𝙈𝙞𝙠𝙖𝙨𝙖 𝘼𝙘𝙠𝙚𝙧𝙢𝙖𝙣

Miraría la tormenta que se avecinaba cada vez más y más en dirección de la capital, el viento soplaba en su dirección y chocaba contra el, más no se inmutaba ante esto, miraba el corazón de la tormenta con seriedad sobre las piedras del castillo, con ambas manos en su espalda, una sosteniendo a la otra.
Su gabardina militar era zarandeada hacia atrás por la fuerza del viento pero él seguía parado sobre la cornisa, dirigiendo su mirada hacia abajo, la gente paseaba por la calle, como si ignorasen que una gran tormenta los golpearía con fuerza dentro de poco, sus cabellos se movían de un lado a otro y el suave sonido del viento era el único que lograba identificar...

-¡Shay bájate de ahí!

-¡Cariño por favor, por favor no lo hagas!

-¡Shay mírame, no quieres hacer esto!

Unas voces detrás de él captaron de atención y el sonido se hizo más atenúe, sintió como si su cuerpo volviese a la vida...

Bajo la mirada con cautela, estaba en la cornisa del castillo de mitras ¿pero como había llegado hasta ahí si no recordaba nada? Sus piernas temblaban y llevó una de sus manos a su boca, sin entender que sucedía en lo absoluto o como había llegado hasta ahí

Giró su cabeza hacia atrás, su querida madre adoptiva estaba al borde del colapso bañada en lágrimas, siendo sostenida por dos de sus guardias para que no avanzase más, Armin que intentaba hacerlo entrar en razón ¿pero porque? ¿Que estaba sucediendo? ¿Porque estaba ahí?

-Shay Shay escúchame, todo va a estar bien ¿ok muchacho? Solo- solo dame la mano y hablemos adentro, tu no quieres esto -Armin tenía razón en algo, él no quería hacer eso, porque Shay sabía que si algo llegase a ocurrirle a él, Historia jamás se lo perdonaría, incluso intuía que perdía las ganas de vivir- por favor Shay... dame la mano y hablemos adentro... solo tu y yo...

Armin logró identificar algo en el rostro del muchacho, miedo y confusión, el niño se estaba estresando más y más, por un momento logró divisar los ojos del fundador en el, se acercó más a él esperando que esté aceptase su mano...

Shay la tomó, con bastante desconfianza en si pero igual lo hizo...

Él no quería morir...

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Un grupo de amigos se encontraban en el comedor, bebiendo té con intenciones de saber del porqué del accionar del joven Shay ¿que lo había llevado a eso? Pero para uno de ellos la pregunta era otra ¿como podían ser todos tan idiotas para no saberlo? Jean, Connie, Levi, Falco y Gabi solo podían limitarse a esperar a que Armin consiguiese respuestas del joven Shay

-Quien diría... que el mocoso saldría igual que su padre -Kirschtein tomó un gran sorbo de su bebida caliente, ignorando las miradas del resto- un maldito suici- ¿que?

-Eso fue de mal gusto hermano... -Connie miraba disgustado a su mejor amigo, cada vez que parecía mejorar simplemente recaía más- el niño casi se tira del balcón ¿y tú te ríes?

-¡Pero si Eren se rio de-

-¡Pero Eren una mierda, el está muerto carajo, estamos hablando de Shay no de Eren maldita sea!

La pareja que provenía de Marley solo miró hacia otro lado, prefiriendo no presenciar otra pelea entre aquellos dos, y menos cuando su relación estaba pasando momentos de tensión por las inclinaciones de cada uno, Falco no siempre estaba en casa ya que prefería pasar tiempo con el joven Jeager, cosa que a la castaña le molestaba y bastante...

-Oye Gabi... eh... ¿Reiner, Pieck y Annie vendrán verdad? -Aun con la pelea de fondo Grice quería entablar conversación con su pareja, su relación estaba muriendo y él no quería esto-

-No vendrán, están muy ocupados como para ver a un demonio-

-¿Vas a empezar de nuevo con eso? Sabes que Shay no es ningún demonio, es solo un niño y está asustado, se supone que debamos guiarlo no hundirlo más en miseria

Mientras ellos tenían su particular discusión y que los antiguos mejores amigos estuvieran apunto de llegar a los golpes, la puerta de la cocina, donde Armin hablaba con Shay en privado fue abierta, saliendo el rubio con una mirada de seriedad

-Muchachos ¿quieren calmarse? Shay está en la otra habitación, los escuchábamos pelear -fruncía el ceño ante sus compañeros, los cuales dejaron de pelear y discutir- son adultos, ustedes también Braun y Grice

-Lo sentimos -los cuatro bajaron la cabeza un momento, mientras que Levi solo miraba expectante-

-Armin-San ¿que ocurrió con Shay? ¿Se encuentra bien?

