Capitulo 2: 𝐂𝐢𝐜𝐚𝐭𝐫𝐢𝐳
Era una nueva mañana en Arbezela, un segundo día para la renacida Ariana De Secramise, quien estaba para en frente de su espejo de cuerpo completo, analizando cada detalle de si misma con solo su pijama puesta.
Se sentía tan irreal ver su propio reflejo, había pasado tanto tiempo desde que se vio a sí misma tan joven, tan diferente pero similar al mismo tiempo.
Es cierto que sus años como princesa fueron sus años de gloria y los recordaba con frecuencia y melancolía, pero los siguientes años acabaron con ella y lo primero que veía al mirarse en el espejo cada mañana fue un rostro cansado que se deterioraba más con cada día que pasaba, al punto de que al pensar en ella misma, solo podía pensar en la mujer con mirada apagada, cuyas arrugas se dibujaban de a poco en su rostro, y cuya belleza y juventud que tuvo alguna vez se había vuelto un recuerdo del pasado, como una leyenda que ahora era difícil de creer.
Mientras que, en su segunda vida, era extrañamente similar a ahora, tenía los mismos ojos amatista y la misma piel y complexión, la única diferencia era su cabello, que era más corto y de color castaño, y por supuesto, la falta de joyas caras y vestidos ostentosos. Pero esa no era la única similitud con la ella de otra vida.
Ariana subió lentamente su mano hasta su garganta, donde una cicatriz se extendía en su cuello, como una marca permanente en su perfecto cuerpo.
Sabia como había llegado allí, era la misma herida se hizo cuando termino con su propia vida en su primera vida, en su segunda vida tenía esa misma marca, solo que estuvo allí desde que nació y siempre la considero una marca de nacimiento extraña. Pero ahora sabía lo que era y todavía la conservaba en esta tercer vida. Como un recordatorio constante de que esta era su única oportunidad.
El suave toque de la puerta y la despertó de sus pensamientos.
—¿Princesa? ¿Ya está despierta? –La voz de Marina se escuchó al otro lado de la puerta.
Ariana rápidamente tomo la gargantilla de su tocador y se la puso, ocultando por completo la marca en su cuello. Puede que ella este acostumbrada a tenerla, pero sería un gran drama si sus damas se dan cuenta que de un día para otro tiene esa horrible cicatriz.
—Adelante –Ordeno mientras se sentaba en su tocador y fingía naturalidad.
Las dos damas entraron y empezaron con su rutina de la mañana, como era lo usual.
—¡Princesa! Se ve preciosa esta mañana –Dijo Marina con alegría, mientras empezaba a cepillar su cabello.
—Princesa, el té de esta mañana es té verde, dicen que es muy bueno para las mañanas –Dijo esta vez Chessy, quien había entrado empujando un carrito de postres con una tetera y el té listo, ahora lo estaba preparando en una taza, exactamente como le gusta.
Ariana estaba tan feliz de volver a ver a Marina y su actitud que llena de alegría la sala, pero Chessy...
—"Tengo que encontrar la forma de deshacerme de ella antes de hacer un movimiento importante..." –Pensó la princesa mientras miraba de reojo a Chessy.
Chessy, su dama de compañía desde que era una niña, su única amiga junto a Marina, todo este tiempo fue una espía de las Islas Orian.
Fue algo se descubrió en su primera vida, pero por desgracia lo descubrió muy tarde. Pocos años después de convertirse en emperatriz, Orian volvió a declarar la guerra contra Arbezela, pero esta vez vinieron más fuertes que cuando su padre fue a la guerra contra ellos.
Fue una guerra de diez años, fue larga y devastadora para el pueblo y la nobleza por igual, tan mal que eventualmente se extendió a casi otras partes del continente, y si bien es cierto que era una emperatriz inexperta y muchas de sus estrategias de batalla eran ineficaces, muchas otras eran buenos planes, perfectos en algunos casos; pero de alguna forma Orian siempre estaba un paso por delante de ellos todo el tiempo. Por supuesto que se pensó en un espía, pero en todos esos años jamás se le cruzo su querida Chessy por la cabeza.
Hasta que un día finalmente la descubrieron, pero para entonces ella ya le había costado lo más valioso que tuvo y tendrá alguna vez...
—¿Su alteza? –La dulce voz de Marina la saco de esos oscuros y devastadores recuerdos– ¿Se encuentra bien? Parece triste...
Marina, por otro lado, sin duda era su mejor y única amiga, aun cuando todos a su alrededor la dejaron (por su propia culpa, sea dicho), ella siguió leal a su lado hasta el último día, incluso si eso significo el no volver a ver a el amor de su vida...
