🇩🇪 Alemania x Chile 2/3 🇨🇱
Apenas ha pasado una semana desde que Chile acepto nuestra ayuda, le ofrecimos vivir con nosotros, pero se negó y aunque quería insistir mi padre no me lo permitió, luego comprendí que ese era su hogar, era del y nuestro hijo, además él dijo "aunque lo pase mal, tengo más recuerdos bonitos aquí" por lo que no le volvimos a tocar el tema.
Tampoco estaba tranquilo, aun parecía que Francia no aceptaba la ruptura e insistía en que volviera, que lo podíamos arreglar, pero primero estaba Chile, no solo quiero ayudarlo en sus terapias, realmente deseo vuelva a sonreír al final era lo que más amaba de él.
Y justamente me encontraba en la sala de su casa esperando a que terminara de alistarse, sería mi turno para acompañarlo a su terapia ya que nos turnábamos con mi padre y su primo. Este último, aunque estaba molesto comprendía que solo buscábamos ayudar a Chile y termino agradeciendo ya que, del tiempo del accidente, había rechazado todo tipo de ayuda.
-Em Ale...estoy listo...- esa suave voz una saco de mis pensamientos frente a mí se encontraba el, parecía nervioso y por alguna razón se disculpaba, solo esboce una suave sonrisa mientras me levantaba -descuida, ya vamos no puedes llegar tarde esta vez -Chile asintió caminando tras el para cerrar la casa, Alemania esperaba a unos pasos del mientras lo veía de pies a cabeza, soltando un suspiro frustrado, gracias al francés, Chile dejo de usar atuendos que mostraran su prótesis, provocando otra inseguridad en el -oye Ale camina, parece que andai' distraído- le dio un leve golpecito en el hombro, para finalmente dirigirse al vehículo.
El camino al lugar fue en completo silencio, no tenía un tema para sacar a conversación, era pésimo por lo general era Chile quien guiaba la plática, pero el Chile de ahora solo jugaba con sus dedos y su mirada puesta en el camino.
-Y... ¿cómo vas con tu trabajo? -
-Bien, aunque más agotador el estar a cargo de un área de investigación- Chile lo vio, pero de inmediato agacho la cabeza- disculpa-
-¿Por qué?- sin apartar la vista del camino ladeo un poco la cabeza- es que teni mucha pega y andas acompañarme... te dije que era un cacho- se estaciono ya que habían llegado, apago el motor, tomo las manos del contrario haciendo que lo viera- no eres una molestia, si, tengo trabajo pero también me da muchos beneficios y uno de esos es poder ayudarte, recuerda eres importante para mí... p-para todos claro- el chileno asintió algo avergonzado sin saber que responder -¿quieres que te acompañe hasta la recepción?-
-Si porfa a o seguro me arranco- soltó una suave carcajada haciendo soltar una risa al alemán -bien vamos, no queremos eso- puso una mano en su espalda dándole un suave empujón animándolo a caminar.
Tras dar aviso de su llegada ambos se fueron a los asientos de la sala de espera. Alemania saco su móvil para revisar sus correos, Chile no pudo evitar ver de reojo el dispositivo y como este llevaba la fotografía que le paso de su madre con su hijo, esto lo noto Alemania mostrándole mejor aquella imagen -esta es muy linda-
-Si...-
-Pero creo que esta es mi favorita- la apago y volvió a encender mostrando ahora una foto del chileno con el menor abrazados y sonriendo. Chile se sonrojo y aparto la mirada haciendo sentir satisfecho al alemán quien siguió en lo suyo.
-Deberías cambiarla-
-¿Por qué debería?-
-Podrían tener una idea equivocada si alguien la ve-
-No me importa- escucho un suspiro, miro de reojo al contrario quien le daba la espalda -Ale no te detengas en mí, no sé si sane-
-Lo lograras, yo creo en ti, solo falta que creas en ti mismo-
-Si lo hago... puede que no sienta lo que tú por mi-
-No te preocupes por eso, ahora solo importa tu bienestar- y antes que pudiera seguir hablando justo lo llamaron ingresando a otro cuarto. Alemania salió de la consulta y fue a su auto a responder llamadas mientras esperaba al chileno
Rendido cargo todo su cuerpo en el asiento soltando un suspiro cansado. Las palabras del chileno se repetían en su interior -ese imbécil... lo destruyo completamente -sacudió su cabeza con energía, no podía ponerse a odiar alguien que ya estaba muerto, no lo valía y aunque le arrebato a su hijo, no permitiría que lo hiciera con Chile, el merecía una mejor vida.
El alemán parecía concentrado en su móvil, incluso parecía fruncir demasiado el ceño. Chile lo veía desde la entrada, se había puesto la capucha de su polerón, le quedo observando sin evitar recordar a su hijo debido a los gestos del contrario -quería ser como tú, pero se enojaba porque no le salían las matemáticas y ponía esa cara que tú tienes- la casi nula sonrisa que traía termino de desaparecer, no le quedaban más lagrima, la tristeza y el dolor seguían a flor de piel debido a la sesión, también la culpa se mantenía en su corazón.
-Oh Chile ¿terminaste? - este asintió mientras subía al auto y se acomodaba en el asiento -¿cómo te fue?-
-Bien... supongo- lucia cabizbajo, evitaba verlo ocultando el rostro con la capucha, Alemania le quedo observándolo, quería saber más, ayudarlo, pero Chile seguía reacio aceptarlo por completo, no parecía confiar en que sus intenciones eran genuinas -bueno por cierto mi padre llamo, dijo que nos espera para almorzar y no acepta un no por respuesta- dejo caer los hombros y solo sintió -no puedo rechazar la rica comida que hace- aunque intento sonar animado, era claro que era forzado -si no quieres dilo, no te obligues-
-Si quiero... solo estoy agotado- bajo la cabeza, no quería que vieran sus ojos rojos e hinchados, aun sentía el rostro caliente y húmedo.
Alemania no insistió, sabía que quedaba así luego de las sesiones por lo que se puso en marcha hacia la casa de su padre -sí, necesitas hablar estamos para ti... yo estoy para ti y no, no es molestia- Chile no dijo nada, pero en el fondo una pequeña parte de él se alegraba por esas palabras, podían ser simples, pero para alguien en su estado podían significar mucho más.
Apenas llegaron fueron recibidos por el mayor quien al ver el rostro del chileno este le dio el pase para ir al baño agradeciendo el gesto.
Le siguió por el rabillo del ojo hasta desaparecer de su vida -estuvo llorando...-
-Quizás... no sé, no dejo que lo viera en todo el camino- se cayó derrotado en el sofá cubriendo el rostro con su brazo -en realidad no me dijo nada... es frustrante, no sé cómo ayudarlo- el mayor lo observo, sentándose a su lado.
