ᶠⁱᵛᵉ
Sentía los ojos pesados, como si en cualquier momento fuera a caer en el mundo de los sueños, pero no podía hacerlo cuando se supone que estaba esperando a mi amado novio en algún lugar de las gradas.
Por el reciente triunfo de su equipo, Yoongi saldría a celebrar con sus amigos aquella tan aclamada victoria que desde hace unas temporadas atrás estaban necesitando para posicionarse entre los mejores lugares antes de que la lucha por el campeonato comenzara, pero ya lo habías hablado hace unas semanas, y mi querido novio me había comentado desinteresadamente una de nuestras tantas tardes de estudio, que podríamos intentar salir más a menudo, tener más citas.
Bueno, al menos lo estaba intentando. Según sus palabras.
Traté de acomodar de mejor forma aquella ridícula chaqueta con el logotipo de su equipo y bufé exasperada por tener que esperar un poco más del tiempo acordado. Se supone que Yoongi debería haber salido de una vez por esas puertas, el aire comenzaba a calarme hasta los huesos y tendría un resfriado por no hacerle caso a mamá y usar ese vestido para época de verano que tanto me gustaba usar en días soleados.
Durante todo el día, el tiempo parecía sonreírme, pero ahora había decidido darme una mala pasada y sería una lección futura para recordar aquella frase que mi abuela no se cansaba de decir.
“Todo puede pasar, es mejor no confiarse de nada."
Y vaya que tenía la razón.
En vista de que el famoso Min Yoongi no hacía acto de aparición por ninguna parte, decidí recorrer el largo tramo que separaba a las gradas del campo en donde había ocurrido el partido unas horas atrás, caminé en línea recta y suspiré con alivio al observar como algunos chicos salían de las puertas traseras de el instituto.
Uno de ellos me saludo a la lejanía y decidí acercarme.
Era el famoso Lee Minho.
—Hey, ¿qué tal?—lo saludé de vuelta.
Su mano estaba completamente fría y me dió un escalofrío. Él chico río al ver mi reacción.
—Muy bien, Soo—me contestó con un gran entusiasmo, tanto que me recordó a Taehyun durante el primer día de clases.
El pobre ahora no podía siquiera tomar un respiro ante las responsabilidades que llevaba ser un alumno ejemplar y amante de los estudios.
—Eso me alegra mucho. Tal vez debes estar por irte—dirigí mi vista hacia su rostro con cierta timidez en mi tono de voz, pero estaba avergonzada por lo sinvergüenza que era Yoongi algunas veces y por las cosas que me hacia pasar.—¿De casualidad no has visto a Yoongi por ahí, cierto? Teníamos, ya sabes, teníamos planes.
Aquellas palabras parecieron tener algún efecto secundario en él y de inmediato su encanto se fue. Aquella sonrisa encantadora que tanto les gustaba a todos ya no estaba, en su lugar, sus ojos brillaban con un toque de duda, cómo si estuviera debatiéndose en decirme algo o no.
¿Qué ocurría con él? ¿Por qué esa reacción tan de repente?
—Agh, ese maldito.—murmuró en voz baja más para sí mismo que para mí persona.
Después de ello se calló abruptamente y un silencio incómodo reinó entre los dos.
No estaba dispuesta a esperar una respuesta que tal vez si no forzaba, no sería dicha. Tenía que saber que ocurría de una vez por todas.
—¿Qué sucede, Minho?
—Y-Yo, no sé cómo comenzar para ser sincero.
—¿Qué tal por el principio? Sabes que con este jodido vestido y que con este clima de mierda me estoy congelando, ¿verdad?
Se sorprendió un poco ante mis palabras pues la famosa Kim Jisoo que todos conocían (o fingían conocer) no era alguien de perder los estribos tan rápidamente como para decir aunque sea una minúscula mala palabra, yo siempre y en cada minuto cuidaba mi vocabulario y realmente cualquier forma de ser que me hiciera ver diferente. Pero a la mierda todo, los estereotipos estaban para romperse y alguien debía estar enojada aquella casi noche.
Era cosa de el destino.
—Okay, comenzaré—suspiró—¡Pero no me mires así! ¡Yo no soy quien te dejo aquí sola, si fueras mi novia nada de esto pasaría!
Lo amenacé con un golpe y continúo.
Era increíble como había pasado de estar completamente feliz y emocionada por el triunfo del equipo de basquetbol, a querer matar a mi novio si no se atrevía a llegar en este mismo instante para que nos largaramos de aquí.
—Yooongi se fue con Jennie. Umh, desde el inicio de las clases—Minho acudía a varias clases con Yoongi, así que por ello estaba enterado de la mayor parte de las cosas todo el tiempo.—, me di cuenta que ellos dos no habían parado de mirarse con alegría. Puedo jurar que incluso el salón entero estaba en shock, sabes que hace algunos meses no se soportaban el uno al otro y no se querían ver ni en pintura, pero algo cambió ahora—comenzó a mover sus dedos en señal de un tic nervioso.—Una vez que el partido termino, esperaron a que todos se fueran y Yoongi se fue junto a Jennie en su nuevo auto.
Okay, con que eso era lo que pasaba.
Al ver su expresión, lo primero que se me vino a la mente fue tranquilizar al pobre chico que parecía un perrito regañado. Con calma y midiendo la intensidad de mi voz para que pareciera que todo estaba perfectamente bien, converse un rato más con él y a la hora de despedirme fui amable apesar de hervir de furia por dentro.
En lo personal, nunca me caracterice por ser una chica celosa con las personas con las que alguna vez salí. Si algo me molestaba o me parecía tonto de mi parte, solía auto regañarme e iba a hablarlo con mi pareja actual, sin rodeos ni tanta decoración que sólo arruinaba las cosas.
¿Pero como le diría a Yoongi que estaba tremendamente celosa de se anterior novia? ¿No se suponía que Jungkook tenía razón y seguía enamorada de Taehyung?
¿Puedes estar celosa por alguien que es tu pareja, pero que consideras más como un casi hermano?
Porque yo sí lo estaba.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top