En un hermoso castillo, vivia un joven principe que gozaba de grandes comodidades, unos sirvientes leales y por supuesto el respetó... o miedo de su pueblo, mas detras de todos esos lujos, se encontraba una persona cuya personalidad era fria y egoísta.

Lo unico que le llegaba a importar eran sus propios caprichos, por lo que siempre ordenaba al pueblo pagar impuestos muy caros. Eso no era lo peor, pues cada que un aldeano no pagaba algun impuesto, el principe mandaba a ejecutar a un miembro de su familia, por mas que escuchara sus suplicas y llantos, no mostraba ni un poco de benevolencia.

Solia organizar grandes fiestas con frecuencia, donde solo las personas de gran prestigio y de la realeza podian asistir, mas no sabia que una de esas fiestas y su actitud horrible y arrogante seria su propia perdición.

Una noche de frío invierno, se celebra el cumpleaños dell principe y ya de noche, solo los sirvientes quedaron en el castillo mientras el rey abría los regalos que le dejaron.

"¿Dejaron todo impecable, cierto? Parece que esta de buen humor, estoy seguro que no habra Problemas esta noche" un peli-rosa hablaba en un tono bajo con un chico de cabello pelirrojo mas bajo que él.

El peli-rosa se inclino un poco para dejar el candelabro que llevaba en una de las estanterías donde tenian algunos regalos, claro sin acercarlo tanto para no correr ningún riesgo.

"Todo esta bien, Akira. Limpiamos hasta el ultimo rastro de polvo y nieve" sonrió mientras susurraba el chico con un plumero en su mano izquierda.

"¿Cubiertos? ¿No pudieron traer algo mejor?" Escucharon la queja del principe mientras veía uno de los regalos. "Esta gente no sabe en qué invertir bien su dinero"

Todos ahí escuchaban las quejas, hasta que de pronto el sonido del llamado a la puerta resonó en el castillo.

una vieja mendiga llego al castillo, le ofreció una sola rosa al principe como regalo, a cambio de refugio contra el cruel frío. Repugnado por su aspecto andrajoso y ese miserable pago, hecho a la anciana mientras se burlaba de ella y su regalo.

La anciana le advirtió que no se dejara llevar por las apariencias, ya que la belleza estaba en el interior.

Todos ahí veían la escena que se habia formado y quisieron intervenir, mas cuando el principe volvio a rechazar a aquella anciana, su fealdad desapareció y se convirtió en una hermosa hechizera. El principe intento disculparse pero ya era tarde, pues la hechizera ya habia visto que en su corazón no habia amor.

Como castigo, convirtió al principe en una espantosa bestia, y encanto el castillo con un poderoso hechizo, y a todos los que estaban ahí, convirtiéndose en simples objetos, aun con la capacidad de hablar y moverse

Avergonzado por su aspecto, la bestia se quedo encerrado en su castillo, siendo un espejo magico su unico contacto con el mundo.

La rosa que la hechizera le había ofrecido, era en realidad una rosa encantada que duraría hasta los 21 años del principe. Si llegaba amar a Alguien y su amor era correspondido, el hechizó se rompería y todos volverían a la normalidad, pero si el último petalo de esta caía antes de eso, seria una bestia, para siempre.

Al pasar los años, el se consumió cada vez mas en la desesperación, pues quién podria algún día... Amar a una bestia.

...

Era una hermosa mañana, los pajaros cantaban y nos centramos en un pequeño pueblo teñido de los colores del otoño. En el centro de ese pueblo, se encontraba una vieja casa, de la cual salio un joven vestido con una camisa blanca, unos pantalones de color marron y unos zapatos de color negro.

Su cabello estaba recogido en una coleta baja, siento este de dos colores, marron en la ñarte superior y blanco en la inferior, con unos hermosos ojos de color miel y una piel tan suave y clara como la porcelana. Su nombre era Akihiro y llevaba una canasta junto con un libro mientras iba caminando al pueblo.

Qué lugar, simple y aburrido
Siempre es como el día anterior
Qué lugar, solo gente simple
Que despierta así

"Bonjour!" Decia una mujer que abria las ventanas de su casa.

"Bonjour!" Un hombre manchando de manchas de humo saludo

"Bonjour!"

"bonjour!"

"bonjour!"

Todos abrieron sus ventanas y puertas para recibir el nuevo día y abrir sus negocios.

Ahi viene el panadero como siempre
El mismo pan sale a vender
Las mañanas siempre igual
Desde el día en que llegue
A este rustico lugar.

"Buenos días, Akihiro" le saluda el panadero mientras apoyaba la bandeja con sus panes recién hechos en el muro de la puerta de su negocio.

"Buenos dias, Monsieur" devolvio el saludo con calma.

"Y dime ¿A donde vas?"

"Oh, voy a la biblioteca a devolverle un libro a Koro" sonrió mientras sacaba el libro.

"Ah si... ¡Mary! ¡El pan! ¡Rapido!" El panadero apenas y le respondió cuando ya estaba ocupandose de su negoció.

El bicolor solo se encogió de hombros con una sonrisa divertida y siguio su camino.

"Mira ahí va a ese chico tan extaño" hablaron dos señoras. "Es distraído ¿No lo crees?"

El chico iba pasando mientras escuchaba varios comentarios sobre él, intentando ignorarlos.

Nunca brilla en sociedad,
En las nubes siempre esta
No hay duda de que un chico raro es.

El bicolor se subio en la parte trasera de en una pequeña casa rodante de madera que transportaba un anciano junto con su caballo, pasando por el mercado.

"Bonjour!" Saludo el anciano a una mujer.

"Buen día" respondió la mujer.

"¿Como estan todos?" Pregunto con animo.

"Bonjour!" Una mujer se acercó a un puesto para comprar algo de carne.

"Buen día!" Saludo el hombre que atendia con una sonrisa, mirando a la mujer y lo atractiva que era.

"¿Y su mujer?" Rio por lo bajo al ver como la esposa del hombre lo golpeaba con un maso para amasar.

"Que sean seis! qué altos precios" se quejo una mujer mientras compraba algo.

¡Cambiemos mi aburrida vida ya!

Akihiro entró a la biblioteca con el libro en mano y una sonrisa.

"Buenos dias, Koro, vine a devolver el libro que me presto"

"Ah, pero si eres tú ¡Pasa! ¿Acabaste el libro tan pronto?" Dijo mientras tomaba el libro y lo acomodaba en su respectiva sección.

"No podia soltarlo" rio mientras se acercaba a la estantería donde se encontraban mas libros. "Y ¿Tiene algo nuevo?" Se subio a la escalera para alcanzar los libros mas alto y busco uno de su interés.

"No desde ayer"

"No importa, llevare... Este" saco uno de los libros y se lo mostro.

"¿Ese? Si ya lo has leido dos veces"

"Es mi favorito" bajo de la escalera y recibió el libro cuando koro se lo entrego.

"Pues si tanto te a gustado entonces es tuyo"

"¿Que? Pero koro" refuto sin querer causar molestia y fue saliendo de la biblioteca junto a koro.

"Insisto, puedes llevartelo"

Mientras salía, unos hombres parecían estar observandolo y cuando notaron que salio de ls biblioteca, hicieron como si solo pasaran el rato y silbaron inocentemente.

"Gracias, se lo agradezco mucho" se marchó con una sonrisa mientras abría el libro para leerlo.

Mira, ahí va ese chico tan distinto
¿Quién sabe cuál es su interés?
En los sueños vivirá
Con sus libros siempre está
Un misterio para todos Akihiro es

En la plaza, el bicilor se sento un momento al borde de ls fuente mientras leía el libro.

Oh ya mi favorita
Cuando ella encuentra amor al fin.
Él, un gallardo príncipe
Y ella lo descubre hasta que llega el final

Siguio leyendo el libro mientras volvía a su casa, perdido entre las escrituras y ajeno a que muchas personas se le quedaban viendo por su confusión ante su 'rareza' o por su gran belleza.

Es tan hermoso como el nombre de él
De la cabeza hasta los pies.
Sólo ve en su linda faz
Mas me temo que detrás
Diferente de nosotros es
No es como todos los demás
¡Muy diferente de nosotros es!

El bicolor ya estaba acostumbrado a escuchar ese tipo de cosas, por lo que se centró en su lectura, volviendo a su casa a un paso constante. Es mas, sin saber que no muy lejos un hombre se encontraba viendolo a travez de un telescopio.

"Mira, Toshinori, mi futuro esposo" el hombre de cabellera grisases apego al chico mas bajo a él, manteniendo su mirada fija en akihiro.

Aquel que hablaba no era ni mas ni menos que el cazador Akamiri Lambert, alguien muy reconocido por siempre triunfar en sus caserías, sus estrategias y si fuerza.

"¿¡El hijo del inventor?!"

"¡Justamente! Y tendra la suerte de ser mi esposo" solto abruptamente al mas bajo, con una sonrisa engreída. "Él es el más hermoso de este pueblo y eso lo hace el mejor, y yo merezco al mejor"

"S-si claro pero como vas a..."

Desde el momento en que lo vi tan lindo
Me dije: a éste atraparé
Tal belleza no hay aquí
Tiene igual sólo en mí
Así pues con Akihiro yo me casaré.

El peli-gris acomodó su cabello mientras se miraba en un espejo, hasta que se dio cuenta que akihiro paso cerca de él, así que se apresuro a alcanzarlo.

Allá va él, es como un sueño
Monsieur, Akamiri
¡Qué guapetón!
Pensar en él me da desmayo
Él es tan bravo y fuerte como un león!

Un grupo de chicas suspiraban de amor mientras veían al peli-gris marcharse. Mientras, las calles cada vez estabsn mas concurridas por los aldeanos que vendían, compraban o transportaban mercancía.

Bonjour, Perdón
Voy a comprar.
Perdón
Lo cortaré
¡Dejen pasar!

El pan, qué olor, señor
El pez, están muy buenos

¡Cambiemos mi aburrida vida ya!

Ya pronto voy a hacerlo mi hombre!

Mira, ahí va ese chico tan extraño
Un precioso Monsieur
Es penoso sin dudar
Que no encuentre su lugar
Ya que un chico raro es
Tan bello como peculiar
Sí, un chico peculiar ¡Akihiro es!

El bicolor dejo su lectura un momento al sentir bastantes miradas sobre él. Se dio la vuelta y todos los que estaban reunidos ya estaban haciendo sus trabajos como si nada, asi que solo se encogió de hombros y siguio camiando mientras leía, hasta que cierto peli-gris se posiciono delante de él.

"Hola, Akihiro" sonrio confiado akamiri, acercándose al bicolor y posicionando una de sus manos en el hombro de este.

"Buenos dias... Akamiri" saludo, intentando ser amable, aunque su experiension era algo incomoda y molesta.

El peli-gris le quitó su libro de un momento a otro mientrar lo 'revisaba'. Akihiro le pidio que se lo devolviera mas Akamiri no hizo caso, solo lo dejo de lado y tiro el libro, haciendo que este caiga en el lodo. Akihiro quiso acercarse a recoger el libro, obviamente molesto, pero el peli-gris piso el libro antes de que pudiera recogerlo.

"ya es hora de que dejes tus libros y te concentres en algo mas importante... En mi" sonrio con arrogancia, caminando a su alrededor y sin datse cuenta le dio la oportunidad al bicolor de recoger su libro. Al ver que este se comenzaba a alejar, volvio a seguirlo. "Deberias dejarle ese tipo de libros sin ilustraciones para entenderlos a personas con un gran intelecto, como yo. y asi concentrarte en nuestro amor"

Akihiro lo miro con disgusto, tuvo que respirar antes de contestar para no sucumbir a sus impulsos. "Mi padre me necesita, con permiso, Monsieur" se retiro con el ceño fruncido, rogando para que ya no lo siguiera.

"Ah si, su padre, ese loco a de necesitar mucha ayuda" se burlo el hombre de cabello rubio.

"¡No hables asi de mi padre!"

"¡Si! ¡No hables asi de su padre!" aunque se habia reído un poco con lo qué dijo Toshinori, lo golpeo para 'reprenderlo' y quedar bien frente a akihiro.

"Mi padre no esta loco, él es un genio" alzo su voz, molesto hasta que escucho una pequeñísima explosión en su casa, saliendo un poco de humo de esta. No espero ni una sola palabra mas antes de salir corriendo para ver si su padre estaba bien

Su padre era Haru Satomi, al cual mayoria de la aldea consideraba un loco por estar metido en su taller, tener un pensamiento muy diferente a los demas y por el rumor de lo sucedido con su ex-esposa Elisa y su otra hija.

Afortunadamente los unicos heridos fueron unos cuantos engranajes y tuercas. Ayudo a su padre pasandole las herramientas que necesitaba y en ese momento suponia que no habia mucho de que hablar, salvo por el regalo del bibliotecario.

"Papá ¿Tú crees que soy raro?"

"¿Raro? ¿De donde sacaste eso, hijo?"

"Oh solo... Ya sabes, hay varias cosas que dicen en el pueblo y... No hay madie con quien hablar realmente"

"Estamos en un pueblo pequeño, supongo que es un poco normal que no encuentres personas con tu mismo interés ¿Que me dices de Akamiri? Oí que es popular"

"Ah, el..." Con tan solo oir su nombre se cruz de brazos y frundio el ceño. "Ni lo menciones. Sí... es popular y todo, pero también es muy engreído y para nada el tipo de persona con quién me relacionaría"

"Entiendo, pero seguro ya habrá alguien con quien puedas relacionarte mejor, si yo pude en algun punto encontrar mi lugar, seguro tu podras" le sonrió mientras se levantaba y limpiaba las manchas de su cara. "Bien, ahora ayudame a alistar todo para la feria"

"Esta bien papá... Y gracias" sonrio y lo abrazo, antes de salir del sotano y buscar la carreta para empacar todo lo necesario.

Ese año su padre tenía la oportunidad de ir a una feria, donde jugarían los inventos de los participantes en un concurso y el ganador obtendría un gran reconocimiento y suma de dinero.

No tardaron tanto en empacar lo necesario. Su padre estaria fuera tres días, junto con Yui, la yegua que lo ayudaria a transportars carreta para llevar el equipaje.

"Bien, Yui. Cuidate y cuida de papá ¿Okey?" El bicolor acarició a la yegua y le dio una manzana para que comiera.

"Akihiro" llamó su padre. "Antes de irme ¿Quisieras que te traiga algo cuando vuelva?"

"Pues... Una Rosa"

"¿Una rosa? ¿Estas seguro?"

"Sabes que amo las flores, y por aquí cerca hay muy pocas rosas, asi que sí, una rosa esta bien" sonrió, acercándose a su padre y dándole un beso en la mejilla y un abrazo como despedida.

"Esta bien, entonces una rosa sera" rio y beso la frente de su hijo antes de subirse a la carreta y tomar las riendas. "Nos vemos en tres días, hijo"

"¡Ten cuidado en el viaje!"

Debia ser un camino tranquilo, ya habia ido otras veces, aunque no tuvo la oportunidad de ganar el concurso. Esta vez, tardo un poco mas de lo esperado y pronto la noche lo alcanzó en medio de un camino dividido.

"Recuerdo que era a la derecha, Yui" dijo mientras con un farol de mano alumbraba el mapa que indicaba el camino.

La yegua inspeccionó ambos caminos y sin que Haru dijera algo, se apresuró a caminar por el camino de la izquierda, mas el bicolor la detuvo antes de que siguiera.

"Creo que es por la derecha, vamos"

Le yegua nego y puso resistencia, mientras intentaba ir por el camino de la izquierda, pero Haru hizo que terminaran llendo por el camino de la derecha. Cada vez que mas se adentraban en ese camino, todo se volvia mas oscuro y tenebroso, escucharon aullidos de lobos y decidieron volver para tomar el otro camino, pero Yui comenzo a entrar en panico por el miedo y retrocedió cada vez mas sin tener en cuanta hacia donde iba, hasta que choco con un arbol y de este salieron unos murciélagos, los cuales terminaron por asustar a la yegua y comenzo a correr sin una idea de algun rumbo, solo con el objetivo de salir de ahí.

Estuvieron a punto de caer del acantilado al que llegaron, fue una suerte que Haru lograra calmar a Yui antes de eso, mas de nueva cuenta, el aullido de los lobos asusto a la yegua y se levanto con miedo antes de salir corriendo. Esta ultima accion casi causo que el adulto cayera al suelo, pero para su suerte logro sostenerse y siguio intentando calmar a Yui.

El rápido galope de la yegua hizo que se adentraran cada vez mas en el bosque. Haru se esforzó en calmarla y apenas lo logro. Mientras caminaban ya a un paso mas lento y calmado, el adulto iba acariciando a la yegua para que este tranquila, hasta que los dos llegaron a las rejas de un gran y antiguo castillo.

Con la intención de buscar un refugio, intentaron llamar a quien sea que viviera ahí, mas cuando madie contesto, Haru se apoyo en la reja y esta se abrio de repente, causo que casi caiga al suelo, otra vez.

Dejo a Yui afuera en un lugar con un techo y un bebedero para caballos vacio. No se quedaría mucho tiempo, asi que por el momento era un lugar seguro para que la yegua se quedaso unos momentos. Se quedo un momento para tranquilizarla pue insistía en ir con el a todas partes.

"Se que Akihiro te dijo que me cuidaras, pero no te preocupes, solo iré a hablar con el dueño de este castillo para que nos deje pasar por un momento a resguardarnos, solo hasta que pase esta tormenta de nieve ¿Okey?"

Vio a la yegua quejarse otra vez, pero al final cedió y se tranquilizó, por lo que fue a dentro del castillo a buscar al dueño. Entro por la gran puerta principal e inmediatamente vio que todo parecía muy solitario.

"Eh.. ¡Disculpe! ¿Hay alguien...?" Intento llamar mientras buscaba algo para alumbrar el oscuro camino.

Un poco mas atras, en un pequeño estante, se encontraban las figuras de un reloj y un candelabro.

"Akira, ni una palabra, ni una sola" susurro el reloj, sabiendo como era su compañero.

"N-no quisiera molestar pero mi Yegua y yo nos desviamos del camino y está a-a-aconteciendo una fuerte tormenta de nieve y Necesitamos un refugió solo por hasta que se detenga"

"Oh, Yao, ten piedad" hablo el candelabro, con las intenciones de hablarle al visitante, mas el reloj tapo su boca así que uso una de las flamas de sus velas para quemarlo un poco y que asi lo soltara. "¡Por su puesto Monsieur, sea bienvenido!" Hablo con una sonrisa mientras al lado suyo el reloj soplaba su 'mano' por la quemadura.