Armin intentó hacer una sonrisa por la preocupación verídica de Falco, pero no podía hacerlo por la situación que se presentaba...

-Esta muy distraído, no me prestaba atención si quiera, mira en todas direcciones como si alguien lo viese... pero lo que sí me dijo fue que no recordaba cómo llegó ahí... tal vez sufrió algún tipo de colapso mental, quizás llegó a su límite por el estrés... Gabi, Falco ¿creen que el rey de Marley nos permita reanudar el descanso de Shay? -Antes de que Falco accediese Braun puso una mano en su boca, impidiendo que hablase-

-Lo siento pero no, el rey sigue molesto por que Reiss-Sama nos prohibió entrenar al mocoso, si volvemos con esas noticias ahora, nos van a cortar la cabeza, y lo sabes muy bien Falco que tus sentimientos no sigan nublando tu juicio -Miraba con el rabillo del ojo a su pareja, que la miraba con enojo- lo sentimos... pero no vamos a colaborar en eso

-Entiendo... Jean... ¿Mikasa se enteró verdad? -Armin tras tallar sus ojos con sus dedos dirigió la mirada a aquel viejo amigo y compañero, el cual asintió ante aquella pregunta- maldición... esto puede empeorar la situación...

-Tch se creen adultos pero siguen siendo unos mocosos con los pantalones llenos de mierda, no pueden darle una niñez digna a un niño, no pueden asegurar el bienestar de su reina y no pueden mantener la calma de sus amigos ¿realmente son adultos o siguen siendo los mismos mocosos que conocí hace más de diez putos años? -el capitán tiró su taza de té con fuerza sobre la mesa, rompiéndola por completo y dejando que el líquido caliente bordase la madera- yo me largo de aquí, no soporto su estupidez...

Levi tomó las riendas de la silla de ruedas y sin importarle que tanto Falco y Gabi siempre lo ayudaban, se fue del comedor.
Mientras que recuerdos inundaban su mente, cuando el escuadrón de reclutas pasó a estar a su mando aunque no lo quisiese fueron momentos felices de su vida, esos muchachos llenos de vida y que ahora parecían ser movidos únicamente por inercia, suspiró tratando de olvidar aquellos recuerdos que pese a ser felices eran dolorosos, sintiendo como alguien pasaba al lado suyo con velocidad...

Ella entró en el gran comedor, golpeando la puerta con fuerza y asustado a todos de paso, una hermosa mujer con rasgos asiáticos que ya todos conocían muy bien "M- Mikasa no deberías" su mejor amigo y persona de confianza quería evitar que ella entrase, con miedo de que alterase a Shay más de lo que ya estaba, pero esta logró intuir donde estaba el niño por lo que a paso apresurado entró ahí...

... Shay no soportaba el dolor en su cabeza, podía ver unos ojos verdosos y monstruosos en la oscuridad, viéndolo, esperando para devorarlo, y también aquellas voces que se sobreponían sobre sí mismas, no sabía que querían ni porque lo atacaban a él... aún estando sentado tenia mareos y agachaba el cuerpo apretando su cabeza... rodó aquello causaba ganas de vomitar.
pero algo que él no lograba ver eran sus propios ojos, habían cambiado... ya no eran de un hermoso tono esmeralda... eran más azulados y poseían las marcas de la coordenada, además que estaban sangrasos

-¡Shay! -Una voz se hizo presente en la sala, no era una de aquellas que lo atacaba, si no que esta estaba llena de preocupación, Mikasa Ackerman se lanzó a abrasar al niño, con lágrimas desbordando sus ojos- ¡Mi niño ¿qué pasa mi niño? no vuelvas a hacernos esto por favor!

Quizás fuera el cariño materno que desprendía, tal vez haya sido la preocupación en su voz o posiblemente solo suerte, que la coordenada se disipó de los ojos de Shay, que en cambio fueron reemplazados con lágrimas de tristeza y culpa.
Culpa por haber preocupado a las personas que amaba, un sentimiento que siempre lo carcomía, pero que este día sin duda lo había sobrepasado.