Tenía tanto que compensarle a ella, tanto que compensarle a todos.
—No te preocupes, Marina, solo estoy algo cansada.
—¡Ah! Ya veo ¡Chessy! ¡Prepara el baño para la princesa!
—¡Voy!
Pero no sirve de nada llorar sobre la leche derramada, tenía mucho por hacer y tenía que ser cuidadosa con cada movimiento mientras Chessy este cerca. Tiene que encontrar una forma de descubrirla y que sea juzgada.
_______________
—¡Estimados ciudadanos de Arbezela, escuchen!
Más tarde ese día, se llevó a cabo la entrega de las medallas ganadas en la guerra.
—¿Recuerdan... lo que ocurrió ese fatídico día hace ocho años?
Los ciudadanos escuchaban atentamente el discurso del emperador, sin embargo, la princesa no estaba prestando atención, por su mente pasaban los recuerdos de la segunda guerra contra Orian, mucho más devastadora y horrible. No quiere decir que esta guerra no fuera horrible, pero le es difícil pensar en otra cosa, sabe que en el futuro será mucho peor si no puede evitarlo y cuanto antes mejor.
Es por eso por lo que está aquí, aquí puede evitar que... No, no es cierto, en realidad no tiene nada que hacer aquí. Es cierto que su presencia en esta ceremonia se vería bien ante el pueblo, pero las única presencia realmente necesaria es la del emperador y el hijo mayor, el cual sería Bavilo, quien ya está aquí. Ella en realidad está aquí por...
—¡Bajo la protección de Astotelia, el sol jamás dejara de brillar sobre el Imperio de Arbezela!
El vitoreo del pueblo hizo que regresara su atención a la ceremonia, era el momento de darle las medallas a los héroes de guerra y recordaba muy bien quien era el primero de todos, su primera joya: Nell Phantom.
Si, solo vino aquí para poder verlo, pero no planea hablarle, no siquiera pensaba en volver a verlo después de hoy. Tal vez en su momento, gracias a su relación con ella, la familia Phantom se salvó de las deudas y saco a la familia de la desgracia, pero sabe que Nell se unió a ella justamente por su familia, fue a la guerra en primer lugar por su familia, y no importaba cuanto la amara, si tuviera que escoger entre ella y su familia, siempre escogería a su familia y lo había hecho, en el futuro.
Tenía que reconocerlo, su lealtad estuvo con ella por mucho más tiempo del que debería, pero después de la guerra contra Orian, el pueblo quedo en tal desgracia que se terminó alzando una revolución iniciada por los plebeyos de clase baja, pero eventualmente fue tomando tal fuerza que la nobleza se les fue uniendo. La presión sobre la familia Phantom y su postura ante todo esto orillo a Nell a elegir entre ella o la rebelión, y honestamente, su lado no parecía ser el que finalmente venciera y, si era realmente honesta, hubo factores personales que también influyeron en su decisión.
Nell Phantom, su primera joya y la última en dejar su lado. No puede culparlo, lo había lastimado mucho, pero tampoco puede negar lo mucho que lo llego a querer.
Si está aquí ahora, es por su deseo egoísta de querer verlo, al menos una última vez...
—Ese fue un discurso magnifico, su majestad –Se presento Ariana ante su padre, después de todo, seria grosero simplemente aparecer sin más– Yo, Ariana De Secramise, primogénita de Roserice de Secramise, saludo a Jaider De Secramise, emperador de Arbezela.
—Ah, sí, mi querida hija ¿Qué te trae por aquí? –Jaider actuó como un niño de repente, aún no sabe cómo es que puede actuar de forma tan vergonzosa frente a la gente, y peor, como es que ella antes lo tomaba como algo natural.
—Solo vine a ver la entrega de las medallas de guerra, padre, estaría encantada con tan solo ese privilegio.
—No veo porque debería ser un problema, ni siquiera tienes por que preguntar –El emperador recupero un poco de compostura y se empezó a actuar como tal– Incluso podrías entregar el emblema tu misma si así lo desearas.
—Para nada, padre, eso sería un desafío a su autoridad que no deseo hacer –Un escalofrió le recorrió el cuerpo con tan solo recordar como habían pasado las cosas antes y pidió este honor como si nada ¿En qué demonios estaba pensando?
—Si así lo deseas está bien, mi princesa –Sonrió como un bobo por un momento antes de carraspear e intentar disimular– Párate junto a tus hermanos Bavilo y Haveron, será un honor para nuestro héroe de guerra tener la presencia de tres príncipes en su premiación.
Ariana se mostró sorprendida por un momento ¿Haveron estaba aquí?
