𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 03
Al día siguiente Moon Bin planeó una clase para montar a caballo, parecía sencillo, pero no lo era.
Sanha llegó bastante cansado, esa mañana despertó tarde, no pudo dormir la noche anterior, su mente divagaba demasiado en lo ocurrido en las aguas termales, y a causa de eso no había alcanzado a desayunar, pero no pensaba decirle nada al príncipe heredero.
Había dos caballos ensillados, uno negro y otro café. A Sanha se le iluminaron los ojos luego de verlos, adoraba con su vida los caballos.
- ¿Crees poder manejar la lección de hoy? - preguntó Bin dejando de lado su sombrilla y colocando un sombrero para cubrirse del sol.
- ¿Qué vamos a hacer hoy?
- Montaremos y haremos una carrera de galope, como primer actividad.
- ¡Pero eso es muy sencillo!
- ¿De verdad? - rio. Y Sanha empezó a dudar - Bien, veamos.
Subieron a los caballos y empezaron la carrera. Pasaron un par de minutos sin detenerse, hasta que Moon Bin decidió que era suficiente.
Había varias cosas que corregir respecto a la forma en que el príncipe Yoon montaba a caballo.
- Bien, primero que nada, ¿Por qué vas encorvado mientras galopas?
- Yo...
- Segundo, tu agarre debe ser firme, no des rienda suelta a tu hermoso caballo.
- Es que...
- Tercero debes coordinar tus
movimientos con los del caballo, deben mostrarse en sincronía.
- ¿Cómo...?
- Ven, baja de tu caballo y sube al mío.
Sanha se quedó mirando al príncipe heredero dudoso, ¿Por qué tenía que subir con él? Pero una sola mirada bastó para que se acercara.
Cuando el menor iba a subirse detrás de Moon Bin, éste lo detuvo, claro que no iría atrás, tenía que subirse en la parte de enfrente para que comprendiera lo que quería enseñarle.
Moon Bin empezó a galopar y colocó una de sus manos en la cadera de Sanha, éste se tensó, pero no dijo nada.
- ¿Sientes eso?
- ¿Q-qué...?
- Coloca tus manos en la cabeza de la montura, ahora siente el galope del caballo, cierra los ojos - Sanha iba haciendo cada cosa que Moon Bin decía.
A la distancia, Eunwoo los observaba bastante entretenido, sí que estaba siendo todo un reto el travieso príncipe para el heredero al trono.
Antes de poder continuar viéndolos, recordó que Rocky, el príncipe de la familia Park necesitaba hablar con él, de modo que se retiró dejando a los otros dos en su carrera de galope.
- Bien, ahora seré tu acompañante, maneja mi caballo.
- ¡¿Qué?! ¡No!
- Claro que sí. Quiero ver si aprendiste algo en este paseo.
Sanha tomó con un poco de temor las riendas y empezó a galopar, se sentía demasiado inseguro, hasta que Moon Bin tomó sus manos con fuerza y sujetó las riendas junto con él. El menor se giró a mirarlo y el azabache simplemente le sonrió.
La sincronía entre el caballo y ambos jóvenes estaba perfecta después de media hora. Sanha había dejado de encorvarse, había aprendido a sostener las riendas y a detener a su caballo de una forma que no fuera a reparar y tirarlo al suelo.
Pero lo que más había sentido el príncipe Yoon, era el firme agarre que el príncipe heredero mantenía en sus caderas de forma posesiva...
- Todo se trata de sutileza, gracia y elegancia - expresó con seriedad el mayor bajando del caballo.
- Entonces ¿Carezco de todo eso? - frunció el entrecejo.
- Sí, es decir, no quiere decir que no lo tengas, simplemente haces las cosas como si fueras un campesino y lamento informarte que eres un príncipe, quizá un futuro rey y tu deber es mostrarte de esa manera delante de cualquier persona.
La cuestión estaba en que muchas veces, los príncipes hacían recorridos en sus caballos como parte de algunos rituales reales, en especial cuando entraba la primavera. Era bien sabido que cualquier príncipe era como una bella flor, de modo que la primavera era un evento especial para mostrar al pueblo la hermosura y elegancia de los herederos a los tronos de sus familias, Yoon Sanha, pronto tendría que integrarse a ese ritual también.
Sanha estaba a punto de bajar del caballo, pero uno de sus pies se quedó atorado en el estribo de la montura, por fortuna Moon Bin alcanzó a sostenerlo, sus rostros quedaron cerca y las miradas inquietas eran evidentes.
- ¿Estás bien? ¿Te lastimaste?
- Yo, estoy bien, gra-gracias - vaciló y quitó sus manos de los hombros contrarios.
- ¿Almorzaste algo antes de venir?
- No...
- Vamos.
Dicho eso, caminaron hasta llegar a un enorme árbol de roble que estaba rodeado de piedras talladas específicamente para que parecieran asientos y así cualquiera pudiera ir y pasar una tarde agradable.
- Traje un poco de arroz y té, espero que sea suficiente, pensé que si habías comido.
- No se preocupe príncipe, yo estoy bien, me he acostumbrado a...