"¿Q-quien dijo eso?" Hablo mientras se acercaba al estante y tomaba al candelabro para alumbrar.

"¡Aquí!" Llamo para que pudiera verlo, pero el adulto solo dio vueltas mientras intentaba averiguar quien hablo, asi que toco su cabeza dos veces y por fin lo noto. "Halo" saludo, pero Haru lo dejo caer al suelo por el susto. "Auh..."

"Oh dios..." Se habia asustado, pero inmediatamente su curiosidad se centro en el candelabro que hablaba, algo no muy normal.

Mientras, el reloj bajo de la estantería, molesta.

"¿¡Ves lo que has hecho akira?!
¡Esplendido! ¡Eres increible!" Hablo sarcástica hasta que el hombre la tomo com curiosidad y movió sus manecillas mientras se preguntaba como funcionaba su mecanismo. "¡Señor! Dejeme ahora ¡Que modales!"

"L-lo siento, mil disculpas" se avergonzo y dejo al reloj en el suelo, aunque poco después estornudo.

"Se va a resfriar, venga por aqui, pase y sientese" ofrecio el candelabro y apunto a un asiento frente a la chimenea.

El hombre acepto gustoso, aunque bastante confundido y con cierto miedo por el lugar tan lugubre y los objetos que hablaban. Mientras seguia al candelabro, el reloj tras de ellos le gritaba al candelabro que se detuviera ahí mismo.

"¡Akira! ¿Sabes lo que hará el amo si se entera?" Los siguio, molesta. "¿¡Me estas escuchando, Tanaka?!"

El candelabro hizo oidos sordos.

Ignorando al reloj, pronto un perchero se acercó y puso una manta al rededor de Haru, y un taburete se acerco rápidamente con algunos ladridos y se posiciono bajo los pies del adulto, no sin antes recibir unas cariciar algo confundidas de su parte.

"¿Todo aqui esta... Vivo?" Creía que se habia vuelto loco.

"¡No! Osea.. ¡Si! Pero... ¡AKIRA VOY A MATARTE! ¿¡Donde esta Takeo?! ¿¡O Gloria?! ¡Voy a exponerte!" Advirtió el reloj, enojada completamente con el candelabro.

Antes de que siguiera gritando, un carrito paso a toda velocidad, con algunas sonidos de chirridos, empujando al reloj. Encima de este estaban una tetera y una tacita.

"¿Gustaria algo de té, Monsieur?" Hablo la tetera.

"Oh... No quisiera molestarlos mas..."

"No es molestia" sonrio y sirvio el té en la tacita a su lado. "Tome, no es ninguna molestia"

Haru tomo la pequeña tacita y tomo el té, hasta que escucho unas pequeñas risitas de parte de esta.

"Hace cosquillas" rio la tacita.

"¿Cosquillas?"

"¡Estoy hablando! ¡Escuchenme!" Grito otra vez el reloj. "Si el amo se entera que lo dejamos entrar, dios sepa que pasara"

"Yao, no seas asi, el hombre necesita un refugio"

"N-no... En realidad... Ya tenía que irme... G-gracias por su hospitalidad, estaré bien"

Insistieron en que se quedara, pero tampoco queria quedarse mas tiempo, pues en realidad todo lo sucedido daba algo de miedo. Fue por yui y estuvieron a punto de irse, lo mejor era regresar a casa, pero se percató de algo: Olvidaba la rosa que le prometió a Akihiro.

Vio a sus lados con alguna esperanza de encontrar alguna, hasta que vio unos arbustos llenos de ellas en el mismo castillo. Hizo que yui se quedara cerca de él mientras intentaba sacar la rosa, sin saber que nada lejos, habia alguien observándolo.

Al primer intento se corto un dedo por una espina. Escucho que Yui volviana desesperarse por irse así que se apresuro y termino de cortar la rosa.

Planeaba marcharse pero no tuvo el tiempo de reaccionar cuando una enorme Bestia apareció de improvisto, tumbandolo al suelo y obviamente molesto por el rugido que escucho fuerte y claro. Noto que Yui habis salido corriendo, pensó que fue lo mejor, aunque ahora no sabia como escapar.

Todo se volvio oscuro, no tuvo ni la opción de hablar.

...

Akihiro caminaba por el pueblo, llebando un saco donde habia algo de ropa para lavar, llevandolo al sitio específico para aquella tarea en el pueblo. Por supuesto tampoco se olvido de su libro.

Se sento al borde mientras restregaba las ropas con el agua, hasta que se fijó en una niña que lo miraba.

"¿Que haces...?" Preguntó la niña.

"Lavo la ropa" sonrio com amabilidad. Aunque la ropa ahora estaba en el barril mientras un burrito jalaba con una soga el barril, caminando en circulos mientras el bicolor se tomaba un momento para leer. "Ven" llamo en un tono tranquilo.

La niña hizo caso y se sento frente a el, le dio curiosidad su libro aunque no lo entendía pues no sabía leer muy bien, pese a que tenia 6 años.

Akihiro solo sonrio y la ayudo a leer poco a poco.

"El... Bello pájaro" comenzó el.

"Que... V-volaba sobre... El bosque... Oscuro" concluyó, viendo al bicolor con una sonrisas alegre.

"Fue soprendente, bien hecho" sonrio, desordenando un poco el cabello de la niña con una sonrisa.

"¿Que estas... Tratando de hacer?" Llamo uno de los ancianos del consejo que se encargaba de ña administración y seguridad del pueblo. "¿Enseñarle a una niña a leer? Esto es inaceptable..."

"Hay que hacer algo" susurro otra mujer, disgustada por la acción del bicolor.

Sin ningun tipo de vergüenza, sacaron el barril donde estaba la ropa que se estaba enjuagando y lo tiraron al suelo, haciendo que la ropa caiga a la tierra y vuelva a ensuciarse.

Akihiro no dijo nada, solo hizo que la niña se marchara antes de que tuviera problemas. Le prometio que estaria bien asi que una vez ella se marchó, fulmino con la mirada a todos los que se habian reunido por el escandalo y solo recogio la ropa. Tres personas conocidas por él lo ayudaron, aunque no dijeron mucho.

"Gracias a los tres"

"No hay problema... No tenian porque hacer eso, es solo... Ah... Es solo leer..." koro Bufo por lo bajo.

"Sabes como son, koro, Maiko y yo sabemos leer gracias a ti, papá era igual" hablo una peli-rosa en un tono igual de molesto. "Yo siendo la mayor de los tres solo aprendí por... Por... Koro..." Se extraño un poco al no tener recuerdos claros de quien le habia enseñado a leer, pues ni su madre ni padre fueron, nisiquiera estaba segura si koro la habia ayudado, siendo que koro era menor que ella.

"Al menos la niña adquirió un pequeño conocimiento, supongo" Maiko intento decir algo positivo.

"Supongo... Gracias por su ayuda, son los unicos que pueden lograr entenderme un poco"

"No hay de que"

Los tres hermanos se despidieron y retomaron su rumbo hacia la biblioteca de su unico hermano varón.

"¿No sienten todos los días que falta algo?" Pregunto Naiko de repente.

"¿Algo? Extrañamos a mamá pero... Aun nos tenemos los tres, ninguno esta muerto" rio koro, aunque sus dos hermanas lo miraron de manera extraña. "Mala broma, lo siento"

"No es que falte algo... En realidad, siento que falta Alguien, pero no me refiero solo a mamá..."

"¿Papá entonces?" Dijo koro otra vez, aunque sus dos hermanas le dieron cada una un golpe en la cabeza. "¡Perdon! Pero ya no las entiendo, Siempre fuimos solo mamá y nosotros tres"

"Si... Creo que si... Olviden lo que dije, vamos a la biblioteca"

Los tres hermanos intentaron olvidar esa conversación, sin saber que tenian razon, si faltaba alguien, pero cierto hechizó bloqueo cualquier recuerdo que tuvieran las personas sobre quienes estaban en ese castillo y fueron maldecidos.

Mas a lo lejos, una nueva molestia se presento para cierto chico de ojos color miel justi en la puerta de su casa.

"¡Akihiro! Escuche que tuviste problemas con uno de los dirrctores... Si te sirve de consuelo, tampoco me cae bien" intento acercarsele para evitar que el bicolor entrara a su casa. "¿Te doy un consejo respecto a los aldeanos? Jamas van a confiar en el cambio que tratas de introducir" lo seguía aun, pisando unos cultivos de lechugas en el procesó.

"Akamiri..." Susurro el bicolor en un tomo molesto. Apretaba sus puños e intentaba calmarse, ya habia tenido suficientes problemas en lo que iba del día. "Solo intentaba enseñarle a leer a una niña"

"Dejame decirte..." Se posiciono frente a akihiro. "Que los unicos niños que requieren de tu atención... Son los tuyos"

"¿Que?"

"Solo piensalo" se puso atras de él y lo tomo por los hombros. "Tú, yo, una hermosa casa llena de lujos y unos dos o tres niños que adoptaremos. Les enseñaras a leer y ellos jugaran también mientras tu te ocupas de atender a tu trabajador esposo... Osea yo" sonrio con confianza y algo de arrogancia.

"¿Que estas...?" Quiso levantar su puño y apartarlo de un fuerte golpe, pero respiro hondo y solo paso de largo. "Yo no estoy listo para tener hijos, ni para casarme... Con permiso" subio las escaleras de frente a la puerta de su casa hasta que Akamiri lo detuvo, sosteniendolo de la manga de su camisa.

"¡Es solo...! Que aun no a aparecido tu pareja ideal"

"Akamiri, estamos en un pueblo pequeño, conozco a todos ya" se solto del agarre, pero akamiri volvio a sostenerlo.

"¡Pues observa de nuevo! Vamos Akihiro ¿Sabes lo que pasa con los hijos que estan solteros después de que sus padres fallecen?" Pregunto y luego apuntó a una mujer que pedía una limosna. "Se quedan en las calles a pedir limosnas y dar lastima... No quiero eso para ti, vamos, no es tan difícil, solo di acepto y con gusto te dare la mejor vida de todas"

"Nunca lograrias hacer eso y..." Se zafo del agarre y lo empujo com todas sus fuerzas, haciendo que el peli-gris cayera a un gran charco de lodo. "¡Nunca me casare contigo, lo lamento!" Cerro la puerta de golpe y puso el cerrojo. Ese ultimo perdón habia sido solo por sus modales, aumque en realidad no quería ni tenia porqué disculparse.

Tuvo que esperar unos minutos pero se asomo por la puerta y akamiri estaba marchandose, completamente lleno de lodo, lo que hizo que se le escapara una risa, mas aun estaba completamente molesto.

Fue a la aprte trasera de la casa mientras pensaba para alimentar a las gallinas.

"Agh... ¿Pueden creerlo? A mi ¿Como esposo de ese cretino?" Con su molestia le fue imposible no tirar un poco brusco el maiz, aunque las gallinas igualmente comieron. "Sería..."

Monsieur Lambert, eso si es triste.
Monsieur Lambert, ser su hombre, Agh.
Y no, jamas, lo garantizó
Cambiemos mi aburrida vida ya.

Decia mientras corria a las afueras del pueblo, a los padros donde ya tardecia y el paisaje se veía mucho mas hermoso.

Yo quiero un mundo lleno de aventuras
Y un gran amor quiero encontrar
Que feliz a mi vendrá, que comparta este ideal
Quiero mucho más que un simple plan.

"Ojala existiera algo asi, pero todo se queda en los libros, supongo" hablo, contemplado lo ultimo del atardecer antes de volver a su hogar.

...

Ya era de mañana y era el segundo día del viaje de su padre. Deguia estando solo asi que solo salio para cuidar a los animales y cumplir con sus labores, pero el sonido de un galope llamo su atención, hasta que el miedo comenzo a apoderarse de él cuando vio a Yui regresar completamente asustado, pero su padre no estaba con ella.

"¡Yui!" Se apresuro a alcanzarla y calmarla. "Tranquila, yui, esta bien, todo esta bien..." Tomo las riendas y acaricio a yui para que se calmara. Tomo una manzana del canasto de estana junto al de lqs semillas y se la dio.

Tuvo que esperar unos pocos minutos para que yui se calmara, los cuales parecieron eternos

"¿Donde esta papá? ¿Que fue lo que paso?" Vio a la yegua, completamente angustiado. "¿Puedes llevarme con él?"

No perdio tiempo, solo tomo un abrigo y subio encima de yui, la cual inmediatamente comenzo a correr sin necesidad de alguna señal. El camino pronto comenzo a ser mas peligroso s medida que avanzaban, incluso habis algo completamente antinatural, pues cuando llego a cierto punto, todo estaba cubierto de nieve.

Llego al castillo y bajo de yui, le dijo que esperara y tomando una rama de arbol gruesa del suelo, se adentro en el castillo.

"¿¡Hola?! ¿¡Papá?!" Llamo el bicolor, observando la entrads del castillo y viendo que camino tomar.

"¡Mira! yao, un muchacho" sacudio el candelabro al reloj frenéticamente. Afortunadamente estaban algo lejos o ya los abrian escuchado.

"Sueltame" se quejo. "Sí, ya vi que es un muchacho, perdí las manos, no mis ojos" hablo molesta.

"Ese no es el punto" reclamo. "¿Y sí puede romper el hechizó?"

"¿Quien dijo eso?" Se percató del ruido. Observó sus alrededores y se acercó a la mesa donde estaban el candelabro y el reloj, hasta que escuchó un ruido proveniente de arriba, asi que tomo al candelabro rápidamente y se apresuró a subir lqs escaleras.

"Oh por favor, que a ese chico se le caiga Akira por las escaleras" pidio el reloj, sin mas opcion que seguir a akihiro y por ende, a Akira.

Akihiro subio las escaleras a toda prisa, llamando a su padre hasta que llego al final de las escaleras y logro verlo encerrado en una celda.

"¿Quien te hizo esto?" Tomo las manos de su padre con angustia. "Estan heladas... Voy a sacarte de aqui"

"Akihiro, tienes que irte... Por favor, este castillo tiene... Vida... ¡Ahora escapa o él va a atraparte!" Suplico.

"¿Quien?" Estaba demasiado confundido, pero sintio una presencia tras suyo por lo que tomo la rama de arbol que había recogido hace un rato. Sabia pelear y aun si no era suficiente, no se iría de ahí sin procurar que dejaran libre a su padre. "¿¡Quien eres?! ¡Sal y no seas un cobarde!"

Escucho un rugido, lo que lo hizo encogerse un poco pero no retrocedió o vaciló ni un segundo.

"¿¡Y quien se supone que eres tú?!" Escuco una vez entre las sombras.

"¡Vine por mi padre!"

"Tu padre ¡¡Es un ladrón!!"

"¡Mi padre no es un ladron!" Sabia que estaba mas cerca de el, pero aún no lograba verlo por ña oscuridad.

"¡Intento llevarse una rosa!"

"Yo le pedí la rosa ¡Castigame a mi y no a él!"

"No, akihiro, el castigo es perpetuo aquí, por favor, no hagas esto" queria hacer algo, pero no habia manera de romper esas rejas que los divian.

"¿Cadena perpetúa... Por una rosa?"

"¡Recibí una condena eterna por una! Yo voy a encerrarlo solamente... Ahora ¿Aún quieres tomar el lugar de tu padre?" Estaba frente a frente con él; sin embargo, la oscuridad no permitia que el bicolor lo viera aún.

"... Camina hacia la luz" le pidio, mas la figura frente a el no se movio para nada. "¿¡NO ME ESCUCHASTE?!" Enojado, volvio a tomar el candelabro y lo acercó al ser.

Al ver a la bestia gracias a la luz, retrocedió un paso por el shock, pero se mantuvo firme e ignoro su miedo.

"Escoge ahora" ordenó la bestia.

"¡Akihiro! ¡Por favor no lo hagas! ¡No te di una buena infancia, al menos vive tu juventud!" Grito desesperado el mayor.

"Yo... Esta bien... papá" acepto, pero luego miro a la Bestia seriamentem "Quiero estar un minuto con él, por favor"

"... Bien, como quieras" bufo y bajo una palanca en una pared alta, esta abrió la reja. "Una vez que se cierre no habrá vuelta atras"

Padre e hijo ignoraron un momento esa advertencia. Akihiro abrazo fuertemente a su padre, sin poder evitar unas lagrimas por el sentimiento de culpa, pensando que de no ser por su petición no estarian en ese problema.

"Lo siento, en verdad lo siento" se disculpo una y otra vez.

"No te disculpes, no tienes la culpa de nada, hijo... ¡Ahora vete! Yo ya viví lo que debía, tu eres joven... Olvidate de mi y sal de aqui"

"¿Olvidarte? Ni loco, papá, eres la unica familia que me queda... Perdi a sumi, no te puedo perder a ti"

"No temas... Se que podras ser feliz incluso sin mi..."

"... no voy a temer, lo prometo" sonrió y su padre también, el mayor sin esperar lo que haría a continuación. "Y prometo que voy a escapar" antes de darle la oportunidad a su padre de responder, lo empujo hacia afuera de la celda y el en cambio tomo su lugar y la celda se cerró justo en ese momento.

"¿Tomaste su lugar?" Incluso él se habia sorprendido un poco. "Les dije que no habia vuelta atras"

"Es mi padre..."

"Es un tonto, igual que tú"

La bestia tomo de sus ropas al mayor y lo arrastró todo el camino. Logro escuchar las suplicas de Akihiro para que no le haga daño, dudo un momento de sus decisiones y solo bufo molesto, sin saber porque le habia hecho caso a aquel chico y solo llevo a Haru afuera, metiendolo en un carruaje que se movía solo, ordenando que lo llevara otra vez al pueblo.

...

Los minutos en ese lugar parecieron horas, tal vez era porque tenia que asimilar que estaría ahí hasta que encontrará una forma de escapar como le prometio a su padre, pero el caso es que no encontraba ninguna posible solución.

Pensó que estaría solo todo ese tiempo pero obviamente estaba equivocado. Escucho un sonido metalico y se asusto, mas aún cuando escucho a alguien mas hablar.

"¡Lamento la interrupción! Pero eh venido a llevarlo a su alcoba" el candelabro aun no estaba a la vista del chico. Tuvo que hacer unas cuantas cosas para jalar la palanca que abría la celda.

