𝑷𝒓𝒐𝒍𝒐𝒈𝒐

Dentro de la fría oficina que, tradicionalmente, pertenecía a los emperadores de Arbezela, una mujer estaba sentada en uno de los cómodos sillones de la sala, era una hermosa mujer de cabellos blancos recogidos en un elegante moño, ojos morados como amatistas, portaba un vestido negro de mangas largas con detalles dorados; su expresión era calmada e impasible mientras terminaba un bordado.

Era Ariana De Secramise, primera emperatriz de Arbezela.

La imponente monarca se encontraba sola en esa fría oficina, oficina que alguna vez perteneció a su padre y estuvo llena de luz y calor acogedor, pero ahora no era mas que un cuarto frio, oscuro y desolado, era un día nublado por lo que a pesar de ser medio día no entraba mucha, además de escucharse bullicio en el exterior.

Se detuvo una vez su bordado estuvo casi terminado, se levanto del cómodo sillón, camino con calma hacia la ventana y miro al exterior, solo para observar a una turba furiosa de todo el pueblo intentando entrar al palacio. La rebelión había llegado a ella.

Analizo con detalle a cada persona que había en la turba, no le sorprendió ver que uno de los principales lideres de la rebelión era Nell Phantom, por supuesto, la principal razón por la que se volvió su joya fue para salvar a su familia de las deudas, cuando la rebelión empezó a ganar fuerza en el imperio era claro que bando debía elegir para mantener a su familia a salvo.

La rebelión era liderada por un hombre de cabello morado y ojos verdes quien parecía estar muy determinado en entrar al castillo a acabar con ella, la monarca solo miro con tristeza.

Ya no tenia a ninguna de sus joyas, se habían ido, perdido la cordura o lastimosamente habían fallecido.

Toda su familia había fallecido en este punto, su padre siendo el primero seguido de sus hermanos y las concubinas, siendo su madre la última en fallecer por orden de ella.

Su esposo, el emperador Marker Crytear era el único que se había quedado a su lado, pero el amor se había ido hacia tiempo y solo estaba con ella por compromiso, el junto a su dama Marina habían escapado del palacio a pedido suyo, a pesar de que insistieron en quedarse, no quería arrastrarlos a esto.

Después de todo, es a ella a quien querían.

A pesar de todo su rostro se mantenía impasible, pero su mirada se volvió mas oscura y vacía, ya se había resignado ante su inminente destino, aquí todo acabaría.

Era el fin de la dinastía de los Secramise, del último miembro de la familia imperial.

Solo esperaba que no fuera el fin de Arbezela, el imperio sobreviviría a esto, un nuevo emperador se levantaría y nueva dinastía comenzaría, el imperio no podía caer con ella.

Desde la cima del imponente palacio, donde solía mirar hacia abajo y sentir el como esta por sobre todo y todos, inalcanzable, intocable y poderosa; ahora se sentía pequeña y debil, qué en cualquier momento el imponente palacio caería con ella aun en la cima. Después de todo, mientras más alto estas más dolorosa es la caída.

La monarca soltó su cabello y dejo que cayera libremente sobre su espalda, a pesar de tener la corona no tenía poder, a pesar de ser la monarca no tenia aliados, entonces ¿De que servía ser la emperatriz si al final estaba sola?

Al final de todo ella no era la poderosa emperatriz, la perfecta princesa heredera, ni la encantadora primera princesa Ariana De Secramise, era simplemente Ariana, una chica inmadura y egoísta con delirios de grandeza qué al final termino condenando a todos los que decía amar.

Oh, qué triste historia, la poderosa emperatriz qué fue bendecida por dios esta por ser derrocada ¡Qué tragedia!

Un extraño hombre cubierto con una capa negra estaba dentro de la habitación.

La mujer giro asustada al escuchar una voz detrás de ella, nadie debería estar allí, todos los sirvientes habían escapado y los pocos caballeros qué quedaban estaban afuera evitando que la rebelión entrara.

Aunque fuera una pelea perdida.

... ¿Cómo entraste? –Pregunto la monarca intentando no mostrar su temor.

Incluso hasta el final caería con dignidad.

Puedo entrar a donde quiera cuando quiera, ni siquiera el más poderoso sello mágico puede detenerme.

Respondió mientras recorría la habitación, jugando con los objetos que encontraba como si no fueran nada.

Ariana miro extrañada al hombre ¿Y eso que significa?

... ¿Quién eres? No eres de la rebelión, si lo fueras ya me habrías atacado.

El extraño hombre sonrío burlón a la emperatriz.

Oh! Nadie importante, me llaman de muchas formas, pero suelen llamarme "Alpite".

Ariana abrió los ojos con sorpresa y terror mientras daba un par de pasos hacia atrás perdiendo la compostura.

¿A-Alpite?

El hombre dejo de jugar con las cosas del escritorio para mirar directamente a la mujer.