-Pero si ya lo haces-
-No he hecho nada-
-Exacto- levanto el brazo mirándolo confundido -no comprendo-
-Tiendes a ser precipitado, algo insistente- le miro con los ojos entrecerrados parecía más estarlo insultándolo -pero tienes buen corazón, buenas intenciones puede que Chile le tome trabajo confiar de nuevo en alguien, no sabemos el infierno que debió vivir, todo lo que soporto, no debe ser fácil para él, pero lo intenta ¿sabes por qué? -
-Porque se lo pedimos- este negó- porque estás ahí, aprendiste a ser paciente, estas dispuesto a escuchar, le estas mostrando que puedes ser su apoyo, que cuando quiera llorar tendra un hombre en el que apoyarse- le acaricio el cabello como cuando era pequeño, le sonrió con gentileza destacando aquellas líneas de expresión, lo hizo sentir más calmado sin duda su padre era su cable a tierra en ese momento.
Chile veía la escena con ternura, pero la culpa se volvía aún más presente, su pecho dolía, volvió al baño en silencio, no quería arruinar el momento entre ellos con su presencia.
El silencio del almuerzo era interrumpido por los constantes sonidos del móvil de Alemania quien atendía, su padre lo miraba con modestia, Chile en cambio tenía la vista en su plato.
-¿Puedes parar? estamos comiendo no seas descortés-
-No reclames tú eras igual-
-No es cierto-
-Si lo es, hasta que mamá te dio un golpe en la mano con una cuchara de madera-
-Yo haré lo mismo si sigues- Chile se mordió la mejilla interna intentando resistir la risa -quizás es por trabajo tío-
-Gracias Chile, y así es hay un problema y me están pidieron ir, tal parece que no han logrado solucionarlo aun con mis indicaciones-
-Entonces deberías ir-
-Pero hoy...- bajo los hombros, guardo silencio a tiempos antes de soltar que había solicitado el día por él, seguro lo haría sentir culpable - iré luego de comer- continúo comiendo, mirando de reojo al chileno y luego a su padre que asintió apenas.
════ ⋆★⋆ ════
-Nos vemos tío-
-Hasta pronto Chile, ven cuando quieras- espero a que el chileno fuera quien se acercara abrazarlo, rodeándolo una vez que él se acercó, había sido una de las recomendaciones del psicólogo debido a los antecedentes de maltratos. tras separarse se dirigieron al vehículo.
-Alemania, enserio puedo caminar, seguro te esperan-
-Que lo hagan, de todas formas, es mi día libre- sin más protestas se dirigió al hogar del chileno
Con sus dedos golpeaba el manubrio, la música iba en volumen bajo - ¿te puedo preguntar algo? -
-Uhm- le dirigió una fugaz mirada, pero este tenía la vista al frente observando a unos estudiantes que iban cruzando la calle entre risas.
-Alec... ¿cómo era en la escuela? - Chile se puso rígido, no era algo que esperara, aunque sabía que tendría curiosidad de saber más sobre él.
Intentaba reunir el valor de no llorar ante el bombardeo de recuerdos, ni noto cuando volvieron a moverse -disculpa, si no quieres no debes decirlo, fui insensible-
-No... es normal saber de su hijo supongo- se encontró de manera fugaz con la mirada del alemán apartándolo de inmediato -era un torbellino, tenía mucha energía, le era fácil hacer amigos- Alemania apretaba las manos -en eso salió a mi supongo, pero lo responsable y estudioso es a ti, se sacaba buenas notas-
-Bueno tenía un excelente profesor en casa- guardo silencio por un momento -era inútil a sus encantadores ojitos, terminaba consintiéndolo y añuñucandolo... eso le molestaba a él y más cuando...- se mordió el labio, Alemania sabía que con "él" no se refería a su hijo.
-¿Cuándo?-
-Cuando Alec decía que quería ser como su papá-
Habían llegado al domicilio, el interior era un silencio sepulcral, Chile se abrazaba así mismo buscando refugio -disculpa Chile ... no debí preguntar- este tenía los ojos cerrados, estaba concentrado en mantener su respiración tranquila -Ale ¿porque haces todo esto? -
-¿Eh? Chile, ya te dije eso-
-No... quiero saber qué es lo que realmente buscas con todo esto- volteo a verlo, su mirada era dura, pero no parecía estar enojado, no era otra cosa -yo... quiero que estes bien, que vuelvas hacer como antes-
-¿Cómo antes? ¿antes de que? - no comprendía este cambio, parecía un interrogatorio -b-bueno antes de tu accidente... no sé, cuando éramos jóvenes supongo... o antes de...-
-¿Que? ¡¿Qué po'?! ¿antes que fuera asqueroso? ¿antes de ser este muerto en vida? ¿antes de ser solo un cascaron vacío? - apretaba las manos frustrado, Alemania quería negar, quería mostrarle que era más que eso, extendió su mano con el intento de alcanzarlo pero quedo a medio camino -¿o antes que me destrozaras dejándome de un día para el otro?- palideció ante esas palabras, su pecho dolía ante ello y la triste mirada del chileno así como las lágrimas que caían por sus mejillas, esas palabras cayeron como un balde de agua fría.
-Chi... no...yo-
-Perdón si suena pesao pero quiero que abras los ojos... este soy yo, han pasado 10 años, la gente cambia... yo cambie, no soy ese cabro weon de 17 años que le gustaba leseas, se andaba agarrando a combo con quien lo molestara y le gustaba pasar tiempo con su pololo, mi corazón cambio y es por eso que no quiero que esperes algo de mí, no te detengas en un recuerdo de lo que fui... agradezco lo que hacen por mi aunque sé que todo fue mi culpa al final, pero porfa continua con tu vida- salió del auto sin permitirle responder aunque Alemania tenía las palabras atoradas en la garganta, observaba como caminaba hacia el domicilio, quería detenerlo pero no lo hizo, solo sé quedo sentado viéndolo desaparecer tras cerrar la puerta.
Tras la charla con chile no tenía ánimo para nada, pero debía cumplir con su trabajo. Por lo que apenas soluciono el problema se marchó directo al hogar de su padre.
Al entrar fue directo a su habitación tirándose a la cama boca abajo soltando varios quejidos ahogados -¿tan mal estaba el trabajo?- no se molestó en mirar al dueño de aquella voz, simplemente se mantuvo en la misma posición -no es por el trabajo-
Sintió como parte de la cama se hundía junto a el -¿qué le hiciste ahora a Chile?- levanto parte de su cuerpo, estaba ofendido se veía en su rostro pero rápidamente su expresión e suavizo y volvió a caer sobre el colchón -no hice nada... o eso creo, de verdad no sé qué hacer para que me deje acercarme a el-
Su padre lo veía algo divertido, estaba seguro de que en su área su hijo era el mejor, podía resolver cualquier problema, pero en cuanto a relaciones y cosas que involucraban interacciones humanas podía ser bastante torpe.
-Bueno ¿porque no me explicas que sucedió? quizás pueda ayudarte a entender- soltó un pesado suspiro, se fue levantando de tal modo que quedo sentado a su lado quizás funcionaria su padre era mejor para eso.
Relato todo lo sucedido en el vehículo, miraba a su padre en busca de alguna reacción, cualquiera, pero se mantenía neutral por lo que se preocupaba por la reacción que llegaría a tener tras terminar su relato.
