Capitulo 1: 𝐒𝐞𝐠𝐮𝐧𝐝𝐚 𝐕𝐞𝐳

Era una hermosa mañana en el glorioso imperio de Arbezela, una mas esplendida que otras, ya que el invencible emperador, Jaider De Secramise, finalmente había regresado después de ocho largos años de guerra, de la cual, había vuelto victorioso.

Todos los nobles fueron al palacio a recibir su emperador y, por supuesto, sus hijos también fueron a recibirlo, mas que nada por formalidad, siendo sinceros, ningunos de sus hijos estaba especialmente emocionado por verlo de nuevo, aunque se fue a liderar el frente de la guerra, a los ojos de sus hijos no hubo ningún cambio, pues incluso cuando estaba en el palacio, es como si no lo estuviera, jamás los veía a menos que fuera absolutamente necesario.

El emperador estaba sentado en su imponente trono mientras sus hijos se presentaban uno por uno y le otorgaban su felicitaciones por haber ganado la guerra, mientras este los miraba con desinterés, parecía mas interesado en mirar la entrada, esperando al único de sus hijos que no a llegado y la única que realmente le importa.

—¡Ariana De Secramise, primera princesa de Arbezela, ha llegado!

Finalmente, entrando al gran salón, llegaba la persona que mas ansiaba ver el emperador, una joven de largos cabellos plateados, portaba un vestido verde lima sencillo y una gargantilla del mismo color, que cubría inusualmente bien su cuello, su cabello estaba peinado en una larga trenza y decorado con algunos adornos sencillos.

La princesa se robo todas las miradas en el momento que hizo acto de presencia, la princesa era conocida por su extravagante vestir, a veces rosando lo inapropiado, sin embargo esta ves vestía de forma mas discreta y sencilla, intrigando a todos los presentes; por supuesto, incluso así la princesa aun se veía hermosa.

—Su majestad –Hablo la princesa una vez estuvo frente al trono del emperador– El sol radiante del gran imperio de Arbezela, por favor acepte mis felicitaciones –La princesa hizo reverencia ante el emperador, mientras este mantenía un rostro imperturbable frente a su única hija– Eh escuchado que el ejercito real gano hace poco una batalla importante en la guerra, ahora tiene que cuidar de mas ciudadanos, padre.

El invencible emperador, que había ganado innumerables batallas. que era conocido por ser un hombre impasible y que hasta este momento había mantenido un rostro frio e imperturbable... empezó a comportarse como un niño encantado en cuanto vio a su hija mas adorada.

—¡Ah, Ariana, mi querida hija! –Casi se podían ver corazoncitos volando a su alrededor, de forma imperceptible, Ariana apretó los puños sosteniendo su vestido, gesto que paso desapercibido por todos los presentes.

—Pero sobre todo, estoy feliz de que volviera sano y salvo –La princesa mostraba una tierna y cálida sonrisa, expresando su alegría al ver a su padre de regreso, ignorando el peso que se formaba en su pecho.

—¡No caben dudas de que mi pequeña princesa es la mejor! –Su padre sostenía sus manos mientras sonreía como un bobo, verlo así ahora era difícil creer que el emperador conocido como "Invencible" se comporte como de tal forma ante la princesa, frente a todos los nobles y, peor que eso, justo en frente de...

Un joven apretaba los dientes con ira al presenciar tal escena.

—¡Todo el imperio celebra la victoria de su majestad! –El primer príncipe, Bavilo De Secramise, intervino en el momento padre-hija de forma enérgica, sus dos hermanos estaban detrás de el.

—Si, si. Lo se –El emperador solo hizo un gesto con la mano, restándole importancia a las palabras de su hijo mayor.

El joven temblaba de la rabia en su lugar, intentando no explotar allí mismo, la princesa miraba estos pequeños gestos de reojo.

—¡Permítame acompañarlo durante la próxima batalla! –Hablo con decisión a su padre– ¡Yo, Bavilo, le traeré la cabeza del líder enemigo!

—El maestro de espadas no habla bien de ti, te aconsejaría que te centres en pulir tus habilidades –El emperador, que hace tan solo dos segundos actuaba como un niño, se torno frio y amenazante frente a su hijo mayor.

—S-Si, padre –De inmediato el primer príncipe se hecho para atrás, no era buena idea hacer molestar a su padre y tenerlo en su lado bueno si quiere que sus planes (también conocidos como "los planes de su madre") den resultado.

Sin embargo, el príncipe lleva años, toda la vida intentando tener al menos un poco de la aprobación de su padre, pero ante sus ojos se sentía insignificante, casi nada al lado de su adorada única hija, siempre por debajo de Ariana, no era nada ante Ariana.