Ya sabes, el dios de las promesas y la muerte.

Se quito la capa qué cubría su cabeza, dejando ver a un hombre pálido de largos cabellos platinados y una sonrisa filosa, pero lo que más destacaba del hombre eran esos ojos rojos brillantes cual rubí.

En otro tiempo lo primero que hubiera pensado Ariana es en la belleza inhumana qué portaba el hombre, o mejor dicho la deidad.

Pero ahora lo único que pasaba por su mente era que la muerte misma había venido a hacerla pagar por sus pecados.

... ¿A que a venido?

Pregunta a pesar de ya saber la respuesta.

Oh, solo vine a ver con mis propios ojos la caída de la familia Secramise y como la hija favorita de dios fallaban de forma tan masiva.

¿Has venido a burlarte?

Pregunta confundida y un poco ofendida, no esperaba una actitud tan inmadura de parte de un dios.

Aunque para ser justos, ella tampoco es quien para quejarse.

No, no, para nada, solo eh venido a descubrir ¿Por qué?

Ariana lo miro confunda.

¿Por qué?

¿Por qué has fallado? Eres la hija amada de dios, el camino se te dio en bandeja de plata desde el día que naciste, solo tenias que seguirlo y listo! Lo tenias todo para convertirte en la emperatriz más justa, generosa, poderosa y respetada qué el imperio a visto, se te dio todo lo que pudieras pedir y más, entonces ¿Por qué termino así? ¿Por qué fallaste tan estrepitosamente si el camino estaba frente tuyo?

Ariana bajo la mirada ante esas palabras tan duras qué calaron en lo más profundo de la mujer, pues más allá de ser fuertes y pesadas, eran verdad.

Ella sabía que lo tenia todo, que se le dio todo desde que nació, tenía el poder político, tenía la fuerza bruta, tenía el mana, tenía la bendición de dios y por sobre todo, tenía el amor de sus padres, tenía gente leal qué la apreciaba y estaba dispuesta a morir por ella, tenía hermanos que, si bien su relación era en el mejor de los casos complicada, los amaba más que a nada; tenía un prometido qué también la amaba, tenía a Marina qué más que una dama de compañía, era su única amiga; y tenía a sus joyas que más que amantes, en algún momento, fueron grandes amigos y aliados qué darían la vida por ella.

Lo tenia todo ¿Y ahora? No tenía nada.

El poder se había ido hace mucho, la fuera y mana no le servirían de nada ahora, su padre hacia mucho había muerto al igual que su madre, de toda la gente leal solo le quedaba un caballero qué no se había apartado de su lado y ahora luchaba afuera, todos sus hermanos ya habían fallecido, Marina y Marker ya habían escapado y, con suerte, seguían vivos; y las joyas... Todas eran una historia diferente.

¿Cómo termino así?

... Por que fui egoísta, fui hipócrita y fui confiada, alegue de ser humilde cuando no comprendía el significado, creí ser mejor que todos y en consecuencia me dieron la espalda cuando los necesitaba, fui imprudente y rompí relaciones qué eran importantes para la prosperidad del imperio, fui indiferente con lo que el pueblo necesitaba y ahora están allá afuera exigiendo justicia... Fui estúpida y creí que nada malo pasaría, qué podía hacerlo todo sola, qué era mejor que todos, que todos me amarían sin importar que, y ahora me e condenado y a todos los que están a mi alrededor, todo por mi egoísmo... Todo por mi culpa.

Ariana levanto la cabeza y miro a los ojos a la deidad, directa y firme ante la mirada curiosa del dios.

Estoy dispuesta a aceptar cualquier castigo qué los dioses deseen darme, se que eh cometido actos terribles y acepto mi culpa, no pienso poner resistencia.

El dios se quedo en silencio sin cambiar su expresión, Ariana no cambio su expresión, pero estaba incomoda con el silencio expectante mientras aun escuchaba a la turba afuera, pronto lograrían entrar.

Finalmente, en medio del silencio se escucho una carcajada, para total desconcierto de Ariana.

JAJAJAJAJA ay eres hilarante JAJAJAJA ay no puedo jajajaja.

Reía a carcajadas ante la mirada consternada de la otra.

¿Qué es tan gracioso?

Pregunto indignada la mujer ¿En serio ESTE era el poderoso dios de las promesas y la muerte? Estaba empezando a creer que mas bien se trataba de una broma de muy mal gusto.

Jajajaja ay perdona, es que ahora entiendo por que le gustas tanto a los dioses.

Paraba de reír mientras se limpiaba una lagrimita mientras la mujer lo miraba molesta.

¿Sabes algo? –Finalmente paro de reír para hablar con calma– La mayoría de los tiranos jamás aceptan que fueron unos canallas, incluso al final de sus días ellos niegan que hayan echo algo mal, o si saben que actuaron mal, simplemente no les importa e intentan justificar sus terribles actos... Pero tu.

