Estaba preparando un maquillaje un poco delicado y natural. Simplemente usaría un poco de base, iluminador, máscara de pestañas y un poco de rubor, con mis labios al natural con un sencillo bálsamo labial aplicado al estilo típico coreano.

Kim Jennie debería ver y apreciar todo aquello que hago por ella.

—¡Vámonos, amor!— me gritó desde afuera de aquel bonito baño, escuché el sonido de sus tacones cada vez menos y me miré en el espejo un último momento.

Estábamos en una de las tantas casas que su tía tenía en aquel concurrido barrio del centro de Seúl y dentro de una hora estaríamos en la boda de su hermana mayor, con toda su familia y algunos amigos lejanos.

Estaba nerviosa como no tienen idea.

Sabía demasiado bien que Jennie aún no les daba la maravillosa noticia y que por toda aquella sociedad que se encargaba de juzgar con maldad a cualquiera que fuera diferente, ella y yo debíamos mantener en secreto nuestro romance universitario.

—Ya salgo... ¿Qué demonios te hiciste en el cabello?

—¿Te gusta? Decidí hacerme el flequillo la semana pasada, no es la gran co-

No pude evitar cargarla y dar vueltas con ella entre mis brazos una vez que al fin había terminado mi maquillaje. Se veía realmente diferente a la Kim Jennie que conocí hace tan sólo unos años, pero seguía siendo la misma sencilla y linda chica de la que me enamoré hace unos meses.

Fantástico.

—¡Me encanta! ¡Definitivamente eres la mujer más hermosa que he visto jamás!

—¡Basta, harás que me sonroje!— sonrió en grande y recargo su cabeza en mi hombro.

—Pero amor, no es mi culpa que seas la cosa más hermosa que hayan visto mis ojos. Déjame adorarte.

—¿Has escuchado lo que has dicho Lalisa? Ugh, eres bastante cursi.

Oh sí, había olvidado que traje a Oh Sehun conmigo.

Bajé a mi linda novia con mucho cuidado  en el suelo y le miré con burla.

—Al menos ella no me rechazó, pequeño bebé de universidad.

—¡Ya te dije que no soy un bebé! ¿Qué hay de Jisoo? ¿Por qué a ella no le dices bebé? ¿Mmh?

Tenía que decir que lo mejor de tener como amigo a Sehun, era su increíble dualidad. Por días parecía un tipo rudo y realmente duro, pero si te acercabas más cerca y convivias más tiempo con él, te darías cuenta que era todo un bebé necesitado de mimos y abrazos.

—Porque con ella es diferente. Es incómodo decirle bebé cuando estamos de la misma estatura.

—¿ Me has dicho enano?

No respondí su pregunta y Jennie como el ángel guardián que es, estuvo de acuerdo conmigo en un asentimiento de cabeza y una sonrisa linda.

—Exacto, además, tú eres un bebé aunque no quieras aceptarlo—fue lo que ella dijo.

—Ustedes son insoportables, no entiendo cómo es que soy su amigo— se quejó mientras se cruzaba de brazos con un pucherito lindo.

Es un bebé y nadie puede decirme lo contrario.

—Bueno, en verdad nos amas.

Tal vez había un poco de razón en ello.

...

La fiesta realmente no estaba para nada mal y con mi vestuario tan simple que consistía en un vestido de lentejuelas algo escotado y unos tacones de aguja (prestados por mi madre al mentirle sobre un evento importante en la universidad), me sentía intimidada.

A mi alrededor había mucha gente con gustos realmente buenos y vestuarios que dejarían a cualquiera con la boca abierta.

—¿Te estás divirtiendo?

—Realmente no. Esto es lo bastante aburrido como para poner a dormir incluso a un bebé— contesté.

El frío aire golpeaba mi cabello castaño con fuerza y hacía que fuera un desastre justo como la fiesta que se llevaba acabo adentro de aquel elaborado salón de fiestas. No importaba cuántos esfuerzos hubiera hecho por pasarla bien y divertirme con Jennie, su familia era tan aburrida y no la dejaba ni respirar un momento en paz. Por su parte, Sehun se había perdido por ahí con un chico apodado Chen y su prometida, que enseñaban con adoración verdadera a su primogénita y yo, bueno, estaba sentada a las afueras de ahí, con una cerveza en mano mientras charlaba con un chico extraño.

Ni siquiera sabía su nombre, pero era divertido.

—¡Sabía que no era el único que pensaba eso! Yoongi se perdió platicando con algunos chicos por ahí y... Espera. ¿Tú no eres Lalisa Manoban?

—Esa misma.

—Bueno, encantado de conocerte— extendió su mano justamente frente a mi cara y la estreché con lentitud.

Su piel era suave y me recordó como solía pasar mis dedos por los nudillos de Jennie en una danza delicada, cada que la chica estaba distraída con alguna tarea o trabajo.

Ah, eran momentos realmente mágicos.

—¿Y tú eres...?

Sonrió en grande, era lindo.

—No necesitas saber mi nombre cuando me verás más seguido apartir de ahora.

Aquello me dejó desconcertada pero no le di importancia, tal como cuando el personaje más estúpido de la película de terror, no hace caso a las advertencias que el universo le da.

Sí, tal vez esa vez fue mi culpa el no notarlo.

—Okay, chico de sonrisa bonita. Podré soportarlo— no, no podía.

...

*Insertar Siren de Sunmi como canción de fondo en esta parte*

Vengo a actualizar de nuevo, porque ahora el motivo de mi inspiración es una genial autora y Ariana Grande. Quién tiene canciones realmente preciosas
👀❤️

Espero que les guste mi nuevo capítulo con otro especial del Jenlisa que tanto amo.

¡Por cierto! Me haría muy feliz que pueden seguir la historia de mi linda amiga. Se ha esforzado mucho y es 100% recomendada por mí (sí pasan por ahí, díganle que van de mi parte uwu).

Es ésta ⤵️

¡Espero encontrarlos por ahí!

Sin más, me despido esperando que su salud éste de lo mejor y con muchos abrazos a distancia. Ustedes son lo mejor ✨💖😎