"¿Alcoba? Pero él dijo que..." Tomo la pequeña sillita de madera que habia en la celda y la alzo mientras salia a ver quien estaba hablando.

"¿Ah? Creiste eso de '¡cuando la reja de cierre ya no se abrirá nunca!'?"

El muchacho se acercó cada vez mas hasta que se llevo la sorpresa de ver a un candelabro hablando y colgado de la palanca que abría la celda.

"Mevh, lo sé, él suele ser bastante dramático" se solto del agarre de la palanca y cayó de 'pie' al suelo, acercándose al bicolor.

El candelabro dió un paso más e inmediatamente Akihiro grito, uso la silla de madera y se la tiró, golpeandolo directamente con esta la cual se rompio en algunos pedazos por lo vieja que estaba y obviamente tumbaron a Akira al suelo.

"Ah..." Intento quitar el gran pedazo de madera que lo aplasto. "Oh bueno, eres fuerte sin duda... U-una exelente cualidad" logro sacar el pedazo de madera y se levanto algo aturdido.

"¿Q-que eres tú?"  Retrocedió un poco, exaltado por ver hablar a un objetivo que supuestamente debía ser inanimado.

"¡Ah! ¡Soy Akira!" Saludo con entusiasmo.

"Y... Dijiste algo..."

"¡Por supuesto que dijo algo!" Hablo el reloj que apenas y terminaba de subir todas las escaleras. "¡Es lo unico que hace!" Subio un último escalon. "Llegue... Ahora, Akira, soy la administradora ¡y te exijo que lo regreses a su celda!"

"¿Qué quieres ser por el resto de tu vida? ¿Una persona? O un simple reloj" le susurro el candelabro y luevo volvio su mirada al bicolor. "¡Y bien! ¿Esta listo? Venga por aqui"

Los dos objetos guiaron al bicolor por todo el castillo para llegar a su destino planeado originalmente, mientras hablaban con el.

"Lamento esa primera impresión ¿Te asustaste?" Pregunto el candelabros que estaba en la mano del chico.

"¿Por qué iba asustarme? Hablo con un candelabro" dijo sarcásticamente

"Eso tiene sentido... ¡Pero desde ahora consideranos a tu servició! Te quedaras aqui, el castillo ahora es tu hogar y puedes ir a donde quieras"

"Menos al ala oeste" dijo yao pero vio a Akira negar con sus 'manos' frenéticamente asi que se dio cuenta de su error. "Eh... La cual no tenemos"

"¿Qué? ¿Que hay ahí?"

"Es solo... Una bodega, si una bodega llena de cosas aburridas"

"Si, eso es todo, una bodega" afirmo el reloj. "Sigame por aqui, hacia el ala este, o como me gusta llamarle, la única ala que tenemos" hablaba con un toque de nerviosismo.

Caminaron unos minutos mas hasta que llegaron a una gran puerta. El candelabro la abrió y se dejo ver una hermosa habitación espaciosa con un decorado muy bonito.

"Bienvenido a su nuevo hogar, es modesto, pero comodo" sonrio, quedandose en ls entrada y ofreciéndole al bicolor pasar primero.

"¿Modesto? Pero si es muy hermosa" la palabra modesto se quedó muy corta para él al ver la alcoba.

"¡Por supuesto! Cir- el amo queria que resivieras la mejor alcoba del castillo" sonrio y salto para tirarse a la cama de la habitación, Aunque inmediatamente salió bastante polvo. "Lo siento, no esperabamos visitantes"

De pronto un hermoso plumero entro a la habitación, saludando a Akihiro y sobrevolando toda la alcoba. Su mango era de color negro y sus plumas eran entre blanco y rojo. Este comenzo a limpiar las zonas donde habia mas polvo.

"No se preocupe, me asegurare de limpiar todo rápidamente" hablo el plumero, llegando al lado del candelabro. "Tú plan es algo peligroso, Akira" le dijo al candelabro, el cual lo atrajo un poco a sí.

"Todo saldra bien, no tienes porque preocuparte, Takeo. Te aseguro que  todos volveremos a ser como antes"

"Confio en tí sin dudarlo" sonrio.

El candelabro y el plumero se quedaron viendo un momento hasta que Yao fingio una tos para devolverlos a la realidad, asi que ambos se apartaron inmediatamente algo avergonzados y Takeo volvio a encargarse de limpiar el polvo.

Akihiro solo río por ver a un candelabro y un plumero verse con ojos de enamorados.

Luego se acercó a una comoda de madera en tonos verdes, dorados y blancos. "¿Es qué todo aqui tiene vida?" Levanto un peine y lo miro. "¿Hola?"

"Eso es solo un peine" explico Yao, mientras Akira no oculto sus risas y Takeo uso su ala para tapar su boca y que no se escucharan sus leves risas.

Akihiro solo dejo el peine de inmediato, luego se acercó a un armarios y cuando trato de abrirlo este se abrio solo, cantando una sonora y linda nota de alguna melodia. A akihiro casi se le iba el corazon por el susto.

"No te alarmes, ella solo es tu armario, su nombre es Gloria" sonrio el candelabro mientras bajaba de la cama. "Ella es una gran cantante"

"Una gran cantante no se queda dormida tanto tiempo" dijo Yao.

El armario se avergonzó un poco, al ser convertida ese habito empezó a presentarse en ella de un momento a otro.

"No hables asi Yao, una dama merece su sueño de belleza" el candelabro le dio un codazo al reloj. "Gloria, quedate un momento mas despierta por favor, alguien aqui necesita un traje nuevo" señalo a Akihiro.

"Después de tantos años, espero hacer un buen trabajó... hace tiempo que no veo a mi modelo favorito"

"Takehiro esta abajo, el tampoco toca una canción hace mucho tiempo"

"Ya veo... Veamos, bonitos ojos, cara orgullosa ¡Perfecto lienzo! Hare mi mejor trabajo, digno para un principe"

"Disculpe, yo no soy un principe..."

"Tonterias, ahora veamos que guardan mis cajones" habló y uno de los cajones del armario se hablo, aunque de este salio algo de polvo y unas cuantas polillas. "Perdón por eso"

Después, de otro cajon saco varias telas sin que este pudiera reaccionar, dio vueltas y vueltas con todas las telas hasta que quedo envuelto en ellas en una especie de traje.

"Se ve... Divino, gloria. Ahora si nos disculpan tenemos que ir a hablar con el amo"

"Si, ya nos vamos"

"¡Denle mis saludos a Takehiro!" Pidio antes de quedarse dormida otra vez.

Una vez que prácticamente se quedo solo, akihiro trato de quitarse las telas y una vez lo hizo se acercó rápidamente a la ventana, abriendo esta y viendo desde abajo, con la esperanza de poder escapar por ahí, mas no fue un alivio ver que se encontraba a metros y metros de altura.

Por ahora, seguia sin muchas opciones, pero al menos estaba tranquilo de que su padre estuviera a salvo.

...

Era ya de noche y en el pueblo nos centramos en una taberna llena de gente.

"¡Y yo le dije! 'Imaginate a los niños jugando, mientras Tú, mi esposo, cocinas para mi y me agradeces por mi arduo trabajo' ¿Que mas podria pedir un chico?" Se quejaba el peli-gris.

"Pero Akamiri, tienes otras candidatas por haya" el rubio apuntó a las tres doncellas que los miraban.

"Alguien como yo no se queda con lo facil. Me gustan los que se hacen los difíciles, al final solo terminan cediendo a los encantos de uno, y yo, tengo de sobra" sonrió con arrogancia.

Era obvio que todos se levantaron a halagarlo. Era un reconocido cazador y, vamos, traía a un monton de chicas tras él, pero solo quería a un chico en específico.

Todos lo alababan mientras fanfarroneaba de sus hazañas y virtudes, haciendo menos a cualquiera. Todos estaban reunidos y tomando junto a él hasta que repente la puerta de la taberna se abrió abruptamente.

"Tienen que ayudarme, por favor, lo tiene encerrado, por favor ayudenme" pedia entre palabras sin mucha coherencia para los demas, hasta que vio s akamiri ayudarlo a mantenerse en pie. "Por favor, tiene encerrado a Akihiro, no sé lo que le hará"

"¿Qué? ¿Quién lo tiene?"

"Una... Bestia, una gran y horrenda bestia" inmediatamente dijo eso, todos al rededor empezaron a burlarse y reirse de él. "La vida de mi hijo esta en peligro ¿¡Y USTEDES ESTAN RIENDOSE?!"

"Miren, ya saben de donde saco su hija fallecida esa agresividad ¿El otro no será igual? Esa familia esta llena de locos" susurro una mujer.

"Seguro que sí, Los hijos son iguales a los padres" susurro un hombre.

"Basta, paren ahí" hablo el peli-gris. "Yo te ayudare, Haru" ofreció, mirando a Toshinori para que el también fuera con ellos.

"Gracias..."

"Entonces, guianos"

"S-si... Esta bien... Síganme"

Mientras los tres salian de aquel lugar, Akamiri solo dedico una mirada burlona hacia el adulto de mayor edad que él, lo 'ayudaria' a cambio de algo.

...

Ya era la hora de cenar, todo estaba preparado pero para las dos personas que estaban en el castillo, aunque Ciro estaba caminando de un lado a otro sin saber que hacer.

"No estes asi, Ciro. Ya es casi la hora de cenar, solo invitalo, no es tan difícil" hablo el candelabro.

"Y tienes que ser un caballero con él" añadieron el reloj y el plumero

"Pero no quiero, que pereza" bufo de mala gana.

"¿Sigues enojado por lo de la rosa?"

"Es el hijo de un ladron ¿Que esperaría entonces?"

"Tú sabes muy bien que no hay que juzgar a las personas por como son sus madres, Fukui" reprendió akira, enfatizando el apellido mencionado.

En eso las puertas se abrieron y un pequeño carrito llego junto con una una tetera sobre este.

"Oh, Seiko, es bueno verte" saludo el plumero con alegría.

"Muy buenas noches" Saludo la tetera. "Oí el rumor de que un muchacho se estaba hospedando en el castillo, todos en el castillo estan mas felices al tener una esperanza como él"

Los cuatro objetos estaban reunidos y Ciro los miro por un momento. Sintio como ese sentimiento de culpa lo golpeo, ya que fue por el que ellos estaban atrapados. Akira no pudo volver a ver a sus hermanos, Seiko se iba a casar unos días despues de lo que sucedió, Takeo no volvio a ver a sus hermanas menores, Yao aunque no lo dijera o mostrara extrañaba a su familia y podia seguir la lista con los demas que habian sido convertidos en objetos.

"Esta bien... Lo haré" dijo de mala gana.

"¡Exelente! Entonces, recuerda ser amable con él" hablo akira.

"No sea tosco" añadió Takeo

"Sea gentil" se sumo Seiko

"Muestre una sonrisa, pero no asuste al muchacho" fue Yao está vez.

"Y sobre todo..."

"¡Controla tu caracter!" le gritaron la tetera, el candelabro y el reloj al mismo tiempo.

Los objetos acompañaron a Ciro hasta la puerta de la alcoba donde se encontraba Akihiro. La bestia los miro a ellos y luego a la puerte, de nuevo a ellos y luego a la puerta, y asi hasta que Akira amenazó con usar el fuego de una de sus velas y quemar su pelaje si no hablaba de una vez.

"Y le hablas Bonito y si no te quemo igual" termino su amenaza.

"Creo que eso es un poco exagerado, Akira" hablo el plumero antes de que Ciro se enoje también con Akira. "Solo háblele de manera mas gentil"

"Si, el muchacho perdio a su padre y su libertad en un mismo día" añadió seiko.

"Debe estar aterrorizado"

En el interior de la alcoba, Akihiro habia unido con un fuerte nudo las telas que Gloria habia usado hace un rato. Casi todas estaban unidas, formando una cuerda que hizo para poder salir por la ventana, hasta que escucho como tocaron la puerta y rápidamente dejo a un lado la soga improvisada.

"Si un minuto" respondio el bicolor.

"¿Lo ves? Ahí esta, ahora no te olvides de no ser un zoquete" hablo el candelabro.

"Y ser gentil" añadio seiko.

"Encantandor" añadió Takeo.

"...Tierno" culmino Yao.

"Y cuando abra la puerta, le sonries... A ver, muestrame una sonrisa"

dijo y al ver como la bestia intento sonreir todos retrocedieron unos pasos atras y rieron un poco nerviosos.

"Mejor no sonrias mostrando los dientes, ahora anda, tu puedes"

Los objetos lo miraron fijamente y dandole su apoyo.

"... Eh... ¿Quieres acompañe a cenar?" Intento que su voz sonara lo mas calmada posible.

Dentro de la alcoba, el bicolor se acercó un poco a la puerta, completamente indignado y confundido. "Me tienes aquí como tu prisionero ¿Y ahoras deseas cenar conmigo?" Su tono de voz mostró nada menos que enojo. "¿Estas loco o que?"

Los objetos se asustaron cuando vieron que Ciro cerro sus ojos y frunció su ceño, molesto.

"No puede ser... Se esta enojando" el plumero se escondio rápidamente detras del candelabro.

"Ay no" yao se escondio detras de la pata de una mesa.

Seiko retrocedio un poco y se posicionó frente a la tacita que estaba tras ella.

"¿No entendiste esa sencilla orden? ¡Dije que bajaras a cenar!"

"¡Y YO TE DIJE QUE NO! ¡ANTES MUERTO DE HAMBRE QUE CENAR CONTIGO!" Le grito y se dio la vuelta, tenia algo de miedo por haber contestando asi, pero no cedería.

"¡Pues voy a complacerte esta vez!" Gruño molesto y volteo a ver a los objetos. "Si no cena conmigo ¡No cenara nada! ¿Entienden?" Se marcho de inmediato, no sin antes susurrar lo molestos que eran.

Los objetos salieron de sus escondites y se tranquilizaron al menos un poco.

"No nos tratara asi" dijo Yao saliendo de detras de la pata de la mesa. "¡Lo prohíbo...! Ah ¿Ya se fue? Lastima, quería regañarlo esta vez"

"Oh, ciro ¿Que haces aqui?" Comento el candelabro y rio un poco al ver que el reloj se asusto y algunos de sus engranajes y tornillos se salieron. "Te engañe"

"Que simpático, Akira" refunfuño molesta.

...

En otra habitación del castillo en el Ala oeste, Ciro se encontró reprochandose el haber gritado asi. Antes no era así, solo solia ser arrogante y avaricioso, pero cada que un petalo de la rosa caia, al igual que los demas se convertían cada vez mas en objetos, el se convertía cada vez mas en una bestia.

Decidió tomar aquel espejo magico que se encontraba junto a la rosa y le pidio que le mostrara al bicolor.

Ahí vio como Akihiro estaba sentado en el suelo, abrazando sus rodillas. Se veía demasiado deprimido y algo ido mientras hablaba con gloria.

Decidio dejar el espejo y fijar su vista en la rosa, la cual dejo caer otro petalo. Inmediatamente el castillo sufrio un fuerte temblor, dejando caer algunos escombros al suelo.

El temblor obviamente fue sentido por los demas.

"Ahí va otro pétalo" dijo Akira mientras hechaba una rama a la chimenea.

"Ya me salieron tres plumas mas" suspiro abatido el plumero que se encontraba hechado.

"Lo sé..." Se acerco para estar a su lado, pero se detuvo al no poder moverse más por unos momentos. "Y cada vez me vuelvo mas metálico" movio su pierna unas cuentas veces para recuperar la movilidad.

"esta volviendo a pasar..." el reloj marco la hora e hizo el sonido respectivo. "Perdón... Esto es molesto"

"Ya no se preocupen, aun tenemos tiempo y después de cinco años a llegado una esperanza para nosotros" Seiko intento animarlos aunque sea un poco.

Los objetos se fueron por su lado. Seiko tenían un plan en mente, Yao tenía que vigilar que todos ya estuvieran descansando y Akira y Takeo se quedaron junto a la chimenea.

"¿Piensas en ellos?" El plumero puso su ala en el hombro del candelabro, el cual tenía su vista mas fija en la ventana.

"Todos los días... Pero se que no me recuerdan" dejo escapar un suspiro de resignación. "¿Y tú?"

"Extraño a Sarai y a Akio todo el tiempo... El cumpleaños de sarai fue hace un par de semanas, ya cumplió 22 años"

"Como dijo seiko... aun tenemos tiempo ¿No?" Parecio un poco asustado.

Takeo soplo para apagar las velas encendidas de Akira y lo abrazo, al inicio solia ser raro siendo que eran ahora unos objetos, pero después de cinco años se volvio lo cotidiano.

"Cuidado, se volveran a encender, no quiero hacerte daño..."

"Esta bien, solo un momento... Necesitas un abrazo" no lo solto pese a la petición. "Funcionara, estoy seguro, volveremos a ser personas otra vez"

"Eso espero... Ojala y sea el tiempo suficiente.."

...

Un poco mas tarde, en la alcoba donde se encontraba Akihiro, este seguia intentando amarrar las telas para hacer una soga. La lanzo por la ventana y está seguía sin ser lo suficientemente larga. Se resigno a seguir atando mas telas hasta que escucho que llamaban a la puerta.

"¿Otra vez tú? Te dije que no bajaría a cenar..."

"Tranquilo, solo soy seiko ¿Puedo pasar?" Preguntó la tetera.

"..." Escondio rápidamente la soga que hizo. "Esta bien"

Ls puerta se abrió y la tetera paso encima de un carrito, acompañada de una tacita de té.

"Oh vaya, no mentían al decir que eras muy hermoso, de verdad es un placer conocerte" sonreía, mas fijo su vista en la soga de telas que el bicolor trataba de ocultar, deduciendo fácilmente para que era. "Es un viaje largo ¿No crees? Te prepare algo para el camino"

Al verse descubierto se avergonzó un poco y se sentó en el suelo mientras veía a la tetera servir algo de té en la tacita que estaba a su lado.

"¿Sabes? Algunos problemas pueden ser menos agobiantes después de una exquisita taza de té" termino de servir y vio a la tacita que se apresuro a ir con el bicolor. "Con cuidado tsuchiro"

Akihiro tomo la tacita de té y bebió un poco, hasta que escucho unas risas por parte de esta.

"¿Como estas? ¿Quires ver un truco?" Le dijo entusiasmado y aguanto la respiración e inflo sus cachetes con algo de fuerza, esto haciendo que el té que quedaba en la taza empezará a burbujear.