Miro directamente a la mujer, la cual sintió un escalofrió recorrer su espalda por la fría mirada de la deidad.

Tu ya haz aceptado la culpa y que te haz equivocado, sabes en que te equivocaste y que debiste hacerlo mejor, no cualquiera lo hace.

¿A que quiere llegar?

Dígame "su majestad", si tuviera la oportunidad de hacer todo otra vez y cambiar las cosas ¿Lo haría?

Ariana sintió un escalofrió y tuvo una extraña sensación, pero la respuesta era clara.

¡Claro que lo haría! Cambiaria todo si tan solo tuviera la oportunidad.

¿Incluso si es a costa tuya?

Eso ya no importa, no si significa que el resto puede ser feliz.

El hombre sonrió satisfecho con su respuesta.

Entonces tengo buenas noticias para ti, Ariana De Secramise, te estoy dando la oportunidad de regresar al pasado y enmendar lo que haz hecho.

El rostro de la mujer no pudo ocultar su sorpresa y total shock.

¿E-Estas hablando en serio?

¡Por supuesto! Es algo sencillo que puedo hacer como guardián de las almas, pero no creas que todo será tan sencillo esta vez, antes tienes que darme algo a cambio.

Toma lo que desees, ya no tengo nada que perder.

El hombre soltó una risita.

-Ay~ Lo que esta dispuesta a hacer la gente cuando están desesperados, los humanos jamás dejan de sorprenderme.

Ante la mirada suplicante de la mujer, el dios hizo aparecer una daga qué flotaba en su mano.

Este es el trato, yo te regreso al pasado y haces lo que sea que quieras hacer y a cambio me das tu alma, un bajo precio por una segunda oportunidad ¿No te parece?

Ariana quedo en silencio, sentía confusión, miedo, duda, pero también sentía algo que no sentía hace mucho tiempo, sentía esperanza, esperanza como nunca la había sentido.

¿Tal vez era ingenuidad? ¿Desesperación? No lo sabía, pero quería aferrarse a esa esperanza.

Acepto –Sin duda alguna en ella acepto dar lo que sea, con tal de poder enmendar todo.

La filosa sonrisa del dios no hizo más que ensancharse.

Entonces, es hora de sellar el trato –El hombre extendió el cuchillo a la mujer, quien lo tomo del mango confundida.

¿Qué es esto?

El sello del trato, dah.

¿Y que quieres que haga con esto?

¿No es obvio? Te aviso que no pienso hacerlo yo.

La peliblanca miro a el dios con horror.

Pero...

Apúrate niña, de todos modos vas a morir hoy ¿No? La gente furiosa ya entro al castillo, en cualquier momento van a llegar.

Miro la daga con cierto temor mientras escuchaba como la gente poco a poco se adentraba más al palacio y se acercaban a donde estaban, aun cuando había aceptado su destino hacia un par de minutos, la muerte aun le aterraba, pero por otro lado, ya a perdido todo, solo le queda su alma qué dar y ese vago sentimiento de esperanza.

Miro hacia la mesita, donde había dejado su bordado, en donde estaba escrito los nombres de todos aquellos que conoció en su vida y una vez le importaron; a su lado, había una foto de la familia imperial cuando era joven, TODA la familia imperial.

Era precipitado, era de cobardes y hasta era estúpido, pero estaba decidida.

Fue entonces así que la emperatriz levanto la daga en dirección a su garganta e hizo un corte profundo en el cuello.

Cayo al suelo empezando a agonizar sangre cubrió los finos muebles, sentía el sabor metálico de la sangre en su boca y empezó a sentir frío en todo su cuerpo.

Mientras su vista se nublaba alcanzo a vislumbrar como el hombre reía por última vez antes de desaparecer entre las sombras.

Lo ultimo que vio fue la puerta de su oficina ser abierta a la fuerza y que el hombre líder de la rebelión entraba, solo para observar con puro horror lo que había hecho la emperatriz.

En sus últimos momentos, sus últimos pensamientos fueron...

"Lo siento tanto..."

Ese día a la edad de cuarenta años, murió la emperatriz Ariana De Secramise, primera y última emperatriz del Imperio de Arbezela.

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Alpite, dios de las promesas y la muerte

Alpite es un dios que si existe en el webtoon y solo se menciona una vez, irónicamente, cuando Ariana le dice a sus joyas qué la ayudarán a convertirse en emperatriz, aun si tienen que vender sus almas a Alpite para conseguirlo.

Como dato extra, me inspire en el dios Loki y Hades para hacer a Alpite.

Bueno, así quedo, sufrió ligeros cambios pero aun así me gusto el resultado.

Una foto de la emperatriz Ariana, de 40 años.

¿Qué opinan de "La emperatriz Ariana"?

¿Qué tanto paso en esta línea de tiempo para que terminará así?

No se preocupen, vamos a ver todo eso en futuros episodios, espero los haya gustado :3

Cuídense, tomen agua, bye~

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