-Primero - de pronto recibió un golpe en la nuca haciendo que se quejara y lo viera algo molesto por la acción -debes dejar de preguntarle por Alec, ya nos había dicho su psicólogo sobre insistir en esos temas-
-P-pero es mi hijo...-
-Se que sientes curiosidad, yo también, pero ¿te has detenido a pensar como se siente Chile? ¿que causa en el recordarlo constantemente? No olvides que se siente responsable de su muerte-
Alemania lo miro sorprendido, bajo la vista avergonzado tenía razón, no se detuvo en pensar en Chile hasta que ya era demasiado tarde.
-Y respecto a lo segundo- volteo a verlo ante el repentino silencio, el mayor tenía la vista al frente parecía estar analizando la pared, pero en realidad se encontraba buscando las palabras adecuadas.
-Admiro a Chile-
-¿Cómo?- estaba completamente perdido, no era lo que esperaba oír- hay niño eres listo en muchas cosas pero torpe en otras... justo como tu madre- sus labios se curvaron en una sonrisa melancólica.
-Es claro que Chile no es quien conocimos en el pasado, todos cambiamos, especialmente el que la vida se encargó de ponérselo muy duro con los resultados que podemos ver ahora- parecía estar bastante atento a sus palabras -y pese a lo mal que puede estar pasándolo aún es capaz de preocuparse por ti- sus miradas se encontraron, aunque uno era de más dudad -no entiendo ¿qué parte se preocupa por mí? -
-En la parte de que sabe que en su estado es una carga emocional, en la parte en que desea tu felicidad, en la parte en que olvides su antiguo él y lo mires realmente a los ojos... quizás busca que te decepciones de lo que es para que tu tomes la iniciativa-
-¿La iniciativa?- este asintió tranquilo -a seguir, quiere empujarte avanzar a conciencia que quizás él no pueda-
Se tomaba la cabeza entre sus manos, era mucho por procesar- date tiempo para pensar en su pregunta... ¿qué es lo que realmente buscas con todo esto? -
-Podría preguntarte, estas en lo mismo-
-Si, pero a contrario de ti yo lo ayudo porque lo estimo, es mi manera de retribuirle por lo feliz que hizo a tu madre en sus últimos momentos y porque creo que es lo que tu madre haría, además no fui yo quien era su pareja en el pasado- le revolvió el cabello, se levantó de la cama, debía darle espacio para pensar -gracias, papá, siempre sabes que decir- admitió sin levantar la cabeza- no hay de que, descansa hijo-
Luego de aquella charla se arregló para dormir, apago la luz, pero permanencia bien despierto, la mirada fija en el techo y en su mente repitiendo tanto las palabras de Chile y su padre -estuve mal desde el inicio-
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Dos semanas habían pasado desde aquella charla, Chile le llamo la atención cuando era turno de Alemania lo acompañara, este no llego si no que fue su primo, claro que le pregunto por qué pero este no tenía respuesta, solo contraataco con otra pregunta -¿estas decepcionado?- este negó, no sabía como sentirse pero comenzó a pensar que había comprendido sus palabras.
En otra ocasión llego el padre de Alemania, no lo dijo, pero se molestó, estaba pensando que ahora estaba siendo infantil esquivándolo.
-¿Alemania ha estado muy ocupado?-
-Si... mañana viaja así que dejo todo listo en su trabajo- miro de reojo como el semblante del menor cambio, tenía interés, aunque estaba disimulándolo -oh así que... es un viaje por su trabajo...-
-Ojalá... debe ir a vender su departamento, al parecer tiene un comprador, el problema es que debe soportar a Francia ya que estaba viviendo aun allí-
-Ahh entonces se va a quedar aquí-
-¿Por qué la pregunta? ¿te alegraría que se quedara? - soltó una leve risa al ver hacen un mohín al otro al mismo tiempo que fruncia el ceño.
-Para usted es bueno, tendra compañía-
-Oh niño, aunque se fuera no estoy solo, te tengo a ti y entre nos... tu eres mejor compañía- Chile soltó una leve sonrisa acompañado de un sonrojo en sus mejillas, eso le gusto a su dañado ser, ese hombre lo hacía sentir seguro, querido, lo consideraba como un padre, uno que siempre quiso tener -yo también me divierto con usted tío-
Apenas se detuvo frente al edificio, el chileno se bajo cerrando la puerta tras el apresurándose a ingresar -Chile espera- lo detuvo antes que ingresara a la consulta, este se volvió acercar al auto -¿dígame?-
-¿Me podrías acompañas luego de tu sesión?-
-Claro ¿Dónde tiene que ir? -
-A ver a mi esposa... y a mi nieto- Chile le quedo mirando, tenía una expresión suave, en su mirada noto la nostalgia habitual -me encantaría... la tía y Alec estarán felices- esbozo una sonrisa y luego se retiró. Weimar le quedo viendo -no finjas tu sonrisa pequeño- tal vez no fuera el mejor plan, pero ambos habían sufrido pérdidas, podía entender el dolor del otro, no los comparaba porque no lo eran, pero sabía que Chile no había ido al cementerio desde que se reencontraron y quería mostrarle que podía ayudarle en su dolor.
Fue una larga espera por el chileno, pero no le molestaba al mayor, al contrario, se sentía feliz de poder ayudarlo y que el menor pase a sus días malos no ha desistido de continuar con la terapia.
Le observo por unos minutos, lucia cansado, espero a que se acomodara para poder continuar -¿cómo te fue?-
-Bien supongo... he podido darme cuenta de algunas cosas-
-Oh ¿enserio? - lo vio asentir, iban camino al cementerio tal como le había dicho antes -eso es bueno, quiere decir que está funcionando-
-Si... aunque me pidió que busque una actividad, algo que me mantenga ocupado, que me gustara... pero no hay nada que me interese-
-Bueno, ve pensando, quizás ahora no, pero quizás encuentres algo pronto...si no recuerdo te gustaba el atletismo ¿no? -
-Si, cuando estaba en el colegio... seguí algo en la universidad por la beca, pero ya no puedo correr-
-¿Por qué?-
-Esta prótesis no es para eso y ya me gasté mucho remplazando la otra-el mayor frunció el ceño -debiste cobrarle todo a ese idiota arrogante-
-Es mejor así, no quería más problemas-
-Es cierto, por suerte mi hijo abrió los ojos, no habría podido soplarlo de yerno- Chile reía divertido por la expresión del mayor, no era muy expresivo, pero cuando lo era sus expresiones era tan genuinas.
Al llegar al cementerio pasaron primero a comprar flores, Weimar miraba serio cada arreglo, Chile sabía que buscaba las flores favoritas de su esposa le parecía un gesto simplemente tierno, iba unos pasos tras él, miraba de reojo algún ramo para llevarle a su hijo. Se detuvo un momento en un puesto en particular, se agacho para ver un arreglo en específico, poseía flores muy coloridas y entre estos pequeños autos de juguetes, consulto el valor, pero no podía permitírselo por el momento, se iba a marchar cuando lo detuvieron.
