—Yo sólo le dije: como quisiera ser alfombra, para que te revolcaras en mí. ¡No es nada malo!

El mayor de los dos se dió un golpe contra la mesa y rezó unas tantas veces para no golpear al chico que se encontraba frente a él.

—Sabemos que el chico te trae loco, pero es estúpido decir ese piropo barato de nuevo—el otro chico al otro lado de la línea, comenzaba a estresarse por el asunto.

Ya serían dos, pensó Soobin.

—Yeonjun tiene razón, ¿en qué estabas pensando?—Park Jimin le lanzó una papita frita en modo de ataque.

Kai sólo se cubrió el rostro con vergüenza y trato de evitar ser atacado por uno de sus mayores ante su bendita estupidez.

Maldición.

Todos a excepción del chico con cabellos amarillos, estaban ubicados como de costumbre en una de las tantas cafeterías que había en el centro comercial. El motivo siendo la futura boda (a la cual todos estaban invitados) de la hermana menor de Kim SeokJin, uno de los amigos más antiguos que tenía Soobin.

—No es mi culpa que el internet no sea de fiar.

—Kai—Taehyun lo miró burlón—¿No recuerdas aquella vez que yo estaba buscando el por qué me dolía tanto la cabeza y apareció que tal vez podría tener traumatismo craneal?

—Sí, lo recuerdo. Esa vez no pudiste dormir y me pediste que revisara tu testamento.

—Exacto. Espera, ¡eso no!

—Kai, Tae se refiera a que el internet no muchas veces puede darnos la respuesta que necesitamos. Aquella vez el debió tomar medicamento o acudir a un médico, pero también es un estúpido.

Aquellas palabras le hubiesen dolido tanto al pelirrojo e incluso hubiese hecho un berrinche del tamaño del mundo que sería seguido por el de cabellos castaños, pero las dejó pasar una vez que vió algo que lo dejó totalmente atónito y con los ojos como platos.

A lo lejos de ellos, reconoció a un Beomgyu demasiado alegre y embelesado en una posiblemente plática muy amena con el famoso Jeon Jungkook, Kim Jennie y su padre, el profesor de historia. Jamás en su vida (estaba exagerando un poco), pudo ser testigo presente de la sonrisa del chico peligris. Por lo regular entre cada clase, receso y actividad, el chico era demasiado serio y frío con todos, siendo rumores chiflados que corrían como pólvora el siquiera verlo feliz con algo alguna vez.

Su estereotipo impuesto era el ser el típico chico serio y misterioso de cada clase.

—¡Hey!

—¡Taehyun!

—¡Tae!

—¡Beomgyu viene hacia acá!

Aquél último grito lo hizo salir de sus pensamientos y por poco un grito demasiado agudo sale de su boca. Sus amigos lo miraban con diversión e incluso la voz de Yeonjun al alta voz sonaba como el inicio de una gran carcajada que se esforzaba por contener.

—¿Qué?

—Al parecer te perdiste en un mundo de sueños con el hijo del profe de historia.

Una ola de confirmamos, se escuchó a coro.

—¡Ya déjenme en paz!

Pobre Taehyun ingenuo que pensó que lo harían. Las burlas durante todo el día no pararon y quería estar metido a tres metros bajo tierra.

Él y su maldita suerte.

Él y su jodido gusto por Choi Beomgyu.

Era su perdición y condena.

...

El piropo no es mío, derechos a su autor o autora JAJAJA