𝓖ané prácticamente todas, pero...

No vi el sacrificio que daba mi victoria, tras lo que descuidé mi dama, y no quedó más que darle la mano a la vida para decirle "bien jugado".

Me di un placer de la vida como lo es llevarme a percibir lo que imita la idealización; para, además, pensar y sentir, solo y tranquilo.

No están presentes mis necesidades, voy a crear.