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Desde siempre se ha creído que los gemelos poseen un poder especial para saber cuando el otro está en peligro, se siente solo o sencillamente toda transmisión de emociones existente. La relación de los hermanos desde un inicio es un tipo especial de relación humana y tiene características desde los primeros momentos de la vida, como nacer abrazados o entrelazados. Cuando los gemelos crezcan puede ofrecerse apoyo mutuo, compañerismo y cariño, siempre viéndose el uno por el otro, como si fuesen uno solo.
Sin embargo, Agust y YoonGi nacieron dándose la espalda, siendo todo lo contrario al típico caso de hermanos gemelos que cualquiera esperaría, pero es que ellos nacieron de esa manera. Sus padres intentaron durante la infancia que se llevaran bien, pero había pequeñas diferencias entre ellos que los hacía imposible de tolerarse entre sí, como el hecho de que YoonGi era demasiado posesivo e infantil. Sus personalidades eran chocantes, pues Agust era maduro para su edad y siempre trataba de entenderlo, aunque con el paso de los años eso dejó de importarle.
De niños solían arrebatarse los juguetes porque siempre lo querían al mismo tiempo, no podían estar juntos ni cinco minutos sin que el otro saltara encima para gritar su odio y asco. No obstante, a su vez eso los hacía tan parecidos, ambos llenos de rencor, idealización, ambición y frialdad. Lo aceptarán o no, ellos seguían siendo hermanos gemelos y al verse simplemente era como ver un maldito espejo, por lo que intentaron alejarse de su hogar para no ser comparados. Lo cual era algo que siempre pasaba, todos en su pueblo pensaban que era adorable ver a dos niños exactamente iguales físicamente y sus padres creaban falsas historias de ellos.
Desde que pudieron tener consciencia de un futuro, empezaron a construirlo lo más lejos posible del otro y para asegurarse de que no tuvieran los mismos planes, una vez se lo aclararon. Desdeñosamente, los niños de 10 años mantuvieron una plática ligera, siendo esta la primera que pudieron tener sin ahorcarse o estirarse el cabello y acordaron irse en sentidos contrarios.
Agust quería ser policía, era una idealización directa de su anhelo por mantenerse en la cabeza, ser recto y tener reconocimiento por sus buenas acciones; cosa que con un gemelo era imposible, ya que siendo el mayor por segundos siempre tenía que preocuparse por su menor y dar el ejemplo por obligación. Es lo que se esperaba de alguien como él, eso haría, más no por complacer esa vanidad, sino el deseo propio de ser parte de un poder que lo hiciera intocable para cualquier otro idiota.
YoonGi quería ser rico, simple y sencillo, no importaba el cómo, solo el que lo lograría y no tenía algo "bueno" en mente para llegar a eso. Siempre fue aniñado, tenía afanes absurdos y solía hacer cosas muy tontas desde un comienzo, como robar mandarinas en la tienda de la esquina. Eso ya dejaba a la vista que nada honesto saldría de él, solamente quería la libertad que nunca pudo tener por estar bajo la imagen impuesta de su hermano mayor. Sinceramente eso era estúpido por la diferencia de segundos, se podría decir que nacieron al mismo tiempo, solo que uno gritó después del otro.
¿Por qué Agust tuvo que haberlo hecho primero? Desde ese instante se autodenominó el mayor, quien estúpidamente tendría la obligación de ser un ejemplo y cuidar de su hermanito.
YoonGi odiaba eso, esa era la motivación de su comportamiento tan desesperante, anhelaba ser el mayor y cuidar de Agust, ser quien tuviera que dar la cara. Pese a eso, "solo eres el menor, deja de intentarlo" eran las palabras más constantes que escucho a lo largo de su vida y fueron esas mismas las que lo llevaron a corroerse. Estaba harto de que lo vieran como alguien débil a lado de su hermano gemelo y un día lo demostró, provocando la muerte de sus propios padres.
No fue algo intencional, pero Agust lo había reconocido, ese suceso fue contemplado y la culpabilidad era de quien menos lo esperaba; YoonGi.