Dirigió su mirada a donde estaba parado Bavilo y efectivamente, a su lado estaba Haveron, quien apartaba la mirada de todos y parecía el querer fusionarse con la pared.
Ciertamente era extraño verlo aquí, Haveron evitaba los eventos públicos como la peste, no aparece a menos que su presencia fuera absolutamente necesaria y como se mencionó anteriormente, solo era necesaria la presciencia del emperador y el hijo mayor, era extraño verlo en un evento así.
De hecho, ni siquiera recordaba que estuviera en este evento en su primera vida, y no recuerda haberlo visto cuando leyó el comic en la segunda ¿Es que algunos eventos cambiaron con el regreso al pasado? O es que... ¿Le importaban tan poco sus hermanos que ni siquiera noto su presencia en su vida pasada y no se molestaron en retratarlo en el comic?
Dios, sí que es una persona lamentable.
Castigándose a sí misma mentalmente, se paró junto a sus dos hermanos y se dio inicio a la ceremonia.
—Duque Phantom, de un paso al frente.
—Si, su majestad.
Por la gran puerta entro aquel a quien esperaba ver, tan joven y magnífico como la primera vez que lo conoció. Su cabello negro y sin ninguna cana gris por el tiempo, su mirada seria y calmada, sin aquella mirada agotada que cargo los últimos días que estuvo a su lado, y sin el peso ninguna de las penas que cargo por su culpa. Se ve mucho mejor sin ella.
Por un segundo sintió que sus ojos se llenarían de lágrimas. Quería correr a abrazarlo, pedirle perdón y prometerle que lo arreglaría todo, pero por supuesto que no podía hacer eso sin ser tachada como la princesa loca.
Por un segundo, la mirada de Nell y la suya se cruzaron y Nell Phantom sintió un escalofrió al verla. Todo parece normal a sus ojos, pero tenía la sensación de que algo debió haber pasado en este momento, algo que debió hacer la princesa, y al mismo tiempo una extraña sensación de deja vu.
Ariana aparto la mirada de Nell, a pesar de todo, aun no se sentía capaz de mirarlo a los ojos después de tanto tiempo. En cambio, poso su mirada discretamente en sus hermanos, Bavilo estaba firme y calmado, y honestamente, algo aburrido, pero es lo normal con eventos como estos, y Haveron... Haveron se removía nerviosamente en su lugar mientras tenía la mirada fija en la ceremonia, o más bien, en aquel que está siendo condecorado, Ariana pudo notar que tenía la cara ligeramente rosada.
Cuando Ariana noto a quien estaba mirando, una idea cruzo por su mente.
—"¿Es que acaso Haveron esta...? Oh..."
Y ahora se sentía más mierda que antes.
______________
En cuanto termino la ceremonia, Ariana desapareció de la vista de todos, y ahora la princesa está caminando de un lado sola en su habitación.
"¿Haveron? ¿Enamorado? ¡¿Y además de Nell?!"
Nunca lo noto en su vida pasada, jamás le había importado lo suficiente como para notarlo, pero si lo piensa bien y recuerda el pasado, en realidad tenía sentido. Haveron, ese que evitaba estar en eventos públicos a menos que fuera necesario, siempre estaba presente cuando el heredero de la casa Phantom está presente. De hecho, empezó a ver a Haveron más seguido en su vida pasada desde que Nell se volvió su joya, y empezó a acompañarla a los eventos públicos que su hermano solía evitar como la peste.
Lo que significa, que Haveron tuvo que ver al hombre que amaba caer en los brazos de su hermana y no decir nada.
Por Astotelia, cada vez que piensa en el pasado, más en evidencia quedan sus horribles acciones.
—"¿Tal vez debería juntarlos? ¿Compensar mi error con el de ese modo?" –Se sentó en su cama, tratando de poner sus ideas en orden.
En primer lugar, no, no puede hacer eso, no puede ser tan egoísta como para hacer con la vida de Nell y Haveron lo que le dé la gana, además que solo son suposiciones suyas y no está segura de cómo se siente exactamente Haveron con respecto a Nell, mucho menos como se siente Nell respecto a Haveron, no puede simplemente jugar a la celestina. Tiene cosas más importantes de las que encargarse. La prioridad es mejorar su relación con sus hermanos y encontrar una forma de deshacerse de Chessy.
Y solo tal vez cuando eso este en orden, pueda hacer algo con respecto a Haveron y Nell.
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Wenas, finalmente me digne a actualizar :D
Espero que el capítulo no se sintiera apresurado, se revelaron varias cosas al mismo tiempo, espero no sea demasiado (?
En fin ¿les gustó? ¿Que les pareció? ¿Opiniones?
Cuídense, tomen agua, bye~
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