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-¡Mikasa! ¿a donde vas?

Armin había logrado alcanzar finalmente a la Ackerman, respirando profundamente al haberla alcanzando en la frontera de Trost con zona exterior de Sina, el sol ya se estaba poniendo y se había preocupado también por la repentina desaparición del joven Jeager, pero ahí estaba, dormido, siendo cargado en la espalda de la asiática

-Ya tuve suficiente de esto, me llevaré a Shay conmigo unos días, no voy a permitir que siga en un ambiente así, esto no va a ocurrir de nuevo -Armin presenciaría algo que no creería que volvería a ver, una mirada oscura y amenazante en Mikasa, pero sobre todo, protectora-

-Pero... ¿qué hay de Historia? Es su hijo-

-También el mío... ella esta de acuerdo con que me lo lleve por un tiempo, necesita calmarse y también hablar con el exterior con respecto a Shay, ella sabe que estara seguro conmigo -Mikasa dejo de mirar a Armin, colocando las manos del dormido sobre su cuello para que se sostuviese mejor- después de todo... me volvieron a fallar...

Tanto Historia como Mikasa amaban a Shay, era su como su hijo después de todo, y lo querían como tal, su preocupación de madres era innegable, pero Historia estaba de acuerdo con Mikasa en que Shay no estaba seguro en el castillo, y por ello le permitió que lo cuidase un tiempo, por lo que mientras se calmaban las aguas en el castillo Shay viviría con ella

-¿Que- que pasará con Jean? Sabes que él no estaría-

-Jean puede vivir con su madre si quiere, ya tome mi decisión y si él realmente tiene pantalones accederá -Manteniendo su tono amenazante, tocaría su argolla de compromiso que estaba en su dedo anular- tanto tu como el saben que Shay es mi prioridad...




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3 AÑOS DESPUÉS

El viento golpeaba con fuerza su abrigo y a la vez daba un ambiente refrescante, un adolescente se encontraba recargado sobre la barandilla de un gran crucero, pero tenía la mirada baja, justo hacia el inmenso océano, ignorando a la gente a su alrededor, las voces de la gente casi eran imperceptibles para su persona, ya que se encontraba en un trance del cual no sabía como había llegado.
A travez del reflejo del agua cristalina venía como si fuese un espejo invertido, cientos o miles de titanes colosales pasando justo a su lado, ningún bajaba la mirada hacia el, solo uno que más que un titán parecía un demonio... que giraba la cabeza para verlo a él.

-¿Estás bien Shay? -Tocaron su hombro, saliendo de ese trance tan extraño y sobre exaltándose- hermanito sí que te perdiste esta vez ¿te sientes mal?

-Falco-nii... eh... no es nada, lo siento ¿que me decías? -Un ya adolescentes muchacho de cabello castaño oscuro con ojos verdes miró en dirección de la persona que lo llamaba-

Falco Grice sonrió ante la distracción de Shay y le colocó un sombrero oscuro en su cabeza, que ocultaba su cabello y parte de su frente y ojos "recuerda que cuando lleguemos no debes separarte de mi o Ymir" a lo que dicho esto Shay asintió.
Y la mencionada llegó justo al lado de su hermanastro, abrazándolo del hombro y bostezando, Ymir Reiss era todo lo contrario a él: Alegre, sonriente y llena de energías

-Nii-San cuando despertamos esta mañana no estabas en tu camarote ¿porque madrugas tanto? -Su hermana lo miraba con cierto enojo, porque ella odiaba que él se sobre esforzarse demás- ya no es necesario ¡no eres militar idiota!

-¿Es verdad? Shay sabes que tienes que dormir más horas, no puedes madrugar tanto, terminarás enfermando -Falco se unió a reprender al Jeager, cruzando los brazos junto con Ymir-

-Lo siento pero no puedo
evitarlo, creo que me acostumbre demasiado a ese horario

Eso era lo que Ymir más odiaba en el mundo, no que Shay fuese descuidado, si no que siempre tratase de disculparse por lo más mínimo, ese sentimiento de culpabilidad que tenía su hermanastro la destruía siempre que lo hacía, pero no quería gritarle, no en un lugar lleno de gente

-Esta bien... solo que cuando regresemos, te llevaremos a un médico, no es normal eso en alguien de tu edad -Falco recordaba cuando regresaba de la guerra, muchos de sus compañeros presentaban casos de insomnio extremos debido a los traumas que pasaron, cosa que el veía en el muchacho delante de él-

El muchacho asintió con su regular seriedad y pasividad, a sus quince años ya difería completamente de su padre cuando este tenía su edad, eran antítesis completamente.