"Tsuchiro" llamo la tetera para regañarlo, haciendo que la tacita riera otra vez. "Lo que hiciste por tú madre fue valiente, todos aqui creen eso"

"¿Enserio? La verdad... Estoy preocupado, el nunca habia estado solo..."

"Ya veras como todo se arreglara, tal vez después de cenar puedas pensar mas tranquilo"

"¿Cenar? Pero él dijo 'si no cena conmigo no cenara nada' ¿No?"

"Oh, la furia nos hace decir tantas cosas... Vamos ¿Vienes conmigo?" Pregunto en un tono amable.

Mientras en la cocina, los objetos terminaban de preparar la cena y en la gran mesa terminaban de decorar y poner los cubiertos.

"¡bien! ¿Todo listo?" Hablaba el candelabro mientras revisaba todo. "En unos momentos bajara, ultima revisión ¡Rápido!"

"¿Akira? ¡claro que no! Si el amo ve que lo desafiaste y le ofreciste cerna al muchacho ¡Se enojara conmigo!"

"Si no sale de su alcoba ¿Como esperas progresar?" Hablaba mientras revisaba las ollas, la mesa, la comida preparada y algunas cosas mas. "Ademas, no podemos matarlo de hambre, debe estar hambriento, vino aqui hace horas"

"... ¡Bien! Pero en silencio ¿Si?"

"Ah, si claro...Pero ¿Qué es una cena sin un poco de que musica?"

"Sí, musica... ¿¡MUSICA?!" El reloj siguio al candelabro lo mas rápido que pudo, sabia que iba en serio y temía lo peor.

"¡Takehiro! ¿Ya estas listo?"

"Mi ultima presentación fue hace 5 años, con trabajos y recuerdo como hacerlo" el piano intento tocar una melodía que al principios era hermosa, pero desafinó en unas teclas. "¿Lo ves...?"

"Piensa en Gloria, tal vez eso ay-"  el sonido del piano que volvio a tocar una hermosa melodia lo interrumpió. "Perfecto"

"Oiga, Takehiro... Solo toque en silencio" pidio Yao.

"Oh, tocar en silenció ¿Alguna otra petición de mal gusto?"

"No, eso nomas"

"Bien, hora de humillarme en mil idiomas diferentes, pero es para una buena causa" dijo el candelabro con una risa.

La puerta del comedor se abrió y Seiko y Akihiro pasaron. La tetera le dijo al bicolor que tomara asiento y ella fue a tomar su lugar en la cocina. El candelabro se subio a la mesa cuando todas las luces se apagaron y arriba de él, Takeo tomo un plato de metal y usando la luz que pasaba por las ventanas enfoco esta sobre Akira como un reflector.

Akihiro Solo esperaba una cena normal. Fue una gran sorpresa la que se llevó al ver la escena que acontecía.

"Ma chère Monsieur, es un placer darle la bienvenida..." De repente la luz se desvio a otro lugar por acciodente. "Takeo, por aquí" llamó.

"L-lo siento" se disculpo el plumero y volvio a enfocar la luz.

Akihiro solo río un poco y vio fijarme al candelabro, le daba algo de risa la manera en que actuaba, también le parecía lindo el gesto de todos, aunque no se imagino todo un espectáculo.

"Y ahora nos honra presenta..." Hizo una pausa en sus palabras para que los objetos terminaran de adornar la mesa mientras Takehiro tocaba una melodia, hasta que se equivocó.

"Una disculpa..." Bufo algo molesto pero retomo la melodía, centrandose en no fallar esta vez.

"¡Tu cena!" Termino akira la pequeña introducción.

Nuestro huésped, sea usted
Venga el servicio a probar
Una servilleta así, cherie y yo hago lo demás
"Soup du jour, bon hours d'ouveres"
Nuestra vida es atender
Pruebe usted, qué maravilla
¿No me cree? Pregunte a la vajilla

Algunos objetos le entregaban bocadillos al bicolor de una manera elegante, minutos que varios platos y cubiertos se movian sincronizadamente al conpam de la musica y las luces, siendo un espectáculo muy lindo.

A cantar, a bailar
Esta es Francia, no olvidar
La comida aquí es primero, ya se ve

Consulte su menú
Escoja su Ambigú
Y pida usted
Nuestro huésped sea usted

Una pequeña cartilla llego a las manos del bicolor. Poco a poco algunas mesas aparecian con playos y postres deliciosos y agradables a la vista mientras las mesas giraban y platos llenos de comida aparecían en la larga mesa frente a Akihiro.

Pruebe usted el soufflé
Y los postres "Enflambe"
Preparados y servidos
Con el toque de un gourmet
La inquietud, a olvidar
El banquete va a empezar
No hay tristeza ni protesta
Cuando aquí se hace la fiesta

Habrá trucos sin par
Y mil bromas que contar
Todo esta en su punto, lo puede apostar
Y vamos a brindar nada le va a costar
Y pida usted, si hay tensión
Comer bien es solución
Pida usted, nuestro huésped sea usted

De pronto la escena cambio a una mas dramática. Habian velas al rededor y lo demas estaba completamente oscuro.

Nadie se resigna
A esta vida tan indigna
Del sirviente que no tiene a quién servir
Ah, los buenos días de nuestros triunfos
¿No, Yao?
Ya se han ido y no hay porque vivir
Cinco años enmohecimos
Y de polvo nos cubrimos
Sin poder ejercitar nuestra labor
Sombras que rondamos el castillo
Todo aquí dormía
¡¡¡Usted trajo la alegría!!!

Con la ultima palabra las luces volvieron a resplandecer y el espectáculo con los cubiertos, demas plumeros y música volvio a surgir.

Mientras en la cocina se seguía preparado la comida.

El es, Akihiro es como una bendición
Hay buen vino a la mesa, puesta con gran distinción
A los postres, el té que con gusto serviré
Las tacitas van marchando mientras yo voy burbujeando
Al hervir silbaré, qué pasó, que limpiaré
A limpiar que todo reluciente esté
Hay un quehacer atroz, es un terrón o dos
Y pida usted (pida usted), pida usted (pida usted)

Todos estaban mas animados, incluso Yao comenzo a bailar sin darse cuenta.

Nuestro huésped sea usted, pida y se le atenderá
Hace años que ninguno viene aquí, nadie vendrá
Darle comodidad es nuestra finalidad
Y si hay velas alumbrando
Seguiremos cocinando
Plato a plato vendrán hasta que no pueda más
Cantaremos para que repose usted
Disfrute el gran festín, desde el principio al fin
Y pida usted, pida usted, nuestro huésped sea usted.

Una vez finalizo el espectáculo los objetos desaparecieron y todo quedo en silencio otra vez, quedandose Akira quien le extendio un plato al bicolor.

"¿Pudin?" Ofrecio animadamente.

Akihiro solo rio y aplaudio, el espectáculo habia sido increible y le ayudo a alegrarse después de todo lo que habia pasado.

...

Mas tarde, despues de haber terminado de cenar, Seiko acompañó a Akihiro para que este regresará a su alcoba.

"No entiendo porque son tan amables conmigo... Y ¿Ustedes no estan atrapados junto con el? Se que no tienen opcion... Debe ser muy... Malo... ¿Tiene un nombre?"

"Él no es tan terrible como parece, y su nombre es Ciro" le respondio con una sonrisa tranquila. "repito, No es tan terrible como parece, en el fondo hay un princ..." Se detuvo y rápidamente se corrio a si misma. "Un joven que espera ser liberado"

Akihiro se percató del error, pero decidió no preguntar, sabía que no lograría obtener una respuesta.

"Entiendo..." Hizo una pausa y se detuvo frente a las escaleras. "Akira menciono algo del ala oeste"

"No te preocupes por eso, ahora a dormir, ya es muy tarde"

"Esta bien, buenas noches" le dolvio la sonrisa y subio las escaleras.

"Directo a la cama" menciono y luego se marcho.

Akihiro miro una ultima vez y cuando noto que nadie estaba cerca, decidio investigar eh ir al ala oeste en vez de a su habitación. Queria alguna respuesta a sus preguntas.

Mientras subia con cuidado, cada que avanzaba más notaba que el Castillo empezaba a parecer algo destruido, las escaleras estaban rotas y habia un espacio al que podría caer si no iba mucho al filo. Observaba todo mientras cada vez el ambiente era mas oscuro, hasta que se topo con una gran puerta que abrió y entrando a la habitación miro todo lo que habia en ella, fijando su vista en un cuadro que estaba rasgado y no se notabam las caras de quienes estaban en el retrato, solo unos pequeños detalles como el cabello castaño de un chico.

Aparto su vista del cuadró y vio una mesa frente a un balcón que tenia un espejo y una rosa cubierta por una urna de vidrio. Se acerco con curiosidad y poso su mano en la urna de vidrio mientras miraba la rosa, hasta que...

"¿¡Que haces aqui?!" Grito molesto la bestia.

"N-nada... ¡Ni siquiera la toque!"

"¿Te das cuenta que casi nos condenas a todos?" Sus ijos reflejaban ira, estaba sin control de sus impulsos. "¡FUERA DE AQUI! ¡LARGO!"

Akihiro no dudo en salir corriendo. Tenia razon, no podia estar mas tiempo en ese lugar, en el mismo lugar que él.

Cuando Ciro volvio en sí, quiso decir algo pero el bicolor ya estaba demasiado lejos. Miro la rosa y se dio cuenta de su grave error.

En las escaleras, Yao y Akira jugaban ajedrez en una mesa.

"Jaque mate" dijo el candelabro.

"¡Oh vamos! Seguro hiciste trampa, tu cerebro de maní no tendría la capacidad para ganar una partida de ajedrez"

De pronto, escucharon pisadas provenientes del ala oeste y vieron a Akihiro corriendo directo a la puerta principal del castillo.

"¡Akihiro! ¿Que haces?"

"¡Huyendo de aqui!"

"¿¡Que?! ¡Oye espera!" Grito el candelabro que siguio lo mas rápido posible al bicolor, seguido de Yao.

"¡Cierren las puertas! ¡No permitan que escape!" Ordeno Yao siguiendo a Akira. "¡Peter! ¡Alcanzalo!" Grito sl taburete que empezo a 'seguir' al bicolor.

Todas las puertas y ventanas se cerraron. Akihiro se vio atrapaso pero el taburete penso que todos estaban jugando, asi que paso por una puerta algo pequeña.

"¡No, no! ¡Ahora no Peter! ¡No estamos jugando!" Decia la tetera al ver al taburete.

Akihiro no dudo ni un segundo y tomo su capa del perchero a su lado y salio corriendo por aquello pequeño puerta.

"Se fue..."

"Perro malo" reprendió Yao a Peter.

Afuera, akihiro sintio por un momento que ya era libre, pero habia una gran ventisca de nieve así que busco a yui por todas partes hasta que la encontró y se subio en ella. Yui corrió a toda velocidad rumbo a casa, pero ambos estaban ajenos a que unos lobos los notaron.

Pronto los lobos los emboscaron y tuvo que ir por otros lados, mas a cada lado que iba habia otro lobo, y otro y otro. Logro abrirse un camino gracias a sus habilidades y las de yui, así que ahora se encontraban corriendo mientras eran perseguidos por los lobos, hasta que Yui ya mo pudo seguir por llegar a un lugar donde todo estaba congelado, resbalando así.

Un lobo salto encima de él y yui, hizo lo que pudo para tirar al que se subio y los demas que estaban al rededor le gruñeron y lo atacaron, mas tomo una rama algo grande y gruesa y comenzo a golpear a los lobos y alejándolos de Yui.

Sabia que no podía seguir asi, debia alejarse pero antes de que pensará en otra solución, uno de los lobos logro quitarle la rama que sostenía. Hizo lo primero que le vino a la mente y tomo la rama antes de que el lobo la soltara y la impulso hacia la derecha con fuerza, tirando al lobo a un lado. Fue cuando miro al frente y un lobo estaba en un monticulo de nieve viendolo fijamente.

El lobo se lanzó a atacarlo y se cubrio con sus brazos para al menos intentar algo, pero se sorprendió al ver a ciro, el cual arremetió contra el lobo antes de que este lo atacará.

Los lobos fueron a atacar a la bestia y dejaron a Akihiro, el cual fue a calmar a Yui y vio como Ciro peleaba con los lobos. Los lanzo a cada uno, obviamente lo hirieron en el proceso, rasguñandolo, mordiendolo y hasta un lobo mordio una de sus orejas, pero finalmente logro asustarlos y estos se fueron. No era de pelear directamente, antes no solia tener la fuerza para eso, pero en la forma de una bestia, esa era una pequeña y tal vez única ventaja.

Los dos se miraron por un momento antes de que Ciro cayera al suelo por el agotamiento y las heridas. Akihiro se volteo sin mirarlo, planeando irse ahora que no tenia ningún obstáculo, pero antes de subirse a yui se detuvo, viento el poco camino que le faltaba para poder regresar. Miro a la bestia y se acercó con cautela y lentitud, aun dudando de lo que iba a hacer.

"Tienes que ayudarme... Levantate" pidio. No podria levantarlo el solo para subirlo en yui y llevarlo de nuevo al castillo.

Vió como la bestia solo asintio débilmente. Apenas y pudo levantarse pero logro subirlo en Yui. Se saco su abrigo y se lo coloco para el frio en lo que regresaban. Mientras caminaban no logro escuchar bien unas palabras que intento pronunciar la bestia, pero no les tomo mucha importancia y solo siguio caminando al lado de yui para volver al castillo.

...

Por otro lado, casi a los inicios del cambio de estación repentina al invierno, se encontraba Haru que guiaba a Akamiri y a Toshinori por el camino hacia el castillo.

"Creo que recorrimos demasiado, hay que volver" Hablo el peli-gris

"N-no, esperen, es por aquí, estoy seguro" dijo bajando de la carreta y apuntando a un arbol. Estaba confundido, estaba seguro que era el camino pero ciertas cosas habian cambiado. "Ese tronco... E-estaba derribado pero ahora esta... Intacto..."

"Haru, amigo, debes estar cansado ¿Por qué no regresamos? Seguro akihiro esta de vuelta en el pueblo" El peli-gris bajo de la carreta y posiciono su mano en el hombro del bicolor.

"Es imposible que pueda escapar, esa... Esa cosa lo tiene encerrado"

"¡Ya basta de juegos!" Su poca paciencia se habia acabado. "Habla de una vez ¿Dónde esta en realidad?"

"Ya te lo dije ¿No dijiste que me ayudarías?"

"Si, claro, la Bestia, los objetos que hablan, la nieve en pleno otoño ¡Estas delirando! No me sorprende que Akihiro se haya hartado de tus locuras"

"Si no me creías ¿Entonces por qué me acompañaste hasta aqui? ¡Y no te Estoy mintiendo! ¡Entiende!"

"¿Quieres la verdad? ¡Porque quiero desposar a tu hijo!" Le grito, enojado, mas luego le sonrio falsamente. "Ahora ¿Por que no regresamos? Es seguro que Akihiro este en casa cocinando algo delicioso para cenar" dijo, volviendo a la carreta.

"Akihiro no esta en casa, ya te dije que la-" antes de que terminara de hablar, el peli-gris se acercó a él y lo alzo tomándolo de su camisa.

"Si dices bestia una vez más ¡JURO QUE TE LLEVO CON LOS LOBOS!" Le grito y de inmediato Toshinori se acercó a ambos y los separo.

"¡Akamiri! Ya basta, respira" le dijo, tomandolo de los hombros.

Le tomo unos pocos segundos 'calmarse', luego el peli-gris sonrio y se volvio a acercar al bicolor.

"Haru, mi buen amigo, lo siento" rio un poco, aun sonriendo. "Esa no es forma de tratar a mi futuro suegro" lo tomo de los hombros con confianza.

"¿Estas bromeando?"

"¿Qué?"

"¿Mi futuro suegro...? Tú nunca vas a desposar a mi hijo" declaró con un tono firme. "Akihiro tenia razon al decir que eras un-" sus palabras fueron cortadas por Akamiri, quien lo golpeó fuertemente en la cabeza, provocando que cayera al suelo inconsciente.

"Era de esperarse..." Suspiro con resignación el rubio.

"Es solo un obstáculo inutil en mi camino" dijo mientras de la carreta sacaba unas sogas y con ellas amarraba el cuerpo inconsciente del bicolor a un arbol. "Cuando los lobos terminen el trabajo, Akihiro no tendra a Alguien mas que lo cuide y entonces, habré ganado un nuevo trofeo"

"No creo que referirse a él de esa manera haga que se fije un poco en usted" susurro por lo bajo.

"¿que dijiste, Toshi?"

"N-nada, v-vamonos" dijo con una sonrisa nerviosa y subiendose a la carreta

Los dos se marcharon y sin ninguna pena o remordimiento por parte del peli-gris, dejaron a Haru atado al arbol, esperando que los lobos hicieran su trabajo, sin contar que había alguien mas observandolos.

...

En el castillo, se encontraban los objetos escondidos y juntos mientras veían a Akihiro intentar ayudar a Ciro.

"¡Eso duele!" Se quejo el mas alto cuando Akihiro puso un paño humedo en una de sus heridas.

"Si no te movieras no te doleria tanto" lo reprendió

"de no haberte escapado no estaria lastimado" contrataco, sosteniendo su brazo por el dolor.

"¡Si no me hubieras gritado no habría escapado!" Le grito, cruzandose de brazos.

La bestia abrió la boca para seguir refutando, mas inmediatamente la cerro al no tener nada con que contratacar.

"Y... Tu no debiste ir al ala oeste" logro pensar en eso, sonriendo y pensando que habia ganado la discusión.

"¡Y tú deberías controlar tu mal genio!"

Akihiro fue quien gano la discusión pues al no tener nada mas con que refutar, Ciro miro a otro lado, sin querer admitir que perdió.

"Yo no necesitaba mas heridas" bufo molesto.

"¿Que tienen de malo? No son graves, sanarán pronto"

"Dejan cicatrices... Y se quedan ahí para siempre"

"Mira, no lo sabia" dijo en un tono sarcástico.

"... No se para que discuto de eso contigo, no podrias entender que-" detuvo sus palabras al ver como Akihiro remango la manga de su camisa y en su brazo se notaban varias cicatrices de cortes y quemaduras. "¿Cómo...?"

"Mi madre y..." Hizo una pausa. "No importa...no te muevas por favor" dijo el bicolor y paso el paño humedo por la herida en el brazo de ciro. "Faltan las demas... Y... Gracias por salvarme"

"... No... No hay de que" no sabia que mas responder, no era bueno con las palabras.