- ¿A qué? - lo miró con curiosidad.
- A nada... - agachó su cabeza con miles de pensamientos en ella.
- ¿Vas a decirme realmente algo sobre tu vida? Siendo sincero, todo sobre ti es muy extraño, cualquiera diría que no te criaste en un palacio, tus modales, tu comportamiento, tus expresiones, muchas cosas son diferentes a las de cualquier príncipe.
Sanha meditó con detenimiento las palabras del príncipe heredero y tenía razón, él era un príncipe demasiado diferente, pero jamás pidió ser de esa
manera.
No quería hablar de su vida privada con el príncipe Moon, pero él tenía derecho a saberlo, después de todo era quien convivía más con él y algún sería el rey de la nación.
- La trágica realidad es que cuando yo nací hubo un problema muy grande
con la familia Yoon, mi tío, el príncipe Daehyun quería heredar el trono, y siempre creyó que sería de esa manera porque mi madre no había podido embarazarse durante años... - sonrió decaído - Pero nací yo y eso fue algo que él no podía permitir, según me contó Jinwoo hyung, mis primeros meses viví en el palacio de mi familia.
- Entonces ¿Lo demás...?
- Viví alejado del palacio, en una pequeña residencia cercana, mi tío intentó deshacerse de mí y como consecuencia la que murió fue mi madre. Esa misma noche, mi padre, el rey Yoon me envió a una residencia de la familia de Jinwoo hyung, la familia Park.
- ¿La familia Park? ¿No es la familia del rey Hae Jin?
- Sí, esa misma ¿Por qué?
- El príncipe Rocky fue enviado aquí hace varios años... - Bin meditó todo lo que había escuchado - Pero... Lo hicieron pasar por miembro de mi familia en ese tiempo... Espera. ¿Eso quiere decir que, a ti te hicieron pasar por el hijo menor del rey Park? Y que enviaron a Rocky hasta aquí para que todo tuviera sentido...
- Sí, yo me hice pasar por el hijo menor del rey Park para que mi tío no me buscara, así que, el príncipe Yoon desapareció por mucho tiempo.
- ¿Cómo fue que regresaste a tu palacio?
- Cuando mi padre mandó ejecutar a mi tío por traición a su corona. Para eso pasaron veintiún años.
- O sea que ¿Solamente has estado en casa por un año?
- Sí, pero todo fue un desastre con mi regreso, yo crecí en esa residencia cercana al palacio, nunca viví en el palacio del rey Park, yo no era su hijo, era obvio que me dejaría en otro lugar y al cuidado de otras personas - recordó sus días en el campo, con otros niños de su edad, y unos un poco mayores, como Jinwoo - Crecí siendo como un chiquillo de pueblo ¿Me entiende? Nunca me enseñaron nada respecto a la realeza, simplemente el hecho de arrodillarme y bajar la mirada ante personas de hueso verdadero y, una que otra cosa que Jinwoo hyung me enseñó cuando tenía tiempo de visitarme.
Moon Bin miró bastante conmocionado al menor, era entendible que fuera un chiquillo de alma libre, él no había tenido que someterse a las leyes y reglamentos de la realeza... No, Yoon Sanha había vivido libre toda su vida y, ahora que el rey Yoon lo había llevado de regreso a casa no aceptó el hecho de que su hijo fuera un "Rebelde", pero no era rebeldía, Sanha simplemente no sabía nada del mundo de la nobleza.
Ahora se sentía una mala persona por haberlo juzgado, por haber creído que era simplemente un joven revoltoso que no quería hacerse responsable de su título como príncipe y todo lo que implicaba.
Sanha le explicó que con todo ese cambio él se sintió abrumado en el palacio de la familia Yoon, y que su padre cada que hacía algo fuera de lo debido lo enviaba a castigo, es decir, azotes. Ni siquiera le explicaban lo que había hecho mal, porque como príncipe que era, se suponía que ya debía saberlo.
Toda esa explicación hacía que la sangre de Moon Bin hirviera, él odiaba las injusticias, él era un fiel creyente de la diplomacia, odiaba con todo su ser el castigo físico, a pesar de jamás haberlo recibido.
- Lamento que lo hayas pasado tan mal este último año en manos de tu propia familia.
- No es nada príncipe heredero, yo entiendo que mi padre estuviera decepcionado de mí, él esperaba que yo fuera alguien tan grandioso como usted - la mirada de Sanha reflejaba mucha admiración por el azabache frente a él.
- Creo que eres increíble así, tal cual - sonrió cálidamente - Y definitivamente, yo voy a enseñarte todo lo que tienes que saber sobre la nobleza, así tu padre tendrá que arrepentirse por haberte hecho todas esas barbaridades.
- No quiero que se arrepienta, es mi padre, es el rey, solamente quiero que se sienta orgulloso de mí, por eso acepté venir con usted sin dudarlo un segundo, quiero ser el mejor príncipe... Es decir, después de usted claro.
- Lo eres, ya lo eres Yoon Sanha - palmeo con delicadeza la espalda del menor, y eso, eso le generó una tremenda calidez en su corazón.
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