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ACTO 2
OVA I
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5 años antes...

El joven castaño-pelinegro se encontraba en el jardín, era apenas un niño pero ya se diferenciaba de la gran mayoría del resto de menores de su edad, más reservado que el resto, más retraído, su madre adoptiva decía que eso era lo mejor para el, los niños no solían ser buenos con el menor de los Jeager

Jugando con una rama noto un pequeño insecto sobre el pasto, un diminuto escarabajo oscuro, que trepó por la rama hasta su mano, lo miraba con curiosidad, un animal tan pequeño he indefenso, totalmente a su disposición de hacer lo que quisiese con el, podía matarlo y deshacerse de él...
Pero Shay simplemente sonrió, y dejó al diminuto insecto de nuevo en el suelo, para que continuase su camino, un acto de piedad y pureza, propia de un niño

-¡Shay! -un grito femenino llamó su atención, dejando de hacer lo que fuese que hacía antes para dirigirse donde provenía-

Era una niña de su edad quien gritaba su nombre, su hermanastra y la hija de sangre de su madre, Ymir Reiss, la princesa de Eldia, la pequeña siempre trataba de actuar con madurez ante su hermano, como si fuese la mayor

-Shay ¿donde te metiste? ¡Llevó horas buscándote, mamá hizo la- ¿pero que te-?! -la pequeña rubia se acercó con rapidez a su hermanito, porque tenía un ojo morado-

-E- eh no es nada, de verdad... y- ya no duele-

La voz de Shay era identificable, estaba mintiéndole, la rubia sostenía la cara de su hermano con ambas manos en sus mejillas para verlo mejor, estaba molesta, demasiado molesta

-¡Shay cuantas veces tenemos que decirte que si te molestan, nos los digas! ¡Serás-! -suspiró tratando de no molestarse con su hermano, no era su culpa aquello-

El menor solo se limitaba a sonreír con suavidad ante la preocupación de su hermanastra, ella era alguien sumamente especial para él, de las pocas personas que él podía decir que necesitaba en su vida...

-No fue nada... de verdad... -con un tono de voz más calmado, Shay intentaba apaciguar aún más a Ymir-

El viento chocaba con sus cuerpos y la luz del sol iluminaba sus días, desde una distancia más apartada una mujer asiática miraba el actuar de ambos niños, sintiendo nostalgia al verlos, estaba acompañada de su amiga, la reina de los muros, señora de eldia, ambas vigilaban a los pequeños debido a la falta de confianza que tenían en los propios guardias

-Mikasa ¿no crees qué hay algo extraño en Shay? -aquella pregunta confundía a la asiática, ¿porque habría algo extraño en el niño? Aunque realmente, podía visualizar en la reina cierta preocupación-

Shay tenía rasgos de sus padres si... pero había algo inusual en su forma de ser... dócil y apacible, piadoso y tranquilo... para nada como su padre a su edad, ¿eso era herencia de la madre del chico?

-No comprendo la pregunta... ¿crees qué hay algo malo en el?

-No no, para nada, es solo que me extraña bastante el hecho que pareciese que no le importase que le molesten, los niños pueden ser muy crueles con el... pero nunca busca devolver los golpes... -con tristeza llevó su mano a su pecho, con un dolor que una madre siente al ver a su hijo sufriendo, pero ocultándolo-

Mikasa compartía aquel sentimiento en su interior, al sorber su té pensaría para sus adentros "Eren... si vieses como el mundo ve a tu hijo... ¿causarías todo ese sufrimiento de nuevo?... no podría culparte... ni intentaría detenerte siquiera".

Aquellos niños podían ser algo intrépidos, más en especial por la princesa de Eldia, que por el hijo de Jeager, en varias ocasiones siendo este la voz de la razón, pero cuando se trataba de un asunto sobre Shay, la "hermana mayor" tomaba su rol, y defendía al castaño/pelinegro.

Caminaban por uno de los pasillos del castillo, en dirección de la terraza donde la madre de ambos, y la querida tía Mikasa estaban charlando,

-Ymir en serio... ya ni me duele... -el chico trataba de apaciguar a su hermanastra, cosa que no había conseguido en todo el recorrido hasta ahí- solo llévame por algo de hielos, estaré bien

-¡Ya para con eso! -la pequeña rubia dejó de caminar y se puso frente a su hermano, sorprendiéndolo- ¡¿porque no puedes ser egoísta solo por una vez y pensar en ti mismo? Armin y los demás te hacen entrenar hasta el desmayo, recibes golpizas de la gente que viene al castillo y dejas que te insulten todo el tiempo! -No quería volver a despotricar como hizo en el jardín, pero Ymir no podía entender las acciones de su hermano adoptivo-

Se arrepintió con rapidez al escucharse a si misma, no quería sonar como si estuviese molesta con el, estaba molesta con el mundo por como trataban a su hermano sin razones aparentes. Y antes de disculparse, su hermano le sonrió y le dijo unas palabras que le hicieron soltar unas lágrimas

-Onee-san... gracias... gracias por preocuparte tanto por mi

Con unas simples palabras derritió su corazón, abrazó a su hermano con todo el cariño que tenía, soltando lágrimas mientras despotricaba en su interior contra la gente, contra el mundo, contra aquellos que eran los salvadores del mundo

Por repudiar a alguien con un corazón tan puro como el de su hermano.

HE VUELTO

Si alguien lee esto, agradezco su intrépida paciencia

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Tomen mucha agüita y puto el que se muera

Chao