𝐀𝐔 𝐄𝐒𝐂𝐎𝐋𝐀𝐑┆ 𝐶𝑎𝑟𝑡𝑎. (𝟶𝟻)
Muichirou sabía que no podía ocultarse por más tiempo.
Aunque podría intentar fingir que nada paso la conciencia le taladraba una y otra vez diciéndole que hiciera algo.
Estaba aterrado. Exactamente había pasado un par de días desde la última vez que la había visto, pero entonces que se escondió de ella como un gato asustado.
Creyó que solamente haría que Rosslenne se diera cuenta de que estaba ocultando algo... ¿Pero cómo saberlo?
Tal vez ni siquiera le interesó lo que había escrito en esa carta.
No, ella no era así. Lo poco que sabía y lograba observar es que era muy considerada con las personas. Siempre pensaba en cómo ayudar a los demás.
¿Por qué tenía que ser tan cobarde? En primer lugar sabía dónde se estaba metiendo desde el principio.
Odiaba admitirlo pero su hermano tenía razón. Ojalá fuese más como él: directo, confiado y sincero. Llegaba a ser algo grosero a veces, más aun así, no se ponía trabas cuando estaba claro en algo.
¿Qué tal si escribía otra carta?
No, no. Eso era demasiado arriesgado. Por suerte Rosslenne no se dio cuenta en ningún momento el parecido de la letra de la carta con la que usualmente usaba para escribir.
Eran similares pero tenían sus grandes diferencias.
—Le digo, no se lo digo... —empezó a quitarle los pétalos a una flor marchita que estaba en el suelo. Era mucha crueldad arrancarle una en buen estado a alguna pobre planta.
El viento hizo que se le fueran los pétalos que faltaban.
Suspiró mirando hacia sus pies.
Tenía que hacerlo. Si seguía acobardado pasaría el tiempo en un segundo y seguramente envejecería teniendo a su hermano reprochándole por años que no fue capaz de hacerlo.
Iba a escribir otra carta. Le citaría para finalmente hacerle frente a sus sentimientos.
Por otro lado un azabache observaba una hoja para guardarla en un sobre. Le costó un buen rato poder hacerla, más que todo por reunir el valor.
La dejó en el casillero donde podía ver a la distancia cómo se acercaba la dueña de este.
Rosslenne le sonrió a Obanai.
—Llegaste antes. ¿Paso algo? —abrió el cubículo haciendo que cayera un objeto.
Hubo un silencio algo largo. Rosslenne apenas estaba asimilando lo que acababa de pasar.
Tomó el sobre celeste para observarlo.
Miró a su amigo con los nervios a flor de piel.
—¿Crees que...? —dudo un poco.
—Solo lo sabrás si la lees.
Sin embargo la castaña no consideraba abrirla en ese momento.
—Prefiero hacerlo después.
—¿Estás segura? Podría ser importante. Además llevas semanas esperando.
El llamado de Mitsuri les hizo voltear. La oji miel solo se despidió para irse.
En eso aprovecharon que estaban a solas en el salón.
—Creo que me volvió a escribir, tiene el mismo color que el anterior. —expresó con emoción.
—¡¿En serio?! ¿Qué te dice? —junto sus manos feliz.
—No la he abierto todavía. Todavía estoy sorprendida.
La peli rosa tomó asiento a su lado.
Se decidieron por que Mitsuri la leyera primero. Cuando Rosslenne vio su sonrisa amplia su corazón se aceleró.
—¡Quiere conocerte! ¡Hoy! —no podía creerlo. —¡Di algo!
—¿A qué hora? —preguntó tartamudeando.
—Después de esta clase en la azotea. ¡Qué romántico!
Rosslenne no dijo nada en el transcurso de los siguientes minutos. Estaba algo confundida. No pensaba que de manera imprevista la citara a verse de esa manera. Su amiga parecía más feliz que ella por la situación pero por dentro algo no le convencía.
Tal vez eran cosas suyas.
Cuando fue la hora de salir se despidió de sus compañeros y esperó que estos se alejaran lo suficiente para dirigirse hacia la azotea.
Los nervios estaban cada vez peor, incluso cuando estaba al frente de la puerta. Debía apresurarse ya que pronto la cerrarían.
Sin embargo no se esperaba para nada a la persona que tenía al frente.
Iguro le observó tímido.
—No puede ser... —retrocedió unos pasos.
—Ross, escucha. —intentó detenerla.
—Tú no puedes ser quien escribió esa carta. —dijo convencida.
Hubo un silencio. El azabache suspiró.
—Tienes razón, no soy él.
—Espera, entonces... ¿Si sabes quién es?
Al ver como no lo negaba le hizo sentir terrible.
—Por favor no te vayas, debes saber por qué lo hice.
—Desde hace tiempo eras consciente que quería conocer quién escribió esa carta. Lo que hiciste fue... Jugar con mis sentimientos para tu beneficio, se supone que somos amigos y siempre nos decimos lo que sentimos.
Rosslenne terminó por bajar las escaleras sin permitirle hablar. No tenía ánimos para escucharle en ese momento.
Buscó irse lo más rápido posible. No sabía si paso al lado de alguien que conociera.
Cuando llegó a su casa y volvían los recuerdos a su cabeza por más que intentara convencerse de que hubiera la más mínima posibilidad de que Iguro fuera el de la carta no podía serlo. Se conocían desde hace muchos años, las palabras expresadas en esa carta eran especiales.
La buscó en su mesita de noche y comparó la que recibió ese día. La letra era similar pero se notaba que tenía sus diferencias con la original.
Dejó caer su peso en la cama suspirando.
¿Realmente valía la pena seguir buscando a pesar de lo que paso?
Si esperaba solo le causaría más estrés.
Decidió no darle más vueltas al asunto, su cabeza dolía y tenía cosas que hacer.
(...)
—Ya sé que tú eres quién le escribió esa carta a Rosslenne. —Iguro encaró a Muichirou mientras este estaba en el patio de la escuela. El rostro del mentoso palideció. —No tuve que pensarlo mucho, eres muy obvio.
Trato de decir algo pero las palabras no salían.
—Tuviste bastante tiempo para decirle, así que voy a hacerlo yo.
Tokito quedó solo en su lugar. Buscó seguir al azabache hasta los casilleros donde vio como colocó una carta similar a la suya.
Se escondió escuchando la conversación.
Sudó frío pero se tuvo que apresurar a ir a su clase donde no podía parar de pensar en que le había escrito. Quizás que lo que le expresó la anterior carta era una apuesta o algo peor.
Podría aclarar las cosas si hablaba con Rosslenne. La buscó lo más rápido que pudo pero ella se fue hacia la azotea.
En el momento que cerró la puerta tras de sí pudo enterarse de lo que tanto comía su cabeza. No era para nada el momento para intervenir así que decidió bajar viendo como la castaña se iba.
Apareció un nudo en su garganta. Esto era su culpa, si tan solo hubiera sido más valiente...
Hablaría con su hermano. Puede que no todo este perdido.
༻ ☁️ ༺Tuve un bloqueo nivel Yoriichi. Por más que intentaba escribir la siguiente parte de esta sección entraba en una crisis terrible. Que horrible, disculpen que tardara tanto en actualizar aquí ;;
Muchaas gracias que en mi ausencia continuaron con los votos y llegamos a los 20k de visitas <33
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