-Es lindo-era el mayor que veía el mismo arreglo, noto que traía dos ramos, uno con flores de su exsuegra el otro lo tomo como para decorar -si... está listo-
-A Alex le gustaban los autos-
-¿Umh? no él era más de avioncitos ¿porque?- el mayor se apartó y fue hablar con la dueña del local quien asentía entusiasta -Chile ¿qué le gustaba?-
-¿Eh? Oh pues las flores con muchos colores- dejo tal cual como le decía su pequeño, quedo observándolo hasta que vio a la mujer salir con el mismo arreglo, pero más colorido y con pequeños aviones, hizo ceñas al chileno para que lo recibiera -p-pero tío no es...-
-Shh, será de parte de sus abuelos, déjame al menos comprar sus cosas favoritas- sus manos se tensaron, apretó los labios, quedo en silencio y fue junto a él, no podía ser egoísta, no después de haberles quitado la posibilidad de ser abuelo.
Como era de esperarse, primero fueron a la tumba de la madre de Alemania, saludo como acostumbraba, luego le dio espacio al mayor quien hablaba mientras acomodaba las flores -seguro estas feliz cielo, Chile volvió a nuestras vidas, seguro estas diciendo "se los dije" orgullosa- Chile ladeo la cabeza pero no era capaz de interrumpir el momento.
Arreglo y limpio el lugar, Chile apenas hablaba, estaba centrado en su ex suegro.
Estaban ambos de pie frente a la tumba observando el nombre escrito -sabes Chile...- este le miro de lado -la gente me pregunta porque no volví a casarme, porque no salgo con otras mujeres... ¿sabes porque no lo hago? - este se quedó pensando en eso recuerdos de ambos vinieron a su mente haciendo que volviera a experimentar ese calor interno.
-¿Porque solo existió una persona como ella?-
-Exacto, era mi gran amor, una excelente amiga y compañera, uno llega a conocer a muchos, pero solo uno es capaz de colar tan dentro de tu ser, esa persona que te alegra con su mera existencia... sé que ella no le gustaría verme solo pero no puedo ser cruel, terminaría esa persona en la sombra de mi esposa, nos hacíamos bien, nuestro tiempo juntos termino, pero no el amor-
Se encontró con la mirada del chileno, estaban cristalino, esbozo una sonrisa -a mi... me encantaba verlos, eran tan lindos... muchas veces imagine Ale y a mi así en un futuro... pero no se pudo- se abrazaba a sí mismo, se sentía inseguro contándolo por alguna razón, quizás porque cumplió el sueño de casarse, aunque no con la persona correcta y como termino en el infierno con esta. Weimar paso su mano en el hombro presionando un poco mostrándole que estaba con el -entonces tú y tu tía eran igual, ella también soñaba con verlos juntos-
Ahora se encontraban en la tumba de su hijo, Chile beso su mano y luego lo deposito en la lápida junto con un saludo a su hijo y su madre. Weimar le entrego el ramo al chileno -para tu madre- asintió feliz, agradeció el gesto, lo acomodo y ahora era el turno del arreglo -guagua mira quien vino, el tatita vino a saludarte- el mayor acomodo el arreglo -es mío y de tu abuela, tu mamá dijo que te gustaban los aviones... yo también los amo- Chile apretaba los labios, seguía afectándole venir -está bien llorar, no olvides estoy para ti pequeño- miro por sobre su hombro, notando como se resistía a botar lágrimas, sacudió sus manos, se acercó a él, lo acobijo entre sus brazos envolviéndolo con su calor, fue suficiente para debilitar su barrera haciendo que rompiera en llanto.
Se aferraba, al contrario, le asustaba separarse del mayor. Recibía caricias en la espalda, permitía que se desahogara -eso, déjalo salir, tranquilo pequeño, estoy aquí- no pudo evitar soltar un par de lágrimas, era primera vez que visitaba la tumba de si nieto provocándole pena, pena de no haber podido conocer a tan alegre niño como el que estaba en la fotografía en aquella tumba.
No tenían noción del tiempo, ni cuanto permanecieron abrazados, pero no importaba, solo que el chileno permanencia entrar en calma, aun oía algunos hipidos -p-perdón- soltó despacio contra él.
-¿Porque te disculpas?-
-Ser una molestia... por no haberles dicho de Alec... quizás ustedes lo habrían cuidado mejor que yo- fue apartado de manera abrupta, Weimar fruncía el ceño- nunca digas eso, si había sido feliz de conocerlo pero estoy seguro que cuidaste de él, le diste todo el amor, se puede ver en la foto... pequeño- tomo sus manos apretando estas -no puedo imaginar tu dolor, pero lo entiendo, soy padre y no soportaría perder Alemania como tampoco podría perderte a ti, esto que sientes es normal, nunca dejara de doler pero aprenderás a llevarlo y con eso a sanar, diste un paso al recibir la ayuda, ahora debes dar el siguiente, deja que quienes te quieren sean parte de tu proceso, cuéntanos todo por lo que escucharemos, eres bueno, así como quieres que Ale tenga una buen vida, nosotros también queremos lo mismo para ti- Chile alzo la vista, sus mejillas permanecían húmedas y calientes.
-A-Ale le conto...-
-Claro, soy su padre y también lo aconseje y creo que lo ayudaste abrir los ojos, gracias por eso- Chile negó, no merecía gratitud alguna.
-Yo debo agradecerle...- miro un momento la tumba -hoy... tuve que hablar de mi familia... usted sabe que mi mamita murió cuando era chico pero era la mejor... mi tía me odiaba y luego conocí a la mamá de Ale... ella fue una mamá para mi- el mayor lo veía enternecido, era testigo de lo unido que ambos se habían vuelto incluso antes que saliera con su hijo - me pregunto por mi padre... y termine hablando de usted- lo vio sorprendido -a él no le importo y nunca lo hare pero usted... siempre me trato tan bien, se preocupaba, me retaba- soltó una leve risa- por eso me dio miedo decirles, no quería decepcionarlos- el mayor se hayo completamente conmovido pero sobre todo feliz de saber sobre los sentimientos del menor-Chile, eso jamás, bueno quizás si un poco, siempre quisimos que tú y Alemania cumplieran sus sueños, pero nos duraría poco, siempre perteneciste a nuestra familia y así seguirá siendo- ahora Chile era quien abrazaba al mayor escondiendo su rostro en el hombro sin dejar ver al mayor como esbozaba una dulce sonrisa, una genuina. Sin duda fue una buena tarde para el chileno.
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-Por fin respondes-
-Hola, hijo, buenas noches, como estuvo tu viaje, tu viejo padre está bien, gracias por preguntar- puso el altavoz y dejo el móvil en la mesa de noche ya que se estaba preparando para dormir.
-Que gracioso... estuve toda la tarde intentando contactarte-
-Lo sé, sentía el móvil vibrar-
-Ósea que me ignoraste adrede-
-Si- escucho que el otro decía cosas inentendibles para luego soltar un suspiro, espero a que dejara su berrinche mientras tomaba sus medicinas.
