Aquella antigua mazmorra rebosante de maná, en donde las dos órdenes se encontraban cumpliendo con su misión.

Creyendo que no se encontrarían con grandes dificultades. Pero, se habían equivocado.

—¡Mimosa!.

La preocupación cubrió el rostro de los tres cabelleros del Amanecer Dorado al ver el cuerpo de su compañera en el suelo.

—¿Quien eres tú? —gritó Klaus al enemigo que había atacado de sorpresa.

Mientras él y Yuno se encontraban atentos a los movimientos del nuevo intruso, Kuro se había agachado para ver el estado de su amiga.

—¡Mimosa! —la llamó preocupada mientras trataba de ayudarla, pero detuvo toda acción al ver como ella misma activaba un hechizo de su grimorio.

—Lo lamento, soy la única que usa magia curativa y me lastimó primero —murmuró la joven de la realeza mientras observaba a sus tres compañeros.

Kuro negó con la cabeza mientras se preparaba para cualquier cosa con su grimorio abierto junto a Yuno.

—Concentrate en recuperarte —contestó Klaus sujetando sus lentes y sin dejar de observar al enemigo.

Notando el emblema que llevaba en el pecho, que lo identificó como un mago del Reino del Diamante.

El mago discutió por unos breves segundos con Lunettes, pero el mago enemigo no dudó en volver a atacar, esta vez con unos trozos de cristales que fueron detenidos por uno de los hechizos del mago de lentes.

—¡Ayúdenme, Yuno, Kuro! —volvió a hablar mientras que los nombrados asentían con la cabeza y se preparaban para contratar y lograr cumplir su misión.

—Le enseñaremos a la escoria del Diamante el poder del Amanecer Dorado.

—Asta. ¿De verdad crees que es por ahí?.

Tanto Noelle como Asta se encontraban corriendo por uno de los muchos laberintos de la mazmorra, mientras más se adentraban la joven de la realeza podía percibir como el maná era aún más concentrado en aquel lugar.

—Este maná.... Creo que Luck está peleando —volvió a hablar esta vez deteniéndose al igual que el enano gritón—. Debe significar que entró el enemigo.

—Debemos ir a ayudar —dijo Asta seguro mientras se preparaba para correr de nuevo, pero al ver la duda en el rostro de su amiga se detuvo de nuevo—. ¿Que sucede?.

—Si realmente es el enemigo, vinieron por el tesoro —respondió nerviosa—. Quizás sea mejor que nos apresuramos.

Asta permaneció en silencio mientras en su cabeza pasaban las palabras que el capitán de su orden había dicho.

Y sin poder evitarlo frunció las cejas al no estar de acuerdo.

—Puede usar magia poderosa sin grimorio —pensó Klaus al ver como tanto sus ataques como los de sus dos compañeros no funcionaban—. Y no parece que su poder mágico disminuya.

Pensó comprendiendo que no podrían cumplir su misión si seguían así.

—¡Yuno, ve a la cámara mientras nosotros lo enfrentamos! —habló de nuevo el de cabello grisáceo mientras no dejaba de ver a su oponente.

El nombrado al oírlo se quiso oponer diciendo que ni siquiera ellos dos podrían contra él, ya que su fuerza era demasiada.

—¡Ve de una vez! —habló esta vez la pelinegra volteando lo a verlo, sorprendiéndolo.

Yuno observó cómo en los labios de su compañera se formaba una pequeña sonrisa mientras esta volvía a intentar atacar el mago del Diamante.

El joven de Hage sintió el impulso de ir junto a ella pero las palabras de su mayor lo hicieron retener sus impulsos.

—Es por el reino. ¡Cumple nuestra misión! —habló firme Klaus mientras observaba como Yuno volteaba y se adentraba corriendo a la cámara de la mazmorra—. Bien hecho, zoquete.

Murmuró lo último el caballero mágico, pero siquiera antes de volver a girarse hacia su oponente este ya había actuado cubriendo sus piernas con cristal impidiendo que se logrará mover.

—¡Klaus-sempai!.

Escuchó la voz de Kuro mientras maldecía en su mente por haber bajado la guardia, quedando expuesto al peligroso ataque que iba hacia él.

— ➀ ¡Erebus no mahō: Burakkuhōru!.

Y al decir esas palabras un agujero negro se formó frente a Lunettes quien sorprendido observó cómo la mitad del ataque era absorbido por aquel vórtice oscuro.

—Realmente eres imposible, ¡Yuno! —gritó divertida la joven de Nairn mientras sonreía al ver como las corrientes de aire eliminaban el resto de los cristales.