Los señores Min murieron en un accidente automovilístico cuando ellos tenían 12 años, de alguna manera sus frenos estaban dañados y los inútiles tránsitos que los encontraron ni siquiera habían podido verlo, así que culparon al mal clima. Asunto cerrado, no importó que incluso Agust insistiera y demostrara el daño obvio en el auto, era tan pequeño que a ningún adulto le importaba y por eso se juró que él no sería un policía tan pendejo en el futuro.
YoonGi lo había hecho, fue una alocada idea y no estaba arrepentido en absoluto, ya que sus padres eran los culpables de que llevara la vida que tenía. No fue su deseo nacer, tener un hermano gemelo y que todo su alrededor lo orillara a ser el malo de este cuento, pero así fue.
Agust estaba colérico y lo observó durante algunos meses con tanto rencor que no se dieron cuenta en el momento exacto en que terminaron en hogares distintos, simplemente ocurrió de esa forma. Ciertamente, antes de eso, habían discutido por la muerte de sus padres y pelearon a golpes como si el odio traspasara todas las barreras. Agust terminó con una cicatriz a lo largo de su ojo y YoonGi con un daño permanente en el hombro, marcando mutuamente su ira. Debido a esto, los asesores encargados de darlos en adopción y brindarles un hogar estable, decidieron que no podían estar juntos y claro que ambos niños habían aceptado. Ante la ley infantil, los dos ya tenían la edad suficiente para tomar una decisión como esa, así como elegir si estaban bien con las familias en que fueron colocados y ninguno tuvo objeción.
Agust fue con una gran familia, al ser tan bien portado y con buenas calificaciones los Kim le dieron cabida, adorando que se ajustara a los estándares de la alta sociedad. Tenía el constante recuerdo de su hermano gemelo en el rostro y muchos se burlaban de eso, intentaban menospreciarlo, pero elegantemente sabía dar una sonrisa forzada y mentir. Lo hizo de esa manera para que nadie lo viera como lo que era en realidad, solo diciendo que llevo una vida dura y esto era una prueba de eso, así se ganó la simpatía de todos. La gente de su círculo social lo tenía en alto estima, estaba claro que sería alguien de importancia cuando entró a la secundaria y salió con honores rápidamente por su alta inteligencia. Además, logró más méritos que nunca antes cuando entró a la academia de policía y fue graduado ante todas las otras comisarías por pasar con las cinco estrellas, desde entonces ya era un agente.
No tuvo que escalar, sino que salió disparado a lo que deseaba y fue gracias a sus habilidades de manipulación.
Maldito doble cara, hipócrita.
Por otra parte, YoonGi fue con una familia promedio, los Jung, tenía dos hermanas y un hermano, pero causó problemas tan pronto como pudo para ser enviado de vuelta. No quería estar en un hogar y cada que lo daban en adopción, no importaba si eran los Ko, los Haen, los Chi, los Byun o cualquier otra familia, siempre provocó que lo regresaran. Eso estaba en sus planes, no estar en sitio permanentemente porque su ideal era no dejar rastro de sus huellas para ser encontrado por nadie y al final escapó de todo. Terminó en los barrios bajos de Corea, donde conoció al señor Wang, el líder de toda la zona roja y quien interfería directamente en sus deseos.
Su primer logro no fue entrar a una buena escuela y graduarse como Agust, sino que tuvo una pelea con los miembros de diversas pandillas para robarlos. Su mayor logro no fue graduarse como policía ni agente, fue algo mucho mejor, sentarse en el trono de la ilegalidad con tan solo deshacerse de todos aquellos que le estorbaron, como Wang.
No planeo, solamente espero la posibilidad y se hizo de ellas violentamente, tal como deseo.
Maldito animal salvaje, desquiciado.
Pobre JiMin, un inocente que terminará en el camino de ambos erróneamente.
Bienvenidas mis galletitas, estaré actualizando a lo largo del día, no sé si lo acabe hoy mismo, pero lo trataré y ojalá lo disfruten ^^
¿Qué tal les ha parecido el primer capítulo? Aclaro que es como una introducción para lo que se viene...
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