-¿Puedo saber por qué?-
-Pase la tarde con Chile luego de su terapia -de pronto al otro lado de la línea quedo en silencio, se acomodó en la cama sin apartar la vista del móvil.
-¿Cómo estaba?-
-Igual... pero fue una tarde emotiva-
-¡¿Que paso?! ¡¿Chile está bien?!-
-Bien no esta y lo sabes tonto, pero pude hacer que se sincerara y le recordé que estamos con el-
-Ahh.... espero que confié más-
-Lo hará... por cierto ¿cómo te fue con el tipo ese? -
-Ahg no me quiero ni acordar-
-¿Tan mal fue?-
-Si, al menos saque todo lo importante pero no dejaba de hablar mal de Chile y culparlo de la separación y lo peor es que luego quería que lo intentáramos de nuevo-
-Es bueno que hayas terminado con él o te habría prohibido el ingreso a mi casa el resto de mi vida y la próxima-
-¿Es enserio padre?-
-Claro, era un pesado, eres mi hijo y deseo solo lo mejor para ti y ese tipo estaba lejos de serlo-
-Gracias padre- soltó con algo de sarcasmo, pero sabía que el buscaba su bien -creo que estaré de regreso pasado mañana, espero dejar todo zanjado para entonces-
-Está bien y tranquilo yo estaré atento a mi pequeño-
-Papá no soy un niño-
-¿Quién hablo de ti? Yo me refería a Chile, tu eres tan pesado, perdiste tu ternura hace mucho... ah~ como extraño a ese pequeño y adorable Ale-
-Adiós papá-
-Adiós hijo, descansa- termino la llamada y se acomodó para dormir, no sin antes ver la foto de su esposa -cariño ayuda a este par de niños tontos-
El alemán estaba tendido en la cama se acariciaba la frente en un mal intento de aliviar el dolor de cabeza que llevaba desde la tarde, luego de tratar con el francés era cierto modo extraño como ahora sus coqueteos le eran desagradables y fuera de lugar - ¿enserio quería casarme con alguien como el? - soltó un pesado y fuerte suspiro por suerte se dio cuenta a tiempo, además de encontrarse con Chile que lo ayudo abrir los ojos.
-Chile... me alegra saber que pasaste el día acompañado-
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El chileno se encontraba en espera de que abriera la puerta frente a él, cosa que el dueño de la casa no tardo en ir a su encuentro - ¿no crees que es muy temprano? - frente a él un somnoliento Rapanui, su cabello desordenado y su ropa desalineada eran claras señales que aun dormía -disculpa, apenas desperté me vine, no quiero estar solo... no hoy- el contrario dejo caer sus hombros, se hizo a un lado permitiéndole el ingreso.
Tras su entrada cerró la puerta y fue directo a la cocina, ya que lo despertaron prepararía el desayuno. Chile en cambio dejaba sus cosas sobre el sofá, la idea era quedarse con su primo, le envió un mensaje al padre de Alemania para que supiera que no estaría para no preocuparlo, luego abrió el chat de Alemania, pero descarto la idea -él ya tiene suficientes problemas- guardo el móvil y fue tras los pasos del dueño de casa -deja te ayudo- asintió aun dándole la espalda, no debía darle indicación si al final en el pasado también vivió en esa casa, aunque está seguro que para él nunca fue un hogar.
-¿Y bien?-
-¿Y bien qué? -soltó apenas tragando el resto de pan que estaba comiendo -ya dime como van las cosas con ese idiota-primero frunció levemente el ceño seguido de rodar los ojos -no sé qué quieres saber, pero porfa no lo llames así-
-Le digo como quiero y eso que estoy siendo suave- soltó un leve suspiro resignado, tomo algo de té y se aclaró la garganta -creo que finalmente lo espante porque no lo he visto en dos semanas- hablo tranquilo aunque no le dirigía la mirada a su primo pero podía sentir su mirada intensa sobre el -¿seguro que se dio por vencido?-
-Supongo, su papá dijo que viajo a ver algo donde vivía-
-¿Tu estas bien con eso?-
-Si claro-
-Mentiroso-
-Ya cállate cahuinero, así es mejor, no debe ilusionarse con alguien como yo, es mi forma de agradecerle la ayuda-
-Por dios no hay caso contigo... ¿al menos les contaste que día es hoy? - permaneció en silencio, Rapa Nui no continuo ese silencio era respuesta suficiente, no quería causarle más conflictos de las que debía estar teniendo en ese momento.
Ambos habían pasado a la sala, estaban conversando mientras buscaban que ver en el televisor -¿tienes pensado en volver a dar clases?- le miro de lado con duda debido a lo repentino de la pregunta, volvió a mirar la pantalla -no sé, apenas tengo ánimos de levantarme mucho menos para enseñar- no podía evitar recordar cuando era profesor, aquellos sentimientos que le causaba enseñar y amar lo que hacía, sentimientos que veía tan lejanos, dando por sentado que no volvería sentir aquello.
-Yo creo que sí, eras feliz aguantando a tanto cabro chico, solo hay que esperar a que vayas mejorando- esa palabra... una que constante mente le repetían, pero ¿cuánto lo había intentado? ¿cuánto quiso avanzar? pero siempre caía hasta que dejo de intentarlo, dejo de mentirse y acepto su realidad -mhm si quizás...- soltó apenas, no tenía energía para rebatir por lo que soltó algo que dejara tranquilo a su primo.
Rapa Nui echo un vistazo a su primo que llevaba un buen rato sin hablar dándose cuenta de que estaba luchando por permanecer despierto, lo había deducido de ante mano por las notorias ojeras dibujadas bajo su rostro, pero esperaba que con el tratamiento pudiera estar por fin conciliando el sueño.
Se levanto con cuidado, pero no consiguió evitar despertar, al contrario - ¿Rapa? ¿qué paso? -
-Nada, solo quiero decirte que voy a comprar para el almuerzo-
-Oh te acompaño- pero fue detenido siendo sostenido por los hombros evitando que se pudiera levantar -tú te quedas, descansa un poco-
-Pero...-
-Nada de peros, estírate aquí o ve al cuarto, si te quedas ahí ya sabes donde hay mantas, tu solo descansa- Chile, aunque no le parecía cedió ante el contrario, asintió y solo se dejó caer acostado sobre el sofá, Rapa le quedo observando, soltó un bufido y antes de irse fue por una manta, lo cubrió, fue por su billetera y llaves del hogar y sin mayor demora se marchó.
Se movía y quejaba en el sofá, por más que lo intentara no conseguía conciliar el sueño, se cubrió hasta la cabeza, al menos se mantendría ahí tendido hasta que llegara su primo.
Lástima que solo consiguiera llorar en silencio, sus recuerdos volvían para atormentarlo, recordando aquel día que ni con todo el tratamiento del mundo le haría olvidar, era el día en que odiaba estar en su casa.