Falco no podía evitar sentirse feliz de volver a su hogar en Marley, pese a que no le quedase nada ahí siempre disfrutaba estar por las calles que lo vieron crecer cuando era pequeño, quería mostrarle su hogar y lo que este podía ofrecer tanto a la princesa de Eldia como al hijo de Jeager.
También debido a que Grice tenía asuntos que atender por ahí y quería aprovechar que ambos jóvenes estaban libres para llevarlos "de vacaciones"
Solo que... evidentemente Shay no podía ir por ahí por libre.

Cuando el barco llegó al puerto y los pasajeros comenzaron a bajar de este con sus equipajes de mano, las autoridades comenzaron a hacer retenes aleatorios, cuando era turno de Shay este simplemente entregó la documentación que Falco le había dado

-¿Colt Lenz es tu nombre muchacho?

-Así es señor

-¿A que se debe su visita?

-Vengó con unos amigos para hacer algo de turismo, no me quedaré mucho tiempo -no mostraba ningún signo de nerviosismo por lo que el oficial simplemente le entregó su documento-

"Bienvenido a Marley" fue lo último que le dijo para permitirle el pase al joven, tomó su equipaje y continuó su camino para llegar a la ciudad, junto a su hermana y su mentor.
Para ambos jóvenes Liberio era sorprendente, todo era muy nuevo para ellos dos ya que ambos siempre habían vivido en Paradis, un país diminuto que apenas parecía que salía a duras penas de un feudalismo, y la tremenda diferencia entre Liberio y Mitras esa absoluta

-¡Vaya, es todo muy bonito, hay puestos por todos lados! -Ymir estaba emocionada por salir corriendo a comprar todo lo que pudiese, pero su hermanastro la sostenía del dedo meñique- ¡Falco-Nii ¿porque no nos trajiste antes? Es asombroso!

-Bueno eh... su madre no me lo permitía, hasta me sorprende que me haya dejado cuando ofrecí traerlos

-Madre confía en usted Falco, sabe que si usted está no hay problemas

Grice sintió algo de tristeza dado a que hace apenas unas horas Shay había vuelto a decirle "Falco-Nii" como lo hacía su hermanastra, pero ahora se dirigía a el con respeto, extrañaba cuando Shay era algo más abierto con el, dado a que ahora parecía que para Shay Falco solo era un superior más, y ya no un hermano mayor.
El grupo emprendió camino entonces hacía más el interior de la ciudad de Liberio, sin saber que estaba siendo seguidos en todo momento.

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Tanto Falco como Ymir habían tenido un día divertido en las calles de Liberio, pero nunca lograron contagiar de aquel sentimiento al joven Jeager, porque este siempre parecía tener una cara de melancolía consigo, Ymir había intentado con todas sus fuerzas que su hermanito riese por lo menos, más todo fue en vano, Shay no parecía divertirse

Falco se maldecía a sí mismo, se tachaba a sí mismo de inútil, porque sentía una gran culpa que inundaba en su corazón, porque el pensaba que si hubiese intervenido más, si lo hubiese apoyado en su momento o si quiera hubiese levantado la cabeza a su rey, hubiese podido lograr que el pequeño Shay que tanto quería no fuese un cascarón que escondía lo que sentía.
El trío se encontraba cerca de la costa, mirando desde arriba la hermosa vista de la costa y el atardecer, que parecía ser algo que Shay disfrutaba, el joven adolescente solo parecía disfrutar de aquellos pequeños momentos que para algunos son algo básicos, pero para él eran especiales

-Falco-San... -El joven dirigió la palabra al mayor, cosa que sorprendió a ambos por lo callado que parecía estar hace poco-

-¿Sucede algo Shay?

-¿Porque... si nunca he estado aquí... todo me resulta conocido?