Y Ariana, por supuesto, no a desperdiciado ni una oportunidad de restregárselo en la cara.

—En realidad, padre ¿Por que no le enseña un par de cosas usted mismo a mi hermano?

Ambos hombres voltearon a ver atónitos a la princesa, y no fueron los únicos, sus otros dos hermanos y todos los nobles presentes, la princesa solo sonreía dulcemente a su familia.

—¿Ah que te refieres, hija mía? –Pregunto el emperador esta vez mas intrigado.

—A pasado mucho tiempo lejos en la guerra, padre, y mi hermano lo admira tanto ¿Esta no es una gran oportunidad para estrechar lazos después de que estuviera lejos tanto tiempo? –Expresaba todo esto con un tono dulce y mirada cálida, sus palabras sonaban tan honestas.

—O-Oye ¿Qué estas haciendo? –Bavilo le susurro a Ariana intentando que el emperador se diera cuenta, tal vez para todos los presentes esta era una noble petición, pero Bavilo sabia que ella nunca haría algo por el, a menos que sea beneficioso para ella.

—Estoy segura de que mi hermano estaría encantado de ser entrenado por un gran maestro de la espada con años de experiencia como usted, padre –Dijo ignorando el comentario de Bavilo, ya tendría tiempo de hablar con el.

El emperador puso su mano en el mentón, pareciendo considerar un poco la idea, un poco no era suficiente.

—También podría unirme a ustedes, estoy muy avanzada en mis clases de esgrima y podría enseñarle un par de cosas.

El rostro pensativo del emperador se ilumino en el momento que escucho que su hija también estaría allí.

—¡Excelente idea, hija mía! ¿Qué te parece si hablamos después de los detalles?

Mas corazoncitos metafóricos volaban alrededor del emperador, entusiasmado por pasar el tiempo con su hija... A si, y con Bavilo, pero se notaban cuales eran sus prioridades.

La princesa estaba satisfecha con el resultado, tal vez la motivación de su padre para ir no era la correcta, pero tendría que pasar mas tiempo con Bavilo, y con suerte, eventualmente se volverían mas cercanos.

Mientras apreciaba este pequeño avance un una pequeña sonrisa, sus otros dos hermanos miraban aun confundidos por lo que acaba de pasar.

"Ah... ¿Mis hermanos mayores entrenaran junto con nuestro padre? Creí que pelearían como lo hacen siempre, no creí que Ariana sugeriría algo así..."  –Pensaba inseguro el segundo príncipe, Haveron De Secramise, acostumbrado a las peleas de sus hermanos mayores por la injusta atención de su padre sobre, se sentía extraño que Ariana se comportara tan amigable, tan extraño que hasta lo hacia estremecerse del miedo sin razón.

"Ariana... Definitivamente planea algo, no es normal que de un día para otro empecé a ser amable; es mejor no bajar la guardia y veamos cuanto le dura el teatro" –Pensaba intrigado el tercer príncipe, Kamal De Secramise, quien solía divertirse con las peleas de sus hermanos mayores, pero ahora solo podía sentir desconfianza, no confiaba en que su hermana tuviera intenciones del todo honestas con este entrenamiento, no después de todos estos años de indiferencia hacia ellos.

Aun así, de alguna forma, sentía que había algo extraño en Ariana, algo... diferente, no sabia que era, pero había algo diferente.

—Parece que el emperador pasara mas tiempo con sus hijos, pero la princesa Ariana sigue siendo la favorita del emperador –Murmuro uno de los funcionarios presentes, importándole poco que, gracias a lo inmenso del salón, el eco hacia que se escuchara por toda la sala del trono.

—La princesa Ariana es tan noble y amable con sus hermanos, no podría ser mas perfecta –Otro noble susurro a sus espaldas.

—Pero es solo una princesa, aunque sea tan buena o mucho mejor que sus hermanos, es una mujer, por lo que jamás será emperatriz –Finalmente, el infame tema salió de su boca.

—Como mucho, quizás se convierta en la esposa de un príncipe de algún pais vecino.

—Ahora que lo pienso ¿no esta comprometida con un hombre que ni siquiera pertenece a la realeza? ¡Jajaja!

Parada allí, Ariana escuchaba en silencio todas las burlas de los nobles, palabras que ya había escuchado millones de veces antes, como princesa, el lidiar con los chismes y palabras a tus espaldas era el pan de cada día y sabia lidiar con eso a la perfección; la clave es mantener la calma y no responder a la provocaciones, no importa lo que digan, no importa que tan bajo sea el golpe, solo respirar, sonreír y soportar cada golpe con dignidad, incluso ahora que se había vuelto tan difícil para ella.

"De todos modos tienen razón, nunca seré emperatriz" –Pensó con amargura la princesa, sabiendo que si eso llegara a pasar... Seria el fin de todo.