No tenía idea sobre la hora, pero crearía que no lo suficiente desde la salida de su primo, dándole la razón cuando escucho el choque de unas llaves contra la puerta y luego de abrirse con un leve rechinar.
Con cuidado comenzó a limpiarse las mejillas, no iba a preocuparlo más de lo que ya lo hacía, escuchaba unos pasos acercarse a el - ¡¿de verdad estas durmiendo a esta hora?! no eres más que un flojo-
Todo su cuerpo se tensó, un frio comenzó a recorrerle, esa voz no la había oído en años, era irritable y autoritaria, aunque más gastada por los años -ya despierta cabro de miercale- como si ocurriera en cámara lenta la manta que lo cubría iba alejándose de su rostro, intento agarrarla, pero no lo alcanzo, sintió una leve brisa al ser despojado del objeto, dudaba en darse vuelta, apretaba los ojos intentando acurrucarse mientras la otra persona continuaba sus reclamos.
Tomo aire profundo que luego boto con pesadez, debía afrontarla. Se fue levantando, manteniendo el rostro oculto tras la capucha, se levantó dándole la espalda -¿que tienes ahora?- empuño sus manos, dio la vuelta encontrándose de cara con la responsable de la tan mala infancia -h-hola tía...-
-Ugh me rindo...tsk este imbécil ¿quién se cree para no responder? debería dar gracias que lo llamo- guardo el móvil molesto ante la ausencia de respuesta en su lugar buscó entre sus bolsillos las llaves -por lo menos traje todo lo que le gusta a Chile- guardo silencio ante los repentinos gritos provenientes del interior de su casa, palideció al reconocer la voz, se apresuró en entrar -¡¿porque cresta tenía que venir justo hoy?!-
-No eres más que un maldito vago, te aprovechas de mi hijo y mira nada más como vistes, es lo que te pasa por no haberme escuchado a tiempo cabro chico ingrato-
Chile permanecía en silencio, no estaba preparado para enfrentar a su tía, solo dejaba que tirara todo el veneno como siempre -espero no estés viviendo aquí ¡a Rapa le deje bien en claro que tenías estrictamente prohibido volver! -
-No tía, yo tengo mi casa, solo estoy visitando a mi primo-
-Tsk- chasque la lengua con desdén, no podía ver de otra forma al chico si no más que con odio.
La puerta se abrió de manera estrepitosa, ambos voltearon a ver a Rapa Nui, se acercó a paso veloz a su madre con una expresión de clara molestia.
-Mamá ¿qué haces aquí? -
-Hola mi niño ¿qué pregunta es esa? como tú no vas a verme he tenido que venir ¿y que me encuentro? este...- lo vio de cabeza haciendo una mueca de desagrado - esta puta barata-
-¡Mamá! no le hables así a Chile-
-Rapa... tranqui no peli con ella- este lo vio con sorpresa, pero luego volvió en sí, negando con rapidez -no primo, ella no puede venir a tratarte así ya no más-
-¡Ves lo que haces! ¡ahora poner a mi hijo en mi contra, eres todo un error, debí dejarte tirado en la calle! -
-¡Mamá!- Chile le quedo viendo, debería dolerle pero no sentía nada -Rapa mejor me voy no quiero causarte malos ratos- tomo su bolso colgándoselo en el hombro, Rapa Nui se acercó para convencerlo que no lo hiciera, sabía que era mala idea pero Chile esbozaba una sonrisa para intentar calmarlo pero ambos sabían que era falsa.
-Chi, ve donde Ale, por último, por favor-
-Descuida, estaré bien- terminaron susurrando para evitar que la mayor escuchara, se despidieron de un abraso. Al separarse vieron a la mayor hastiada -adiós ti-...-
-Ahórratelo, te dije ese día que no eras mi sobrino, solo eres un error de la perra de tu madre- eso lo había tocado la fibra, sabia donde le dolía, la mujer esbozaba una sonrisa gutural -así como el huacho que pariste... eres tan inútil que ni con vida pudiste mantenerlo, al menos le hicieron un favor y evitaste que siguiera siendo un error como tu-
Se detuvo de golpe, podía soportar todo, estaba habituado a ese trato, pero nunca dejaría de defender a su pequeño. Se dio vuelta con una expresión colérica, Rapa Nui ya estaba recriminándole, pero no escuchaba lo que ellos hablaban, sujeto con fuerza su mochila -de Alec no...- soltó con la voz entre cortada, los otros se giraron a verle -¿qué dijiste?- estaba reuniendo todo el valor que le quedaba -¡con Alec no le metas vieja culia amarga!-
Rapa Nui lo veía sorprendido solo había visto una vez defenderse de su madre y fue cuando supo que estaba embarazado -¡cómo te atreves insolente!-
-Aquí la única desubicada es usted, nunca me trato bien y no me importo, la soporte porque era mi tía y no tenía donde ir, pero usted y el weon que se dice mi papá son una mierda, hablan mal de mi mamá porque le teni' envidia-
-¿Yo? ¿envidiar a esa mujer? -
-Si po', vo eri amarga', una fea culia, nadie te soporta y pese que era de tu sangre nunca me quisiste, me diste la espalda cuando te necesite, pero filo, surgí gracias a mi esfuerzo no como vo' ballena culia desabría-
-¡Eres un...!- se acercó furiosa con intención de golpearlo pero Rapa la detuvo justo a tiempo.
-Pégame po', no me importa, no eres la primera... menos mal mi lindo hijo no te conoció, capaz me lo habrías ojeado por tu odio ridículo pero menos mal tuvo el mejor tío... e-él amaba a Rapa y el a nosotros pero tu... tu solo lanzas veneno y así te haci la buena en la iglesia santurrona culia- algunas lágrimas amenazaban con salir, pero no se detuvo- no sé qué cresta hice para odiarme, tampoco me interesa y si, quizás no supe proteger a mi guagua, debí hacer más para alejarlo de la gente como tu pero al contrario de ti Alec me amaba, era feliz el sabía que su mamá lo apoyaría siempre... yo no siento odio ni nada contra usted porque no me importa pero veía todo el mal que hizo cuando quede sola, adiós señora-
Sin más se marchó, sentía su pecho menos pesado por lo menos sintió que cerraba un capítulo.
Rapa se desplomo en el sofá, su madre soltaba improperios al aire, el menor se cubrió la cabeza, quería llorar, llorar de felicidad que su primo expreso lo que sentía, de enfrentarla sin temer, pero también triste, triste por tener que revivir ciertos temas y esperaba que recapacitara y fuera a la casa de Alemania.