Grice sintió un fuerte latido en su interior, un leve temor recorrió su espalda al ver la mirada del joven, aquellos ojos esmeralda que desprendían cierta aura de tristeza le recordaban a alguien... pero por el bien de ambos prefería ignorar aquella sensación

-N- No tengo idea, tal vez tienes vibras porque algunas calles se parecen a las de Mitras-

-Lo digo en serio... siento que ya estuve aquí antes

-¿Te sientes bien nii-san? -su hermana se preocupó por él al ver como comenzaba a temblar, tanto por un frío invisible que solo él sentía, como por un miedo abrumador-

Y en un simple parpadeo, lo perdieron completamente de vista, ambos sintieron su corazón detenerse al ver que su hermanito no estaba con ellos, cuando literalmente hace segundos estaba frente a ellos.
Falco sentía que se desmayaría, porque sabía que cuando Historia se enterase jamás volvería a ver a Shay, o al menos eso veía en su mente, aunque de cierta manera en su imaginación era más cómica esa situación.
Pero ninguno de los dos en ningún momento noto como alguien no solo los había seguido, si no que dejó de hacerlo para comenzar a seguir el rumbo que Shay había tomado, mientras más personas se unían a su caminata, escondidos entre la multitud

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Shay había corrido lejos de aquellos que amaba ¿porque? Era simple, el poder del fundador se había hecho presente nuevamente sin que él lo deseara, en un callejón se escondió de la multitud y vomitó lo que había comido ese día, mientras respiraba agitadamente, tratando de controlar el fundador y que este no lo controlase a él, cuando terminó de votar todo lo que tenía en su estómago, llevó una de sus manos a su boca tapándose el deseo de gritar, deseando muy en sus adentros que todo eso terminase, que sus ojos volviesen a la normalidad.
Volteo en dirección de la calle... veía destrucción, sus pupilas se contrajeron al ver todo ese desastre, y casi se desmaya al ver algo impactante... una pelea de titanes... una historia que le habían contando ya antes, pero que ahora el veía, la tarde se volvió noche para él y el espectáculo de golpes era algo que él vivía en carne propia nuevamente

No puedes negar lo que eres

Este es mi pasado

Y también tu posible futuro

Tallaba sus ojos con frenesí y gritó con fuerza "¡para ya!" Entonces... todo se detuvo, la luz del sol brillaba en lo que quedaba del día, las familias caminaban alegremente por la calle, parecía que había perdido la cordura finalmente.
Limpio su boca y terminaba de suspirar por el asco que sentía, ahora estaba perdido, se maldecía a sí mismo por aquel acto de inmadurez

-¡Maldito demonio sabemos que estas escondiéndote ahí, sal de una puta vez con las manos en alto! -un gritó desde el exterior captó toda su atención- ¡apresúrate hijo de Jeager!

El callejón no tenía salida, debía obedece si quería tener una oportunidad.
Por lo que accedió a las demandas... un gran grupo de personas ahora lo rodeaban, con armas que le apuntaban a él, desde la calle y sobre comercios cercanos, levantó sus manos con un semblante de preocupación

-Miren que tenemos aquí... pero si es Shay "hijo de puta" Jeager

-Maldito ¿como tienes pelotas de venir después de todo lo que hizo el demonio de tu padre?

-¡Mi esposo murió durante el retumbar, nunca te lo perdonaré, eres la reencarnación de ese demonio!

Shay sentía una leve hiperventilación en su interior, esas personas... eran Eldianos, lo sabía por los restos del fundador, detectaba su sangre... esas personas deseaban su muerte, lo habían emboscado para ello

Habían esperado el momento justo para tender aquella trampa... habían sobornado a tanta gente para llegar a ese punto ¿no podían irse y dejarlo así como así no?

-Y... yo-

No lo dejaron hablar siquiera, cuando varias ráfagas de disparos atravesaron su cuerpo sin piedad alguna, su cuerpo se llenaba de orificios y su cabeza era atravesada por las balas, cuando el incesante sonido finalizó, su cuerpo cayó de rodillas... y en un segundo tocó el suelo... aparente muerto.

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Shay se levantó, asustado, sentándose con rapidez y tocando su torso con temor, no había rastro alguno de sangre, entonces mientras suspiraba noto el lugar donde se encontraba, parecía mágico por como era, completamente nocturno y con un gran árbol luminoso en su centro, rodeado de lo que pensaba que era un mar de arenas infinitas

-Esto... ¿estoy muerto?

-Casi... pero no

Se levantó con rapidez al escuchar aquella voz,  girándose para encontrar al dueño de esta, unos ojos verdes, cabello castaño y suelto... su corazón se detuvo un instante y sus pupilas se dilataron casi por completo, trato de alejarse por el miedo que este influía en el, pero solo calló de espalda mientras trataba de alejarse como pudiese

-¿Que ocurre Shay? Solo quiero tener una charla... una conversación padre e hijo.

























































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Tomen mucha agüita y puto el que se muera

Chao

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