Klaus se sorprendió aún más al descubrir que el menor no había seguido su orden y había vuelto para ayudarlos.

—¿Por qué volviste? —lo reprendió el de lentes mientras volteaba a verlo—. ¡Debes priorizar la misión!.

Pero tanto Yuno como Asta tenían la creencia...

—No —murmuro el joven del grimorio de cuatro hojas.

De que las personas a quienes conocieran, serían sus compañeros y......

—¡Lo derrotaremos e iremos los cuatro! ..

Como parte de su familia.

—Peleare en serio...

Murmuró y un brillo verde salió del grimorio de cuatro hojas, mientras que el maná del lugar comenzaba a danzar con las potentes corrientes de viento que rodeaban al joven del Amanecer Dorado.

— ➁ Kaze no mahō: Shiroi kaze no taka. Soshite kaze no ha no ame —dijo Yuno mientras detrás suyo un enorme halcón blanco se creaba con su poder.

Sorprendiendo a sus compañeros por haber activado dos hechizos a la vez.

—¡El Amanecer Dorado será el primero en llegar a la cámara!.

Así aquel potente ataque que había dejado en los cabelleros mágicos la esperanza que obtener la victoria fue lanzado directo hacia el habitante del Reino del Diamante.

Pero sucedió lo que no podían creer.

En tan solo un instante tanto el halcón como las cuchillas de viento habían sido acabadas por una enorme y poderosa espada de cristal.

Acabando casi con todas las esperanzas de los cuatro compañeros.

—No puede ser.. —murmuró Lunettes sin poder apartar la mirada de aquel poderoso hechizo del enemigo.

—¡Yuno! —gritó Kuro al ver lo debil que parecía encontrarse el joven de Hage, corrió hacia donde se encontraban él nombrado y su Sempai pues antes se había quedado protegiendo la jaula de flores en donde se encontra recuperándose Mimosa.

Pero se detuvo a medio camino al escuchar el grito de Klaus y su hechizo.

—¡Esto no puede estar pasando! —gritó mientras atacaba con una lanza de acero que fue directo hacia el enemigo.

La joven de Nairn también escuchó el llamado de Yuno ante el repentino ataque de su Sempai que siquiera hizo un rasguño al mago del Diamante, pues un clon de cristal detuvo aquella lanza destruyendo.

El mismo clon se lanzó a atacar al caballero de lentes que se protegió con un muro de acero.

Kuro quien volvió a escuchar el llamado de Yuno a su Sempai, notó como aquella enorme espada se dirigía con rapidez hacia el joven del grimorio de cuatro hojas.

—¡Yuno! —lo llamó Kuro mientras se acercaba a donde se encontraban, sorprendiendolo con un empujón, logrando que aquella espada no llegara a lastimarlo.

Quedando ella en su lugar.

—¡Kuro! —gritó el joven de ojos dorados al ver como su compañera se había puesto en su lugar, mientras él se elevaba en el aire y volvía a esquivar la espada que volvía a atacarlo.

Chasqueando su lengua al no podré ver como se encontraba su amiga se desconcertó ocasionando que la espada logrará dañarlo.

—Aggh —se quejó al chocar contra una de las paredes.

Viendo como aquella espada de cristal volvía a elevarse a punto de atacarlo nuevamente.

—¡Yuno! ..

Pero una voz conocida lo hizo volver en si, logrando que volviera a esquivar y elevarse en el aire.

Yuno bajo la mirada al instante dejándolos pegados en la pequeña figura de su compañera.

—¡No te distraigas! —volvio a gritar Kuro mientras sonreía para hacerle saber que se encontraba con tan solo unas pocas heridas.

Mientras esta decidía ayudar a Klaus con el clon de cristal.

El joven de Hage sintió un inmenso alivio al verla estable, mientras se proponía a sí mismo a dar lo mejor de sí y terminar con aquella batalla.

Para que esta vez.

Alguien importante para él.

No volviera a salir lastimada.

Nota de la Autora:
Hola!
Disculpen por haber dejado este libro inactivo y haber desaparecido desde hace casi un mes. Pero es que tuve dificultades con mi salud y estuve en reposo por un buen tiempo.

Ahora que me encuentro mejor, volveré a escribir poco a poco.

Espero que disfruten del capítulo y gracias por los 1k de votos!.

➀ Erebus no mahō: Burakkuhōru: Magia de Erebus: Agujero Negro.

➁ Kaze no mahō: Shiroi kaze no taka. Soshite kaze no ha no ame: Magia de Viento: Halcón blanco de Viento.  Y Lluvia de cuchillas de Viento.