"Ya termine, deberias dormir. Es... Es tarde" dejo el paño colgado en la cubeta de donde sacana el agua tibia.

Los objetos se retiraron junto con Akihiro, dejando solo a ciro.

"gracias por tu ayuda, siempre te agradeceremos haberlo ayudado" hablo la tetera.

"No termino tan mal" dijo el candelabro y recibió las malas miradas de todos, exceptuando a Takeo. "Oigan, no me miren asi... Si me preocupé un poco"

"¿Por qué se preocupan tanto por el? Por su culpa fueron maldecidos ¿No? Ademas su actitud es..."

"Hemos estado con él desde siempre"

"Ademas... la familia real era muy... Desunida y perversa, al menos tenia a su hermana Emiko, tal vez un poco a su hermana Margaret... pero desde que Murieron, los reyes se encargaron de corromperlo más y más. No lo permitio, pero si era bastante avaricioso y orgulloso, nunca fue de ser tan agresivo o gritar, eso llego junto con el hechizo poco a poco" explico el Reloj.

"Y... ¿Que pasará cuando caiga el ultimo petalo de esa rosa?"

"El amo se volvera por completo una bestia y nosotros..." El plumero hizo una pausa antes de seguir hablando.

"En basura" completo Yao. "Sin vida alguna"

"¿No hay alguna manera de romper el hechizo?"

"Existe una ma..." El candelabro se abstuvo de hablar al ver como los demas objetos lo vieron y negaron. "No te preocupes por eso, nosotros aceptamos las consecuencias"

Akihiro lo vio y dejo escapar un suspiro de resignación. Sabia que no obtendría las respuestas que querías de ellos y aunque quisiera ayudarlos, no sabia como.

...

Después de horas llego el amanecer y a Akihiro se le permitió salir a los alrededores del castillo. No era mucho pero no se nego a sentir algo de aire fresco y la nieve, asi que uso un abrigo de color cafe, una camisa blanca y pantalones de color verde oliva, todo dado por Gloria.

Estaba junto con Yui y pronto vio al pequeño taburete correr con una de las tacitas de té, por lo que se quedó jugando con ambos y riendo por sus ocurrencias.

Pronto los demas objetos llegaron y todos comenzaron a jugar en la nieve, incluso Yao que al principio se nego y ahora se encontraba persiguiendo a Akira al este aventarle una bola de nieve. Seiko vigilaba que peter no dejara caer a tsuchiro, preocupada por si se caia y rompiera. Takeo seguia a Yao y Akira para evitar cualquier desastre entre esos dos.

Después de un momento el se encontró descansando, observado a los demas jugar, hasta que noto a ciro llegando a su lado.

"¿Como van tus heridas...?"

"Ya no me duelen tanto como ayer" respondió con simpleza. Estaba distraido viendo a los demas jugar y otra vez ese golpe de culpa llego a él.

El silencio reino por un momento entre ellos, hasta que Ciro se dio cuenta que Akihiro ya no estaba con él. Miro a los lados y hacia atras por la sorpresa hasta que lo vio entrar al castillo otra vez. Nombró a lo que a continuación paso 'Mis pies se movieron solos' y siguio al bicolor.

Siguio a Akihiro por unos minutos, pronto se encontró mirando el suelo, hundido en sus pensamientos sobre todo lo acontecido hasta ahora. Hubiera sequido asi de no ser por el bicolor, quien piso una de sus patas.

"¿¡Eso por que fué?!"

"¿Todavía preguntas? Me estabas siguiendo como un acosador"

"¡Pero no era para que le pises la-!" Se detuvo antes de seguir hablando.

"¿La que? ¿Tu pata?"

"Si lo dices asi parece que fuera un... Perro" bufo molesto, mirando a otro lado. "Ignora eso ¿Para que volviste a entrar?"

"Queria buscar algún libro para leer... No eh leido nada en los días que llevo aquí"

"¿Te gusta leer?"

"Amo leer..." Sonrio y se dio la vuelta para seguir caminando por el castillo, no tenia la esperanza de encontrar algo pero aun asi queria intentarlo.

La bestia se apresuro a ir a su lado, sin saber muy bien el porqué de sus acciones.

"Yo... Podria mostrarte algo... Si quieres" ofreció con un tono nervioso, algo raro en él.

"¿Que sería?" Habia despertado un poco su interes.

"Puedes averiguarlo si vienes conmigo"

"Esa propuesta es algo repentina para todo lo que a acontecido hasta ahora ¿No lo crees?"

"Seria un pago por curar tan bien mis heridas... Y también un perdon..." Aquella ultima oración la susurro y no fue escuchada por Akihiro. "¿Qué dices?"

"Mnmn... Supongo que esta bien"

Los dos caminaron por el castillo, subiendo escaleras y atravesando pasillos hasta que llegaron a una gran puerta de color azulado. Ciro estuvo a punto de abrirla, mas tuvo una idea mas.

"Cierra los ojos" le dijo al bicolor.

"¿Qué?"

"Confía en mi" intento darle seguridad, pero pedirle eso después de todo lo que pasó no fue lo mejor. "Si quieres..."

"Esta bien, lo haré" cerro sus ojos con algo de desconfianza.

Ciro lo vio por un momento y cuando se aseguro de que no estaba viendo, sonrio y abrio las puertas. Se acerco a akihiro y con la delicadeza que pudo reunir, lo tomo de sus hombros y lo ayudo a caminar de frente.

"¿Ya puedo abrirlos?" La curiosidad lo estaba matando.

"Espera" se apresuro a abrir unas cortinas, luego vio alrededor suyo. "Y... Ya"

Al abrir los ojos, Akihiro se quedó maravillado  con la hermosa vista que tenian sus ojos. Ambos se encontraban en una gran biblioteca llena de libros y libros a todas partes donde mirara, diferentes secciones y titulos, la luz natural y las mesas y sillas para poder leer u organizar. Era un paraíso.

"Esto es... Es hermoso" admiraba todo el lugar, llendo de un lugar a otro y viendo los titulos en las diferentes secciones, son una genuina sonrisa y alegría.

Mientras akihiro estaba en su mundo, Ciro lo veía con una sonrisa.

"Se ve muy feliz" el tan solo verlo tan emocionado, lo hizo sonreir sin darse cuenta. Estaba completamente perdido en la figura de Akihiro recorriendo toda la biblioteca hasta que escucho una tos tras suyo. Volteo y vio a un libro en particular.

"¿Cuantos años han pasado desde que abrió este lugar?" El libro de tapa color verde le hablaba.

"Si, a pasado tiempo, Yuudai ¿5 años?"

"5 años, ¿y abres este lugar para mostrarselo a Alguien? Las cosas cambian mucho en 5 años"

"Era... Yo estaba en deuda, es todo"

"Como diga, yo volvere a leer algunas cosas y veré otras"

"¿Sus libros? O ¿Sus retratos?"

"Ambos" respondio con un tono de melancolia y se marcho.

Ciro solo suspiro con resignación y culpa otra vez. Últimamente no podia evitarlo.

"¿Quien era?" El bicolor lo llamo, asustandolo.

"S-su nombre es Yuudai" se recompuso del susto, hasta que vio la pila de libros que traía akihiro. "¿Leeras todo eso?"

"Estare aquí bastante tiempo, quiero llevar algunos para leer cuando termine uno"

"Si... ¿Te... Gusto la biblioteca?"

"Podria vivir aqui" rio un poco.

"Entonces... Es tuya"

"¿Qué?"

"Es tuya, te dare la llave para que puedas entrar cuando quieras, a la hora que quieras"

Todo empezó asi ¿No era él solo una bestia con corazon de piedra y temperamento horrible? Pues... Parecía que no.

No solo fue la biblioteca, día con día pasaba y ya no se escuchaban gritos o rugidos, solo risas y palabras.

"¡Tsuchiro! ¡Peter! ¡No jueguen así, podrian caerse!" Les decia el bicolor mientras veía al taburete correr con la tacita encima.

"Tranquilo, no les pasara nada"

"Tsuchiro es una taza de porcelana, si se cae se rompera al instante" habló preocupado.

"Pareces su madre, dejalos, no es peligroso, la nieve amortiguara cualquier caida" intento tranquilizarlo

"Lo sé pero..."

"Mira, fijate en este hermoso ser que tienes en frente y tus preocupaciones se irán" sonrio con algo de orgullo y leve arrogancia.

"Oh, cierto" sonrió, sus palabras parecieron aceptar lo que dijo ciro hasta que paso de largo y vio a un libro estar jugando con uno mas pequeño. "Mira que lindos" les sonrio a los dos, ignorando por completo a la bestia.

Eso fue un golpe bajo.

"¿Como se llaman?" Les pregunto, evitando reir al ver que ciro se acercó a él otra ves, bufando por lo bajo.

"¿Usted es akihiro? ¡Del que todos hablan todos los días! ¡Yo me llamo Nisukawa!" Se movia emocionado el niño mas pequeño, hasta que de repente se detuvo. "Y ese es Sakitomi" miro al libro mas grande con aburrimiento, luego volteo a ver a akihiro y volvio a moverse de forma emocionada.

"Eso dolió" dijo el libro mas grande.

Mientras akihiro hablaba con los libros, Ciro se encontraba cruzado de 'brazos'. ¿Ese era el sentimiento al que llamaban 'celos'?

Después de que los dos libros se marcharán y peter corriera con suchimi a dentro, los dos se quedaron solos, por que lo akihiro tuvo la idea de que Ciro conozca a Yui.

"¿Me dejara acercarme?" Preguntó mientras intentaba tocar a la yegua, mas esta relincho y se asusto.

"Tranquila, tranquila, no te hara daño" akihiro rápidamente tranquilizó a la yegua. "Ciro, acercarte despacio"

La bestia siguio el consejo y poco a poco extendió su mano hasta tocar a la yegua, la cual no refutó está vez y se dejo acariciar.

"Pense que me patearia esta vez" extrañamente se alegró.

Akihiro solo rio y se alejo un poco para que Ciro siguiera disfrutando de ese momento, feliz al ver la sonrisa que mostraba.

Que gran bondad
Se esconde allí
Aunque al principio, rudo y malo lo creí
Ahora sé
Que el no es así
No se por qué yo esto en él jamas lo ví.

Akihiro formo en sus manos una bola de nieve y se la tiro a ciro, riendo por su reacción de sorpresa, hasta que se quedo algo atónito al ver como el mas alto formaba una gran bola de nieve y este se la tiro. Los dos se encontraron riendo y la bestia fue rápidamente a ayudarlo a levantarse.

Miró hacia acá
Me pareció
Y cuando nos tocamos, no me rechazó
No puede ser
Lo ignoraré
Mas sin embargo nunca me ha mirado así

La escena que nos encontramos ahora podia ser parte del progreso.
Se encontraban en el comedor tomando la cena, algo que no resultó muy bien la primera vez que Ciro intento invitar a cenar a Akihiro.

Esta vez, estaban juntos, pero uno frente al otro en esa gran mesa. Ciro tuvo una idea, levanto su plato y fue a sentarse a la silla que estaba al lado de Akihiro y este no parecio incómodo con aquella acción.

Empezarían a comer, mas el bicolor se dio cuenta de que ciro iba a comer sin ningun cubierto, solo acercando su boca al plató. Al verlo fijamente, la bestia detuvo su acción.

Se miraron por un momento hasta que akihiro dejo sus cubiertos y tomo el plato entre sus manos y lo acerco a su boca para tomar de un lado aquella sopa. Ciro imito su acción com cuidado y luego al dejar sus platos en la mesa otra vez, los dos rieron por todo.

Su calidez alarma
Que sorpresa la que recibí.
No es un gallardo príncipe
Pero hay mucho que no pude ver Antes en él

Ambos se encontraban frente a la chimenea, akihiro apoyado en ciro mientras leía un libro que ambos les habia gustado bastante. Se habia vuelto costumbre leer en voz alta para los dos.

Alli empezó (¡Qué bendición!)
Nadie soño (¿Cómo iba a ser?)
Que al juntarse algo increíble resultó (Eso es tan raro)
Hay que esperar
Que siga así
Y puede ser que haya algo más ahí,
Y puede ser que haya algo mas ahí,
Y puede ser que haya algo mas ahí.

Los objetos que se encontraban mirandolos se alejaron para dejarlos solos a ambos.

...

En otro lado, Haru despertaba de a poco. No se sentía incomodo o amarrado, mas bien, estaba echado en una superficie comoda y acolchada.

"Señorita Sasha, Ya despertó" hablaba aquella chica de cabellos bicolores mientras ayudaba al hombre a sentarse. "akio, trae la medicina por favor"

"¡A la orden!" La niña peli-negra corrio a traer un pequeño tazon donde habia un líquido y se lo paso a su hermana mayor.

"¿D-donde estoy? ¿Quienes... Son ustedes?" Se habia alarmado un poco al despertar.

"Tranquilo, esta a salvo aqui, por favor tome esto" le pidio la chica e intento tranquilizarlo.

La cabeza le daba vueltas pero gracias a las tres señoritas que lo ayudaron, no estaba muerto.

"¿Podria preguntar sus nombres...?"

"¡Mi nombre es Akio! Ella es mi hermana mayor Sarai" la niña peli-negra apunto a su hermana y luego a la mayor de las tres. "Y ella es la señorita Sasha ¿Usted?"

"G-gracias por ayudarme... Mi nombre es Haru, mucho gusto"

"Yo vi y escuché todo lo que pasó hace cinco dias" menciono sarai. "Las tres le creemos, ya hemos podido verlo, en especial La señorita Sasha" culmino.

"¿C-cinco dias...? Bueno... son las unicas que podrian creerme a estas alturas... Necesito ayudar a mi hijo, por favor, es lo unico que tengo..."

"Le ayudaremos a convencer a los del pueblo, solo necesita un poco de ayuda para que lo deje ir ¿No?"

"No es como tu crees, mademoiselle, esa bestia no tiene corazon, ni una pizca de compasión... No se puede negociar con un ser así"

"Hay que intentarlo, no hay que dañar a nadie innecesariamente" le respondió con una sonrisa tranquila. "Yo iré con usted"

"Sarai ¿Puedo ir?" Le preguntó la menor.

"Podria ser algo peligroso... Si sasha-san esta de acuerdo en cuidarte yo debo ir sola son el señor Haru" después de explicarle, miro a la mayor por la pregunta que hizo.

"Vayan, yo cuidaré a akio... Y, sarai, por si acaso, hablale sobre el camino mas corto"

"Esta bien"

El camino era largo pero no tan peligroso, mas debían apurarse si no querian que la noche los sorprendiera, mas aun cuando ya era de tarde. En el camino, Sarai le hablo a Haru sobre el camino mas corto hacía el castillo, aunque este era peligrosos por las fuertes ventizcas de nieve que había.

No tardaron mucho, fue de noche cuando llegaron pero afortunadamente ya habian salido del bosque. El unico lugar llego a esas horas era la taberna del pueblo, por lo que entraron en ese lugar por petición de Haru, con la esperanza de hallar a Akamiri ahí.

Al llegar, para su gusto o disgusto, a quien buscaban en particular no se encontraba todavía.

"¿Por qué solo estás tu? ¿Donde estan Akamiri o Toshinori? ¿Por qué tardaron tanto en regresar ¡Fueron casi seis dias!" Fue la pregunta de un de los aldeanos

Explico lo que paso y obviamente no le creyeron, solo algunos pocos que no creían nada la fachada de "Héroe" de Akamiri. Se quedo en ese lugar con Sarai para demostrar que no mentía y exponer por fin la verdadera persona que era aquel cazador al que tanto idolatraban.

"Esta semana llegaron nuevos libros, esperaba que trajeran a akihiro de vuelta para que pudiera leerlo" dijo el pelirrojo mientras veía al mayor. "También le creo, yo y mis hermanas, podemos ayudarlo" le susurró.

"Gracias, muchacho, pero ya podria ser algo... Tarde..."

"No piense así aún"

Mientras ellos dos hablaban, la bicolor se encontraba sentada un poco mas lejos, bebiendo un vaso de agua que le fue otorgado por una chica de cabellos rosados.

"Gracias, señorita Naiko" le agradeció y dejo el vaso a un lado una vez terminado.

"No hay de qué"

"Es de los unicos que han sido amables, creo que por mis ropas actúan así" suspiro con resignación.

"Ignoralos, no tienen modales" le sonrio, hasta que una trabajadora del lugar se le acercó a ofrecerle una empanada en una bandeja como a los demas. La tomó y se la comió de una manera que podria describirse como un poco bulgar. "...lo shrnto" se disculpo de inmediato y tapo su baco al darse cuenta que hablo con la boca llena de comida. "Lo siento" se disculpo claramente.

La bicolor la vio un momento antes de reir suavemente. "No te preocupes"

Las dos hablaban como si ya se hubieran conocido. De hecho, ambas sentían que ya era así pero seria extraño, considerando que no recordaban haber visto a la otra en su vida. Ninguna sabía que no recordaban a la otra mitad de su corazon.

Fue tardado, pero pronto a quienes todos esperaban llego con toda la tranquilidad del mundo, mas muchos se extrañaron cuando Akamiri vio a Haru como si este fuera un fantasma que no debería estar viendo.

"Haru"  menciono Toshinori con cierto alivio y alegría. Hasta hace unos segundos le jabia planteado la idea a Akamiri de volver por Haru pero este con una sola mirada lo habia hecho callar.

"Akamiri ¿Atacaste a Haru?" Koro, de los pocos que creía lo que dijo el bicolor, se adelanto a preguntar antes de que el cazador dijera algo. Los ojos podian decir mas que mil palabras, y los de Akamiri tenian escrito en letras grandes 'Culpable'.

"Ha-haru... Amigo que bueno que estas a salvo, te hemos estado buscando estos ultimos... Cinco Días" hablo con un tono nervioso, escuchando los murmullos de los demas.

"Quisiste matarme dejandome entre los lobos" se levantó, su tono serio y enojado, tal vez un poco angustiado por el hecho de que en el fondo sabia que no le creerían.

"¿Lobos...? Dejarte llevar por tu delirio es una cosa y otra... Es que me acuses de intento de homicidio"

"Haru... ¿Tienes alguna prueba de lo que dices?" Hablo uno de los aldeanos que no sabia a quien creerle.

"¡Si! Si tengo una prueba, Sarai escucho y vio todo, ella puede decirles lo que paso" dijo el bicolor, mirando a la chica.