Sonreír y soportar, podía aguantar hasta que acabara la reunión y poder irse, solo debía respirar...

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—¡OYE! –Escucho la voz de su hermano mientras caminaba por el pasillo hasta su habitación. al voltear, vio a Bavilo caminar apresurado hacia ella.

La princesa se había apurado en abandonar el salón en cuanto fuera apropiado retirarse, tanto así que no se dio cuenta que su hermano mayor iba tras de ella.

—¡No se lo que estas tramando o que juego estés jugando, pero lo que sea que planeas no va a funcionar! –Hablaba alto mientras señalaba acusador a su hermana– ¡Que no se te suban los humos solo porque eres la favorita de nuestro pa-

Bavilo no pudo terminar al sentir como su hermana se arrojaba a abrazarlo del pecho, aferrándose a él como si su vida dependiera de ello.

—¡Bavilo! –Hablo Ariana con una alegría inusual al verlo de nuevo, como si no lo hubiera visto hace mucho tiempo.

—¡¿Q-Que?! –La cara de Bavilo se puso roja, esperaba todo menos esa reacción, además de no estar acostumbrado a la cercanía de su parte y mucho menos a muestras de afecto.

—¡No tienes idea de cuanto te eh extrañado! ¡Estoy tan feliz de verte! –Abrazaba con tanta fuerza a Bavilo que el pobre creía que se había roto algo ¿Era algún plan elaborado para lastimarlo y que pareciera accidente?

—¿M-Me extrañaste? Pero si nos vimos hace poco... –El príncipe estaba cada vez mas confundido, aun mas cuando escucho un sollozo en su hombro– Es... ¿Estas llorando?

Al escuchar eso, Ariana se separo de golpe y se limpio la cara con rapidez, pretendiendo que no paso nada.

—No es nada, hermano, simplemente... Me di cuenta de que a pesar de ser familia, casi no te veo, ni a nuestros demás hermanos –Ariana miraba al piso mientras hablaba, como evitando la mirada de su hermano, posteriormente, alzo la vista y lo miro a los ojos– Me gustaría poder cambiar eso y ser mas cercanos ¿Te gustaría?

El joven príncipe se quedo congelado, Ariana, la que siempre los ignoro y menosprecio ¿Ahora le pedía ser mas cercanos ¿En que esta pensando? ¿Es un engaño? ¿Qué esta tramando? Ni siquiera sabia como contestar.

—¡Bueno! –Hablo Ariana antes de que siquiera terminar de procesar– Tengo que irme ahora ¡Nos vemos en el entrenamiento!

La princesa se fue sin siquiera dejar que Bavilo contestara, dejándolo en medio del pasillo, aun confundido.

"Ariana... Esta actuando muy extraño" –Pensó mientras ponía una mano en su hombro apenas húmedo por las momentáneas lagrimas de su hermana y sus mejillas levemente rosas por el recuerdo de aquel abrazo.

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Finalmente, después de aquella reunión que se sintió como una eternidad para ella, llego a su habitación y reposo su cuerpo en la puerta, dando un suspiro aliviado. Lentamente, se dejo caer al piso, abrazando sus piernas y escondiendo su cara en su vestido.

—Maldita sea Alpite ¿No pudiste regresarme unos años atrás?

Ariana de Secramise, después de su encuentro con Alpite, había despertado esta mañana para descubrir que había sido regresada justo en el día que su padre había regresado triunfal de la guerra contra las Islas Orian, esto por si solo era un problema; esperaba ser regresada a cuando eran niños, tal vez cuando Ares aun estaba vivo, o al menos cuando era adolescente de 15 años, pero en este momento tanto ella como Bavilo ya eran jóvenes adultos, un momento en el que ya se había establecido una distancia y una especie de rivalidad entre ella y sus hermanos, seria difícil cimentar las bases de una mejor relacion en una relacion ya fragmentada... Mas no era imposible, aun había tiempo para arreglar las cosas.

O al menos eso espera, tiene que funcionar, tiene que evitar que Arbezela caiga en la desgracia que ella misma causo, empezando por arreglar todos sus errores y a unir los fragmentos rotos de su familia, su pequeña y rota familia...

—Alpite, Astotelia, por favor denme fuerza para salvar a mi familia...

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Finalmente saque un nuevo episodio! Dios, ni yo creí que fuera a tardar tanto ;~;

Disculpen la tardanza, me dio un bloqueo bien feo para todas mis historias, pero estoy de vuelta y, con suerte, actualizar más seguido :D

En fin ¿Que les pareció el episodio?

¿Creen que Ariana pueda arreglar su relación con sus hermanos?

En fin, cuídense, tomen agua, bye~

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