-Por fin se fue, te he dicho que te alejes de él, es un caso perdido que no termino ni el colegio por andar de maraca-
Rapa levanto la vista molesto -sé que no te importa, pero Chile si termino el colegio, es más, tiene un título profesional, lo sabrías si tan solo hubieras estado allí-
-¿Tú también? mira es mi casa y yo...-
-No, no es tu casa, es mía, está a mi nombre y quiero que te vayas de regreso al sur, Chile es mi familia y lo cuidare de quien sea, incluso de ti-
════ ⋆★⋆ ════
La tarde caía sobre la ciudad, Chile permanecía encerrado en el cuarto de su hijo, lo único que comió fue el desayuno con su primo pero no tenía apetito, abrazaba diferentes prendas del menor, lamentando el que poco a poco iba perdiendo su aroma -ella tenía razón no supe cuidarte... la evite a ella pero traje alguien peor a nuestras vidas... perdón hijo- se recostó sobre la cama, gruesas lagrimas caían por su rostro, su pecho oprimía al punto que le costaba respirar, su cuerpo temblaba, sentía nauseas, angustia, quería desaparecer en ese mismo instante, estaba desesperado, conocía esa sensación, iba a sufrir pronto otro ataque -d-debo llamar a Rapa...- tembloroso tomo el teléfono pero se detuvo, le causaría problemas, miro la pantalla, podía solo que ocurriera, dejar que todo lo controlara pero su mente o quizás su cuerpo lo traicionaron por lo que estaba haciendo una llamada.
════ ⋆★⋆ ════
-Estoy exhausto... por suerte ya todo se acabó- estiro su cuerpo luego de un largo y agotador viaje sin mencionar los incomodos encuentros con Francia al punto de causarle escalofríos, sacudió su cabeza, quería borrar todo recuerdo y concentrarse en Chile, ya le tenía una respuesta, estaba ansioso por verlo. Tomo sus maletas y se puso en marcha, estaba cansado como para manejar por lo que tomaría un taxi.
Ya afuera un vehículo se detuvo y ambos subieron los bolsos, Alemania le dio la dirección sin verlo ya que estaba encendiendo su móvil.
Aburrido revisa todo -agh ¿que no tienen más que molestarme en mis libres? que fastidio- rodo los ojos, apagaría el móvil pero tenía una llamada perdida en particular -fue hace 2 horas- también noto que tenía un mensaje -¿un audio?- con preocupación lo escucho pero solo se preocupó más cuando se escuchaban sollozos y su nombre en un susurro, intento devolver el llamado pero enviaba a buzón de voz- disculpe, lléveme mejor a otro lado-
Bajo las maletas con prisa, pago y mientras el taxi se marchaba buscaba entre sus cosas las llaves -mierda- miro alrededor de la casa, estaba todo en penumbra, recordó la llave de emergencia que conto Rapa Nui, fue hacia uno de los escalones de la entrada, tanteo por debajo encontrándolo, abrió rápido metiendo como pudo sus cosas, cerro y encendió la luz -Chile hola, ¿te encuentras aquí? - pero no hubo respuesta -voy a pasar-
Comenzó a recorrer el hogar del contrario. Mientras lo hacía le enviaba mensajes a Rapa, disculpándose por no responder y de paso preguntar por el chileno, un grave error cuando leyó que se fue por una pelea con su tía y de entonces no supo de él, pero el último mensaje lo alarmo "hoy es el aniversario de la muerte de Alec"
Por suerte el hogar no era grande, abrió las puertas con brusquedad, rogaba que no ocurriera lo peor, solo le quedaba un cuarto, en la puerta se podía leer el nombre de su hijo, Chile prohibió el ingreso, pero era una emergencia, tomo el pomo de la puerta con cuidado la fue abriendo.
La escena frente a el solo provoco que le rompiera el corazón, sus piernas temblaban, en cualquier momento caería por lo que se apoyó en el marco de la puerta sin poder apartar la vista de Chile que se encontraba sobre el piso en posición fetal y a su alrededor había diversas prendas, como también juguetes y algunas fotografías regadas. Por un instante creyó que su mayor temor se cumplió hasta que puso más atención, era baja, pero ahí estaba, un sollozo acompañado de hipidos sentía que le volvía el alma al cuerpo, pero la preocupación y tristeza de verlo así continuaba.
Se acerco con cautela, se fue agachando hasta quedar de rodillas a su lado, poso su mano en el brazo del contrario haciendo que diera un salto, miro sobre su hombro al estar oscuro y bastante irritados por un momento confundió a la persona -Alec...- se levantó de manera brusca asustando al contrario, pero su sonrisa callo cuando vio mejor -oh A-Alemania y-yo... disculpa- agacho la cabeza, araño el piso con sus uñas hasta formar unos puños, quería llorar pero ya no le quedaban lagrimas -s-soy p-patético...te e-echo y-y...- fue interrumpido con un repentino abrazo, Alemania lo rodeo por completo atrayéndolo hacia él, poso su mentón sobre la cabeza de Chile.
-Te prometí estar para ti discúlpame por tardar- Chile negó mordió su labio inferior, dudo por un instante, pero finalmente correspondió el gesto aferrándose, al contrario.
-Mi...mi gua-...-callo un segundo recapacitando las palabras -n-nuestra guagua... el-
-Shh lo sé, debite contarme, habría postergado el viaje- acerco una de sus manos hasta el cabello de Chile, acariciaba con cuidado y ternura.
Chile se dejaba envolver por esa calidez y aquella muestra de afecto, sentía el aroma de Alemania lo estaba calmando poco a poco, eso era importante.
-Nada es más importante que tú en este momento, compárteme tu dolor, suelta todo lo que guardas, te escuchare y consolare- lo aparto un poco, tomo su rosto entre sus manos y con los pulgares secaba el rastro de lágrimas -también estoy orgulloso, me entere que enfrentaste a tu tía pese a tu pena, lo hiciste- Se acerco a él uniendo sus frentes.
-Es por eso por lo que debes comprender... el accidente no es tu culpa-
-Si lo es- soltó apenas sin apartarse o despegar la vista del contrario.
-No lo es, nada de eso lo fue-
-Pero...-
-No es tu culpa, nunca lo fue, lo fue de él, ese tipo no los respeto, no te amo como lo prometió, sé que te dejo muy dañado, yo igual y espero me dejes disculparme como es debido pero ahora solo importas tú, dime lo que quieras, aceptare hasta tus regaños- soltó una leve risa contagiando al chileno -te... ¿te podrías quedar? o-odio estar solo- soltó con bastante vergüenza pero estaba exhausto como para aparentar estar bien -por supuesto, pero no es bueno que permanezcas en el suelo... si quieres te acompaño hasta tu cuarto- Chile apretó su agarre llamando la atención de Alemania.
-O permanecemos aquí, pero debes recostarte en la cama- asintió levemente, se separaron, antes que el chileno se pudiera levantar, Alemania ya lo estaba haciendo y dejándolo con cuidado sobre la cama -no era necesario...-
-Quizás, pero te ves exhausto- lo vio volvió arrodillarse frente al chileno, hizo una mueca pero lo dejo a un lado, levantando la vista con una expresión de comprensión -¿puedes levantarlo? te ayudo con la prótesis-
-N-no es necesario... no quiero incomodar- apretó con su mano parte de la prenda en cuestión.