La de ojos heterocromaticos iba a hablar, hasta que el peli-gris la interrumpió.

"JA! ¿Quieres sustentar tus acusaciones con el testimonio de una pordiosera y de... Indecente apariencia?" Menciono, acercandose a la chica y tocando uno de sus hombros con desagrado. Su última palabra hacia alusión al color de cabello y ojos extraños y poco agradables de la bicolor. "No te ofendas, por cierto"

"Alejate" la chica de cabellos rosados se acercó a ambos y aparto bruscamente la mano de Akamiri del hombro de Sarai.

La chica solo miro a Haru, intentando decirle silenciosamente que no podria ayudarlo, ya que era obvio que tomarian en serio las palabras de Akamiri y no le creerian a ella tampoco.

"E-entonces... ¿Que tal Toshinori? El estuvo ahí, presenció todo"

"¿D-disculpa?"

"Cierto, que no venga de mi entonces...Toshinori, mi amigo de toda la vida" se acercó con una sonrisa falsa hacia el chico de cabellos rubios y lo tomo por los hombros. "Diles a todos la verdad, de que yo, tu gran y mas leal amigo ¿En verdad ataque al padre, de la unica persona a la que eh amado?"

"B-bueno eso es complicado de responder y..." Detuvo sus palabras cuando el peli-gris apreto su agarre en sus hombros, asustandolo y lastimandolo un poco. "Pe-pero... No... N-no lo hizo..."

"Ustedes son unos..." Se acercó al peli-gris con las intenciones de golpearlo, estaba hartó de su actitud, mas Akamiri era mas fuerte que él y obviamente lo detuvo.

"Haru... Me apena admitirlo pero te has vuelto un peligro para ti y para otros" empezo a hablar con calma fingida. "Con razon Akihiro huyó de casa... Tu necesitás apoyo, un buen lugar que sane tu mente dañada" le sonrio y se puso detras de el, empujandolo un poco hacia tres hombres que se acercaron lentamente. "Todo estara bien"

...

Mientras, esa misma noche en el castillo unas cuantas horas antes, se podian escuchar las palabras preocupadas de Ciro mientras los demas objetos intentaban ayudarlo.

"Y... Y lo ví ahí en el salon de baile y habia tomado un poco de vino que pedí en la cocina y le pregunté '¿Y si bailamos juntos esta noche?' ¡Jamas imagine que me diría que si!" Se quejaba y hablaba nervioso mientras terminaba de enjuagarse. "¿En que pensaba...? Mas bien ¡No pensaba!'

"No hables así ¡Fue perfecto! Quitando que podrias estar un poco ebrio...A la rosa solo le quedan cuatro petalos y esta noche debes decirles lo que sientes"

"Ahora me siento como un imbecil... El nunca va a amarme y yo estoy... Confundido"

"¿Confundido de qué? Amo, se sintió celoso de una tacita y un libro ¿Debo decir algo mas para que ya no este confundido?" Hablo la tetera.

"Y yo soy un niño" añadió suchimi, fulminando a Ciro con la mirada. "Bueno... Una taza, por ahora"

"Ademas, aun no te desanimes" añadió el candelabro, mas sus velas fueron apagadas al caerle agua cuando la bestia sacudió el exceso de agua que aun había en su pelaje. "Eso no era necesario" bufó, sus velas volviendo a prenderse por si solas. "El podría ser el indicado"

"No digas eso, no hay un 'Indicado' o algo asi"

"Vamos, ira ahí, sonara la musica, lo guías para bailar como el caballero que no eres pero intentaras ser"

"Y cuando sea el momento ideal, le dirá lo que siente" el plumero termino de decir el pequeño plan.

"¿Como sabre que es el 'momento ideal'?"

Todos miraron a seiko, Akira y Takeo.

"¿Por qué nos miran asi?"

"Ustedes dos" apunto Yao al plumero y al candelabro. "Son pareja desde hace años" luego apunto a seiko. "Y tú te ibas a casar"

"Ah... Sentiras nauseas" declaro el candelabro.

"Tu corazon se va a acelerar" dijo el plumero.

"Lo que planeabas decir se te olvidara justo en ese momento" añadió la tetera.

"Lo unico normal aqui y lo que me ayuda es lo que dijo Takeo" la bestia frunció el ceño al no tener mucha ayuda al parecer.

"Tranquilo, ciro, lo haras bien... Eso esperó"

"Solo deje de estar nervioso y digale a Akihiro lo que siente" seiko intento calmarlo. "Porque si no hace eso, le prometo que beberá té frío por el resto de sus dias" culminó.

"A oscuras"

"Con mucha tierra"

"A oscuras con mucha, mucha tierra" dijeron los objetos para asustarlo y que cooperará.

Los objetos finalmente se encargaron de cada uno hacer su parte para dejar reluciente, impecable y presentable a Ciro, el cual se quejaba un poco pero no hacia nada para apartarlos.

"¡Terminamos! Te vez..."

"Ridiculo" dijo yuudai.

"Ya no es un humano, necesita otro estilo para verse mejor en esta forma" dijo el plumero que volaba alrededor de la bestia para verlo desde distintos ángulos para ver que podían hacer.

Y asi, los objetos volvieron a trabajar en la presentación de Ciro, esta vez, fijandose en mas detalles y no haciendolo como antes cuando esté era un humano.

Por otro lado, Gloria tenia una mejor suerte con Akihiro a la hora de arreglarlo.

"¡Quedaste divino! De mis mejores trabajos en años, tu apariencia ayuda mucho"

El bicolor rio un poco y agradeció la ayuda. Vestía una camisa de color verde olivo con decorados dorados, los bordes estaban dentro de un pantalon marrón oscuro algo pegado en la parte de su cintura, unos zapatos negros con decorados dorados y tacon pequeño. Su cabello largo iba suelto,muy bien cepillado y acomodado.

"Los pequeños detalles salieron perfectos, estas listo"

...

El gran salon, antes polvoriento y oscuro, ahora estaba bellamente iluminado y decorado, parecía sacado de los tantos libros que habia leido.

Bajaba por las escaleras y bajando su mirada logro ver a ciro. Sonrio y rio un poco al verlo tan diferente ahora, con su pelaje bien arreglado, un traje azul con decorados dorados, una camisa blanca y pantalones negros. Lo que provocó su risa fue notarlo tan nervioso pero con una sonrisa.

Ciro lo ayudo a bajar las escaleras y akihiro acepto el gesto encantado. La musica comenzo a sonar, una suave y hermosa melodia que tocaba Takehiro, acompañado de seiko quien cantaba.

Fábula ancestral
Sueño hecho verdad
Belleza y fealdad, juntos hallarán
Más que una amistad

Ambos estaban en el gran salon, frente a frente. Akihiro se inclino primero y luego Ciro, como el saludo característico antes de cualquier baile. El bicolor extendió sus manos para que la bestia las tomara y este, con sumo cuidado, tomo las suaves manos del chico, empezando así el hermoso vals.

Algo allí cambió
En su corazón
Una historia ideal, mágico final
Akihiro y Bestia son.
Siempre será igual
Siempre sin pensar
Siempre existirá
Como la verdad de que el sol saldrá

La música acompañada del canto eran hermosos, las luces los acompañaban mientras bailaban, perdidos en la mirada del otro, disfrutando de aquel momento tan bello.

Fábula ancestral
Canto celestial
Es tan singular
Que te hace cambiar lo que estaba mal

De pronto solo quedaban las luces de las velas, atra vez de cristales en el techo y los colores del propio salon.
Era como vivir un sueño, o estar en uno, respectivamente para ambos.

Ciro levanto a Akihiro, dando una vuelta y volviendo al suave movimiento de pies y movimiento al rededor del salon.

Siempre como el sol
Surge la ilusión
Fábula ancestral
Música inmortal
Akihiro y Bestia son.
Fábula ancestral
Música inmortal
Akihiro y Bestia son

Los objetos que los veían sonreían y mientras aquellos dos se alejaban al balcon de aquel gran salon, ellos se retiraron para dejarlos solos. Las velas en el lugar se apagaron y la musica cesó de a pocos. Ninguno de los dos quería que ese hermoso baile acabara, no era solo bailar si no estar con el otro, esa magia, calidez y tranquilidad solo podía brindarlo el uno al otro.

Dirigiéndose al balcon, veían la hermosa luna que acompañaba a la noche llena de estrellas.

"No habia bailado en años... Casi olvidó como se siente" aquel silencio comodo que se habia formado fue roto por Ciro. "Aunque puedo decir... Que ningun otro baile me agrado tanto como este"

El silencio volvio a reinar. Akihiro estaba viendo en paisaje que le otorgaba estar a elevadas alturas con leve tristeza y anhelo. Después de todo, seguia estando confinado a estar en el castillo o al rededor de este.

"Es... Absurdo, supongo..." No sentía que ese fue el momento 'ideal' o algo asi, pero quería decirle lo que sentía ahora. "Que una criatura como yo esperé... Algún día poder ganar tu afecto"

"Pues... No lo sé" lo miro con algo de duda sobre sus propios sentimientos.

"¿En serio?" Parecio animarse un poco con esa respuesta y tener algo de esperanza. "¿Crees que serias feliz aqui?"

"Respondeme tú... ¿Alguien puede ser feliz sin ser libre?"

Podia darle la razón, tal vez si la tenía, pero decidió guardar silencio mientras ambos volvian a ver el paisaje de noche cubierto de nieve.

"Mi padre me enseñó a bailar hace años" hablo el bicolor. "Solia pisarlo demasiado hasta que aprendí" rio un poco, pensando en como estaría.

"Lo extrañas ¿Cierto?"

"... muchísimo"

Su expresión pareció demasiado incomoda y algo arrepentida, hasta que tuvo una idea. "¿Quieres verlo?"

Al ver la mirada confundida del mas bajo, tomo su mano con suavidad y le indico que lo siquiera hacia el ala oeste. Una vez ahí, en la mesa donde se encontraba la rosa, tomo el espejo a su lado y se lo entrego.

"Dile lo que deseas ver, te lo mostrara, sea donde sea"

Akihiro tomo el espejo, viendolo confundido, mas un espejo mágico no era algo del otro mundo después de todo lo que habia visto y escuchado hasta ahora. "Deseo ver a mi padre" le hablo al espejo.

El espejo inmediatamente mostro la imagen de su padre y contrarió a lo que esperaba, las cosas no iban nada bien. Varias personas intentaban someterlo y retenerlo mientras hacia lo posible para escapar, Aunque esto fuera en vano.

"¿¡Papá?! ¿¡Que estan haciendo?!" Su expresión cambio rápidamente a una de preocupación total. "Esta en problemas..." Decia, sin saber que hacer al tener que quedarse ahí.

"Entonces ve con él" su tomo de voz era algo bajo y tal vez de tristeza y resignación.

"¿Que... Dijiste?"

"Ve con él, no pierdas mas tiempo aqui... No eres mi prisionero"

Aun sin saber que decir, akihiro se apresuro a devolverle el espejo, pero ciro no lo recibió y nego.

"Quedatelo, asi podras verme cuando quieras"

"... Gracias" dijo mientras retrocedio, viendolo por ultima vez antes de voltear y salir corriendo lo mas rapido que pudo.

Bajaba las escaleras con prisa hasta que la puerta principal se abriera por si sola. Miro una ultima vez tras suyo hacia el castillo, notando a seiko tras los barandales. No quería dejarlos, se prometio volver en cuanto ayude a su padre y salio corriendo a buscar a yui para ir hacia el pueblo.

...

En el castillo, en la misma habitación los demas objetos, exceptuando a seiko, entraron felices a hablar con Ciro, ajenos a lo que habia pasado.

"Debo admitirlo, jamas pense que funcionaría pero todo siguio su curso como las manecillas de un reloj" hablo yao con una sonrisa mientras se acercaba.

Todos lo veían felices, con la esperanza de que serian humanos nuevamente. Aquellas expresiones hicieron que el sentimiento se culpa volviera a golpear a ciro.

"Yo... Deje que se fuera"

"Usted... ¿Que?"

"¿Por qué lo Hizo...?"

"Pues... Tenia que hacerlo..."

"¿Pero por qué?"

"Porqué él lo ama" dijo seiko, acercándose a los demas.

"Pero entonces... Si no somos humanos significa..." El candelabro detuvo sus palabras antes de seguir.

"Que akihiro no lo ama... Y ahora ya es tarde"

"Pero tal vez él aún vuelva" el plumero intento pensar de una manera mas positiva.

"No... Yo lo liberé y... Lamento no poder hacer lo mismo con ustedes... Ahora salgan, no nos queda mucho tiempo" dejo escapar un suspiro de resignación, viendo la rosa, a la cual se le caía un petalo, haciendo que el castillo tiemble un poco.

Yao, Seiko, Akira y Takeo pensaron que tenían que aceptar el destino que ya se veía venir para todos. Solo se dieron la vuelta y decidieron salir para pasar los últimos momentos que les quedaban.

"Hace cinco años te dije que era el momento y no me hiciste caso ¿Que harás ahora?" El reloj parecía reprender otra vez al candelabro. "Tuviste tu oportunidad, yo ni eso logre tener"

"Lo sé, lo sé... Pero ¿Como iba a saber que pasaría esto? Ahora ya no importa... Solo hay que estar juntos, vamos con los demas"

"Supongo que tienes razon... Y al final ¿Donde dejaste el anillo?"

"Ese día lo traía conmigo... No se donde estara"

"Eres un caso, Akira"

Los dos rieron y se acercaron a los demas. Aun tenian algo de tiempo y en esos cinco años, se habian vuelto mas que compañeros o amigos, se habian vuelto una familia.

...

En el pueblo, un carruaje de color negro llevado por dos caballos y un hombre de mediana edad se acercaba a dónde una multitud estaba reunida. Akamiri tenía sujeto a Haru y cuando el carruaje se acercó y otros abrieron las puertas, lo empujo bruscamente adentro.

"¡El necesita un hospital! ¡No un manicomio!" Koro seguia intentando detener al peli-gris pero este lo empujo bruscamente, haciendo que cayera al suelo.

"¿Quieres ir con el?" Amenazó y al escuchar el silencio de Koro simplemente sonrió y se alejo de él con una sonrisa y se acercó al carruaje para hablar con haru. "¿Has visto el interior de un lugar como ese, haru? No durarias ni una semana" sonrio con arrogancia. "Dame tu afirmación para casarme con tu hijo y te dejaré libre"

"Jamas..."

Su expresión paso a ser una enojada y seria, Cerrando las puertas del carruaje. "¡Llevenselo!"

Los caballos comenzaron a moverse, listos para irse hasta que fueron interceptados por akihiro y yui, siendo forzados a detenerse.

Akihiro bajo rápidamente de la yegua y se apresuró a acercarse a las puertas del carruaje.

"¡Papá!" Lo llamo y se preocupo al verlo herido. "¡Liberenlo ahora! ¡Esta herido!"

"No esta en nuestras manos... Pero estara bien cuidado, haremos que mejore, su mente es un problema ahora mismo" el jefe del manicomio se acercó al bicolor para hablarle y 'explicarle la situación'.

"¡Mi padre no esta loco!" Le grito y volteo a ver al peli-gris. "¡Akamiri, dile la verdad!"

"Yo le soy fiel a tu familia, akihiro... Pero tu padre dijo cosas... Incoherentes y fuera de lo normal, algo sobre una bestia y cosas que hablan ¡Y nieve en pleno otoño! Comprende... Necesita ayuda"

"¡Yo ya estuve en el castillo y si hay una bestia!"

"Lo dirias con tal de liberarlo, lo que dices no prueba nada"

"¿¡Quieres una prueba?!" Tomo firmemente el espejo. "¡Muestrame a Ciro!" Inmediatamente el espejo nosotros la imagen de el en uno de los balcones del castillo. "¡AHÍ ESTA TU PRUEBA! ¡AHORA LIBERA A MI PADRE!"

Mientras mostraba el espejo, todas las personas retrocedieron asustadas, hasta que el peli-gris intento arrebatarle el espejo, consiguiendolo.

"Miren a esta bestia... ¡Miren sus colmillos! ¡Sus garras!" Acercó el espejo a los aldeanos y estos retrocedieron con un grito por el susto.

"¡No hay por qué temer! El es gentil y amable... No dañaría a nadie"

Los aldeanos comenzaron a murmurar y el peli-gris aprovecho que nadie le creeria al joven. "¡El monstruo le ha lanzado un embrujo! Si no lo conociera bien diría ¡Que siente afecto real por él!"

"El no es un mounstro, Akamiri... ¡Tú sí!"

"¿Lo ven? ¡Esta bajo el control de la bestia! ¡Esto es una amenaza para nuestra existencia! ¡No podemos dejar vivir a esa horrible criatura!"

Los demas aldeanos gritaron en afirmación a excepción de algunos.

"Encierrenlo a él también" ordenó y rápidamente cuatro hombres fueron a sujetar a akihiro para encerrarlo junto con su padre.

"¡Detenganse! ¡No te saldras con la tuya Akamiri!" Gritaba. Habia logrado golpear a uno de los cuatro que lo sostenían y patear a otro pero al instante lo empujaron bruscamente hacia dentro del carruaje y cerraron la puerta.

"Akamiri... Con todo respeto..." El rubio se acercó y tomo el hombro de su amigo, pero se alejo cuando este volteo a verlo con enojo.

"¿Quieres acompañarlos?" Lo amenazó y luego se alejo. "Trae mi caballo... ¡Hagan guardia! ¡No los dejen escapar!" Les dijo a los demás. "¡Esta criatura nos condenara si no lo detenemos! ¡ASI QUE HAY QUE DESTRUIR A ESA BESTIA!"

Todos gritaron en afirmación y pronto cada uno se dirigió a agarrar algun arma o encender antorchas con fuego, la mayoría estaban convencidos de que atacar era lo mejor para estar a salvo, excepto algunos que retrocedieron com cautela y se escondieron, sabiendo que no podrían con una multitud enojada y llena de armas.

Nadie a salvo estará
En las noches cazará
Hasta nuestros pobres niños ese monstruo comerá
Y si no lo detenemos mucho mal provocará
Ya tenemos que acción tomar
¡Lo iremos a atrapar!

Akamiri lanzó una antorcha con fuego hacia una carreta de madera, haciendo que esta se quemara y varios de los aldeanos acercaron sus propias antorchas al fuego para entenderlas, cada uno preparando su arma.

