bin estarían siendo condenados a muerte... Quiso creer que nada así les ocurriría...

Continuaron corriendo hasta que el cuerpo de Moon Bin cayó del caballo.

Sanha detuvo el suyo y miró al mayor que tenía una flecha atravesada en el hombro.

- ¡Vete! ¡No te detengas! - lloraba el azabache en el suelo, y no lloraba por tener una flecha atravesándolo, lloraba ante la idea de que Sanha también fuera atrapado.

- ¡NO! ¡No pienso irme! ¡Si va a morir, moriremos los dos! ¿Entiende? - bajó del caballo y se acercó a él intentando buscar la manera de huir con el mayor así.

Antes de que pudiera hacer algo, también fue atravesado por una flecha a la altura de la clavícula.

Moon Bin apretó con fuerza su mano, sabían... Ambos sabían que ese era su fin...

Al llegar los militares fueron golpeados hasta dejarlos inconscientes.








Binsan lovers un capítulo más y se termina esta historia 😭.

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