-Si te incomoda está bien, pero no es bueno dormir con eso, te puedes dañar- permaneció en silencio en espera de la decisión de Chile que parecía contrariado hasta que finalmente parecieran haber cedido, levanto la prenda hasta su muslo dejando ver la prótesis, Alemania extendió la mano a la mesa de noche a su lado y a tiendas dio con el interruptor de la lampara encendiéndola. Miro la prótesis y luego al chileno -¿me enseñarías a retirarla? no quiero dañarla-
-Pero... ¿no fuiste tu quien la saco la otra vez? -
-No, ese fue mi padre- rasco su nuca, Chile le miro con ternura, sus expresiones eran como las de su hijo. Se inclino y comenzó con su rutina de retirar la prótesis, Alemania observaba con atención en otros le ayudaría y finalmente acomodo todo donde le indico.
Se quedo viendo aquel muñón incomodando a Chile -si es feo todo un desperfecto-
-No lo es y nunca lo pensaría, ya recuéstate- este hizo caso, Alemania tomo la manta a los pies y la extendió cubriéndolo para luego sentarse a su lado.
Chile observaba como escribía en su móvil y luego lo guardo. Aunque fue descubierto cuando sus miradas se encontraron, desvió la vista además de cubrirse por completo con la manta, Alemania le ayudo y luego volvió acariciar su cabeza, no parecía incomodo es más parecía gustarle, puede que fuera reacio a cierto contacto y entendía por qué, pero tal parecía que era justo lo que necesitara en este momento.
-Mi padre te envía saludos y está molesto por no llamarlo- alzo la vista sorprendido, si se había dado cuenta que lo observaba -yo... dile que me disculpe-
-No las va acepta... a menos que vayas almorzar uno de estos días- seguía acariciando su cabello -y me amenazo...-
-¿Por qué?-
-Porque así es, dijo que si hago algo que te incomode o te haga llorar mejor que ni vuelva a la casa- sonrió haciendo que el ambiente poco a poco fuera más ameno -no lo va a hacer-
-Por ti sí, siempre te prefirieron pero... siempre me gusto eso, siempre te quisieron- Chile bajo la vista, tomo el peluche a su lado abrazándolo con fuerza llamando la atención de Alemania -¿es de Alec?-
-Si, este me lo quedé, era con el que dormía, se lo di cuando nació- no pudo evitar conmoverse y aun mas cuando reconoció ese peluche, era uno que le regalo cuando fueron novios, era seguro que fue de lo poco que tenía debido a su situación -Alec tiene a la mejor mamá-
-No lo fui...-
-Oh claro que lo eres, diste todo por él, saliste adelante sin ayuda y pese a no tener figuras paternas hiciste un gran trabajo amándolo-
-No hables así-
-¿Así como?- bajo al vista notando como cubría parte del rostro con el peluche -como si el siguiera aquí...-
-Mm bueno eso no lo sabemos, quizás estuvo cuidando a su mamá en lo que llegaba para acompañarlo, además que sea un angelito, tu no dejas de ser su madre y yo... un pésimo padre- rio apenado, pero era la verdad. Chile lo observo notando los ojos cristalinos del alemán y como su mano libre temblaba levemente, bajo la vista al peluche, libero una mano tomando la libre del contrario.
Alemania no pudo evitar sonrojarse, no tan solo por el repentino tacto, también por como lo miraba mientras abrazaba aquel peluche, era una imagen encantadora, pero borro esa idea de inmediato, debía concentrarse en el contexto en el que estaba, pero no impedía entrelazar sus dedos -Ale seguro hubieras sido el papá bacan que Alec siempre pensó que serias-
-Co-Como...-
-Le conté que fue mi culpa... se enojó, pero se le paso cuando le conté de ti y prometí que te conocería... no debí esperar tanto pero el interés que muestras de saber de él me dice que lo habrías querido-
-Claro que sí, es mi hijo, quizás no lo conocí, pero es el niño que tuve con la persona más maravillosa que he conocido, valiente, leal, fuerte, divertido solo que le cuesta verlo, pero con el tiempo lo hará- ahora acariciaba su mejilla sintiendo el calor de su rostro al igual que húmeda, también sus ojos estaban hinchados e irritados.
-¿Seguro no quieres comer o beber algo?-
-No... estos ataques me dejan cansado-
-Entiendo entonces duerme, mañana iremos con tu médico-
-No estoy loco-
-Lo sé, pero no es para eso y lo sabes, creo que está dando sus frutos, aunque sea poco y creas que no sea así pues si lo hace, antes nunca hubieras enfrentado a tu tía, a mí me dijiste mis verdades y te estoy agradecido por que me di cuenta de que te estaba presionando, forzando a ser un recuerdo, discúlpame por ser tan egoísta-
-Ale sobre eso-
-Ni te atrevas a disculparte, tenías razón, estaba impactado por todo, me nuble, odiaba a tu ex pero yo no fui mejor y me di cuenta que ni antes estabas bien, es por eso que quiero empezar de nuevo -hizo más fuerte el agarre -lo que te dije de apoyarte y estar para ti no cambia pero sí que quiero que seas tú mismo, lo que decidas está bien, te comportes como te sientas cómodo, di todo lo que piensas y sientas nadie te reclamara... se libre tanto como has querido y cuando sientas que no das más, tranquilo te daré una mano y te animare, no más de lo que fuiste, quiero ver quien vas hacer de ahora en adelante... ansió conocer al verdadero Chile-
Chile quien se había mantenido en silencio todo el tiempo no dejaba de morderse el labio inferior, su mentón temblaba, ni si quiera comprendía como tenía aun lagrimas para derramar, se soltó del agarre y en su lugar se abalanzo al contrario sorprendiendo tanto que caso perdió el equilibrio logrando evitar que ambos cayeran bajo su vista y chile ocultaba su rostro en su pecho, lo abrazo y acariciaba su espalda. No era que deseaba conseguir, se disculparía de inmediato, solo pensó que su padre lo regañaría. Abrió la boca, pero no hablo puesto que chile soltaba las mismas palabras entre llanto -gracias Ale-
De inmediato se relajo volviendo a concentrar en el, lo atrajo mas asta juntar sus cuerpos, besaba su cabeza e intentaba transmitir calma, por fin había dicho las palabras correctas, las emociones correctas para poder llegar a Chile.
No tenia idea de cuanto tiempo estuvo llorando o en que momento ambos terminaran acostados en la cama, pero nada de eso importaba si por fin podía ver descansar a Chile, estaba realmente agotado, se permitió por un instante apreciarlo dormir, lucia tan tranquilo, pero no le quitaba el echo de pensar en todas esas veces que debió llorar en completa soledad y no solo luego del accidente sino que antes, desde su niñez. El accidente solo había sido el culmine de una dura vida
De solo pensarlo podía sentir como su pecho apretaba, le dolía el corazón, su culpa afloraba por no estar ahí, pero sobre todo, no haber visto las señales cuando estaban juntos. Al estar tan juntos podía sentir el calor que emanaba del envolviéndolo en un agradable sensación -todo será diferente- deposito un beso en la cabeza y se acomodo para dormir.
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