Juntos ya, sin temor
Sin que nada nos detenga
En la oscuridad del bosque fantasmal
Y al pasar
¡Qué emoción!
Por el puente del castillo
Hallaremos algo horrible al entrar
Bestia es, de colmillos filosos
¡Criminal!
Él es cruel por placer
Y aunque ruja feroz
No podrá detenernos
¡Y al fin!
Morirá
¡Muera ya!

El peli-gris subio a su caballo y gracias al espejo pudo saber que camino tomar para empezar a guiar a todos.

Entre la multitud, una niña peli-negra acompañada de una mujer rubia se escabullian entre todos. Akio y sasha intentabas buscar a Sarai, mas La mayor otras intenciones tenia y era la de dejar a la niña con su hermana antes de irse a culminar con algo importante.

Cuando pudo ver a la bicolor escondida junto con una chica de cabellos rosas sonrio al ver que aun con los recuerdos bloqueados parecían tener ese vinculo una vez más. Solto la mano de la niña cerca de donde estaba escondida su hermana e hizo como si la multitud no le dejara ir por ella hasta que se perdieron de vista y siguio a los demas.

"¡Señorita sasha! ¡Se-señorita sasha! ¿¡D-donde esta?!" Llamaba con desesperó hasta que Alguien la empujo sin fijarse en ella. Estuvieron apunto de pisarlo hasta que sintio como era jalada por alguien.

"¡Akio! ¿¡Estás bien?! ¿Que haces aqui?" La abrazo, angustiada.

Antes de que la peli-negra respondiera, ambas sintieron como eran jaladas nuevamente. Fue Naiko quien las salvo antes de ser empujadas por Alguien mas y correr el riesgo de ser pisoteadas por los demas aldeanos que no les importaría pasar por sobre encima de ellas.

"Gracias" dijo la bicolor, aun abrazando a la pequeña que estaba asustada mientras veían como los aldeanos seguian a Akamiri.

Las antorchas tener
Con valor en mi caballo voy
Contamos con Akamiri para vencer
Con honor, cazador
Aquí van todos conmigo
Pues sé bien que harán lo que ordene yo
Una bestia anda ahí y no hay duda,
Pero veo otro monstruo surgir
Hay que ir juntos ya,
A luchar
Con los arcos y espadas atacar

...

En el castillo, los objetos se encontraban cerca a una ventana mientras Takehiro tocaba una melodia para apaciguar el ambiente.

"Al menos aprendió a amar" hablaba el candelabro, el cual sostenia al plumero mientras ambo bailaban al rededor con la melodia que tocaba el piano. Tal vez sería de las ultimas veces que tendria la oportunidad de tener momento así con él.

"Lo cual de nada sirve si ella no puede amarlo también" Desalentó Yao.

"No... Esta fue la primera vez que tuvo esperanza después de tantos años..."

Hablaban hasta que escucharon el relincho de un caballo.

"¿Escucharon? ¡Tal vez volvió!" Grito Tsuchiro, feliz mientras iba a asomarse a la ventana acompañado de todos.

Los demas objetos de asomaron a ver a la ventana, hasta que todos temieron al ver toda la gente que venia, com armas y antorchas.

"¡Invasores!" Gritaron todos y corrieron rumbo a la puerta principal.

"Bien, se los dije, no hay amor verdadero" se resigno el reloj mientras los seguia a paso lento.

"¡Hay que armar una barricada!" Grito el candelabro junto con los demás.

Todos los objetos obedecieron y se juntaron en la puerta. Primero los grandes y luego los pequeños como soporte.

Levantar el tendón
Marcharemos al compás
Sin temor y sin sentido al corazón,

Afuera, varios de los aldeanos sostenían un tronco con el cual golpean la gran puerta. No tardarían mucho en entrar.

"¡Voy por ayuda!" Grito yao, subiendo las escaleras a toda rapidez para buscar a Ciro.

Entonar la canción
Aquí vamos cien franceses
Y tenemos la razón
¡Que muera ya!
¡Muera ya!
¡Muera ya!

...

Aun en el pueblo, Akihiro intentaba con desespero encontrar una manera de salir del carruaje.

"Tengo que advertirle, son demasiados, le haran daño a él y a todos" empujaba la puerta con todas sus fuerzas, mas no lograba nada. Los barrotes de la pequeña abertura que habia estaban demasiado juntos y su brazo no entraba por ellos.

"¿Advertirle? ¡Si apenas escapaste de él!"

"El me liberó papá, no me hizo ningun daño, estuve a salvo todo el tiempo, incluso me protegió... Necesito ayudarlo, paso esto por mi culpa"

"Akihiro..."

Aun si le creía, no quería que se fuera. Podia ser demasiado peligroso y no queria que nada mas le pasara, no después de todo.

Mientras, afuera los pocos que se habían quedado intentaban pensar en un plan rapido para sacar a Haru y Akihiro.

"Nisiquiera sabemos donde esta la llave"

"El debe tenerla"

"¿Y si se la llevo Akamiri o alguien mas?"

Susurraban hasta que notaron que la menor de ellos no estaba. Akio solo fue sin pensar mucho en lo que haría.

"¡Usted!" Grito la pequeña. "Dejelos ir ahora" hablo hacia el hombre que estaba encargado de llevarse a los dos que estaban encerrados.

"¿Una... Niña? No molestes, mocosa" estuvo a punto de empujarla hasta que sintió como tocaban su hombro. Volteo a ver quien era y recibió un golpe que lo tumbo al suelo.

"Ni te atrevas a tocarla" era sarai quien lo había golpeado. Normalmente hablaba, pero si se trataba de la unica familia que tenia, hacía lo necesario.

"Naiko, cierra la boca, te van a entrar moscas" hablo Maiko al ver a su hermana sonreir como boba con la boca abierta en una especie de trance.

Mientras los demas salian de sus escondites, Sarai busco la llave en la chaqueta del hombre inconsciente. Cuando la encontró se apresuró a abrir las puertas del carruaje para que Akihiro y Haru pudieran salir.

Inmediatamente las puertas se abrieron, akihiro ayudo a su padre a salir. No queria dejarlo y aún tenia las dudas de ir solo, pero un pequeño empujón de su padre llamo su atención.

"Anda, estaré bien, salvalo"

Akihiro sabía que su padre solo conocía el lado malo de Ciro, pero su mirada le decía que podía ir a ayudarlo, que confiaba en él plenamente. Vio a los demas, a lo que un chico con algunas manchas en su piel de distinto color le aseguro que lo cuidarían.

"Iremos al castillo también, pero cuidaremos de él en todo el camino, lo prometemos"

Depósito su confianza en ellos y sin tardar demasiado se subio encima dd yui y esta comenzó a correr lo mas rapido que podía hacia el castillo.

...

En lo alto del castillo, Yao se apresuró a ir hacía el ala oeste para hablar con Ciro y pedir su ayuda.

"¡Ciro! ¡ciro! ¡Están atacando el castillo!" Le decía, cansada por subir tantas escaleras así de rápido. "¿¡Que hacemos?!"

"Nada, solo dejalos pasar... Si ustedes no se mueven no les harán nada..."

Yao lo veía, esperando que dijera que era una de sus bromas, o que ya se le habia pegado el mal sentido del humor de Akira, hasta que no escucho nada más y enojada decidió bajar a ayudar a los demas. No podia seguir esa orden.

Los demas intentaban con todas sus fuerzas resistir para no dejarlos pasar, pero cada golpe los empujaba mas y no aguantarían mucho tiempo.

"¡Esto no esta funcionando! ¡Necesitamos otro plan!" Gritaba Takeo, intentando como los demás objetos pequeños servir de soporte para que nos los empujarán tan fácilmente, pero seguia sin funcionar.

"¡No se me ocurre nada...! ¡Esperen! ¡Esperen! ¡TENGO UNA IDEA!" Grito el candelabro.

Afuera, los aldeanos seguian intentando abrir la puerta, golpeándola con el tronco una y otra vez hasta que en un ultimo golpe lograron abrirla.

Todo estaba oscuro y en silencio, el frio viento entro al castillo y al rededor habian bastantes objetos agrupados.

"Akamiri ¿No te da siquiera un poco de miedo la posibilidad de que este castillo este embrujado? Estas poniendo en peligro a todos..." Le susurraba Toshinori.

"No te asustes ahora, Toshinori" fue lo unico que dijo mientras miraba el espejo, lo que le indicaba que la bestia estaba en lo mas alto del castillo.

Varios de los aldeanos iban entrando, cada uno sentía una vibra familiar, como si ya hubieran estado en ese lugar. Por otro lado, Toshinori se acercó a un carrito en donde estaban Seiko y Tsuchiro fingiendo ser objetos inanimados.

"Ay hola que tal, tu debés ser una de las tacitas que hablan" diria con una risa mientras veía a la peque taza y luego pasaba su vista a la tetera. "Y supongo que tu eres su abuela"

La tetera abrio de inmediato sus ojos, completamente indignada. "¿¡Su abuela?! ¡¡¡ATAQUEN!!!"

Esa fue la señal para el plan que habia compartido Akira comenzará. Las luces se prendieron y la chimenea volvió a irradiar fuego. Todos los objetos comenzaron a moverse y atacar a todos los aldeanos.

Un perchero Quiso atacar a Akamiri pero este tomo a Toshinori para usarlo como escudo humano. El perchero ni lo penso y solo los golpeo, hasta que Akamiri empujo a Toshinori atras suyo para que el piano que planeaba atacarlo cayera encima de él.

"¿P-puedes ayudarme?" Le pidio.

"Lo siento amigo, no eres tan importante" se retiro, dejandolo solo.

"Eso tuvo que doler" le dijo Takehiro quien seguia encima de Toshinori.

Mientras los demas objetos seguian peleando. Los libros volaban y golpeaban en la cara a los aldeanos, las sillas hacian que se tropezaran, algunas ollas se colacaban en las cabezas de los aldeanos, otros cubiertos los golpeaban y los aldeanos solo podian Intentar defenderse.

Takeo junto con los demas plumeros volaban al rededor y usaban el polvo que siempre limpiaban para golpear en la cara con este a los aldeanos. El plumero de tonos rojizos seguia en lo suyo hasta que uno de los aldeanos lo tomo con sus dos manos y comenzo a sacarle las plumas mientras Takeo forzejeaba para que lo dejara.

Akira no estaba tan lejos y al fijarse en lo que el aldeano estaba haciendo se acercó rápidamente y con una de sus velas le prendio fuego a la parte trasera de este, haciendo que salga corriendo y soltara a Takeo, asi que lo atrapo antes de que cayera al suelo.

"¿Estas bien?"

"Si, Gracias a ti"

Los dos sonrieron y volvieron a la pelea a ayudar a los demás. Takeo siguio a unos hasta que vio que perseguian a Peter, el cual entro a la cocina, acorralando al pobre taburete que temblaba de miedo.

"¡LANCEN LOS CUCHILLOS Y CUBIERTOS!" Grito el plumero desde atras, haciendo que de los cajones de la cocina salgan vários cuchillos, tenedores y cucharas que atacaron directamente a los aldeanos que habian acorralado a Peter mientras takeo volvia a golpearlos com el polvo.

En medio de toda la pelea, nadie se dio cuenta que Akamiri habia subido varias escaleras mientras buscaba entre las habitaciones a Ciro.

Todos los objetos estaban centrados en defender el castillo. En las escaleras, Yao llegaba junto con Gloria y muchos libros.

"¡AHORA, DENLES UNA LECCIÓN!" Grito desde las escaleras y con una aguja apunto hacia los aldeanos, haciendo que todos los libros empezarán a golpear a los aldeanos. "!A eso le llamo libros, mosqueteros de tercera!" Dijo mientras veía a tres aldeanos vestidos de una manera algo rara, hasta que los tres la miraron con obvias intenciones de ir por ella. "Mejor me voy..." dijo retrocediendo un poco para bajar las escaleras y ayudar a los demas.

Antes de que siguiera bajando las escaleras, los mismos tres hombres la interceptaron.

"V-vamos chicos, solo soy un reloj" decia mientras retrocedia.

Cuando ya no le quedo camino, Gloria se interpuso en el camino.

"A ver a ver que tengo por aqui" hablaba y abrió sus puertas y cajones, tirandole a los tres un montón de telas y dejandolos vestidos como unas bellas princesas. Dos salieron corriendo y el ultimo que quedo pareció feliz mientras se marchaba. "¡Eso es! ¡Quedaron divinos!"

Todos peleaban y seguian sumidos en sus batallas para echar a los aldeanos. Nadie logro darse cuenta que Akihiro entro lo más rápido que pudo sl castillo y al ver que tenian controlada la situación decidió ir corriendo hacai el ala oeste, com la esperanza de encontrar a Ciro ahí. Por otro lado, atras de él también estaba cierta mujer de cabello largo y rubio que lo seguía silenciosamente.

De pronto la tetera llego al lado de Gloria y Yao. El armario la tomo y la lanzo hacia la lampara colgante de cristal en el techo, se colgo de una de los extremos y empezó a derramar té caliente hacia todos.

"¿¡Como les gusta el té!? ¿¡Muy caliente!?" Gritaba mientras tiraba el té caliente hacia todos, hasta que se detuvo al ver a alguien muy familiar para ella. "¿K-koro?" Dijo viendo hacia la puerta donde estaba aquel que nombro. Se distrajo demasiado y termino cayendo, si nadie la atrapaba se romperia al ser una tetera de porcelana.

"¡Señorita seiko!" Grito la tacita desde el carrito de siempre.

Antes de que cayera el suelo, Toshinori que estaba cerca logro atraparla.

"Oh dios mio... Gracias señor"

"No hay de que" le dijo mirándolos hasta que él se agacho junto con ella por el ataque de un aldeano que vino por adelante, mas otro se acercó por atras. La tetera aprovecho a lanzarle el agua caliente y antes de que el de adelante se recompusiera Toshinori lo golpeo en la cara.

"Pero que buen golpe" sonrio la tetera.

"Antes estaba del lado de Akamiri pero... Tuvimos un... Mal momento, muchos de hecho"

"Yo creo eres muy bueno para él"

Toshinori asintio en agradecimiento por las palabras mientras ambos sonreían.

"Y bien ¿Regresamos a la lucha?'"

Los dos volvieron a pelear contra los demas aldeanos para que estos se marcharán.

"¡Esto es musica para mis oidos!" Gritaba el piano, pateando y golpeando a cualquier persona que se atravesara en su camino.

De pronto varios lo comentaron a rodear y frente a el una señora apareció con un hacha. "¡CALLEN A ESE INSTRUMENTO!" Se acercaban cada vez mas a el, no tenia escapatoria.

"¡TAKEHIRO!" Escucho un grito desde las escaleras.

"¡GLORIA! ¡MI CIELO!" grito al ver al armario.

"¡A VER USTEDES! ¡ALEJENSE DE ÉL!" grito y salto desde las escaleras para caer encima de algunos aldeanos y que los demas retrocedieran.

"Nunca cambia" si pudiera notarse, verian que estaba sonriendo ampliamente. Ahora, solo expulsaba algunas de sus teclas para golpear a los aldeanos.

"¡Cuidado con los pies!" Grito Akira quien habia encontrado unos explosivos en polvo y los exparcio por el suelo. Los encendió con una de sus velas y estas empezaron a explotar, haciendo que los pocos aldeanos que quedaban retrocedieran.

El grupo que apenas llegaba retrocedió viendo que los objetos ya habian logrado controlar la situación y se quedaron afuera con los demas aldeanos.

Las puertas terminaron por cerrarse y todos los objetos celebraban su Victoria, sin saber que el mas importante se les habia escapado.

...

Akamiri seguia subiendo las torres hasta que en lo alto de una encontro a Ciro, asi que saco la escopeta que siempre llevaba junto con su daga y se acercó cautelosamente.

"Hola, bestia" saludo con arrogancia. "Mi nombre es Akamiri, Akihiro me envio a por tu cabeza" se acercaba cada vez más.

Ciro le tomo algo de atención al escuchar el nombre de akihiro, pero sabiendo que el nunca haría eso, solo lo ignoro.

"Veo entonces ¿Que te enamoraste de él? Por favor... ¿En serio creíste que amaría a un mounstro como tú?" Se burlana, cargando su escopeta y listo para disparar, aprovechando que Ciro no le prestaba atención.

Al no obtener mas respuesta, decidió disparar en el hombro de la bestia. Ciro solo se quejo del dolor y por estar al borde de la torre termino cayendo, mas para su suerte logro agarrarse de otra torre y sostenerse.

Akamiri quería volver a disparar, aprovechando el estado de Ciro, mas un golpe lo detuvo e hizo que mirara hacia atrás.

"A-akihiro" dijo com sorpresa y agarrando parte de su cara que habia sido golpeada.

"¿¡DÓNDE ESTÁ?!" Le grito. "¡RESPONDE O VOLVERE A GOLPEARTE!"

"Oh... No tienes de que preocuparte, cuando regresemos serás mío y la cabeza de la bestia colgará de una pared"

Akamiri estaba dispuesto a disparar otra vez, mas Akihiro lo detuvo y tomo su escopeta, forcejeando para quitarsela. De pronto uno de los petalos de la rosa cayó, haciendo que el castillo temblara y algunos peñascos de donde estaba parado Akamiri se derrumbaram, causando que cayera. Para su suerte y la mala de Akihiro y ciro, logro salvarse sujetandose a tiempo y cayendo en otra habitación que tenia un hueco; sin embargo, su escopeta habia caido en la torre mas cercana.

Akamiri y akihiro miraron la escopeta y estaban decididos a obtenerla, mas El peli-gris habia calculado un camino mas rapido, por lo que llegaría a ella primero. El bicolor se apresuraba a llegar con Akamiri para intentar quitarle la escopeta, hasta que vio a Ciro casi cayendo de una de las torres.

"¡CIRO!" grito, viendolo al frente.

"¿Akihiro?" Miro al lugar de donde provenía el sonido y efectivamente, logro ver al bicolor. "¡akihiro! ¡Si volviste!" Parecía esperanzado.

"¡Lo siento! ¡Intente detenerlos!"

"¡Quédate ahí  ¡¡Voy en seguida!" Parecía entrar en razon después de haber estado completamente ido desde que el bicolor se fué. Llendo de torre en torre y con sumo cuidado, se acercaba cada vez mas al lugar donde se encontraban akihiro.

La situación no podía empeorar más, o eso fue lo que pensaron. El sonido de otro disparo alertó a Akihiro y vio a Ciro que cubría aquella herida de bala en su espalda. Akamiri estaba demasiado cerca y dispuesto a disparar otra vez, hasta que Ciro lo empujó, lo golpeo y le arrebato la escopeta, tirando el arma lo mas lejos que pudo.

"¡Intente ser amable e ignorarte, pero contigo eso es imposible!" Le grito, tomandolo del cuello y acercándolo hacia el precipicio. Estaba dispuesto a soltarlo.

akihiro intento acercarse a ellos lo mas que pudo, estaba en la misma habitación donde estaba aquella rosa a la cual solo le quedaban dos petalos. No podia hacer mas para acercarse, solo podía verlos a ambos.

"¡P-por favor! ¡N-no me sueltes! ¡A-ayudame Bestia!" Suplicaba con terror, pues vida depender de la elección que haga Ciro. Si lo soltaba, moriría por la caida sin duda.

Ciro lo miró con furia, mas antes de que lo soltara vio a akihiro y nego para si mismo. No era una bestia, no iba a asesinar a alguien.

"Alejate de aqui ¡Vete!" Lo solto bruscamente y vio como Akamiri solo se alejo corriendo. "Estúpida rata" bufo, adolorido por los dos disparos que recibió y los golpes que se dió.

Volteo a ver a Akihiro y sonrió de inmediato. Sus ropas estaban algo sucias y con un poco de nieve encima, su cabello estaba algo desordenado pero aun con todo eso, era como ver a su ángel.

Vio la distancia que los separaba y suspiro con cansancio. Era un ultimo y largo salto asi que lo dió, estuvo a punto de caerse pero logro sostenerse y con la ayuda de Akihiro subio al balcón.

Lamentablemente no tuvieron el tiempo ni de decir una sola palabra cuando una daga llego a Ciro justo en su cuello. El responsable fue Akamiri que aún con las advertencias y la oportunidad que se le concedió, decidió atacar de igual manera y aprovechar el estado vulnerable en el que se encontraban.

Akihiro no tardo en reaccionar e intento ayudar a Ciro para que ambos se alejaran, pero el problema era que ya era demasiado difícil para él moverse. Se hubiera quedado más tranquilo de no ser porque vio que Akamiri tenia otra daga y sabía que una herida mas solo empeoraría las cosas.

"Vamos, muevete, por favor tienes que moverte" suplicaba desesperado, empujando a Ciro para alejarse del alcance del peli-gris.

Akamiri no desaprovechó la oportunidad y tiro la daga otra vez. Corto a ciro pero en el procesó también provocó una herida en el hombro de Akihiro.

Para su mala o buena suerte, un petalo de la rosa cayó y ahora solo tenía uno, mas el temblor que sufrio el castillo provocó que Akamiri terminara por caer hacía el suelo entre los escombros de abajo. Aquella era una muerte asegurada.

No pensó ni un momento en lo que le habría pasado a ese bastardo. Vio las heridas de ciro que no paraban de sangrar y aunque no quisiera aceptarlo, aunque pudiera detener la hemorragia ya habia perdido demasiada sangre.

"Oye...si volviste, pense que estaría solo despues de que cayera ese pétalo" Ciro rio amarga y débilmente. "Lo siento, te hirió a tí en vez de a mi" dijo, refiriendose a la herida en el hombro de Akihiro la cual sangraba y manchas su brazo.

"Por supuesto que volvi y claro que no estaras solo, voy a estar contigo desde ahora... No voy a dejarte" por mas que intentaba, su voz seguia siendo quebrada.

"No llores, no quiero irme sabiendo que te hize llorar" intentaba animarlo pero la realidad es que cada vez le costaba mas hablar.

Akihiro tomaba con algo de fuerza las dos manos de ciro, sin querer aceptar que ya no podía hacer nada. Su ultima esperanza cayó junto con el último pétalo de la rosa y los escombros que cayeron del castillo por el temblor que se originó.

"Por favor... ¿Estas jugando conmigo, cierto? Sabes que tienes un humor tan pésimo como el de Akira..." Intentaba negarlo, pero no podía hacerlo por mucho tiempo. Sus llantos ahogaban sus palabras y volvían sus pensamientos negativos.

Lo sabía, por supuesto que lo sabia, pero no quería aceptar que estaba muerto.

...

En la entrada del castillo, los objetos celebraban que los aldeanos se iban marchando y habían logrado su cometido de defender el castillo.

"¡Lo logramos, Takeo! No pense que mi plan funcionaría... Pero lo hizo" el candelabro reía mientras daba vueltas junto con el plumero, hasta que Takeo lo detuvo. "¿Eh?"

Deberían estar felices ¿No? Mas... El tiempo se habia agotado.

No tuvo tiempo ni de decirle al menos un 'Adios' o un 'Te amo' porque ya era demasiado tarde. Era por completo un simple plumero.

Se agacho para dejarlo con delicadeza en el suelo, sabiendo que no seria el unico y que en unos momentos todos correrian el mismo destino.

"Ay Takehiro... Creo que todos sabiamos que esto pasaría tarde o temprano" se resignaba el armario hasta que poco a poco perdía la movilidad y cerraba sus puertas y cajones sin quererlo. "Lo siento, te amo" fueron sus últimas palabras antes de ser finalmente un simple armario sin vida.

"Gloria... Gloria ¡Gloria!" Llamaba con desesperó el piano, mas sabia que en vano serian sus suplicas. Con las teclas que le quedaban comenzo a tocar una melodía que a ambos solia gustarles, hasta que cada vez se le fue mas difícil y empezo a desafinar las notas. No fue mucho el tiempo que tuvo antes de ser solo un simple piano y las velas que tenia se apagaran.

"Tengo miedo" el pequeño libro solo podia hablar, mas no moverse.

"Tranquilo, Nisu, todo estara bien" su hermano intento calmarlo, pero pronto los dos ya eran mas que simples libros.

"Es una lástima... Queria volverlos a ver" suspiro el libro de tapa color verde y cayó al suelo, volviendose un simple libro.

Gracias al aire, un pequeño retrato hecho a lapiz salio de sus hojas, donde estaban tres chicos juntos y sonriendo.

"¿Vieron a Tsuchiro? ¿O a Peter? No logro encontrarlos" decía seiko, viendo a todos sus lados hasta que ya no pudo moverse y su cara se borrara de la tetera.

Como si al menos el llamado de la tetera fuera escuchado, el taburete apareció corriendo junto con la tacita encima suyo, mas peter perdió antes la movilidad y tropezo en las escaleras. Con lo ultimo que pudo hacer, empujo a Tsuchiro al aire antes de que cayera al suelo para que al menos Alguien pudiera intentar atraparlo. Finalmente solo se quedo boca abajo como un taburete.

En el aire, la cara de la tacita se borro. Un perchero que estaba cerca lo tomo justo antes de que llegara al suelo y lo coloco al lado de Seiko. Luego el también fue un simple perchero.

Los unicos que quedaron fueron Akira y Yao, más no les quedaba mucho tiempo.

"N-no pue-do hablar bi-en" aunque lo intentara, ya no podia moverse y sus tuercas se entiesaban mas.

"No te asustes... Solo sera un momento" maldijo internamente que al le toco observar como todos sus amigos, su hija y su pareja desaparecían uno tras otro y solo quedaba él. Ahora le tocaba a Yao.

"Aun-que seas un ton-to, estos ul-timos años fueron... Agra... Da..." No pudo terminar su oración. Quedo inmóvil y se convirtió por completo en un reloj roto, pues sus manecillas no se movian y no emitía ningun 'tic, tac'.

"Agradable... Para mí también lo fue"

Fue lo ultimo que dijo antes de convertirse finalmente en un simple candelabro estatico, sus velas apagándose por la brisa de invierno que llego a todos los demas.

Todos fueron convertidos en objetos. En ese palacio ya no habia magia o vida, solo simples objetos viejos e inanimados.

...

En el balcón, Akihiro no paraba de llorar mientras se aferraba al cuerpo de Ciro. Era la segunda vez que pasaba algo asi, primero fue su hermana y casi su padre, esta vez, era Ciro. El último pétalo de la rosa había caído y por eso sabia que los demas ahora eran simples objetos. Por mas que quisiera intentar, aun no sabía la manera que existía de romper el hechizo y aunque la supiera, ya era muy tarde.

"Se que no me oyes... Y se que debí decirlo antes... Pero en serio te amo, aunque seas un bruto" Sonrió para intentar calmarse pero no lo lograba, solo seguia abrazandolo, ya ni siquiera sentía el dolor de la herida en su brazo.

Todas sus palabras fueron oidas por una mujer que al verlos y luego a aquella rosa, se acercó con cuidado a ellas y junto sus manos cerca. Los pétalos caidos iban juntandose, rompiendo la cupula de vidrio, acercandose a la Bestia y un petalo se acercó a su hombro, curandolo. La confusión en akihiro era mucha y el brillo cegador lo obligo a retroceder y apartar su mirada.

Cuando aquella luz desapareció y los petalos de la rosa estaban esparcidos alrededor, logro ver a un chico de estatura alta, cabellos castaños algo desordenados y ojos azules que se miraban a si mismo, como si fuera la primera vez en años que se veía.

Se acercó lentamente a él y cuando quedaron frente a frente ambos sonrieron y tomaron sus manos.

"Sigues siendo mas bajo que yo" comentó entre algunas risas mientras posaba su mano en la mejilla del bicolor y pasaba un mechon de su cabello tras su oreja.

"Callate" por mas que queria sonar enojado ante ese comentario, solo pudo reír y acercó a Ciro a sí para besarlo.

Las partes del castillo que estaban rotas se reconstruían por si solas y volvian a la normalidad. La nieve que cubría el lugar iba desapareciendo y el castillo era iluminado por el hermoso sol de otoño que comenzaba a aparecer junto con el amanecer.

En la puerta principal del castillo, Un perro grande comenzaba a ladras y se acercó a la pata del perchero que estaba cerca, mordiendolo, sin darse cuenta cuando ya estaba mordiendo telas y no madera. Daiki solo intento alejarse, aunque el perro lo tumbo al suelo en respuesta.

Mas atras, las puertas y cajones de gloria volvieron a abrirse, dejando escapar montones de telas que pronto la cubrieron a ella y al piano. Cuando lograron sacarlas, ya eran ellos mismos otra vez.

"¡Eres tú! ¡Y yo también! ¡Somos personas otra vez!" Decía la chica, atrayendo a Takehiro a sí, besandolo como si fuera la primera vez en años... De hecho, si lo era.

"Te extrañé tanto" sonrió, aunque al escuchar una risa de gloria se confundió. "¿Que pasa?"

"Te falta un diente" intentaba no reir, sabia que habia sido por las teclas que uso para defender el castillo. "Tranquilo, es de los de atras"

"Eso... Eso Ya no importa" solo rio y la abrazo fuertemente.

"¡Oigan! ¡Ayuden por aquí!" Era la voz de tres personas.

Los libros habian terminado enterrados entre las telas, hasta que entre ellos tomaron sus... Sus manos y lograron salir.

"... ¡Eres un niño otra vez!" Grito el chico pelimorado, abrazando a su hermano menor que luchaba para poder respirar, no quería apartarse, era el primer abrazo en años que recibía de su hermano mayor.

"Pero que lindos" rio un chico de cabellos verdes y ojos violetas. Los vio a ambos hasta que su mirada se desvío a aquel papel en el suelo, recogiéndolo y observandolo. "Tengo que buscarlos..."

Por otro lado, Yao apenas y se levantaba, intentando enfocar bien su mirada hasta que sonrió al ver de al chico peli-rosa delante suyo. Se adelantó a cualquier palabra y le dio un golpe en su hombro como 'saludo'

"¡Toma esto! ¡Espere años!" Dijo mientras reía.

"Auch... También es un gusto verte eh..." Rio un poco, tomando su hombro con algo de dolor. "Mira, estuvo conmigo todo este tiempo" dijo, enseñandole un anillo en la palma de su mano. Habia estado en el mango del candelabro que habia sido todo ese tiempo y nunca se dio cuenta.

"Ahora tienes tiempo de pedirle matrimonio, no desaproveches ningúna-" detuvo sus palabras cuando frente a ambos unas cuantas plumas rojizas se lograron observador.

El peli-rosa no espero ni un solo momento y se acercó al monton, tomando aquella mano que intentaba quitar todas las plumas que bloqueaban su vista.

"¡TAKEO!" Lo ayudo a salir y lo cargo, dándo un par de vueltas con el mientras reía. El pelirrojo de ojos Heterocromaticos le sonreía y reía por la repentina accion, igualmente feliz de volverlo a ver.

Los que estaban alrededor sonrieron, hasta que todos se quedaron viendo a Akira por lo siguiente que dijo.

"¡Casate conmigo!" Grito sin pensarlo y extendiendole el anillo, mas pronto se dio cuenta. "Q-quiero decir... Ay no..."

"...cuando te dije que no desaprovecharas ninguna oportunidad... No me refería a esto" Yao palmeo su frente por la idiotez que acababa de hacer el peli-rosa.

"Eso fue demasiado... Demonios, lo siento" se disculpo Akira, hasta que fue jalado y besado por el mas bajo.

"Sí, si quiero casarme contigo" rio divertido y enternecido por sus acciones y palabras.

Yao solo negó y rio, hasta que vio a la tetera y la tacita. Empujo el carrito y ambos antes de caer al suelo, eran otra vez humanos.

"¿Donde te metiste? Le habia prometido a tu madre que te cuidaría" sonreía la mujer peli-negra al niño de ojos coral.

"¡Lo siento señorita seiko!" El niño solo reía y se levantó de inmediato, con las intenciones de buscar a su madre.

Y asi paso en todo el castillo, cada objeto que habia sido hechizado volvia a la normalidad y se apresuraban a salir. Los aldeanos afuera poco a poco iban recobrando sus recuerdos sobre aquellas personas que estaban en el castillo o conocieron ahí.

Varios pudieron reencontrarse con sus familias o amigos.

"¡Seiko, seiko!" Gritaba Koro al verla a lo lejos. Llego a ella y la abrazo fuertemente. "Recuerdo todo, ya recuerdo... Perdoname, no se como pude olvidarlo" se disculpaba mientras la peli-negra acariciaba sus cabellos.

"No tienes nada de que disculparte, no es tu culpa"

Por supuesto, ellos no eran los unicos.

"¿¡Sute?! ¿¡Katashi?!" Aquel peli-verde buscaba a los dos mencionados entre toda la multitud, hasta que sintió dos manos en sus respectivos hombros.

"¡NO SE COMO TE OLVIDAMOS!"

Katashi se lanzo a abrazarlo entre llantos y seguido de él, Sute también se agacho a abrazarlos. Eran los tres otra vez.

Asi como parejas, hermanos también volvian a verse. Después de que Koro se encontró con Seiko, esta lo guío junto con Naiko, Maiko, sarai y Akio hacia donde estaban Takeo y Akira. Decir que fue un desastre fue quedarse corto porque risas, llantos, insultos y demas se escuchaban mientras el grupo se abrazaba.

"¡Peter!" Grito akio mientras abrazaba al perro, el cual lamía su cara y movia su cola por la felicidad de volver a verla.

"Ahora también recuerdo ¿Por qué no lo ví? ¡Te tenia enfrente!" Se reprochaba Naiko mientras veía a Sarai.

"Fue ese hechizo, no te eches la culpa" rio y abrazo a la peli-rosa. "Ahora estamos todos juntos"

Yao se alejo un poco y cuando diviso a lo lejos a tres personas que conocía bien, se apresuro a empujar a dos de ellos.

"¡Inútiles!" Saludo, con una sonrisa

"¡Tú!" Gritaron Yue y Faruzami al mismo tiempo.

"Ustedes no cambian ni en 5 años" Yae rodo los ojos, mas solo rio.

La mujer abrazo a la menor y luego jalo su oreja mientras la regañaba, aunque daba risa pues en realidad no lo hacia en serio

Todos estaban alegres, la soledad y la oscuridad en ese castillo ya no existía, los recuerdos volvieron y la alegría volvia a prosperar.

"Akira, mira" apunto Takeo hacia las puertas del castillo. Todos fijaron su atención en la pareja que salía de ellas.

"¡Tu pedazo de...!" Le grito Akira a Ciro al verlo de nuevo como antes. "... Parece que todos estamos de vuelta"

"También es un gusto volver a verte" rio el castaño.

"Gracias por salvarnos" agradeció Takeo a Akihiro.

"No hay de que"

"¡Hijo!" Escucho el grito de su padre el cual corrió a abrazarlo. "¡Sabia que estabas a salvo!"

"¡Ey yo habia llegado antes!" Se quejo Tsuchiro que bajaba de los brazos de su madre y corria a abrazar al bicolor.

Todos rieron mientras los veían. Si, todo ya estaba bien.

Después de meses, aquellas celebraciones volvieron, pero esta vez, todos estaban invitados, nadie era excluido o forzado a pagar grandes sumas de dinero en impuestos. Ese gran baile que se organizo fue lo indico que ahora todo estaría bien.

El castillo estaba iluminado y todas las personas bailaban, eran acompañados por la musica de Takehiro y el canto de Gloria. Todo estaba impecable gracias a Takeo y los demás que, si, antes eran plumeros. Todo en orden gracias a Yao y a Akira (si, leyeron bien). La comida y el té exquisitos, todo felices y junto con sus amigos y familia.

"Mmhn... Creo que bailaste mejor la primera vez que me invitaste a hacerlo" dijo entre algunas risas akihiro mientras bailaba junto a Ciro.

"¿Tu crees? ¿Y que mas añadirias? ¿Algo de pelaje y altura?" Rio de igual manera mientras lo hacia dar una vuelta.

"La verdad... De cualquier manera te amaría, bestia o Humano, sigues siendo tú"

Los dos sonrieron y siguieron bailando al compas de aquella musica y los demás. Sin duda, no habia nada que les impidiera ser felices de ahora en adelante y ser unos reyes justos para su pueblo.

Palabras: 23515

AL FIN CARAJO

digo- ¿Ven lo que pasa cuando uno no duerme nada? Esto pasa JAJSJAJSA

Tal vez termine haciendo otras adaptaciones, estaba pensando en la dama y el vagabundo- apenas termino este y ya quiero empezar otro JAJSJAJJS

pero me tomare un tiempo para eso ya que quiero terminar la sección de Yasahiro y Akihiro, y empezar con la de Natsu.

Este es el capítulo mas largo que he hecho JASJJAS

Y gane la apuesta con Happys🧍

En fin, nos vemos familia, se me cuidan.